Mía...

By user21901276

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En la tierra después de 500 años hoy en día está custodiada por las tres facciones y dragones o Longinos, ser... More

Prólogo:
I
Capítulo II.
Capítulo III.
Capítulo IV.
Capítulo V.
Capitulo VI:
Capítulo VIII.
Capitulo IX.
Capítulo X.
Capítulo XI. Alive...(Vivir)
Capítulo XII.
Capítulo XIII. Esperando el Final...
XIV. En el Final, quiero un héroe que salvé justo a tiempo.
XV. Sentimientos.
XVI. Mía...

Capítulo VII.

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By user21901276

La sorpresa y la confusión no abandonan el rostro de la morena quien no se puede sacar de la mente la des cubrió que acaba de hacer, parpadeo un par de veces, e intenta reintegrarse en la conversación, que extrañamente tiene con su secuestrador.

No entiende por qué ella se ha quedado muda ante lo que le ha dicho, bufa molesto, piensa que ha leído más de lo que le ha dicho y que quizá le haya mentido.

Por una razón niega ese pensamiento, pero no lo descarta, <No es como si no fuese la primera que me mentiría...>.

Estaba a unos veinte centímetros de ella, sus dos manos la tienen aprisionada contra la mesa de madera, se maldice así mismo por haber dejado pasar este instante, único. Una corriente eléctrica lo recorre, una corriente eléctrica placentera, cierra fuertemente sus ojos solo para impregnarse de su aroma, ese que lo hace olvidar de sus planes de venganza,...de su pasado, solo para concentrar su atención al cien en la joven que esta acorralada, a su merced.

La sacerdotisa también se ha percatado de su cercanía, pero no puede hacer nada, solo se queda quieta. Alzo su vista a la de él. Llevándose la sorpresa que él tiene cerrados los ojos, fija su atención en como la tiene rodeada por su brazos, fuertes, grandes, que están cubiertos por su Dogi inferior negro de mangas largas que opaca sus brazos.

Abre sus ojos solo para encontrase con los purpuras de ella. Sus pupilas están dilatadas, no la deja de observar.

Por alguna razón ella tampoco puede quitar su vista de los oscuros ojos de él, que por cierto no tienen pupila, son oscuros como la espesa oscuridad, pero que no por eso dejan de ser bellos. Su mente ha quedado en blanco, en lo único que piensa es en él, y el solo en ella; como si el tiempo y el espacio se ha detenido solo para ellos.

Por puro impulso deja de tocar con su mano la madera de la mesa para mover la en dirección de ella. Sabe que lo va a rechazar, que si lo hace romperá esa conexión tan especial, tan única, que se puede ir como vino, si se atreve a dar el siguiente movimiento.

< Puede que ella me rechace una vez más...pero...quiero arriesgarme a sentir la cálida que es su piel. Necesito tocarla, necesito sentir algo puro,...algo que no esté sucio como...yo >.

Y ahí está, con suavidad y delicadeza posa su mano en el rostro de Akeno, describir esa sensación es imposible, supera la expectativa que había pensado, siente su piel blanca, tersa y muy suave, pero también delicada.

La comisura de su labio derecho se alzó solo un poco. La sensación que sintió al tocarla lo lleno de paz, esa que hace cientos de años no sentía, que con todo lo que ha pasado no queda más que un recuerdo...

Quedo quieta al sentir la mano de este sobre su mejilla, frio así esta su mano, se estremeció, por la impresión y por qué en verdad esta helado como tempano de hielo. Pero no se movió de como estaba, los pelos de sus manos se han e rectado, vuelve a verle, y él también la ve, de una forma extraña.

< ...Su tacto, sobre mi piel...es extraño > - ha comenzado a sentir nervios de la forma en como la está mirando < No me siento incomoda por la manera en cómo me mira, no como la primera vez...ahora siento que es diferente...el no están molesto, es lo que pienso...hasta se mira tierno, como si me estuviera admirando, como si fuera la mujer más bella... > - siente como su corazón palpita fuertemente en su interior -< y...eso me gusta >.

Momentos antes percibió lo tensa que ella se ponía cada que lo veía pero justo ahorita está en lo contrario, relajada y tranquila, eso lo llena de orgullo, eso es lo que quería lograr que ella este tranquila porque no es capaz de las timarla, no a ella.

A sus oídos llega una melodía hermosa, los latidos del corazón de la joven cita le están respondiendo a su toque, su sonrisa se engrandece y los latidos de su corazón conectan con los de ella, se siente realmente feliz.

El sonido combinado de ambos resuena en el lugar, Akeno lo escucha, le parece una melodía hermosa, y es donde supo que esa melodía proviene de ella...y de él, de sus corazones y que él le está respondiendo a sus latidos.

...

Goku – Eres tan hermosa... - mueve su dedo pulgar para acariciar su mejilla – tus latidos...son una señal del destino. Quiero creer que existe una pequeña posibilidad de que puedo ser el amo...aquel que te conquiste, para vivir solo...para ti – su tono sale suave, tierno. Intentando que sus palabras calen un poco en su interior, después de tantos años se siente emocionado.

Lentamente se arrodilló ante ella que se encuentra sentada en la silla sin decir nada.

Verlo pronunciar tales palabras la han dejado en que pensar, sonaron tan hermosas, tan auténticas. Mira como esta arrodillado ante ella como señal de que son ciertas las cosas que le ha dicho.

Su mente está intentando procesar la situación.

Pero donde hay un momento bueno también hay uno malo. Los siete sentidos de Goku dejan de estar en relajación, su mente y cuerpo que estaba inalterado acaba de ser interrumpido y traído a la realidad.

Al percibir un Ki que reconoce a pesar de tantos años, sus músculos se tensaron al reconocer con rapidez de quien se trata, lo maldice en la mente.

La azabache noto como el volvió a poner su pose frio, molesto, sintió como el dejo de tocarla para apartar su mano de su rostro.

Se pone en pie, toma nuevamente el libro y lo guardo dentro de du Dogi. La mira, suspira.

Akeno – ¿Pasa algo?

Goku – Lo mejor es que salgas de aquí. Reúnete con todos tus amigos y váyanse a tu templo – dice molesto.

Lo que dice la confunde, no comprende que le pasa.

Akeno – ¿Porque? – Se pone en pie – ¿qué motivo hay para abandonar la academia?

Percibe como ese Ki se está acercando, no tiene tiempo para responderle.

Goku – Entonces... - se da la vuelta - solo hazlo.

Akeno – Issei pude ser de gran utilidad, él puede ayudar, percibo a un gran enemigo – sugirió.

Tan solo escucharla nombrar su nombre con gran emoción lo pone muy molesto.

Goku – Este asunto no tiene que ver con ninguno de ustedes – le escupe molesto – y lo último que necesito es la ayuda de el...

Usa su tele transportación y desapareció de la vista de la joven, dejándola con la palabra en la boca.

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Unos cuantos minutos antes...

*Gojan – Kakaroto ha vuelto, elimínalo de inmediato. Confió en ti, Goten – le pidió con su rostro completamente serio*.

El joven acaba de llegar a la tierra, está flotando sobre la apartada ciudad, mira todos sus alrededores con melancolía.

Nota como todo ha cambiado, desde la última vez que estuvo aquí, a pesar de lo que paso ya hace cientos de años aun no puede olvidar lo. Olvidar que alguna vez fue un terrícola como ellos, como su hermano...y como su padre que a pesar de ser en completo Saiyajim siempre se consideró un humano como el resto.

Estando en el aire es víctima de las ráfagas de viento que lo azotan, eso le molesta; que lo rodeen de esa tranquilidad que le recuerda que él fue uno de ellos una vez.

Gracias a Whis que le otorgo una habilidad temporal de tele transportación llego en diez minutos a la Tierra, porta un traje de combate, un Dogi azul, unas muñequeras del mismo color y unos zapatos negros que al centro llevan una línea azul.

Su estatura es mediana casi 1.70, ojos negros, cabello alborotado y que se curvea hacia un lado, su cuerpo es musculoso pero no exagerado.

...

Su vista se posó hacia abajo en donde se puede ver un campo que al parecer era de cultivo, sin poder hacer nada su mente lo lleva al pasado...

"Su padre está por hacer una competencia con el Sr. Piccolo para recolectar el cultivo.

Goten – Yo también lo haré – dice el pequeño emocionado viendo a su padre.

Milk – De ninguna manera – le dice molesta – Los niños deben estudiar.

Goten – Si...pero yo quiero ser tan fuerte como mi padre – dice casi en llanto el niño.

Una mano acaricia su alborotado cabello que es idéntico al de su padre, alza la vista a el quien lo mira con una sonrisa.

Goku – Así será – deja de tocarle – obedece a tu madre...hijo".

Sacude su cabeza en negación, traga duro para no ablandarse, es por ese motivo que no ha vuelto a la tierra, porque el tan solo estar aquí lo llena de recuerdo, duros, felices...momentos que su corazón anhela volver a sentir.

Goten – Pero eso ya no pasara – dice firme – acabare con mi pa-... kakaroto y destruiré este planeta y todo habrá acabado.

Intenta percibir su Ki pero no obtiene nada, no hay señal de el por acá, de modo que piensa que no conseguirá nada si no lo obliga a salir en donde está.

< Entonces llamare su atención con destrucción... > - esboza una sonrisa.

Estira ambos brazos y apunta con sus manos en dirección a la capital, lentamente van apareciendo dos bolas de energía en las palmas de sus manos, su color son celestes con un leve destello blanco. Ya están listas para ser arrojadas, sin dudarlo mucho las arroja.

La gente que camina tranquilamente en las calles de la ciudad no saben que esta sería la última vez que lo harían.

La primera bola de energía impacta sobre unos edificios, una gran explosión hace estremecer la ciudad, las multitudes de gente corren, consternados ante lo que acaba de pasar, ese ataque se expandió a un par de kilómetros matando a cientos de habitantes, y lo mismo ocurre con el segundo ataque.

En sus pequeños orbes negros se refleja el fuego, la destrucción y matanza de lo que hizo, una sonrisa carente de emoción sale de su boca, solo observa como la gente intenta huir de las llamas de fuego.

Aun no siente la presencia de su padre de modo que caraga dos energías más en sus manos para acabar de una con la ciudad por completo.

Las lanzo, a gran velocidad las bolas se acercan a la ciudad pero antes de que siquiera tocaran un edificio, son desviadas y destruidas por completo.

La mirada del joven se ha puesto de forma de incredulidad ante lo que paso, no pudo ver qué fue lo que paso, solo miro como su ataque fu desviado de su trayectoria para explotar.

Antes de que pudiera siquiera pensar en algo más, a un par de metros y frente a el aparece alguien, familiar que jamás en su vida olvidara, su boca se entre abrió con la mandíbula apretada, sus ojos grandes y sus manos nerviosas como su cuerpo.

Su padre ya ha hecho acto de presencia, justo lo tiene delante de él, sigue igual que hace décadas, como la última vez que lo vio. Nada en él ha cambiado o bueno sí.

El segundo de sus hijos ha vuelto a la tierra, ya sabía que tarde o temprano algo así pasaría. Pero lo que no sabía era en como estaría cuando eso pasara, como estaría para enfrentar se a él.

La última vez que lo vio el tan solo era un infante de doce años, que seguro en el futuro sería igual que él, tal vez más inteligente, y ahora su hijo no es ni la sombra de lo que fue en el pasado y el también, ambos son en total diferente.

< La ironía mas grande es que el no viene a estar a mi lado...sino a matarme >.

...

Tal y como se lo había pedido Akeno fue con sus amigos, su mente aún está en la biblioteca, no puede dejar de pensar en lo que paso. En esas palabras, en su voz, en su forma de verla, aun puede sentir su mano fría y fuerte sobre su mejilla eso la pone nerviosa.

Acaba de entrar al Club del ocultismo cuando de pronto se escucha dos explosiones a kilómetros de aquí, eso la saca de sus pensamientos, al igual que a sus compañeros quienes se ponen en guardia ante lo ocurrido.

Rias – ¿Que asido eso? – pregunta mirando desde la ventana junto con los demás.

La azabache recuerda casi de inmediato lo que él le dijo antes de marcharse.

*Goku – Este asunto no les incumbe a ustedes – le dijo molesto de espaldas – y lo último que deseo es la ayuda de el*.

Percibe su aura y junto a la suya esta otra con esencia parecida, recuerda también el libro que Goku le arrebato, y la idea de ir a ver qué es lo que pasa no se le hace mal. Quizás pueda saber más de el yendo a ver.

Mientras sus compañeros debaten la situación se da cuenta que es la única que puede sentir la presencia de ellos, sin más piensa ir a averiguar, pero antes se detiene en decirle a su peón que la acompañase pero lo niega, aún está molesta con él, aun le duele.

De forma sigilosa abandona el Club para ir al lugar donde está el.

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La cara de Goku se mantiene de forma frió, sin expresión, sin mover ni un milímetro la vista de Goten, una sensación de ardor se presenta en su espalda, y eso lo molesta más a la saber que ella piensa en él, pero ahora no puede prestar a atención a eso, ya se ocupara de ella.

Se siente muy molesto, con odio, resentimiento hacia su hijo, aprieta sus puños su cuerpo y su alma le gritan "venganza", que le haga pagar por todo lo que les han hecho pasar el junto a los demás.

< Wyvern - ¡Hazlo! – le grita la voz grave de su dragón >.

Las ganas de pelear de hacerlo pedazos están haciendo efectos en su interior.

<Goku – Lo hare – le responde – déjame hacerlo a mi manera >.

...

Goten – Apareciste... - le dice mientras se fija en como vestía.

Goku – Iba a aparecer aunque no hubieras destruido nada – mira a su alrededor – para ser discípulo de Whis haces cosas muy cobardes – recalca lo último con una leve sonrisa.


Goten – Puede ser,...matar a esa gente hizo que no me aburriera esperándote – se burla.

Goku – Por mí puedes hacer lo que se te venga en gana – sonríe – mata lo que quieras,...pero a mi... tu jamás me podrás vencer – sentencia con seriedad.

Le molesto oír eso, pero no tanto, el antiguo Goku jamás le diría eso, eso le sorprendió mucho.

Goten – Como digas...padre – le dice fingiendo que no le ha importado en lo absoluto. – te parece si peleamos en vez de charlar.

Goku – Como gustes hijo – habla en su mismo tono – tengo mil cosas que hacer,...espero que no me decepciones – dice serio, esta vez si habla de manera real.

Goten – Perfecto.

La mirada del menor esta clavada en la del mayor, intenta analizar su postura para tratar de ver alguna parte indefensa, para hallar una abertura que le indique su debilidad, pero no obtiene nada, a pesar que Goku no hace ningún tipo de movimiento, ni siquiera ha adoptado una pose de pelee puede sentir que no podrá atacarlo así nomas.

Desde que salió de casa supo que esta misión de aniquilar a su padre no sería nada fácil.

De pronto el ambiente en el aire se ha puesto denso, dando a saber que ambos contrincantes están listos para pelear.

En un suspiro el menor se lanzó a tacar, arremetió en su contra con un golpe, mientras su cuerpo es cubierto por un aura blanca transparente.

El contrario recibe el primer golpe que impacto contra el pero antes de que llegara a el poso su ante brazo para evitar el daño, así deteniéndolo. Su puño asesto directo en su defensa, una ráfaga de viento choca contra él.

Goten – Ya me lo esperaba – sonríe sin moverse de como esta.

Sin responderle su cuerpo es envuelto con un aura negra y de color morada al centro, lo contra ataco asestándole en el abdomen del menor una fuerte y rápida patada que el no logro esquivar.

Goten – Hahaha... - grita para así salir volando en dirección de unas colinas, para posteriormente impactar contra el suelo.

El aura aun rodea al mayor, quien después del ataque solo mira como la cortina de polvo que se creó por el impacto se disuelve lentamente, y que luego se mire un cráter y en medio Goten quien está de pie sin daño aparente.

Goten – Ese fue un buen golpe...Kakaroto – dice moviendo sus hombros en señal de relajación.

Que lo llamara así le molesto pero no le va a dar gusto de que vea que eso le afecto, pone sus brazos en señal de pelea. El Saiyan menor hace lo mismo.

Sin perder más su tiempo se lanza en dirección a él, a lo que Goten le responde alzándose en su contra.

Y al impactar uno con el otro se da inicio a un gran combate, el hijo de Goku golpea con mucha velocidad a su padre quien le responde de igual manera.

Las nubes más bajas del cielo están siendo destruidas por las hondas que se crean al chocar golpes iguales de ambos, tanto izquierda como la derecha de los dos lados son afectadas por los golpes a rápida velocidad.

El menor intenta acertar un solo de sus golpes, para ello incrementa su nivel de poder base pero parece que su padre también hace lo mismo, saben que si las cosas siguen así no se definirá aun ganador y el chico lo que desea es terminar con esto de una.

Los golpes y hondas se detienen.

Goten – Es tiempo de acabarte.

Goku – Como digas – suspira.

Su mente le dice que él tiene una carta bajo la manga pero él tiene más de una también, de modo que no está preocupado del poder que suelte su descendiente. Una tristeza lo embarga en su interior, estar aquí, peleando por su vida, viendo que su propio hijo lo quiere ver muerto...le duele.

< Aunque pasen miles de años...simplemente me seguirá doliendo > - mira al frente, sin una sonrisa, solo se mantiene en estado neutro, como si la situación no le importara.

Gote – Iré primero entonces – dice serio.

Goku – Haz lo que quieras – corta.

Tal parece que a su padre le da igual lo que haga y eso le molesta, piensa que lo está subestimando, como si el no fuera nada para él, como si no pudiera ser suficiente para serle frente. Más allá de que lo molesto con sus palabras, le dolió.

Su poder comienza a salir de manera de desborde, su cien esta fruncido, las nubes que estaban dispersas por la pelea han comenzado a reunirse para formar una gran tormenta, relámpagos alumbran a los dos. El cabello de Goten se eriza más, su cuerpo se hace más delgado.

Goten – HAAA....HAAA – grita para expulsar una gran cantidad de energía.

Abajo mientras el libera su transformación Akeno acaba de llegar a la escena de pelea, las fuertes ráfagas de vientos provocan que le cueste avanzar, una fuerte presencia provoca que hazle su vista hacia arriba y mira que ahí se encuentra Goku y un hombre mas que es el centro de la masiva energía que percibe.

El pelo alborotado solo lo ve, liberando su transformación, hasta que ve que acabo por fin, y no se trataba de nada más que el Súper Sayijins God, no le sorprende su apariencia si no el inmensurable poder que tiene a pesar de que esa transformación no posee un nivel así de alto.

Si está sorprendido de el nivel que esta su hijo pero sigue en su misma postura de neutralidad, no expresa ningún tipo de expresión solo se limita a verlo, nada más.

Goten – ¿Qué te parece? – le dice en tono arrogante.

Los ojos morados han quedado impresionada ante lo que mira y percibe.

Akeno – Pero esta...presencia es divina – dice muy sorprendida.

Puede sentir el poder de un dios, era la primera vez que siente algo así, solo al Dios Odín ha sido al único a quien le ha sentido un poder similar, claro que era mucho menor al que percibe ahora.

Goku - Goten, veo que posees un poder...impresionante.

La vos del mayor la saco de sus pensamientos, nota como el posee la misma expresión de siempre aunque esta vez un poco más seria, como si ver a esa persona le afectara, luego comprendió que él es Goten, el que la escritora menciona en un párrafo.

Goten – Solo eso dirás – dice entre dientes.

Goku – ¿Qué esperas que diga?

Goten – Es tu turno – le señala muy molesto.

Sin más también se transforma en Súper Saiyajins God, su cuerpo se tensa y comienza a gruñir mientras que el aura que poseía ase un instante regreso a él. Esa aura comienza a intensificarse, el cuerpo de Goku emana vapor y luego comienza a cubrirse, desvaneciendo su aura anterior por un color lava quien desintegra por completa la oscuridad de la anterior.

Un grito hace estremecer por completo el alrededor, el color lava comienza a convertirse en fragmentos para dejar por terminada la transformación.

Su apariencia era la misma solo sus músculos han disminuido su tamaño, el aura tipo fuego lo rodea al igual que la de su hijo.

Akeno nota la misma presencia en los dos, aun así ve que Goku no deja su postura de antes, era la primera vez que ve un evento de este calibre, ve como ambos hombre arden en medio de la llama, no entiende nada de lo que pasa aquí, nada.

Pero antes de seguir pensando miro como ambas llamas han colisionado entre sí, a una velocidad grande, la fuerza con la que han chocado provoco que la tierra temblara eso la asusta, es donde comprende que las palabras del Gobernador de los ángeles caídos eran ciertas, ninguno de ellos dos eran seres de este mundo. Mira como crean hondas de fuego, mientras se intercambian golpes continuos.

Con una gran fuerza el menor logra darle un golpe en el rostro de su padre, sonrió, en los cientos de años que lleva entrenando se ha sentido tan feliz como ahora, pelear con él lo hace no querer dejar de pelear.

El aura de Goku ha desaparecido al recibir ese golpe, se alejó un poco del menor, solo para darse cuenta que aunque use esa transformación no podrá vencerlo, el poder de su hijo es comparable al Blue más Kaioken por diez, lo único que hace es perder su tiempo.

Su contrincante sabe que esta es su oportunidad, de modo que lo ataca, Goku intenta frotarlo pero recibe una y otro golpe de su parte.

El estilo de pelea de su hijo es parecida a la que usaba la fusión de las mujeres Saiyajinas del universo seis, cada puñetazo que recibe lo hacen ver que su hijo está peleado limpio.

Por una ráfaga de energía es enviado al suelo, vuelve en sí, lentamente se levantó solo para ver que su traje a empezado a desgastarse, sonrió. Limpio la pequeña herida que hay en su rostro.

Camina en dirección en donde cayo Goku, después de ver como lo golpeo el muchacho supo que debe estar herido, al llegar hasta la zona en donde cayó lo ve ahí parado, con unas cuantas heridas, pero bien.

Goten – Acabare con-.... – detiene su hablar al ver a la joven quien está cerca de su padre, sonrió.

El mayor deja de poner atención a su hijo y a la pelea, al sentir una presencia única para él, su rostro se posa donde esta ella, muy cerca de aquí, no entiende que hace ella aquí, recuerda cuando le dijo que se alejara de aquí.

Sus ojos se han conectado con los rojizos de él, que la mira seriamente y preocupado.

Goku – Vete – le grita.

Esta por responderle pero frente a ella se apareció el joven que estaba en los aires hace un momento.

Goten – Hola – le dice con una sonrisa perversa.

Siente miedo de la forma en como ese joven la mira, no se compara con Goku, intenta moverse pero su cuerpo no se mueve.

Al ver a la joven le pareció mas que hermosa, se tele transporta hasta ella para verla mejor.

Toca su mejilla, ve como esta se alejó de su toque, Akeno se movió como pudo, no puede soportar que el la toque lo mira molesta.

Furia siente mucha furia al verlo cerca de su hembra, no tolera que alguien más en especial que la persona una de las que más odia valla a tocarla, aprieta su mandíbula.

Goku – Aléjate de ella – le dice furioso. Su pelo se está erizando – como te atreves a tocarla... - su Ki se está incrementando llamando la atención de su hijo.

Su aura se vuelve completamente roja, su pelo se erizo y sus ojos adquieren un tinte rojo sin pupilas.

Goku – Ella es Mía... – su aura provoca que la tierra comienza a crear huecos - ...matare a cualquiera que la intente tocar la...en especial a las ¡BASURAS COMO TU! – grita creando grandes tornados.

El Joven se asustó al verlo de esa manera y más cuando a pareció frente a él, siente un fuerte golpe en el estómago que lo hace escupir sangre y lo aleja de ahí.

Akeno también está asustada.

Goku – Te dije que no vinieras... - le regaña.

Akeno – Pero viene... - intenta reponerse - ¿Quién es él?

Goku – Es... - niega con la cabeza – ¿que pasaría si lo mato?, solo porque tuve miedo de que te lastimara... - lo dice para sí mismo, pero no se percató de que ella lo había oído.

Akeno – ¿Lo arias?

Goku – Si – dice firme.

Akeno – lo mira – Goku...

Goku – Koneko – llama con fuerza.

Eso la desconcertó y mira a otras y vio cómo se apareció la torre de repente.

Koneko – Dígame.

Akeno – ¿Qué haces aquí? – Le pregunta desconcertada – porque le obedeces.

Goku – Sácala de aquí... - ordena para caminar en dirección de Goten.

Koneko – Como guste – una vez más sus ojos brillan – Akeno vamos.

Akeno – No me iré de aquí – le grita a Goku quien detiene su andar y la mira muy enojado – ¿que demonios pasa con ustedes?

Goku – Si no te quieres ir... - aparece frente a ella. Se acerca a su rostro su olor lo vuelve loco, aprieta su mandíbula – te besare...

Quedo paralizada ante lo que dijo, pero no se inmuta.

Akeno – Entonces hazlo – le reta.

Goku – No me provoques. Cuando acabe con esto te castigare – corta – no sabes con quien hablas.

Akeno – NO me iré – se cruza de brazos – correré el riesgo entonces.

Pone su mano en su rostro con cansancio, mientras Goten mira como ellos discuten.

Goku – Perfecto – termina con una sonrisa – acabare en un segundo para que me acompañes – se va con una gran sonrisa.

Reacciona ante lo que le dijo solo porque se dejó llevar por el momento tenso.

Koneko – Akeno...te deseo suerte – susurro.

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