Capítulo V.

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La ciudad Kuo parece estar tranquila como si nada alterase su tranquilidad, hoy es lunes y todos han empezado sus rutinas diarias, ir a la escuela, la universidad, el trabajo y cuidar de la casa.

Mientras tanto en la Academia…

Rías– Como ya saben este es nuestro último año, así que es nuestro deber preparar una gran fiesta pare nuestra graduación – dice feliz, el salón de clases se alegró al oír eso – Entonces quiero oír sus opiniones porque solo falta un mes…

Como era de esperarse Akeno está a su lado para ayudarla, una sonrisa se tiñe en su rostro la que siempre cargaba ante todos, entre sus manos sostiene unos papeles que son opciones pare la celebración, sus compañeros han comenzado a opinar y las dos le han puesto atención a cada opinión hasta que se han decidido y se han puesto de acuerdo todos para comenzar los preparativos de la graduación. Ambas salen del salón de clases para ir directo al salón en donde se encuentran todos los representantes de cada grado que también se graduaran y así ponerse de acuerdo.

Las horas avanzan mientras en el salón en donde toca la bella sacerdotisa espera que termine su última clase, su asiento es en la primera fila al lado de las ventanas, aprovecha que el profesor está leyendo un texto del libro de literatura y pierde su mirada en el atardecer que el interior de la ventana le obsequia. Inclina su brazo para recostar su cabeza y mirar mejor el paisaje de la academia y el cielo, observa atenta la parte en donde la luna ya se puede hacer visible.

“Hoy habrá luna llena…”

Piensa como algo normal mientras no deja de apreciar la, hasta que unas palabras que reconoce aparecen en su mente y provocan que se tense, dejando esa postura de despreocupación de hace un rato.

“Goku– Nos volveremos a ver….en la próxima luna llena”.

Sus manos están sudando, esta tan nerviosa y tensa que no se ha percatado de que su ama le está llamando ya que está sentada justo a su lado, se sobresaltó al oírla y la mira.

Akeno– ¿Diga…P-presidenta? – respondió con algo de nerviosismo.

La pali carmesí se preocupa al sentir tan tensa a su vice presidenta.

Rías– ¿Pasa algo?, te ves preocupada.

La azabache sabe que su amiga y presidenta la conoce bien y mentirle con algo es difícil, trata de pensar un poco, no sabe si decirle la verdad hasta que lo ha meditado, la mira y sabe que ella está esperando su respuesta. Ya lo ha decidido y sabe que su acción será merecedora de un fuerte castigo, pero su situación no está para preocuparse en ello.

“Lo mejor será que esto lo solucione yo misma”.

Akeno– Nada importante. Solo se me olvido ir el día anterior a por unos libros que tengo en el templo jeje – ríe fingiendo.

Rías– Segura, no estoy muy convencida – le dice sin creer le.

Akeno– Es la verdad presidenta. Al finalizar las clases iré por ellos.

El timbre que indica la hora de irse se presenta y ya todos los alumnos se retiran para ir a sus respectivas casas, menos los del club de lo oculto quienes están en reunión, después del ataque del misterioso hombre, los miembros han estado investigando junto al rey Demonio y el Gobernante de los ángeles caídos.

Ya van tres semanas desde que lo han descubierto y después de ese suceso no lo han vuelto a ver, ya que no hay pista o algún tipo de indicio de su paradero.

Asazzel lo ha intentado averiguar por su cuenta pero nada de lo que intenta pare que cayera ha resultado, es el primer caso en el que se siente realmente impotente de no hacer más que esperar su siguiente aparición.

Mía...Where stories live. Discover now