The Guardian

Galing kay Ana5Harmony

612K 47.9K 34.7K

Hasta del dolor más grande puede surgir el amor. -Su Escritora Prohibida la copia y adaptación de esta histor... Higit pa

Capítulo I
Nota
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Between
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capitulo XXVI
Between
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII

Capítulo VI

13.4K 1.5K 429
Galing kay Ana5Harmony

**MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: Endless Love- Lionel Richie & Diana Ross

~*~

CALEB EVANS

He esperado dos largos días para poder entrar a la cabaña de meditación que hoy está frente a mí. Margaret, la única amiga que tengo en la cabaña me acompaña. El camino es largo y frio, lleno de nieve y vacío.

No importa a que parte mire todo está cubierto de nieve y de enormes montañas. Parece que estamos en el centro del mundo, y quizás así es. Dentro de mi sé que estoy muerto, lo siento en mi alma. Pero cada ser humano siempre se aferra a la vida lo más que puede. A nadie le gusta la idea de morir, por lo menos en mi caso, morir no era una opción. Estaba planeando mi vida con Lauren. Quería una boda, una linda casa y uno o dos bebés.

Lauren estaba llena de sueños de poner su propia academia de música, tener hijos, y yo la apoyaba y lo deseaba igual que ella. Había tantos planes para nosotros que ahora jamás se podrán completar. Lauren puede hacerlo, ella sigue en el mundo real, pero sé que esos sueños se completaran sin que yo esté a su lado, y eso duele, duele demasiado.

—Debes entrar solo a la cabaña—me dice Margaret y me saca de mis pensamientos mientras ambos caminamos con las manos dentro de los bolsillos de nuestros abrigos tratando de mantener un calor que jamás llega—. En los archivos debes buscar tu nombre, y allí estará tu misión. Lo que te retiene en este lugar.

—¿Y una vez que lo sepa? —ella me sonríe y yo suspiro viendo hacia el cielo que no muestra ningún pequeño rayo de sol. Hay luz, pero no proviene del sol. No como en la tierra.

—Debes visitar el portal—yo la observo sin entender y ella trata de sonreírme con tranquilidad—. No lo explico tan bien como Billy, pero el portal es nuestra unión con el mundo que conocimos, y las personas que habitaban en él que nos recuerdan. Es una especie de espejo que te muestra las cosas.

—¿Podré ver a Lauren? —la emoción es palpable en mi voz, pero ella niega y la alegría se esfuma tan rápido como llega.

—El portal te mostrará lo que deba mostrarte—suspiro soltando una nube de humo que se extiende a lo largo del camino—. No tenemos control sobre lo que deseamos ver, el portal solo nos permite ver cosas que tienen que ver con nuestra misión. Aunque puedes verla, a tu Lauren—nos vimos a los ojos—, si ella es el motivo por el que sigues aquí.

—¿Ella? —Margaret me sonríe con tristeza.

—En nuestra muerte sabemos que dejamos un mundo y algunas veces es para descansar—hay algo en su voz que me hace pensar que Margaret guarda una gran historia, como todos los demás en este lugar—, buscamos alivio a nuestra alma torturada, pero no sabemos que en el mundo no somos los únicos. Que nosotros podemos partir quitando el dolor, sin saber que ese dolor solo cambia de persona, quedándose con aquellos que te extrañan. Quedándose dentro de una persona que amabas, y que jamás podrá recuperarse de haberte perdido.

—¿Crees que ella...? —el nudo en mi garganta es intenso.

No puedo pensar en Lauren sufriendo, no puedo soportar el pensar que el amor de mi vida derrame lágrimas por mí.

—Cuando alguien nos ama en realidad y nos pierde, el dolor queda. Pero está en cada persona consumirse en ese dolor o aferrarse a él para salir adelante. No sé que tipo de mujer es Lauren, pero ella puede ser la razón de que tu alma siga aquí.

No encuentro las palabras para responderle mientras una enorme cabaña aparece a nuestra vista. Dentro de ella está la misión que debo cumplir para poder salir de este lugar, aunque por alguna razón parece que cada alma en este lugar no tiene la intención de irse nunca.

—¿Por qué sigues en este lugar, Margaret? —ella parece pensar su respuesta pero veo en sus ojos algo que espero no encontrar en los míos, en ellos hay una profunda soledad.

—No he completado mi misión—su voz parece un eco entre la inmensidad que nos rodea, pero no la presiono—. No creo que la complete jamás.

No digo nada ante sus palabras, pero me provocan un nudo en la garganta. ¿En unos años estaré así? Me negaré tanto a salir de esta reclusión, a pesar de que sé que las cosas jamás volverán a ser igual. He dejado de pensar que esto es un sueño, Lauren jamás podrá despertarme de este lugar. Pero pensar que Lauren puede estar sufriendo hace que quiera entrar a esa cabaña y parar su dolor. Lauren no puede atarse a mi ausencia. ¡¡No puede!! Ella tiene mucho por lo que vivir.

—Creo que es aquí donde nos separamos—dijo Margaret y me doy cuenta que estamos frente a la cabaña—. No puedo entrar contigo, pero voy a esperarte.

—No sé cuánto tiempo estaré dentro—ella me sonríe con tristeza.

—No te preocupes, no hay muchos compromisos en este lugar—yo trato de decir algo, pero ella señala la puerta y yo asiento y con una última mirada hacia ella, empiezo a caminar.

Al abrir la puerta solo veo una cabaña común, pero completamente vacía. Hay una chimenea encendida, las ventanas está cubiertas de escarcha y no hay nada a la vista que me indique lo que debo hacer. Hay mucha luz y las paredes de madera parecen brillar, pero no hay nada más. No hay muebles, un cuadro, no hay nada. Esto no parece una cabaña de meditación, son solo cuatro paredes y un... ¿Archivo?

No dudo en acercarme al único mueble de la habitación marcado con letras de la A a la Z. Mi corazón empieza a latir alocadamente, lo cual, dadas las circunstancias me parece increíble sentir. Abro la primera gaveta y observo una gran cantidad de folders perfectamente ordenados y rotulados; y entre ellos se encuentra uno con mi nombre.

—La misión—repito las palabras de Margaret que se instalan en mi mente mientras observo el folder sin atreverme a abrirlo. El archivo se cierra inmediatamente, y ante mis ojos desaparece en unos segundos.

La realidad me golpea fuertemente, ya no estoy en el mundo que conocía. No soy parte de la tierra donde crecí, estudié y me enamoré profundamente. Ahora estoy en un lugar desconocido, dónde mi alma vaga sin rumbo y sin sentido esperando por esto, por esto que tengo en mis manos y no me atrevo a leer. ¿Qué tendrá dentro? Será la confirmación del sufrimiento de la mujer que amo o el de mis padres. No me atrevo a abrirlo, y mis ojos recorren la cabaña de nuevo encontrando un enorme espejo que parece antiguo colgado de una de las paredes donde antes no había nada.

¿El portal? Al verlo solo pienso en que en ese espejo puedo observar a Lauren. Eso es todo lo que necesito para abrir finalmente el folder, pero contengo la respiración al ver su contenido.

Nada.

No hay nada dentro. No hay una misión. Mis manos tiemblan llenas de los peores pensamientos. ¿Qué pasará con Lauren?, ¿Qué será de ella?

"Vorrei un caffè, per favor"

Mis pensamientos son interrumpidos por una voz que sale del portal. Una voz que mi mente recuerda, pero que no logra asociar con un rostro de las personas que conocí. No dudo en acercarme y en el espejo puedo observar una cafetería. Los recuerdos llegan, una cafetería que Lauren y yo visitamos en nuestro primer viaje a Italia.

Ante mis ojos aparece el rostro de una mujer atractiva. Está de perfil hablando con una mesera de la cafetería. Mi mirada se desvía a la mesa que está atrás de ella atraída por una fuerza desconocida. Mis ojos se abren al observar unas gafas de lectura y un cabello que aunque está más corto de lo que lo recuerdo no puedo olvidar.

—¡Lauren! —la llamo fuertemente y ella alza su rostro, pero sus ojos se enfocan en la mesera que ha vuelto a la mesa de la extraña sentada frente a ella. No puede escucharme, jamás volverá a escucharme.

"Quiere saber si tomas tu café con azúcar"

Las lágrimas corren por mis mejillas al escuchar su voz y ver su rostro. Mis dedos temblorosos tocan el espejo pasando por su frente, sus labios, su mejilla derecha.

Ha cambiado tanto.

No solo su cabello es más corto llegándole justamente hasta los hombros. Está muy delgada y su rostro ha perdido toda la alegría que siempre la caracterizaba. Lauren era una mujer que siempre sonreía. Ahora sus ojos no brillan, su mirada está triste.

—No toma el café con azúcar—digo respondiendo la pregunta que ella formula lo que me hace fruncir el ceño porque no conozco a la mujer frente a ella. ¿Cómo puedo saber algo tan personal?

"Caffè nero senza zucchero".

"Olvidé decirle lo del café".

"Creo que te escuché decir que te gustaba el café negro sin azúcar. Eso fue lo que le dije a la señorita".

Escucho la conversación sorprendido porque sé que la extraña jamás le dijo a Lauren esa información. La dije yo. Ella puede escucharme. ¿Cómo es posible? Margaret dijo que no era permitido. Vuelvo a la conversación y entiendo que en realidad no escucha mi voz. Pero de pronto pasa interrumpiendo mi pensamiento, oigo la risa de Lauren.

Sin poderlo evitar sonrío. Siento que ha pasado mucho tiempo sin escuchar esa risa, sus ojos entrecerrándose al inclinarse un poco hacia atrás cuando se vuelve una risa fuerte y llena de alegría.

Esa extraña hace reír a Lauren, y desde ese momento me cae bien. Hay algo en ella que provoca tanta paz y eso parece ser algo que Lauren también nota, porque la invita a sentarse con ella. La misión queda olvida, o mejor dicho, la falta de esta queda olvidada mientras me concentro en Lauren. La veo sonreír, aunque sus ojos siguen mostrando una enorme soledad. En mi corazón sé que no ha sido fácil para ella, porque si de algo estoy seguro es que ella me amaba tanto como yo a ella.

—Lauren—mi voz es suave cuando la acaricio de nuevo escuchando como la otra mujer, habla con ella.

La escucho a ella pronunciar el nombre de Lauren y mis ojos se abren con sorpresa. Lo dijimos al mismo tiempo y Lauren abre sus ojos sorprendidos. La medalla, la medalla.

"¿Cómo sabes mi nombre?"

—¡La medalla! —le digo apresuradamente—. Señala la medalla.

Ella lo hace, y se gira pareciendo que me observara, y eso provoca que de dos pasos atrás y caiga en el suelo. Porque al ver su rostro completamente en el portal lo sé.

Ella es la doctora, una profesión que no le mencionó a Lauren al principio a pesar de hablarle de sus estudios muy vagamente.

¿Cómo no la reconocí antes? Ella es la doctora que intentó salvarme la vida. La mujer que luchó por mí hasta el final, y a la que en mi último aliento le dije el nombre de Lauren.

Esos ojos...jamás podré olvidar esos ojos. No entiendo la conexión. No entiendo la razón por la que puedo verla a ella y a Lauren pero no tengo una misión escrita. Margaret dijo que este portal mostraba la misión, lo que deseaba que viéramos. Nada tiene sentido para mí, y sé que debe hablarlo con Billy, el guardián de la cabaña.

Por el momento sé que ella puede escucharme de alguna manera, aunque no sepa que soy yo o escuche mi voz. El portal desaparece ante mis ojos y la luz en la cabaña se apaga. Mis ojos se cierran y de pronto me siento transportado lejos de la cabaña, lejos de Lauren.

Una vez más.

---------------------

¡LISTO!

Ya estoy de vuelta!! Espero no ser la única por aquí leyendo la historia de nuevo para recordar dónde me quedé. Muchas gracias por la espera y ahora que ya tengo tiempo de nuevo trataré de actualizar más seguido. Lo prometo de verdad. Gracias por seguir y vienen muchas sorpresas y espero que les guste la historia que tengo pensada para ustedes que es diferente a todo lo que he escrito anteriormente. 

Nos leemos pronto.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

784K 34.3K 48
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
275K 23.5K 18
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
6.4M 313K 104
El prominente abogado Bastian Davis conocido como "El Lobo de Minnesota" ha decidido casarse con unas de las hijas de Rob Walton y todo para unir fue...
213K 19.2K 41
freen- becbec sabes algo, No importa que pase el día de mañana, yo siempre estaré a tu lado becky- porqué siento que tus palabras suenan como una de...