Mi nuevo Roomie (Roomie 2)

By DairaCST

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Segunda parte de viviendo con mi mejor amigo. (NO ES PARA NADA NECESARIO LEER LA PRIMERA PARTE) Abby y Matt... More

Parte 1 "Personajes"
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9
Parte 10
Parte 11
Parte 12
Parte 13
Parte 14
Parte 15
Parte 16
Parte 17
Parte 18
Parte 19
Parte 20
Parte 21
Parte 22
Parte 23
Parte 24
Parte 25
Parte 26
Parte 27
Parte 28
Parte 29
Parte 30
Parte 31
Parte 32
Parte 33
Parte 34
Parte 35
Parte 36
Parte 37
Parte 38
Parte 39
Parte 40
Parte 41
Parte 42
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Parte 46
Parte 47
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Parte 49
Parte 50
Parte 51
Parte 52
Parte 53
Parte 54
Parte 55
Parte 56
Parte 57
Parte 58
Parte 59
Parte 60
Parte 61
Parte 62
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Parte 64
Parte 65
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Parte 67
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Parte 75
Parte 77
Parte 78
Parte 79
Parte 80
Parte 81
Parte 82
Parte 83
Parte 84
Parte 85

Parte 76

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By DairaCST

Cinco días después

"Lo estoy observando" — digo bebiendo de mi café.

"Todos lo tenemos en la mira ¿cierto?" — habla Nicole desde su micrófono.

Miró a William, él está tan serio como siempre.

"Sí" – contesta simplemente

Nicol decide ignorarlo y sigue mirando al chico. Ella está al otro lado de la calle con una bolsa en la mano esperando. Mientras que Will y yo estamos en un café.

"Ya, ya"— dice casi gritando Nicole.

Me altero y tiró el café, Will solo niega con la cabeza y sigue ahí sentado, me alisto y camino por la acera contraria a la que estaba. Paso por un lado de Nicole que me entrega la bolsa y camino directo a Beckett, cuando paso por su lado, está tan distraído hablando por teléfono que le choco el hombro y tiro la bolsa dramáticamente.

"Que exagerada eres" — me dice Will por el micrófono.

Lo ignoro y Beckett se agacha conmigo para recoger la bolsa.

Oh cazzo, scusa (Oh carajo, perdón) — dice dándomela.

Y mis clases de italiano se van al carajo, nunca entendí nada. Solamente estaba al fondo del salón riendo, casi carcajeándome con Diana, Mel, Nat y Jess, mientras el maestro explicaba.

—Grazies — digo levantándome.

"Es grazie Abby, no grazies" — Will me corrige.

— ¿Extranjera? — pregunta Beckett mirándome con una sonrisa. Y el tan solo tenerlo tan cerca y saber lo que ha hecho me causa nauseas.

—Sí — digo falsamente apenada y me llevo un mechón de pelo negro de mi peluca atrás de mi oreja.

Él sonríe y estira su mano.

—Beckett Gambino — se presenta.

—Allie Preston — digo estirando mi mano.

La toma y me deposita un beso, y cuando no está viendo hago una cara de asco.

—Es un placer

Quitó mi mano y le sonrió.

—Igualmente.

Notó que tiene a varios guardaespaldas detrás de él.

— ¿Y qué hace una belleza extranjera por aquí?

Volteo a mi lado y veo a Will mirándome desde la otra calle junto con otro chico que se llamaba... Cole, no, no, era... Co... Cowl, ¡si, eso!, Cowl. Aunque el otro hombre rebasa a Will en edad.

—Tuve un golpe de suerte y me contrataron como modelo, es mi primera vez.

Me sonríe y todo va como Nicole lo planeó.

***

Jason

Las palmas de mis manos sudan y no dejo de moverme de un lado a otro. Estar ante aquella puerta negra hace que esté nervioso. Pero todo sea por ella.

Miro nuevamente mi teléfono y veo su foto, ella riendo mientras comía una hamburguesa, fue después de su segunda pasarela, la llevé a comer hamburguesas ya que estaba muy hambrienta. Abby reía y me sonreía mientras comía.

—Podría comer hamburguesas toda mi vida durante todos los días — dijo dándole un mordisco.

—Yo podría comprarte hamburguesas durante toda mi vida — le sonreí mirando a la chica más hermosa que había conocido.

Ella me miró con una sonrisa en los labios y kétchup también.

—Podría gastarte toda tu fortuna

—Puedo correr ese riesgo por tenerte toda mi vida

Ella comenzó a reír y saqué mi celular para tomarle una foto aunque ella se negó.

—Jason, entra — dijo Carlo.

Suspiré.

—Todo por ti — miré por última vez su foto y guardé cuidadosamente mi celular.

El despacho de Carlo era enorme y lleno de cosas extremadamente caras. Y licores muy buenos, junto con puros de alta calidad.

—Dime, ¿qué pasa?— preguntó con su acento característico. Destapó una botella de cristal y comenzó a servirme.

Me senté en la silla de cuero que tenía al frente.

—Venía a hablar sobre Lia y yo — tomé el trago y me lo bebí de uno.

— ¿Qué sucede con ello? — su robusto cuerpo se sentó frente a mí.

—Carlo, sabes que el matrimonio entre Lia y yo no es necesario, Everett o Beckett pueden y quieren manejar tu negocio, y sabes que claramente Lia está muy bien preparada para ello, no necesita casarse.

— ¿Pero qué me estas queriendo decir?

Suspiro y cierro mis ojos, la mirada de Abby y su sonrisa viene a mi mente.

—No quiero casarme con su hija — suelto rápidamente.

Carlo Gambino se levanta de su silla.

— ¿Te has vuelto loco?

Lo imito.

—Nunca he estado más cuerdo — digo mirándolo a los ojos — usted sabe que Lia no quiere casarse, sabe que no nos amamos. Deje que su hija viva libre y a mí también, ella no me necesita para sus negocios.

— ¿Crees que mi imperio va a manejarlo mi hija sin un esposo?, la verán por debajo de ellos. No me permitiré eso.

Vaya que este señor es insoportable.

—Everett y Beckett están dispuestos y quieren manejar su negocio, se pueden apoyar entre ellos.

—Beck está descarriado y Ever no creo que puedo solo.

—No trato de decirle cómo administrar sus negocios, Carlo, usted y yo nunca hemos tenido problemas. Solo le pido que recapacite su decisión y si no quiere pensar en mi libertad, piense en Lia, ella es muy fuerte y le está haciendo daño. Sabe que desde que estamos comprometidos su adicción se ha vuelto más fuerte cuando piensa en su futuro amarrada a alguien que no ama.

Y con eso me alejo de ahí.

Abby

La jodida peluca me está picando como la mierda.

—Eres muy linda — Beckett me mira y yo le sonrió.

—Gracias — finjo bajar la mirada porque me sonroje, pero este tipo solo me dan ganas de tirarlo y darle a palos.

Se acerca a mí y sé que me quiere besar.

Vamos Abby piensa, en esa cabecita debes de tener algo que te sirva.

—Achuuu — grito fingiendo un estornudo.

"¿Qué fue eso?, ¿una lechuza?" — dice William burlándose.

Me restriego la nariz.

—Oh, creo que me ha dado un resfriado, debió ser por el vuelo — digo apenada.

Pero él solo me sonríe.

—Te invito un chocolate caliente — toma mi mano y yo asiento.

Ay virgen de Guadalupe, apiádate de mí y ayúdame a que este bastardo de mierda lo atropelle un camión de helado de wasabi. Y ahí matas dos pájaros de un tiro, al idiota este, y exterminas ese jodido sabor tan horripilante.

Un auto blanco se estaciona frente a nosotros y uno de sus guardias nos abre la puerta.

—Gracias — digo entrando.

Beckett se sube y el carro arranca.

Mis manos están tan nerviosas que no las dejo de mover, solo miro por la ventana en busca del auto de Nicole con Adam. Me dio risa conocerlo, ya que pensaba que era Adam mi amigo.

— ¿Tienes mucho aquí? — pregunta poniendo una mano sobre mi muslo.

—No, creo que dos días — contesto alejándome.

El jodido transcurso del camino pasa y llegamos a una casa muy, muy pero muy grande y con seguridad hasta el baño. Luego de pasar todo eso, entramos a la casa.

—Wow — digo mirando.

Esto ya lo había visto en algunas fotos borrosas.

—Es linda, ¿verdad? — pregunta acarreándome por la cocina.

Asiento y enfoco mi vista en las escaleras, un chico viene bajando a paso veloz. Es... ¿Jason?, ¡Jason!

—Código... ¿Jason? — digo a través del micrófono.

"¿Qué?, no, no esto no puede ser, William, ¿no me dijiste que iba a estar en tu casa?" — le grita Nicole.

"Sí, pero creo que vino a hablar con Carlo" — le contesta él relajadamente.

"Mierda, no dejes que te vea"

Ruedo los ojos y sigo caminando.

— ¿Puedo entrar a tu baño, necesito papel para mi nariz? — digo mirando a Beckett.

—Al lado de las escaleras.

¡Mierda!

—Gracias — digo y me dirijo con la cabeza hacia allá.

Jason

Me lleva el jodido diablo, Carlo no va a querer anular nuestro compromiso. Ni todo el maldito tiempo que desperdicie entrando aquí.

Bajo las escaleras a paso apresurado y me encuentro con el enano Beckett entrando con una chica pelinegra muchísimo más alta que él y solo rio. Parece que fuera a ser su niñera, ya que el tamaño entre ambos es bastante considerable Él siempre ha sido así, las trae y luego no vuelven a venir.

Cuando caminan a la cocina no puedo evitar ver que tiene un jodido buen cuerpo, pero mi Abby es mejor.

—Concéntrate Jason — digo bajando las escaleras.

Suspiro y cierro los ojos cuando oigo algo caerse el piso.

Abby

Repasemos el plan que te acabas de inventar Abby, cabeza hacia abajo, no llamar la atención y no hablar, fácil ¿verdad?, pero los pupilentes hacen que mis ojos se comiencen a irritar y comienzo a tallarlos, pero pierdo el equilibrio y caigo al piso, rápidamente me levanto y veo que mi bolso se ha caído y rodado mi labial.

Ay Abby, ¿no hay nada que puedas hacer bien?

Volteo rápidamente hacia Jason y me ve risueño, ¿de qué te burlas maldito imbécil? ¿huh?, pero decide bajar las escaleras y entro en pánico, comienzo a agacharme y a recoger todo, pero mi corazón comienza a latir como si se fuese a desembocar de mi pecho cuando su mano hace contacto con la mía y no dudo en detenerme un segundo y mirarlo a los ojos.

Jason

Cuando volteo veo que a la pobre chica se le ha caído su bolso y sus cosas quedaron regadas por la sala, me rio al ver que un panquesito a medio comer también está en el suelo, pero la chica me ve por un segundo y noto la furia en sus ojos, ¿tan enojada está por tirar su bolso?

Así que decido bajar a ayudarla, ya que rápidamente se inclina para tomar sus cosas, y cuando trato de tomar un labial ella hace lo mismo y nuestras manos se tocan. Una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo y no dudo en levantar la mirada.

—Lo siento — digo retirando la mano.

Pero la pelinegra solo se encoge de hombros y sigue recogiendo sus cosas con rapidez.

—Soy Jason — digo sonriéndole.

Ella me mira por un segundo y noto que sus ojos son café claro pero en la parte del iris hay algo raro.

— ¿Son tus ojos? — pregunto curioso.

Pero ella solo asiente.

—Tu panque — le apunto detrás de ella.

Abre los ojos sorprendida y lo toma con rapidez, pero alcanzo a ver que es un panquesito de fresa que solo venden en Estados Unidos, a Abby le encantaban que los tenía por todas partes en su casa.

— ¿Eres extranjera? — digo mirándola.

Notó como su pecho sube y baja por su respiración y ella solo me mira analizándome.

—Aja — dice solamente con el sonido de su garganta sin abrir la boca.

—Jason — le extiendo la mano.

—Mhhmh— dice estrechándola.

Y frunzo el ceño.

— ¿Perdón?

—Amghg — dice otra vez sin abrir los labios.

Y entra al baño azotando la puerta.

—Mucho gusto Ahgn — digo riéndome.

—Idiota — oigo que murmura y mi corazón se detiene al igual que mi risa.

En mi cabeza sonó esa voz que hace que mi mundo sea perfecto.

— ¿Perdón? — pregunto acerándome a la puerta. Mi oreja está pegada a la madera y me importa un rábano que se pueda mal interpretar.

Pero no hay respuesta y tocó.

— ¿Dijiste algo? — digo con la esperanza de que me conteste algo y pueda corroborar pero no hay nada.

Así que solo me retiro y algo enojado por la respuesta de Carlo, pero seguiré intentándolo.

Abby

—Mierda — digo recargándome sobre la puerta, mi corazón late a mil por segundo y siento que en cualquier momento mis piernas van a fallar y dejarme caer.

Tomó el aire necesario y me aseguro que Jason no se encuentra más a fuera. Respiro y vuelvo a conectar mi micrófono, le doy un mordisco a mi panquesito y salgo. Caminó hacia la cocina y ahí está Beckett coqueteando con una chica del servicio, recargado sobre la barra acorralando a la chica. Respiro y cuando oye mis pasos deja irse a la chica y voltea hacia mí para sonreírme.

—Has tardado — dice poniéndose a mi lado.

Finjo una sonrisa.

—Se me ha caído el bolso.

Una semana después

Nicole, William, el agente Cowl y su compañero Adam me miraban.

—Se ve linda — digo el agente Adam.

—Para ser raptada — continúo Cowl.

Todos lo observamos menos Nicole, ella está hablando por el teléfono para el operativo de hoy.

— ¿Nerviosa? — Adam me mira.

—Por estar a punto de ser raptada y posiblemente vendida por el hijo de la mafia italiana para que después haya un operativo con la CIA — digo apresuradamente y lo veo — cómo crees — ruedo los ojos.

—Tranquila niña, no te pasa nada —dice poniendo una mano sobre mi hombro.

William solo le echa una mala mirada y Adam retira la mano.

— ¿Todos listos? — pregunta Nicole mirándome.

Asiento y respiro un poco.

—Todo está bajo control Abby, debes de entender que Beckett Gambino no tiene apoyo de sus padres para sus negocios clandestinos, así que está solo en eso. No va a haber mayor problema. — Nicole intenta sonreírme pero noto que está demasiado seria.

Adam le da una sonrisa pícara.

— ¿Ryan va a ser parte de tu operativo? — pregunta.

Y... yo no sé quién es Ryan.

—Por supuesto que la S.W.A.T va a estar en este caso — comenta ella formalmente.

Pero Adam se echa a reír.

—Vamos — William me toma del brazo y caminamos directo a la camioneta negra blindada que me nos espera a fuera.

Cuatro camionetas del mismo modelos están detrás y cuatro delante. Por supuesto que esto me hace sentir más segura pero no completamente. La pregunta que todas las noches me hago ¿por qué hago esto?, ¿placer?, puede ser, ¿dinero?, mmm... no me pagan. ¿Por qué Jason podría terminar en la cárcel por el resto de su vida sin ayuda? Ding ding ding.

Jason

¿Pero qué carajos es esto?

Papeles con información sobre chicas, paraderos y posibles vendedores.

— ¿Qué mierdas? — digo tomando una hoja.

La chica pelinegra que me tope hace unos días está en esta jodida lista. Pero mi mente no tarda en retomar mi búsqueda. Abby. Y un gran alivio mi pecho al no encontrar nada de ella, o relacionado. Pero se esfumo en cuanto supe a qué se refería Lia con mantenerla lejos de Beckett, a su padre cuando decía que estaba descarriado. El hijo de perra estaba vendiendo personas como si fuesen cosas. Tomé la hoja de la chica pelinegra y salí de la oficina de Beckett para encaminarme al cuarto de Lia.

— ¡Lia!— grité tocando su puerta.

Pero no hubo ninguna respuesta, lo cual me preocupo, no dude ni un segundo y pateé la puerta hasta que el cerrojo se rompiera y mis ojos cayeron al piso.

— ¡Lia!— grité corriendo hacia ella.

Estaba tirada en el piso con espuma en la boca, su cuerpo se convulsionaba.

—Mierda — toqué el botón de pánico que le habían instalado para estas ocasiones y nos tardaron ni dos minutos en llegar los médicos.

Su madre y su madre estaban al lado de ella tomándola de la mano.

—Gracias — me dijo su madre poniéndome una mano en el hombro.

La miré y me retiré.

—Esto se lo ha hecho usted — dije bajando las escaleras.

Tomé mi celular y sin pensarlo dos veces marqué el número de Abby, sabía que no me iba a contestar pero estaba contento y aliviado de que estaba lo más lejos de Beckett en estos momentos.

Un sonido provino del baño de invitados. Era un celular.

Abby

—Voy a morir, no quiero hacer esto — dije frente al espejo, mi peluca negra estaba de lado, estaba teniendo pánico y con toda la razón. Sentía que iba a vomitar — Vamos Abby, lo haces por todas esas personas que están ahí...

Y de pronto mi celular comenzó a vibrar

¿Quién era tan estúpido para llevar su celular personal a una ocasión como estas? ¡Yo!.

Lo tomé y vi que era el número de Jason, ¿qué carajos?

— ¿Hay alguien hay? — y su maldita voz apareció detrás de la puerta.

Mis ojos se abrieron como platos y trate de apagar el maldito celular, pero con lo nerviosa que estaba antes y lo paranoica que estoy ahora, no pude. Y jodidamente antes de que pudiera hacer otra cosa, Jason estaba frente a mí.

Sus ojos me analizaron con tanto cuidado como si fuera a romperme, yo lo miré boquiabierta, y sin decir una palabra, sus brazos estaban rodeando mi cuerpo y se cabeza estaba enterrada en mi cuello aspirando mi aroma. Y mentiría si dijera que no fue lo ejor que me había pasado desde que estuve aquí.

—Abby — susurró en mi cuello causándome escalofríos.

Y haciendo que mi corazón se quiebre, lo separé.

—Debes irte — dije seca.

Él solo me miraba inexpresivo, luego volteo hacia mi lado mirando mi peluca y comenzó a atar cabos.

—Nos vamos, estas en peligro — tomó mi mano pero me solté.

—No sabes ni qué estoy haciendo — dije enfadada.

Cerró la puerta quedando solos.

—Estás jugando con un puto traficante de personas, ¡eso es lo que estás haciendo!, poniendo tu vida en riesgo — dijo mostrándome una hoja.

Ahí estaba yo con mi peluca negra, ya tenía todos mis datos ficticios.

— ¿Y a ti qué más te da mi vida?, no somos nada, ¿dónde dejaste a tu... esposa? — aquella palabra me quemó como el jodido infierno.

Su boca se quedó abierta.

—No tengo tiempo — tomé mi peluca y me la coloqué.

Su mano se colocó en mi cintura atrayéndome hacia él.

—Me importa tu vida más que la de nadie y eso lo sabes. Daría todo lo que tengo incluso mi vida si fuera necesario, porque mi vida sin ti no tiene caso — susurró mirándome a los ojos — no quiero que estés en peligro por favor, sé que fui un idiota y todo lo que quieras pero jamás dejaría que te pusieras en esto, por favor.

Me separé.

—Jason, tú tienes una vida con otra persona y yo no me voy a involucrar en tus asuntos. Pensé que confiabas en mí. Pero no solo soy yo la que está jugando con los mafiosos.

Salí de ahí a toda prisa y salí al patio para tomar un poco de aire.

—Mierda — dije levantándome.

Una tela empapada de líquido cubrió mi boca. Mis ojos comenzaron a derramar lágrimas y traté de gritar, mis ojos se fueron cerrando poco a poco, sabía que este era el inicio del Fin.

——————————————————--

HEYOOOOOO.

Mis amores bellos y hermosos de la vida y del amor, quiero pedirles una disculpa en haberme tardado tanto en hacer este capítulo, pero como lo habrán notado es bastante larguito. Y bueno, ya les había dicho que iba a tener un poquito menos de tiempo en escribir por mi preparatoria, igual NO les voy a dejar de subir capítulo.

¿Qué tal les pareció?

No sé, no sé, sentí que voy a dejar toda TODA pero toda la emoción para el siguiente.

¿Qué creen que pase?

Y por favor, no se desesperen que de verdad trabajo todos los días un piquín en cada capítulo, solo que desde ahora van a ser más largos y por eso duro más, y también podrán apreciar que estoy mejorando en el modo de escritura para que les guste más mis amores.

(Próximo capítulo fotos de Beckett y Everett)

Eternamente agradecida:

Daira

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