Capítulo XXV

12.4K 1K 673
                                    

**LOCKWOOD'S FAVS PLAYLIST: Breathe – Faith Hill

~*~

LAUREN MARCHETTI

"Perfect"

"We Don't Talk Anymore"

"Way Back Home"

Las notas de cada una de las canciones danzan en mi mente mientras camino por el subterráneo sosteniendo mi violín y ordenando las partituras. El musical de invierno es una de las cosas que más disfruto, y en las cuales tengo que ceder a las demandas de los estudiantes y su "música contemporánea." Adoro el planear, organizar todo y los arreglos musicales para que todo suene armónico y perfecto.

Empiezo a tararear la letra de Way Back Home mientras subo las escaleras apresuradamente. Estoy preparada para sentir el golpe de la brisa fría de New York en mi rostro, pero en lugar de eso siento a alguien chocar conmigo literalmente. Mis pensamientos mueren al soltar mis partituras que vuelan con el fuerte viento mientras un libro cae a mis pies.

"Anatomía Humana"

Es lo único que leo mientras veo a una mujer saltar tratando de recolectar las partituras. Sé que tengo copias en la escuela, pero no puedo evitar sonreía al verla intentarlo. Una mano toca mi hombro, y me encuentro con los ojos de un hombre que recoge el libro y me lo ofrece distraídamente.

—Le agradezco—le digo al desconocido mientras mi atención vuelve a la mujer que sin duda es estudiante de medicina por el logo de la NYU en el bolso que cuelga en uno de sus hombros.

—No tengo tiempo para esto—me dice bajando para tomar algunas hojas que se encontraban en la acera—. Tengo un examen mañana, y he pasado leyendo ese libro por días.

—Es bueno que tenga copias en la escuela de las partituras—al escucharme ella alza la mirada, se levanta sosteniendo las páginas, y noto su molestia—, pero estoy segura que la copia de esto es ilegal—ante esa frase ella me sonríe y su rostro cambia completamente mostrando una bella sonrisa—. Es una suerte que tenga el original.

—Lo siento tanto—me dice ella intercambiando algunas partituras por su libro que abraza contra su pecho—. Me siento tan abrumada algunas veces, y no dormir no ayuda a mi coordinación. Creo que aunque recorra la calle tres veces no lograré encontrarlas todas.

—Que lo intentaras ya es suficiente para mí—sus ojos marrones recorren mi rostro. Son ojos cálidos, aunque realmente parece agotada—. Sé que la Universidad de New York es exigente, y no puedo imaginar la escuela de medina. Lo fueron conmigo durante toda la carrera.

—¿Música? —me pregunta señalando mi violín y yo sonrío asintiendo—. Bueno, para mí la exigencia es igual o peor. Creo que practicar una cirugía cardiovascular es más práctica y eficiencia—me acomodo mi gorro y me acerco un poco a ella para evitar a la gente que circula a nuestro alrededor—, pero componer una melodía que le guste a todos, eso es presión y arte.

—Creo que ambas hacemos arte a nuestra manera—nuestros ojos se encuentra de nuevo y algo mágico pasa—. Aunque mi arte la mayoría del tiempo me permite dormir más de cuatro horas seguidas o eso pensaba antes de entrar al programa de alto rendimiento de Juilliard—sus ojos brillan y suelta una pequeña risa—. Ahora comer es un lujo que no muchas veces creo posible.

—¿Juilliard, eh? —ella sonríe alzando una ceja, y el movimiento es sexy. Sin duda todo su rostro es arte—. ¿Eres famosa? —yo no puedo evitar reír—. Porque si eres famosa debes darme un foto y una firma. Estoy segura que eBay puedo hacer maravillas.

The GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora