Una suave melodía compuesta por gotas transformadas en notas que caen una tras otra; Unos elegantes y bellos dedos regalando delicadas caricias a hilos de plata; Su alta figura, estoica y hermosa, como una estatua divina en un paraíso subterráneo; y por último ese suave murmullo brotando de lo más hondo de su pecho, siendo entrecortado por el esfuerzo, pero sin dejar de ser hermoso.
Esa fue la última imagen que Wei WuXian percibió, la última que sus ojos nítidos lograron captar antes que la sangre corriera hacia su rostro y su cabeza punzara insoportablemente. El zumbido en sus oídos remplazó la bella melodía hasta ser lo único que quedó presente, eso y el remanente de una voz que ansiosa llamó:
- ¡Wei Ying!
...
Cuando Wei WuXian despertó, se encontró con un letargo de imágenes donde su Shijie yacía a su lado leyendo un libro; Recordó haber preguntado varias cosas, de las cuales no obtuvo respuesta pues Jiang Cheng entró en la habitación y comenzaron a discutir.
Lo único que Wei Ying tuvo claro en el transcurso de los eventos, fue la latiente preocupación dentro de su corazón, se sentía angustiado como en mucho tiempo no lo estuvo, especialmente porque la imagen del más joven de los hermanos Lan cubierto de heridas, no paró de reproducirse una y otra vez en su mente.
Una vez que comenzó a comer, apenas tomó un par de bocados antes de dejar el cuenco de lado y mirar fijamente a su shidi, delatando toda la impaciencia dentro de su mirar.
- ¿Dónde está Lan Zhan? Él también está a salvo ¿No? ¿Está aquí? ¿O regresó a su secta en Gusu? - lo ansioso de su voz hizo que Jiang Cheng dejara escapar un gesto de exasperación.
- Qué tonterías. No es como si fuera de nuestra secta, ¿Por qué estaría aquí? Por supuesto, regresó a Gusu.
Al escuchar la respuesta, a su latiente preocupación se sumó una mezcla de decepción que lo hizo bajar la mirada.
- ¿Volvió solo? En Gusu... su secta... - inmediatamente la imagen del pabellón de la secta Lan vino a su mente, es sólo que lo imaginó en completas ruinas.
Antes que pudiera agregar algo más, Jiang FengMian entró a la habitación logrando distraerlo un poco, sobre todo cuando comentó la hazaña de haber matado al Xuanwu of Slaughter, de la cual Wei Ying se jactó felizmente en nombre de Lan WangJi.
Se sentía orgulloso de haber compartido tal experiencia junto al segundo jade, más aún porque al parecer éste apreció su ayuda dándole mayor parte del crédito; el cual no dudó en quitarse de encima para devolverlo al antes mencionado.
Lo que siguió respecto a la discusión con Madame Yu sólo sirvió para reforzar una idea que se formó en su mente desde el mismo momento que escuchó que HanGuang-Jun regresó a Gusu.
"No quiero estar aquí. No debo."
Y quizá se hubiese marchado en el preciso instante que Jiang FengMian, Madame Yu y su Shijie salieron de la habitación, sino fuera porque Jiang Cheng tiene el suficiente peso en su corazón como para no querer dejar asuntos pendientes con él.
Resuelta su situación, con gran insistencia decidió retomar el tema.
- Estábamos hablando de Lan Zhan. ¿Lan Zhan no me dejó un mensaje? ¿Han encontrado a su hermano? ¿Cómo está la situación en su secta?
- ¿Esperas que te deje un mensaje? Tienes suerte que no te haya dejado con una puñalada- Wei WuXian negó para sus adentros "Lan Zhan nunca haría eso", mas decidió callar al ver que Jiang Cheng continuó- Regresó. Lan XiChen no ha sido encontrado todavía. Lan QiRen está cansado de trabajar- el comentario lo llenó de extrañeza por lo que no dudó en preguntar:
- ¿Qué pasa con el líder de la secta Lan? ¿Cómo está él?
- Él falleció- la respuesta cayó como mil baldes de agua sobre su cuerpo.
La amargura dentro de su corazón superó cualquier barrera de autocontrol que pudo haberse impuesto, dando paso a una profunda tristeza y una desesperación no característica de él.
- ...falleció- musitó Wei WuXian, mirando al frente sin un objetivo claro. De pronto, el rostro surcado de lágrimas de Lan WangJi, reflejando la luz del fuego, brilló en su mente.
Sólo eso fue necesario para que se pusiera en pie y buscara con ansias sus botas antes de ponérselas a toda prisa.
Jiang Cheng al igual se levantó y lo miró confundido.
- ¿Qué estás haciendo?
- Me voy a Gusu- sólo eso bastó para que la ira antes calmada de Jiang Cheng resurgiera por las impertinentes acciones de su shixiong.
- ¡Wei WuXian! ¿¡Acaso estás loco?! - gritó colérico antes de ponerse en su camino- ¡han pasado más de 10 días desde lo ocurrido! ¡Sólo lograrás molestar a Lan WangJi con tu presencia!
La boca del mayor se torció en un gesto de completa indignación.
- ¡Eso no es verdad! ¡Lan Zhan me necesita! - una vez que las palabras salieron de su boca, más que sorprenderse por lo dicho, se sorprendió por la convicción en su tono de voz; Aún así no flaqueó.
Se colocó la túnica interior antes de sobreponerse la exterior y tomar a prisa su cinturón para dirigirse hacia la entrada, esquivando al cultivador de morado que lo tomó con fuerza de la muñeca intentando detenerlo.
- ¿¡De qué forma?! ¡No hagas las cosas más difíciles para los demás! ¡La secta Gusu Lan no necesita más problemas de los que ya tiene!
- ¡No les daré problemas! - refutó Wei Ying arrebatando con fuerza su mano del agarre ajeno. El ceño de Jiang Cheng se frunció profundamente a causa de esto- ¡necesito saber cómo está Lan Zhan! - sin dar tiempo a nada más salió corriendo con cinturón y espada en mano por igual.
- ¡Wei Ying! - Jiang Cheng salió rápidamente del cuarto sólo para ver a Wei WuXian casi estrellarse con sus demás shidis antes de esquivarlos y continuar su camino.
Estaba a punto de dar un paso más para seguirlo, cuando una mano sobre su hombro le hizo detener.
- madre
- déjalo que se marche, si tantas libertades quiere otorgarle tu padre, entonces que las empiece a tomar desde ahora- Jiang Cheng apretó los labios sin atreverse a decir más. Hablar sólo sería sinónimo de acrecentar un problema entre sus padres el cual siempre ha estado latente entre ambos.
...
Wei WuXian llegó al muelle de loto con la respiración más agitada de lo normal, sin embargo no prestó atención a esto al ser su único objetivo conseguir una embarcación que lo acercara a su destino.
En cuanto hubo conseguido una, no dudó en abordarla y comenzar con su larga travesía.
Quizá su decisión fue precipitada así como sus acciones, pero dentro de sí mismo la sintió tan correcta, como si no hubiese ningún otro camino a seguir; Prácticamente sintió que justo ahora no podría estar en otro lugar más que en Gusu al lado de Lan Zhan.
...
...
En el clan Gusu Lan los ritos fúnebres para el líder del clan hace mucho que habían terminado, así como las diversas ceremonias en su honor.
Lan WangJi se encontraba en uno de los tantos pabellones, observando fijamente la lluvia caer en el patio interior mientras el humo del incienso bailaba a causa del tenue viento. El ambiente de tristeza y luto se sentía palpable en cada rincón del receso de las nubes.
No sólo era el ambiente, aquellos ojos claros rebosaban de debilidad ante los acontecimientos que día y noche atormentaban la mente de HanGuang-Jun.
- WangJi -la profunda voz de Lan QiRen resonó entre las columnas de madera y los altos techos. Lan WangJi se giró para saludarlo con una profunda reverencia.
- Shishu- el mayor le dio un leve asentimiento antes de colocarse a su lado y dejar reposar la vista donde segundos antes su sobrino observaba.
- WangJi, recuerda que la pena y el luto se llevan en el corazón, cualquier muestra de debilidad en este momento puede ser contraproducente- el segundo jade asintió en completo silencio, sin embargo, sus labios se apretaron en un gesto que delató todo el dolor que no pudo ocultar.
Lan QiRen suspiró.
Negar el dolor semejante al de su sobrino sería sólo engañarse a sí mismo, es sólo que en esta ocasión -como hizo mención- la debilidad puede ser su peor enemiga, más aún en este momento cuando la responsabilidad del clan yace sobre sus hombros hasta que aparezca Lan XiChen.
QiRen abrió levemente sus labios dispuesto a decir algo, cuando los pasos que sonaron presurosos por el pasillo lo hicieron voltear encontrándose con la túnica de nubes ondeando por la prisa de su dueño.
- HanGuang-Jun, maestro Lan QiRen- se acercó un joven discípulo saludándolos con una reverencia antes de alzar la vista y ofrecer al primero un pergamino.
Lan WangJi, casi ansioso dio un paso al frente tomando entre sus manos el mensaje, el cual leyó con suma atención antes que sus ojos se abrieran con un gesto de sorpresa que intrigó al mayor.
- ¿WangJi? - a pesar de sentirse reacio a separarse del mensaje, Lan Zhan pasó el pergamino a su Shishu evitando ser grosero; Sin embargo, una vez lo hubo entregado hizo una reverencia...
- permiso- ...antes de empezar a andar por el pasillo.
Su caminar podría parecer tranquilo a primera vista, pero si uno se fijara bien, lograría descubrir cierta prisa en sus pasos que delató lo ansioso de su estado.
Lan QiRen leyó el pergamino con suma atención esperando encontrar noticias de su sobrino mayor, contrario a esto, sólo descubrió algo que lo hizo fruncir el ceño profundamente y suspirar casi con cansancio.
- ¿Maestro?
- no informes a nadie de esto, deja que WangJi se haga cargo- el discípulo asintió saludando una vez más.
- como diga maestro- QiRen se acarició la barba en un gesto distraído antes de regresar la vista al patio interior donde la lluvia continuaba su caída sin intenciones de receso alguno.
Bajo su criterio la reciente noticia podría considerarse desagradable, sin embargo, como están las cosas ahora, quizá lo que necesita el receso de las nubes es ese poco de sol.
...
Después de correr sin descanso durante un día entero hacia Gusu, Wei WuXian comenzó a sentir las secuelas de su reciente batalla.
Si bien sus lesiones no eran lo suficientemente severas como para dejarlo postrado, el no cuidarlas y aventurarse después de haber sufrido fatiga y hambre, así como fiebre en los días posteriores, hizo que su estado físico decayera en sobremanera.
Ahora bien, considerando su deplorable estado más la lluvia que enfrentó desde que entró en los terrenos de Gusu, su situación con cada paso comenzó a tornarse crítica.
Apoyado en su espada, escalaba los senderos que lo llevarían a pie del receso de las nubes. Su respiración agitada dejó al descubierto nubes de vapor que escaparon de su boca generando un terrible contraste en el ambiente.
Su cuerpo se sentía sumamente caliente por todos lados, pero a la vez temblaba sin receso alguno. Fue consciente que en estos momentos su fiebre regresó, sin embargo, obstinadamente se negó a detenerse, incluso cuando empezaron los primeros síntomas y bien pudo hospedarse en alguna taberna, decidió continuar.
Cada segundo sin poder ver a Lan WangJi fue sinónimo de una extraña inseguridad que lo obligó a seguir. No podría estar tranquilo hasta ver al segundo jade.
Hubo un momento donde sintió que sus piernas dejaron de responder. Apoyado de un árbol se deslizó hasta poder descansar al pie del mismo.
- Sólo un momento- se dijo y respiró con fuerza- sólo un pequeño momento- sus parpados se sentían sumamente pesados al igual que todo su cuerpo. Miró entre borrones los árboles frente a él, cada sitio le era tan familiar como si realmente no hubiese pasado ni un día desde que estuvo en el receso de las nubes jugando y creándole dolores de cabeza a Lan QiRen.
Una sonrisa se dibujó en sus labios al imaginar lo que diría el mayor al verlo.
- ya quiero...ver su expresión jaja- apoyándose en sus rodillas intentó ponerse de pie. El equilibrio no fue su amigo cuando se fue un poco hacia enfrente sintiendo su inminente caída, contrario a eso, el peso le ganó y su espalda azotó con fuerza contra el tronco del árbol- Ugh!
Le fue inevitable dejar escapar un sonido de dolor e intentar aspirar una bocanada de aire.
- maldición, esto no está bien.
Cerrando los ojos con fuerza para detener su mareo, Wei WuXian una vez más se intentó poner en pie apoyándose con firmeza en Suibian, sin embargo, debido al camino mojado y resbaloso por la lluvia, Suibian perdió su agarre llevándose consigo a su dueño.
Wei Ying no hizo nada por evitar su caída, un molesto zumbido comenzó a retumbar dentro de su cabeza lo que le impidió siquiera actuar. Esperó el momento de golpear contra el suelo, pero éste nunca llegó.
De pronto se encontró siendo sostenido por una grata calidez que le dio ganas de hundirse ella.
Con sumo cansancio abrió los ojos logrando apenas divisar una figura blanca, la cual a pesar de no poder verla bien, le dio la suficiente confianza como para dejar escapar un suspiro y abandonarse a esos brazos que nunca se atreverían a hacerle daño.
Lan WangJi miró con ojos cargados de preocupación al joven en su abrazo.
Un sentimiento de incomodidad se albergó en su interior al pensar que, si sólo hubiese tardado unos segundos más, el resultado podría haber sido fatal. Internamente se sintió agradecido con Wan Yin por haber escrito aquel mensaje.
Respiró hondo para controlarse a sí mismo antes de revisar el estado de Wei WuXian. Sin duda alguna sufría de una fiebre alta, así como fatiga debido al esfuerzo realizado. No dudó más antes de tomarlo por detrás de las rodillas y cargarlo, apoyando con firmeza su espalda.
- Su...Suibian- el suave susurro de Wei WuXian le hizo regresar la mirada sólo para encontrar esa espada que alguna vez alagó, ahora cubierta de lodo y manchas por todas partes.
Negó para sus interiores antes de tomarla y colocarla sobre Wei Ying, quien la sostuvo por reflejo.
- es una gran...compañera...Lan Zhan- soltó el menor en un jadeo lleno de cansancio.
- Mn
Satisfecho con la inexpresiva respuesta, Wei WuXian se acomodó en el abrazo ajeno y suspiró antes de quedarse totalmente quieto. Lan WangJi lo miró un momento antes de empezar a andar de regreso al receso de las nubes.
Dentro de las acciones irresponsables de Wei WuXian encontró un "algo" inexplicable que logró desestabilizarlo por un momento, llenar su interior de una extraña calidez y hacerle sentir que la persona entre sus brazos poseía la importancia más bonita del mundo.
Con pasos firmes, pero cuidadosos, HanGuang-Jun avanzó entre la incesante lluvia. Su caminar siempre erguido esta vez yacía un poco inclinado, todo con tal de evitar que el joven contra su pecho continuara mojándose.
Hubo un momento donde se detuvo abruptamente sin aparente explicación alguna. Sus ojos bajaron a la persona en sus brazos, pero no dijo nada, sólo lo miró fijamente antes de continuar.
Wei WuXian abrió levemente los ojos al sentir la suavidad de algo sumamente reconfortante en el agarre de su mano derecha.
Le pareció ver... que la cinta en la frente de Lan Zhan estaba un poco torcida.
...
El olor del sándalo, la calidez de una habitación ajena, así como el cuidado meticuloso de la persona a su lado, fue lo que experimentó Wei WuXian una vez hubo regresado a sus sentidos pasadas algunas horas.
El rostro pálido, pero atractivo de Lan WangJi, apareció en su campo de visión así como unos largos dedos que se pasearon por su frente.
- Lan...Zhan- Wei WuXian intentó reincorporarse, pero la misma mano que antes lo acariciaba lo sostuvo por el hombro para impedírselo.
- reposa- fue lo único que necesitó decir Lan WangJi para que Wei Ying se recostara obedientemente, aun así no dudó en mirar hacia todos lados descubriendo una habitación sumamente ordenada con sólo lo indispensable.
Contrario a su cuarto lleno de dibujos, este contenía varios libros de estudio ordenados en una repisa y algunos pergaminos dispersos sobre un escritorio.
"El cuarto de Lan Zhan"
Intuyó Wei WuXian sintiéndose satisfecho consigo mismo por ser capaz de acceder a otra de las grandes intimidades de HanGuang-Jun.
De pronto, recordando algo, alzó la vista hacia el antes nombrado sólo para mirar con atención aquella cinta con patrones de nubes perfectamente dispuesta sobre la frente de Lan WangJi. Inconscientemente movió sus dedos como si faltara algo.
Una vez que pudo enfocarse por completo recordó parte de sus preocupaciones, y sin poder quedarse quieto nuevamente intentó ponerse de pie, es sólo que esta vez el contrario no lo detuvo, por lo que terminó sentado sobre la cama.
- ¡Lan Zhan! ¡tus heridas! No debiste cargarme, tu pierna aún-
- está bien- interrumpió WangJi poniéndose de pie para ir hacia una de las repisas y tomar algo.
Wei WuXian prestó especial atención a sus pasos, descubriendo con alivio que efectivamente Lan WangJi caminó correctamente sin al parecer ninguna complicación. Un suspiro escapó de sus labios a la par que bajó la mirada y sólo entonces notó algo.
Sus túnicas habían sido cambiadas. Con gran curiosidad alzó la mano sólo para ver una impecable manga blanca con bordados de nubes. Su corazón dio un inexplicable vuelco al pensar que podría estar usando una de las túnicas de Lan Zhan.
No fue consciente, pero sus mejillas se llenaron de un leve rubor que hizo congelar a WangJi en cuanto regresó su vista a él.
Examinando más a fondo, Wei WuXian también notó que aparte de la túnica característica de la secta Lan, portaba una túnica negra interior muy acorde con sus preferencias, para la cual no encontró explicación alguna.
Los suaves pasos de Lan WangJi lo hicieron alzar la vista. Enseguida una limpia y brillante Suibian fue puesta ante sus ojos.
- la recogiste... - HanGuang-Jun asintió antes de dársela. Casi con cautela, Wei Ying la tomó entre sus manos y la abrazó contra su pecho.
A partir de ese momento Suibian adquirió un significado mucho más especial para él, pues reflejó las atenciones que Lan WangJi no debería tener para con él y que aun así se empeñó en mostrar.
Estaba a punto de agradecer, cuando se percató de una leve arruga en el ceño de HanGuang-Jun.
- ¿L-Lan Zhan?
- ¿Por qué estás aquí?
- ¡no podría estar en ningún otro lado! - WangJi se sorprendió por la respuesta, pero eso no fue suficiente para eliminar el enojo dentro de sí, el cual surgió al recordar el deplorable estado en el que llegó Wei WuXian.
- Fuiste imprudente.
Creyendo que el tono de enojo de HanGuang-Jun fue debido a su presencia, Wei WuXian comenzó a alarmarse.
- ¡Tenía que venir! ¡el líder de tu secta- Y calló de golpe logrando crear un incómodo silencio en la habitación.
Internamente se reprimió por su lengua floja.
Al final no hizo más que suspirar y mirar distraídamente a Suibian en sus manos.
-yo... - continuó - Jiang Cheng me dijo. También sé que aún no hay noticias de Zewu-Jun- la mirada de Lan WangJi se desvió hacia uno de los ventanales volviéndose distante, perdida en los restos de lluvia y las gotitas cayendo del tejado.
Wei WuXian se inquietó. Dejó de lado a Suibian y se puso de pie acercándose repentinamente a él.
- ¡Lan Zhan! ¡Zewu-Jun es realmente increíble! estoy totalmente seguro que él está bien, te lo puedo jurar.
- Wei Ying
- podemos... ¡podemos ir en su búsqueda! ¡Iré contigo! entre los dos será más fácil buscarlo ¿cierto? En cuanto amanezca podemos partir, no escatimaremos en nada para buscarlo. No tardaremos en encontrarlo ¡ya lo verás! - el animo y entusiasmo en los ojos de Wei WuXian regresó la calma que Lan WangJi creyó haber perdido desde el momento que su hermano desapareció.
No es que tuviera dudas sobre la fuerza y capacidad de sobreponerse de Zewu-Jun, es sólo que ese vínculo especial compartido con su hermano es lo suficientemente fuerte como para no poder dispersar la preocupación presente en su corazón.
Una vez más Wei WuXian experimentó algo extraño en el pecho al momento que vio la mirada de Lan Zhan ablandarse con ternura. Casi da un brinco cuando la mano del segundo jade se acercó a él; Sin saber exactamente cómo reaccionar sólo pudo cerrar los ojos con fuerza para al momento siguiente sentir cómo un mechón de cabello le fue retirado con cuidado.
- ...gracias- escuchó el suave susurro aún entre la oscuridad de sus parpados, sintiendo su corazón bombear con fuerza.
Al momento de abrir los ojos, Lan WangJi ya había recuperado la distancia prudente como para pasar desapercibida su acción, pero no lo suficiente como para negar lo cercano de su relación.
En total silencio negó, rechazando con sutileza las acciones de Wei Ying, sería totalmente imprudente dejar el clan en estos momentos.
Wei WuXian lo miró fijamente, como si estuviese buscando algo, lamentablemente ni él sabía lo que era.
Al final decidió callar respetando la decisión de WangJi. Si bien sus palabras buscaron animar al segundo maestro, también poseían la completa convicción de ser ciertas. Nunca podría considerar a Lan XiChen alguien para tomarse a la ligera.
Wei WuXian se sentó una vez más en la cama y balanceó sus pies inquietamente sin saber qué hacer. Sólo ahora se dio cuenta que corrió repentinamente a Gusu sin un objetivo claro en mente, sí, su deseo de ver a Lan WangJi fue más fuerte que todo, pero ¿y luego qué?
Bajando la mirada a sus manos, Wei WuXian acarició sus dedos unos con otros y luego revisó sus uñas como si fueran lo más interesante del mundo. Al tener la mirada baja, las impecables botas del segundo jade entraron en su campo de visión.
Recordó la herida en la pierna del contrario y el motivo por el que fue hecha.
Moviendo sus dedos inquietamente, alzó la cabeza antes de encontrarse con los apacibles ojos de Lan WangJi, los cuales en ningún momento se apartaron de él.
- amm ¿Lan Zhan? -el mayor asintió despacio indicando prestar atención- ¿podemos ir al pabellón de la biblioteca? - Lan WangJi arqueó las cejas. Hoy Wei WuXian estaba comportándose más extraño de lo normal, sin embargo, eso sólo logró hacerlo lucir más encantador ante sus ojos.
- no está listo- respondió con simpleza a lo que Wei Ying negó.
- no importa, quiero verlo- HanGuang-Jun lo miró un momento más para asegurarse de su condición antes de acceder.
- Mn
...
Lado a lado, Wei WuXian y Lan WangJi recorrieron los senderos del receso de las nubes.
A cada paso, recuerdos de su estancia anterior se presentaron claros ante Wei Ying. Miró con entusiasmo el estanque, mientras que cuando pasaron por el salón de castigo se escondió tras WangJi.
El segundo jade le dedicó una mirada llena de sentimientos contrarios antes de apartar la vista y continuar su trayecto. Wei WuXian se apresuró a alcanzarlo para seguir caminando a su lado.
Si bien el receso de las nubes siempre se caracterizó por ser estrictamente tranquilo, esta vez el aire de tristeza y luto logró darle tal seriedad, que inclusive sus bellos alrededores se mostraron solemnes ante los ojos grises que los observaron con gran interés.
Una vez que comenzaron el último trayecto, Wei WuXian nuevamente prestó atención al andar de Lan WangJi. Percibió un leve cojeo que a primera vista podría pasar desapercibido, sin embargo, la tez del mayor continuó tan fría como siempre, sin ningún cambio de por medio, por lo que no dijo nada.
Una vez que concluyeron el primer tramo de su camino al borde de la pendiente, Wei Ying enfrentó claramente la triste vista que pintó el pabellón de la nube.
De su impresionante construcción, el piso superior yacía derrumbado, mientras que el segundo mostraba signos de reconstrucción; En la planta baja el ala lateral desapareció, así como parte de la contraria.
Wei WuXian inhaló hondo. Sus ojos examinaron ansiosos la entrada, deseando dentro de sí que aquel lugar estuviese ileso, mas supo que eso era igual a pedir algo imposible.
- vamos- instó Lan Zhan.
Wei Ying asintió antes de seguirlo.
Le pareció curioso apenas haberse topado con algunos discípulos, sin embargo no preguntó al adivinar a la mayoría fuera realizando misiones de búsqueda. En este momento, la prioridad del clan Gusu Lan era comenzar a restructurarse, lo cual no sería posible hasta que su futuro líder regresara.
Una vez que estuvieron frente a la entrada de la librería, Wei WuXian no esperó nada antes de entrar y encaminarse al salón interior donde hace algún tiempo copió "Virtud" más de 3 veces.
Sus ojos se iluminaron al momento de entrar en aquella habitación y verla básicamente reconstruida. Su estructura se asemejó perfectamente al salón de sus recuerdos. Los tatamis bellamente dispuestos así como el piso de madera barnizada reluciendo hermosa ante la luz nocturna, devolvió a aquel lugar ese toque de elegancia y pulcritud tan característico del receso de las nubes.
Observó cada detalle, sintiendo algo inexplicable al percibir tal familiaridad que lo hizo sentir sumamente cómodo. Avanzando a paso firme, dejando que su túnica blanca ondeara libre ante su andar, llegó al centro de la habitación.
Lan WangJi desde un lado observó con ojos tranquilos cada una de sus acciones. Nunca le diría que su prioridad a la hora de las reparaciones fue precisamente esta habitación.
No sabría decir si fue porque sus ansias lograron calmarse al ver el pabellón mejor de lo esperado, o porque no había parado de correr de un lado a otro, que de pronto Wei WuXian sintió su garganta seca así como una repentina debilidad que se apoderó de todo su cuerpo.
El mareo que azotó su cabeza hizo que por un momento su visión se apagara.
Lan WangJi enseguida notó cómo el cuerpo de Wei WuXian comenzó a caer, rápidamente se acercó para sostenerlo, pero en el momento que lo hizo, un desliz en su pierna lastimada provocó que le fuera imposible apoyarlo y ambos terminaron en el suelo.
Durante la caída, Wei WuXian intentó aferrarse a cualquier cosa que tuviera cerca por lo que una de sus manos fue a parar directo al escritorio donde yacían montones de hojas, las cuales cedieron al impulso y salieron volando.
Lan WangJi miró con extraña calma aquel desastre, las hojas cayendo, los pinceles regados por todos lados. Los recuerdos inundaron su mente, regresó a esos días donde pasó su compañía al lado de este joven, quien gozó haciéndolo perder su paz en más de una ocasión.
Su mirada se ablandó delatando cierta suavidad que hubiese dejado conmocionado a cualquiera, sin embargo, antes que esto llegara a un punto de ser irresistible, todo su cuerpo se contrajo, sus manos se pusieron rígidas y como si no pudiese creerlo, llevó una de ellas a su frente sólo para corroborar que, efectivamente, su cinta acababa de ser arrebatada.
Con una lentitud inquietante bajó la vista encontrándose con una imagen que avivó ciertos instintos, los cuales hasta ahora habían estado encerrados en una torre rodeada de mil cadenas encaminadas a recordar la pulcritud de los modales y el dominio de los valores sobre los deseos más bajos.
Wei WuXian yacía bajo su cuerpo con las túnicas un tanto flojas por todo el movimiento, aquella túnica exterior, blanca como la nieve, se abrió revelando el ropaje negro tan característico del menor, el cual creó un hermoso contraste, como chispas de ceniza sobre un prado nevado.
Sin embargo, lo más excitante de la escena lo conformó el joven de hermosa tez blanca, ligeramente encendida en sus mejillas, lo que delató un aspecto encantador y delicado; Y aquella larga cinta blanca que yacía entre sus dedos, regada por su pecho, rozando el inicio de su barbilla y la comisura de sus labios.
- Aiya, l-lo siento Lan Zhan, mi cabeza no se siente muy bien- reforzando sus palabras, Wei WuXian se llevó una mano a la frente, sin embargo, dicha acción fue acompañada de la sorpresa que se reflejó en sus ojos al sentir un tenue cosquilleo sobre sus labios.
La cinta yacía ante sus ojos, colgando con suavidad y acariciando indiscretamente su boca. Durante varios segundos, aquella tira con bordados de nubes fue lo único presente para él.
Por otro lado, Lan WangJi hace mucho que contuvo la respiración y apretó los labios, encontrándose envuelto en un dilema que provocó a su corazón brincarse un latido y aturdió por un momento todos sus sentidos.
La cinta siempre ha sido el objeto del amor, el deseo y el romanticismo que los caballeros de la secta Gusu Lan han profesado durante generaciones; Representa las regulaciones que deben ser consideradas en todo momento de la vida, sin embargo ¿Qué pasa cuando está en manos de la única persona por la cual se tiene permitido olvidar todos esos límites?
Su expresión se tornó severa al sentir ese repentino impulso que lo incitó a bajar la mano para acariciar al contrario. Al ver cómo Wei WuXian se protegió inmediatamente el rostro, Lan WangJi detuvo todas sus acciones. Consideró bastante normal que el joven bajo su cuerpo se sintiera contrariado, puesto que esas acciones son tan impropias de él.
Quizá antes lo eran...
Lan WangJi, a base de largas horas de meditación y cultivo diario logró desarrollar un control de hierro sobre sus sentimientos y emociones, sin embargo, desde que conoció a Wei WuXian, este control fue sometido a incontables pruebas que poco a poco lo hicieron flaquear y que a su vez, lo llevaron a aventurarse en un mar de sensaciones que nunca había experimentado.
Lentamente se fueron apoderando de sus pensamientos, encaminándolos a que hubiese momentos donde lo único que los llenara fuera esa sonrisa juguetona, ese espíritu libre tan contrario a sí mismo.
Aquellos sentimientos sin forma, sin principio ni final, comenzaron a condensarse en su interior y pronto se descubrieron adquiriendo un profundo significado; Dieron rienda suelta a todo lo contenido y permitieron que esos ojos, antes fríos, adquirieran la bella presencia de una primavera dentro de ellos; Se volvieron cálidos y expresivos.
Sobre todo frente a esta persona donde no pudieron hacer más que derretirse de ternura, sintiéndose conmovidos por cada acción que realizó. Cabe destacar, las acciones de hoy en día fueron las más significativas.
- L-Lan Zhan, WangJi-Shixiong, no te precipites, lo lamento, lo lamento, no me mires así. No lo hice con intención, en verdad- comenzó a jurar Wei WuXian.
Hace unos momentos, cuando vio ese frío y apuesto rostro tan cerca, sintió su corazón acelerarse de sobremanera, para después dar paso a un miedo que lo hizo temblar, sobre todo cuando HanGuang-Jun bajó la mano repentinamente.
Aún recordaba vívidamente aquella expresión sangrienta que el segundo jade Lan puso cuando le arrebató la cinta por primera vez. Ahora...pasó saliva trabajosamente al sólo imaginar lo que le esperaba.
Extrañamente, a pesar de ser consciente de ello, sus dedos sólo se tensaron más sobre la cinta. Un extraño impulso lo llevó a no querer deshacerse de ella, de hecho, hubo un momento donde la sintió suya, como si hubiese sido hecha para terminar en sus manos tarde o temprano.
Su convicción sólo se reforzó cuando la suave y fría voz de Lan WangJi llegó, exigiendo algo que no estaba seguro de poder cumplir.
- Devuélvela - pidió el segundo jade extendiendo sus largos y elegantes dedos frente a aquellos ojos grises que lo miraron casi con recelo. Wei WuXian no lo notó, pero su cabeza se movió levemente creando un "no" que hizo que WangJi frunciera más el ceño.
Su cordura se sentía flaquear con cada momento que esas blancas manos sostenían el objeto de su intimidad. Contrario a él, la reacción de Wei Ying ante el gesto, fue alejarse un poco y apretar más la cinta contra sí mismo.
- ja, jaja ¿Por qué tanto alboroto Lan Zhan? Es sólo una cinta ¿no es así?
- No
- ¿No? ¿Qué quieres decir con no? ¿No es sólo una cinta? ¿Acaso es un dispositivo espiritual? Yo la veo muy normal, oh, oh ¿Puedes poner un hechizo sobre ella?
- Ridículo- Wei WuXian estaba a punto de burlarse cuando vio la clara intención del jade de arrebatar la cinta de sus manos. En un acto reflejo la apartó escondiéndola tras de sí, sintiéndose sumamente reacio a dejarla ir. Lan WangJi apretó los labios y en un tono amenazador dijo: -de-vuel-vela- sus perlados dientes yacían apretados en un gesto de gran indignación.
Wei WuXian pasó saliva y negó.
- No entiendo por qué tanta insistencia. Pensar que el segundo joven maestro del Clan Gusu Lan arme tal escandalo sólo por una-
- ¡Wei Ying! - ante el grito, WuXian se encogió de hombros y apretó los ojos antes de llevarse una mano tras la cabeza y desatar su propia cinta.
Los ojos de Lan WangJi se abrieron delatando un brillo de sorpresa al ver las bellas hebras de tinta negra caer libres, regándose por el suelo, deslizándose suavemente por los hombros de su dueño y enmarcando el joven rostro frente a él.
- Mira, ¿no tengo yo aquí una cinta? ¿Acaso no es lo mismo? - en un gesto casi solemne, Wei WuXian colocó parte de la cinta roja sobre aquella bien definida y elegante mano que aún se encontraba extendida.
Sin poder apartar los ojos del joven frente a él, Lan WangJi tardó en reaccionar. Lentamente bajó la mirada observando la mano de Wei Ying sostener un extremo de la cinta roja, para después ver la misma rozando suavemente el suelo hasta finalmente subir a su mano.
Sus ojos, llenos de un brillo peculiar, miraron alternativamente entre su mano y la ajena.
Wei WuXian aguantó la respiración a la par que examinó la expresión del joven Lan. Al ver el trayecto de su mirada, tiró un poco de la cinta roja pensando que ésta caería irremediablemente al suelo, contrario a eso, Lan WangJi la estrechó suavemente entre sus dedos, con tal delicadeza como si quisiera evitar cualquier arruga en ella.
Un par de ojos grises se alzaron levemente encontrándose con una mirada que hizo estremecer por completo a su dueño.
"Como si fuera un hilo rojo"
El corazón de Wei WuXian se desbocó ante este pensamiento, comenzó a latir con fuerza, retumbando en sus oídos y haciéndolo sentir una inexplicable emoción, la cual sólo se acrecentó cuando vio el rostro de Lan WangJi acercarse repentinamente a él.
- ¿L-Lan Zhan? - el nombrado no respondió, en cambio bajó su mano hasta un costado de Wei Ying, encontrándose con esa mano necia que aún sostenía con fuerza la cinta con patrones de nubes.
Envolviéndola con cuidado, Lan WangJi le dio vuelta y lentamente separó sus dedos con el único objetivo de entrelazarlos con los suyos teniendo la cinta de por medio.
Su expresión seguía siendo sumamente fría, sin embargo, en su interior su corazón palpitó con fuerza al igual que el ajeno, mientras que todo su cuerpo experimentó extraños cosquilleos que lo hicieron sentir la sutileza de cuando se enfrenta algo especial.
Un leve rubor apareció en las mejillas de Wei WuXian al sentir su mano encajar con la ajena, embonar perfecta en ella como si sólo hubiese sido creada con ese fin.
El atrevido pensamiento lo hizo negar repetidamente en su interior.
- HanGuang-Jun, s-sí tanto quieres la cinta, entonces puedo...puedo darte la mía.
- Imposible- la distancia entre sus rostros se fue haciendo cada vez menor. Wei WuXian sintió sus piernas comenzar a temblar.
- ¡Lan Zhan! ¿¡Qué tratas de hacer!?
- si no quieres devolverla...entonces debes aceptarla....
Continúa▶