The Guardian

Capítulo XXXI

** MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: Time Of My Life- Bill Medley & Jennifer Warnes

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UN AÑO ATRÁS

MEDIADOS DE NOVIEMBRE

CALEB EVANS

Sé que todo ha cambiado entre los dos. Sus sonrisas son cordiales, pero no son de amor. Sus gestos son amables pero fríos. No hacemos el amor desde hace meses. En la cama parecemos dos extraños y lo único que hace es abrazar un estúpido oso que sé perfectamente quien se lo regaló.

No soy tonto, y puedo entender lo que pasa. La he visto salir todas las semanas, tomarse tu tiempo para arreglarse. Cada día sintiendo el resentimiento y la agonía crecer en mí. Alguna vez leí que una frase de Abraham Lincoln que decía "Puedes engañar a algunas personas todo el tiempo, y a todas las personas durante un tiempo. Pero no puedes engañar a todos todo el tiempo."

He visto a Lauren cambiar ante mis ojos día con día hasta el punto en que es incapaz de seguir engañándome. Sé lo que ha hecho, y solo pensarlo hace que el enojo que tanto tiempo llevo conteniendo salga a la luz. Porque mientras abro la puerta y veo sus maletas sé que finalmente voy a escucharlo de su boca.

—¿Lauren? —la llamo y la veo salir de la cocina sosteniendo en sus manos una pequeña caja—¿Qué significa esto? —le pregunto directamente y noto sus ojos llenos de tristeza y rojos por sus lágrimas.

Sé perfectamente lo que todo esto significa pero quiero escucharlo de su boca. Quiero que mirándome a los ojos acepte que me ha sido infiel todo este tiempo y que ha decidido dejar todo nuestro sueño en la basura por una mujer que acaba de conocer. Desde el inicio de nuestra relación supe que Lauren era una mujer que no buscaba un género en específico, y estuve de acuerdo con eso. Porque dentro de mi pensaba que ella era diferente. No lo esperaba de ella, y la ira que siento en este momento empieza a nublar mis sentidos.

—Estaba esperándote—la escucho murmurar mientras deja la caja sobre sus maletas y me observa unos segundos—. Necesito hablar contigo, Caleb.

—Supongo que no es uno de tus pequeños viajes—me quito la bufanda y el abrigo y lo cuelgo en el perchero sin dejar de verla a los ojos—. Por el tamaño de tu equipaje parece que es un viaje de toda la vida.

—Sabes lo que significa. Este último mes todo ha cambiado entre nosotros y creo que sabes la razón y lo que significa que mis maletas estén hechas—su voz es suave pero en este momento siento tanta ira que ni el dolor es más grande.

—¡Claro que sé lo que significa! —mi voz es fuerte y la veo encogerse ante el tono—. Me gustaría saber cómo vas a explicarme todo esto. Quiero escucharlo de tu boca, Lauren. Porque hasta donde yo tengo entendido nos amamos, tenemos un año de vivir juntos, y estamos pensando en una familia.

—Siempre ha sido tu sueño y mereces escuchar mi opinión—ella suspira tomando su abrigo entre sus manos y me observa fijamente—. Sé que mereces una explicación y por eso estoy aquí frente a ti. Porque mereces la verdad sobre lo que está pasando.

—Estoy esperando que hables—me cruzo de brazos—. Solo quiero que confirmes lo que yo he sabido todo este tiempo. Quiero escuchar de tu boca como dejaste que una mujer arruinara toda nuestra vida.

—Camila no arruino nada de nuestra vida, Caleb—escuchar el nombre de esa mujer hace que apreté mis manos fuertemente.

—¿No? —me rio con ironía al pensar lo cínica que se escucha—. Hace unos meses no te habría creído capaz de ser cínica, Lauren. Ahora que parece que eres una versión que desconozco, y ya no sé qué creer de ti.