Ryder POV:
- Así que, –Cole dijo, como si estuviese hablando sobre el clima. – ¿Charlotte? –Le observé antes de volver la mirada a la carretera.
- ¿Qué sobre eso? –Respondí.
- ¿Eso? ¿Entonces ella es un “eso” ahora? –Dijo. Su tono de voz me hizo darme cuenta, sólo que no lo demostré.
- Eso, ella, ¿importa? –Dije, mi voz brusca. Cole no dijo nada mientras yo seguía conduciendo.
- Cameron la reclamó primero. –Dejé mi boca cerrada, sorprendido de haber siquiera dicho eso.
- Si, si lo hizo. –Cole dijo, su voz mostrando que estaba divertido. Internamente, me encontré gruñendo.
- Eso está muy mal, ¿uh? –Cole sonrió. Un momento pasó.
- Sólo cállate. –Dije malhumoradamente. Cole carcajeó en respuesta.
Cinco millas después, llegamos a La Zona, el aire alrededor se llenó de tensión. Segundos después, llegamos a un puente. Mis ojos subieron hasta la cámara en una de las esquinas del puente abriéndose. Unos segundos pasaron y entonces el puente se abrió. Mis manos apretujaron el volante a la vez que conducía el largo camino hasta la Zona X. al menos así era como la llamaban. Aunque aparentemente, podría verse como una gigantesca mansión blanca. Dentro era una historia diferente.
Aparqué antes de salir con Cole del auto. Indiferentemente, presioné un dedo en la parte superior de la ventanilla del conductor, activando un dispositivo de localización y entonces me encaminé hacia la gigantesca mansión blanca.
Blake abrió la puerta una vez que estuvimos frente al patio.
- Hey, chicos. ¿Cómo estáis? –Preguntó, con mirada aturdida.
- ¿En eso otra vez? –Pregunté, sonriendo.
- Todo el tiempo, todo el día. –Hizo gestos extravagantes, incitándonos a pasar. Cole retrocedió levemente al olor a drogas en el aire pero con la mirada que le lancé, le forcé a mantenerse discreto, al menos por ahora.
Caminamos directamente hacia el living, donde todos los otros chicos estaban. El olor volviéndose más fuerte.
- Hora de joder. –Dije, adoptando una vaga sonrisa. Cole hizo lo mismo, justo antes de lanzarme una tensa mirada.
Sólo un poco más, Cole. Pensé mientras me hacia paso donde los “dulces” estaban. Sólo un poco más y entonces todo esto estará terminado.
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- Maldita sea. –Dijo Cole, secándose la cara con una toalla. –Las cosas a las que me arrastras. –Carcajeé.
- El buenesito Cole Adams. –Dije, sonriendo. Hice gestos hacia el lavabo. Una disgustada mirada apareció en su rostro.
- No me digas que en realidad te gusta esta mierda porque sé que no. –Pasó la toalla por su lengua otra vez como para quitar cualquier residuo de los “dulces” de Blake, de sus papilas gustativas. –Si no fuese por Cameron y tu –Dijo, arrojando la toalla en la cesta. –No estaría jodido en este desastre. –Rodé mis ojos. Cole siempre se vuelve un poco fastidioso después de juntarnos con Blake mientras que yo ya me he ido acostumbrando. Mi móvil sonó a todo volumen y ni siquiera tuve que mirar para saber quién era.
- Cameron. –Dije, una vez había contestado.
- ¿Cole y tú, todo bien? –Reí mientras veía a Cole levantaba la mirada de su Xbox hacia mi móvil.
- Estuvo bien, nada fuera de lo ordinario. –Dije, dejándome caer en una de las sillas de juego de Cole mientras me recostaba en ella. – ¿Algún progreso de tu parte?
- Conseguí algo. –Me enderecé inmediatamente.
- ¿Y? –Cole volvió la mirada hacia mí.
- ¿Te ha contactado Weston últimamente? –Fruncí el ceño.
- No, para nada. –Cameron suspiró, agitadamente.
- Bueno, está planeando algo grande para el fin de año.
- ¿Qué—.
- Tiene que ver con tu padre, Ryder. –Respiré ásperamente antes de tensar mi mandíbula.
- ¿Cómo? –Gruñí. – ¿Con qué?
- Esa es la cosa. –Cameron dijo. –No puedo descifrarlo. Cuando jaqueé su sistema, no decía nada más que algo que llaman “Operación XPX”, para estar lista a final del año. No pude encontrar algo más.
Mi mandíbula se tensó a la vez que le daba una brusca mirada a Cole.
- Estaremos ahí en diez.
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- Maldición. –Murmuré, furioso mientras observaba a la resplandeciente rubia, Riley Kendalls, moviendo sus para nada inocentes pestañas hacia mí. –Realmente no entiendes el mensaje, ¿cierto? –Parpadeó exactamente de la atontada forma en la que quería hacerlo pero la conozco mejor. Debajo de esa atontada personalidad, estaba ella como una trampa atrapa moscas
Una vez que estás dentro, no puedes salir.
Bueno, a mí me paso, –algo así– pero ese no es el punto. El punto es que ella es perversa. Es una lección de las que no quieres aprender de la forma difícil.
Alguien me palmeó en el hombro. No necesitaba mirar para saber que era Cole.
- ¿Teniendo algunos problemas por aquí? –Cole sonrió hacia mi problema, como si pensase que es divertido.
- Cierra la maldita boca. –Dije, bajo mi respiración, sabiendo que lo entendería.
- Venga, Ryder. –Riley dijo, su voz sonando enfermamente dulce. – ¿No recuerdas lo bien que nos veíamos juntos? ¿La linda pareja que hacíamos? –Cole bufó, lo que no pasó inapercibido para ella porque le lanzó dagas con sus azulados ojos.
- ¿Qué? –Dijo inocentemente Cole. Sentí como sonreía. Esta es la razón por la que soy amigo de este chico. Riley,siguió sin siquiera inmutarse, volvió su mirada hacia mí. Dio un paso hacia adelante y colocó su mano en mi pecho, mirándome con esos ojos azules, otra vez.
- ¿No recuerdas lo mucho que nos divertíamos? –Susurró.
Oh dios. Pensé. Es podidamente pomposa. Mis ojos comenzaron buscar una salida y brillaron cuando consiguieron una.
- ¡Charlotte! –Exclamé, deshaciéndome del apretón de Riley y caminando rápidamente hacia Charlotte.
- Oh genial. –Cole murmuró. Pero realmente no importaba que dijera porque para ese momento, tenía mi brazo envuelto alrededor de una hermosa chica.
Hermosa realmente no le hace justicia, ¿cierto? Una voz preguntó en mi cabeza. Bajé la mirada hasta Charlotte e internamente asentí; ella lucía adorablemente confundida en este momento.
Este es el momento, señoras y señores, cuando Ryder Johnson cae por una chica. Una sarcástica voz comentó en mi cabeza. Fruncí el ceño.
- Hola bebé. –Dije, dejando un beso en la sien de Charlotte. Apretando el agarre en su cintura, como diciéndole que me siguiese la corriente.
- Hola. –Charlotte dijo levemente. Volví mi atención a Riley, quien había estado viendo a Charlotte todo este tiempo.
- Sabes cuando no eres querida, Riley. –Dije, mi voz brusca, espero que lo suficientemente brusca para hacer que se fuera. La mirada de Riley volvió a mí, bien. –Ahora es uno de eso momentos. –Cambió de persona en un parpadeo.
- P-pero—.
- Sin peros. –Cole la interrumpió. –Lo siento pero es hora de que entiendas el jodido mensaje. –Casi rodé mis ojos cuando Cole dijo “lo siento”. El buenesito Cole Adams aquí nuevamente.
Sus ojos viajaron entre nosotros tres. Finalmente, presionó su mandíbula y me lanzó una de esas miradas que decían que no había terminado conmigo. Caminó lejos en esos tacones que usaba.
- ¿Cómo hace para caminar en eso? –Cole dijo, mirándola caminar mientras rascaba la parte posterior de su cuello.
Charlotte se removió de mi agarre, dejándome sentir el fresco aire pasar luego de que lo hiciera. Quité mi brazo y pasé una de mis manos por mi cabello.
- Estoy… confundida. –Dijo, después de un momento de silencio. Su mirada se movió de lado a lado como si estuviese pensando sobre lo que estaba confundida para este momento. Cuando se dio cuenta, sus ojos volvieron hacia Cole y hacia mí, con cierto fuego destellando de ellos.
- Dime de qué fue todo eso. –Dijo.
- ¿Qué? –Dije, antes de hacer una mueca a las obvias ganas de actuar como si nada hubiese pasado. Cuando, en realidad, lo que hice fue solidificar los rumores de Charlotte y yo saliendo. Gruñí.
- Bien, puedo sentir cuando no me necesitan, así que sólo –Charlotte levantó una mano para impedir que Cole se escabullese como había intentado.
- No. –Dijo. –Te quedas. –Sus ojos volvieron a los míos por un segundo. –Hablemos en otro lugar. –Entonces se dio la vuelta y caminó hacia adelante, dándome la perfecta visual de su trasero. En un milisegundo Cole me empujó contra los casilleros como si supiese a donde estaba viendo. Charlotte se dio la vuelta y nos miró de una forma que nos mantuvo callados antes de darse la vuelta y caminar otra vez.
Sacudí mi cabeza hacia Cole y me encogí de hombros. Cole reía tan silenciosamente como podía mientras seguíamos a Charlotte. Algunas cosas jamás cambian. Pensé, riendo.
Charlotte nos guió hasta un salón vacío. Por lo que podía verse, era un salón de ciencias; vasos precipitados, cilindros graduados y mesas de laboratorio que le daban ese estilo. Era extraño como estuvo sin uso durante todo este tiempo, el almuerzo pero no pensé mucho en eso cuando Charlotte nos pido otra vez que le explicásemos.
- Ya os he preguntado qué es lo que está pasando así que decidme que pasa. –Comenzó, con una muy atractiva llama en sus azules ojos. Sonreí. Lucía como una molesta gatita. –Deja de sonreírme, Ryder. –Gruñó hacia mí. Mi sonrisa se hizo más grande.
- No hay mucho que decir. –Respondí. –No me iba a dejar en paz y quería una forma de escapar. Entonces apareciste y—. –Dolor apareció en sus azulados ojos, haciéndome regresar lo que había dicho. Cole me golpeó en la parte posterior de mi cabeza.
- ¿Qué demonios? –Dije, mirando a Cole ahora. ¿Desde cuándo creía que podía hacer eso? Rodó sus ojos.
- Obviamente has perdido tu toque con las chicas, Ryde. –Dijo, cruzándose de brazos y recostándose en uno de los escritorios detrás de él. Volví a mirar a Charlotte antes de sentir la ira aparecer en mí otra vez.
- Tú—.
- Bien, sólo detenerse. –Charlotte dijo, colocando una mano en mi pecho para prevenir que caminase hacia Cole. Sentí una fuerte corriente eléctrica transferirse desde su mano hacia mi pecho.
- No os he traído a los dos para que peléis. –Dijo, dándome una seria mirada. –Quiero saber qué es lo que pasa con Blake. –Un momento pasó.
- ¿Por qué? –Pregunté, mirando intensamente hacia sus ojos. – ¿Por qué quieres saber? –Sus cejas se arrugaron por un momento antes de quitar su mano de mi pecho.
- No-No lo sé. –Dijo, con una pequeña voz nuevamente. Me tomé ese tiempo para observarla; admiré la forma en la que sus pestañas apenas tocaban sus mejillas a la vez que veía hacia el suelo. Su castaño cabello parecía muy suave, curvado hacia abajo en su espalda media como una cascada. Respiré bruscamente antes de mirar hacia otro lado. Detente. Una voz me dijo. ¿Qué estás haciendo, Ryde?
- Sólo espero, –Charlotte dijo. –Que sepáis lo que estáis haciendo. –Su cabeza alzada y sus ojos penetraron los míos una vez más. Podía ver el dolor arremolinarse a través de esos oceánicos y profundos que ella llamaba ojos, preguntándome porqué estaba ahí. Quizá por la falta de confianza que tienes en ella. La sarcástica voz dijo.
Apenas la conozco. Pensé nuevamente. ¿Por qué debería contarle acerca de mis planes para destruir a Weston?
- Lo sabemos. –Cole dijo, su voz ahora seria. –No necesitas preocuparte por nosotros. –Sus ojos no se movieron de los míos a lo que dijo sus siguientes palabras. O, en realidad, palabra.
- Bien.
Charlotte quitó su mirada de la mía y miró hacia sus pies. Segundos después, dejó el salón. Sin pronunciar palabra alguna al hacerlo.
- Char—. –La puerta se cerró con un click antes de poder decir algo. Maldije en voz baja.
- Sutil. –Cole dijo. –Muy Sutil. –Le miré fijamente, procediendo a golpearle en la parte posterior de su cabeza. – ¡Hey! –Me miró y sobó donde le golpeé.
Miré nuevamente hacia la puerta con un raro sentimiento de arrepentimiento en mi pecho. Gruñí y lo alejé mientras le hacía gesto a Cole para irnos.
El sentimiento de arrepentimiento nunca se va; nunca deja tu mente, jamás abandona tus pensamientos. Siempre está presente, asomándose en los rincones de tu mente como alguna especie de fantasma. Aprendí eso de la manera difícil.
Con Faith. Una débil voz me dijo. Apreté la mandíbula y dejé el salón de ciencias.
Con Faith. Mi mente repitió.
Con Faith.
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Se supone que va dedicado a una chica con un user como KrishnaCatalnMadaria por ser mi fan girl♥♥♥
Lamento la larga espera pero tenía muchas cosas que hacer y dentro de unos días también comienzo los parciales y espero no abandonaros tan feo♥
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