Lo que observaron al entrar al palacio rosa los dejo con la boca abierta, el aliento se detuvo y por un segundo les dio la impresión de que incluso el tiempo se había paralizado, Coraline se sostuvo por un momento de la pared, se había sentido mareada y con ganas de vomitar, con el rabillo del ojo miro a alexander que estaba en las mismas condiciones que ella, aunque el logro reaccionar un poco más rápido, sus colmillos se mostraron y sus garras parecieron crecer ligeramente, camino a paso rápido y decidido hacia el interior de la sala, el gruñido que salía de sus labios indicaba que atacaría. Mel fue más rápida y se colocó frente a alexander impidiéndole el paso, estirando sus brazos dio una indicación silenciosa...alexander la miro confundido, Coraline estaba en la misma situación... ¿Cómo habían llegado a ese punto?,¿Por qué esa mujer se encontraba en el sofá?, el enorme bulto le traía demasiados malos recuerdos.
- ¿Qué hace ella aquí? - la voz de alexander sonaba demandante, sus garras aun mostraban querer atacar a la mujer en el sofá- ¿Por qué demonios esta ella en este lugar?
-necesitaba de nuestra ayuda- contestó wybie con un tono de voz que mostraba desesperación, el joven sostenía un trapo en la herida de la mujer intentando detener el sangrado- alguien o algo la ataco, no sabemos que fue, aun no despierta
-es nuestra enemiga- la respuesta de alexander fue demasiado rápida tanto que wybie pensó que sabría qué contestar
-eso lo sabemos- contestó Mel con molestia aun impidiendo el avance del más alto-está gravemente herida...ella realmente se encuentra mal, sé que suena extraño, pero no la debes de matar...no aun, no sin una explicación
-ella pudo herirse sola- dijo Coraline en tono serio acercándose a los demás- ella es traicionera
-no lo creo- intervino wybie, el chico miraba la herida fijamente, sintiéndose aliviado de que la hemorragia se había detenido- la herida prácticamente destruyo su estómago, el agujero es mucho más grande que su mano...ella fue claramente atacada...vino a pedir ayuda
- ¿Cómo es que entro? - Pregunto Coraline, la información que se le había dado aún no podía procesarla como era debido-yo tengo la llave conmigo...nadie debería poder salir y mucho menos entrar
El silencio reino en el lugar, Mel miro a wybie con suplica en sus ojos debatiendo en si contar lo que habían hecho, pero con la mirada firme, ambos decidieron contarles a Alexander y a Coraline, las cosas habían sucedido un poco extrañas, pero estaba segura que la mujer había sido atacada, miro de reojo a la mujer recostada en el sofá, el aspecto larguirucho, el sudor hacia brillar su piel, el leve temblor en su cuerpo, todo indicaba que no se encontraba del todo bien...sobre todo la respiración la cual era entrecortada y justamente eso era lo que más la preocupaba, parecía que en cualquier momento dejaría de respirar
-entro por la chimenea-contesto finalmente Mel, el tono de voz parecía neutro, pero alexander noto un pequeño tono de preocupación- creemos que algo o alguien la lanzo...cuando escuchamos algo caer fuertemente nos asustó...pero lo que más nos sorprendió fueron las palabras que dijo antes de desmayarse, esas palabras nos motivaron a ayudarla
- ¿Qué palabras? - pregunto alexander manteniendo la calma- ¿Qué fue lo que dijo?
-tienen que salvarse-wybie y Mel contestaron al mismo tiempo, ambos dirigiendo su mirada hacia Coraline
Alexander mostro una expresión de genuina confusión al igual que la peli azul, ambos miraron el bulto recostado en el enorme sofá, la mujer se veía cansada sus ropajes se encontraban prácticamente desechos debido a talvez una gran pelea
-la bruja... ¿ella realmente dijo eso? - pregunto alexander intentando procesar las palabras
El sonido de alguien quejándose atrajo la atención de todos los presentes, mirando hacia un mismo lugar, el sofá, la mujer recostada en él se sentaba lentamente, sujetándose firmemente el trapo lleno de sangre, abriendo la boca para intentar tomar aire...la silueta de la mujer cambiaba poco a poco, el cabello de color negro y corto se volvió largo y de un color café achocolatado, su lacio cabello se había vuelto rizado, su piel pálida como la de un muerto adquirió un ligero tono rosado.
La mirada confundida de todos estaba fija en la mujer la cual se levantaba lentamente, la respiración era irregular y los gestos de dolor no cesaban, caminaba un poco encorvada debido a la herida y su paso era lento, la mirada de la Beldam conecto con la de alexander, el cual mantenía una expresión de horror y al mismo tiempo sorpresa
-en estos momentos no soy peligrosa-contesto la Beldam intentando mantenerse de pie-en estos momentos no soy el único monstruo en este pequeño mundo...desde el inicio siempre hubo dos monstruos, uno de ellos se mantenía dormido y el otro...soy yo.
-Solo estaban Elizabeth y tu-contestó rápidamente el híbrido- y si mal no recuerdo tú la lanzaste al mundo real, al mundo de Coraline, Mel y wybie
-en eso te equivocas mi niño-contesto con un deje de diversión, observando la mirada molesta del chico- el menor de los problemas soy yo...tu madre es el monstruo que había estado dormido
-no me llames de esa manera- susurro alexander inmediatamente-es mentira que mi madre sea un monstruo... ¡es mentira! ...ella solo nos quiere ayudar...ella nos está intentando ayudar
-ella les mintió- contestó firmemente la Beldam-ella quiere algo, está buscando algo...desea destruirme, porque soy lo único que se interpone entre ella y su plan...quiere el arma definitiva...también quiere la cabeza de la niña que se negó a permanecer en este lugar
Coraline abrió los ojos, mirando con terror a todos, wybie y Mel habían permanecido en silencio, intentando no dar su opinión a la intensa conversación entre alexander y la Beldam. La mirada de alexander parecía nublarse debido al odio que sentía, sus ojos parecían oscurecerse con cada segundo que pasaba, su ceño fruncido lo hacía ver aterrador. Sus colmillos se mostraban en señal de ataque, parecían crecer y volverse de un extraño color negruzco
- ¿de qué hablas? -pregunto Coraline interviniendo en la futura pelea que se haría presente- explícate
-es la verdad...desde el inicio de este mundo la mujer que realmente cometido un crimen fue Karina- la Beldam miraba a Coraline fijamente, sus ojos de botón parecían brillar- el crimen fue cometido por una mujer con un corazón destrozado...yo tenía una vida normal...y tenía a un niño...un hermoso niño
Coraline noto la tristeza en la voz de la otra madre, noto las palabras dolorosas que estaba pronunciando, había verdad en sus palabras. Mel también lo noto mirando a la Beldam con una expresión de comprensión total, palabras llenas de agonía. Alexander parecía cada vez más molesto, camino a paso decidido hasta quedar frente a la Beldam, mostrando sus colmillos
-mientes- murmuro alexander en un tono amenazador, sus garras crecían cada vez más-tu fuiste quien, hecho a perder nuestras vidas, la de mi madre, la de Elizabeth y la mía...tu arruinaste todo
Coraline prácticamente corrió hacia alexander intentando detener su avance, la peli azul noto el extraño comportamiento del joven, sus garras y colmillos habían crecido más de la cuenta, sus ojos parecían ser cada vez más los de un animal salvaje y su cuerpo parecía estarse encorvando más y más, la furia que emanaba del joven no era para nada normal y Coraline lo sabía.
-todo está predicho-murmuro la Beldam dando un paso hacia atrás, alejándose de alexander-Karina lo hizo todo con un fin...ella siempre supo que esto ocurriría
- ¿de qué hablas? -Pregunto esta vez Mel, la cual se acercó hacia la otra madre
-dos almas deben ser sacrificadas, una como tributo y la otra será convertida en una bestia, ambos protegiendo a la mujer que les dio la vida-la Beldam lucía un semblante serio y su voz rayaba a un tono lúgubre
La Beldam noto la escasa diferencia de altura entre alexander y ella, con su manos aun delgadas debido a su transformación, la Beldam aparto a Coraline manchando ligeramente la ropa de la joven, miro como alexander perdía la cordura, observo los ojos que parecían desenfocarse de vez en cuando y el gesto animal que se apoderaba del rostro del joven...sabía lo que eso significaba, lo sabía...levanto su mano tan rápido que alexander no tuvo tiempo de esquivar el golpe....la Beldam lo había dejado inconsciente
-no permitiré que él se transforme- la voz de la mujer sonó tenebrosa, una voz de ultratumba- Karina primero me devolverá a mi hijo.
Coraline miro a la Beldam, la herida en su estómago se cerraba a una velocidad sorprendente, el enorme agujero parecía entretejerse a con una rapidez sobrenatural y de un momento a otro la herida había desaparecido, como si nada le hubiese pasado, miro el cuerpo inconsciente de su amigo en el suelo, corrió hacia el al igual que wybie los cuales lo colocaron en el sillón donde momentos atrás estaba la Beldam
-si él se transforma estamos perdidos-contesto finalmente la Beldam a la pregunta silenciosa que todos formulaban- Karina quiere abrir las puertas...desea corromper todo...desea tenerlo todo
Con agilidad la Beldam camino hacia uno de los grandes sillones, su caminar era más agraciado que antes, su herida se había cerrado por completo y su apariencia era diferente, había dejado de ser la versión esquelética de Mel, para ser solo una mujer hermosa con ojos de botón...una mujer que parecía perdida en su mente. Mel se acercó hacia la mujer y se sentó a un lado de ella, mirando con curiosidad, Coraline y wybie seguían cerca de un inconsciente híbrido
- ¿tenías un hijo? - pregunto Mel con tono serio y preocupado- ¿Cómo es que te convertiste es esto?
Mel tenía una expresión de cansancio, había enormes ojeras bajo sus ojos, y su piel se veía aún más pálida que de costumbre, había sangre en su suéter, la Beldam miro hacia el sofá observando el cansancio que presentaba wybie, lucia agotado y Coraline parecía desecha, había notado el aroma de la sangre desde que la vio, noto la enorme herida en la pierna de la joven, pero la expresión de la peli azul no mostraba dolor alguno
-si...era un niño encantador...el hijo perfecto, pero con el tiempo lo olvide, olvide a mi hijo y el único recuerdo que tengo de él es la vaga imagen de sus ojos azules, un azul grisáceo que hacía a mi corazón derretirse...cuando fui condenada a esta forma, solo deseaba la compañía de alguien...logre lanzar un poco de la magia al mundo exterior logrando a traer a los niños, pero el hambre era demasiada...al principio comía sin darme cuenta, eran como lagunas mentales...y con el paso del tiempo esas lagunas desaparecieron, era consciente de lo que hacía...y lo peor de todo era, que no sentía ningún arrepentimiento-la Beldam miro fijamente a Mel, la cual mantenía una expresión de horror- mi nueva naturaleza me convirtió en un monstruo
Mel sentía lastima por la mujer frente a ella, la expresión de tristeza en la mujer le hacía ablandar un poco su corazón, era verdad que había cometido pecados imperdonables... ¿pero?, eso era algo que ella no podía controlar...una mujer destrozada que rogaba por compañía, eso era lo que veía Mel en la Beldam, una mujer a la cual condenaron
-mi pobre niño tenía tan solo ocho años, a esa tierna edad acabo su vida...Karina me maldijo y nos condenó a ambos-la voz de la mujer sonaba vacía, sus ojos de botón parecían opacados por la tristeza, sus manos temblaban ligeramente, la voz contenía un sollozo casi imperceptible-yo ni siquiera estaba enterada de lo que le habían hecho...y aun así pague un precio que ni siquiera me correspondía
- ¿Por qué te maldijo-pregunto wybie acercándose a la Beldam, su andar era cansado, pero su voz era firme- ¿Por qué te hizo esto?
-solo recuerdo ciertos fragmentos, el tiempo ha sido mucho y mi mente llegó a nublarse-la Beldam miraba el suelo, evitando el contacto con cualquiera-recuerdo haber estado casada, era el gobernador del pueblo, él y yo habíamos tenido un hijo varón, era un milagro de los dioses ya que había tardado demasiado en embarazarme...mi vida había sido feliz, había sido buena. Esos es algo que recuerdo, recuerdo a Karina...ella era mi mejor amiga, fue la mujer que me ayudo a dar a luz, era experta en la medicina tradicional, le gustaban las hiervas y era muy inteligente...demasiado para esa época...dos días después del nacimiento de mi hijo partí al pueblo más cercano a ver a mi madre...y ahí fue cuando paso todo, tacharon a Karina de brujería...la golpearon y violaron un sinfín de veces...ella desapareció, los años pasaron y un día, un día en el cual la nieve caía recibí una carta, conocía perfectamente la letra...Karina quería verme.
Con lentitud alexander se levantó del sofá, el joven aun sobaba su cabeza debido al golpe que había recibido, su mirada se clavaba en la Beldam, la mujer de ahora cabellos largos miraba el suelo, su mirada parecía aún más perdida y sus manos temblaban, alexander estaba confundido había una voz en su cabeza que rogaba por escuchar a la mujer...pero una voz aún más fuerte gritaba ''mátala, desgárrale la garganta'', la cabeza comenzaba a dolerle aún más, los pensamientos contradictorios lo estaban volviendo loco...pero decidió tomar la decisión más sensata...escucharla
-a las afueras del pueblo en un enorme bosque había la leyenda sobre una bruja, una mujer de edad avanzada, sus cabellos blancos y sus manos esqueléticas...se decía que las arañas la obedecían...esa bruja le había dado sus poderes a Karina, un poder que claramente la había vuelto loca-la Beldam levanto la cabeza centrando su vista en Mel- había una niña de cabellos negros al final de un largo pasillo, sabía que esa era su hija, pero había algo mal en ella, la niña lucia macabra, lucia aterradora, recuerdo sentir la desesperación en mi cuerpo, había arañas por toda la casa y todas se movían cerca de Karina y Elizabeth, como si esperaran a que ellas dieran una orden...Karina había comenzado a hablar sobre la bruja y las cosas que mi esposo y los del pueblo le habían hecho, de cómo Elizabeth había nacido producto de la violencia de los hombres...en ese momento fue cuando me entere realmente de lo que había pasado...Karina tomo a mi hijo el cual se había escondido detrás de mí por el miedo...intente detenerla pero algo me lo impedía, no podía moverme, no podía ni siquiera pensar con claridad.
-eso es horrible-murmuro Mel más para sí misma- ¿Qué clase de monstruo hace eso?
-sus palabras habían retumbado en mi mente...''tu hijo será el sacrificio para crear a una bestia''...coloco a mi pobre hijo en una mesa, recitaba palabras que ya no recuerdo, mientras cortaba con un cuchillo la delicada piel, los gritos y las lágrimas eran demasiados...mi hijo estaba a solo cinco pasos....a cinco pasos y aun así no pude moverme, lo vi morir, vi cuando lo desmembró, vi sus ojitos perder su hermosa luz, vi cuando su sonrisa había pasado a ser una mueca de horror...sentí mi corazón romperse y mi alma fracturarse...ahora solo era una muerta en vida...¿Qué clase de madre es incapaz de proteger a su hijo?...mis ojos fueron hacia Karina, había una enorme sonrisa en su rostro, una sonrisa de satisfacción, había logrado lo que quería- la Beldam miraba a Mel con una expresión de nostalgia, como si en ella recordara los buenos tiempos- sus palabras me perturbaron...''el corazón roto y desquiciado de una madre...ese es el último ingrediente''...sentí que mi mundo se derrumbaba, el aroma a metal se podía sentir en el aire debido a la gran cantidad de sangre que había en el lugar, las ganas de vomitar me inundaban y un inmenso coraje se apodero de mi...pero lo que más me rompió el corazón es que conforme pasaba el tiempo olvidaba cada vez más a mi angelito...solo recuerdo sus hermosos ojos.
Los ojos de botón brillaban extrañamente, una gota color rojiza bajo por la mejilla de la Beldam, sorprendiendo a todos los presentes, la otra madre al sentir algo caliente recorrer su mejilla llevo sus manos hacia estas y noto el líquido caliente y rojo, como si sus ojos empezaran a sangrar, pero no dolían, eran lagrimas...lágrimas de tristeza,, las manos de la Beldam temblaban y la expresión de horror no tardo en aparecer en su rostro, estaba confundida repitiéndose una otra vez ''un alma rota no se puede romper aún más''
- ¿Qué es lo que en verdad quiere? - pregunto alexander aún se encontraba sorprendido por la escena que había presenciado – si realmente estas diciendo la verdad... ¿Qué es lo que quiere realmente Karina?
-quiere abrir las puertas...si las abre será muy poderosa, será indestructible y nosotros seremos exterminados...quiere crear una bestia lo suficientemente poderosa para despedazar a todos los que se interpongan...en ese tiempo ella quería tomar posesión de mi cuerpo ya que el de ella parecía estarse deteriorando rápidamente...pero la magia es bastante inestable- la Beldam centro la vista en alexander el cual se removió incomodo en su lugar, se sentía observado de una manera extraña-pero, el primer hechizo salió mal
- ¿Qué paso después? -pregunto wybie, su voz denotaba genuina curiosidad
-días después del asesinato de mi hijo, Karina me dio a beber una pócima, yo aun no podía moverme, pero mi capacidad de pensar había vuelto, realmente luchaba con todas mis fuerzas para detener a Karina, pero nada funcionaba...la pócima salió mal, mi apariencia cambio y adoptó la de Karina pero con una forma más esquelética, la desesperación de la que era mi amiga fue inmensa, estaba prácticamente desquiciada, Elizabeth había quedado en una especie de catatonia, recuerdo la mirada perdida de la pequeña, parecía realmente ser solo un cascaron, sin nada adentro...en cuanto a alexander él estaba inconsciente en el suelo, de vez en cuando se movía, pero no despertaba...en una rabieta Karina intento matarme, pero la pócima que me había dado impidió que muriera...y fue en ese momento cuando lo sentí, cada vez podía moverme más, recupere mi voz y me abalance hacia ella, intentando apartarla de lo que quedaba de mi niño...había recobrado mi fuerza gracias a esa pócima...no supe en qué momento alexander se había transformado, me ataco intentando salvara a su madre, era un gato pequeño, pero no por ello menos peligroso, logro arrancarme los ojos, lo último que logre ver fue el rostro horrorizado de Karina, y de pronto fuertes ráfagas de viento comenzaron a golpearme y arrastrarme hacia un agujero negro.
-la puerta-murmuro Coraline
-la desesperación de Karina hizo que creara la puerta que conducía a esta dimensión, logro encerrarme, pero antes de ser confinada logre tomar a Elizabeth, la pequeña aun no despertaba del transe y pensé. ''Karina se llevó a mi hijo...yo me llevare a su hija'', la poca energía que tenía la utilice para destruir el cuerpo material de Karina, dejándola solo en polvo y encerrando su alma en tres partes...tres esferas...después de eso decidí conservar la apariencia de Karina y así poder manipular a Elizabeth, sabía que esa niña me seria de ayuda
Alexander caminaba de un lado a otro, haciendo que el sonido de sus zapatos golpeando el suelo resonara en toda la sala, mantenía sus manos en la cabeza, el dolor cada vez se hacía más y más insoportable, tenía dudas...la desesperación emanaba por los poros del joven, casi formando un aura de genuina desesperación, ansiedad y cientos de dudas, sabía que había verdad en las palabras de la Beldam...él lo sabía, pero aun así no quería creerlas...no quería creer que su madre era realmente la villana