El sujeto esperaba impacientemente detras de la puerta, tocando cada vez mas fuerte y mas seguido, el miedo me paralizo hasta que el sujeto dijo algo que hizo que me reaccionara.
"Abreme, soy Lautner". Solte el objeto que llevaba en la mano y sali corriendo hacia la puerta, el miedo todavia seguia alli, pero aquella voz me daba la confianza para poder abrir la puerta sin temer que alguien detras me apuntara con un arma, que acabara con mi vida sin pensarselo dos veces.
Quite el seguro de la puerta y esta se abrio, mire a Lautner a los ojos, unos ojos verdosos y preocupados, miro mas alla de mi, buscando al niño por el que tanto habia preguntado, entonces me pregunte "¿seria alguien de su familia? ¿Eithan lo conocia? ahora mismo no entiendia nada, pero el sentimiento de seguridad que me otorgaba aquel hombre, me hacia pensar que no debia temer por casi nada estando cerca.
El paso por delante de mi, llendo directamente a la cama donde Eithan dormia abrazando a su osito, el observo al niño y maldijo en voz baja.
-¿Que a pasado con sus padres?- dijo el enfrentandome por primera vez desde que habia entrado a la habitacion.
-Entro alguien a la casa, yo solo pude coger a Eithan y escondernos en un armario, no se que buscaban, no se que esta pasando, no entiendo nada, pero su madre me dio unos documentos, me dijo que tu podrias explicarme todo lo que estaba pasando, ¿porque esta pasando todo esto?- dijo yo sentandome en el suelo con la cabeza entre las manos, un par de lagrimas me amenazaron con salir de mis ojos, pero yo sabia que no era el momento de romperse, tenia que ser fuerte con el niño al que ahora tenia que proteger.
Lautner se acerco donde yo estaba y se sento a mi lado, suspiro un par de veces y despues hablo.
-Ellos eran parte de una banda de mafiosos muy importante, lograron salir de ella, cambiaron de vida por su hijo, cambiaron nombres, lugares, lo cambiaron todo, pero nada funciono, alfinal los encontraron, encontraron a mi hermano, esos hijos de puta han matado a mi hermano.- Yo levante la mirada y lo vi con el rostro rigido, el dolor y la rabia eran palpables.
Las ganas de lanzar los brazos hasta ese desconocido eran tan fuertes que casi ni me controle, lo mire y me devolvio la mirada, algo en su mirada me hizo sentir segura de nuevo, como si nadie pudiera tocarnos a ninguno de los dos, como si el fuera el heroe que nos salvaria de aquellos malvados que nos perseguirian por siempre...
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Y hasta aqui el capitulo de hoy, demasiado tiempo sin pasar por aquí,
espero que les guste, y la seguire pronto...
cuidenseee:)