Después de muchos años de estudios, los científicos con la ayuda de muchos médicos reconocidos mundialmente, lograron descubrir cómo modificar el cuerpo humano, permitiendo así entre uno de sus tantos logros que los hombres también gocen de la experiencia de pasar por un embarazo.
Do KyungSoo estaba maravillado con la idea de empezar una familia por su cuenta, debido a que ningún hombre lograba cumplir sus expectativas, decidió ser un futuro padre soltero. Pero para eso necesitaría de alguien que le ayude para quedar embarazado, KyungSoo esta dispuesto en hacer todo para conseguir el adn perfecto de su futuro hijo.
...
«Quiero un bebé, quiero un bebé»
Su mente divagaba durante la larga jornada de trabajo que le esperaba justo detrás de su escritorio, todo parecía una especie de realidad alterna cuando caía en cuenta que ese restaurante le pertenecía a él.
—¡Chef!—gritó uno de sus empleados, Kyungsoo rompió la bolsita y dejó caer las dos aspiras al vaso con agua.— Chef, chef, chef.
—¿Qué, qué, qué?—respondió de la misma forma insistente. Las pastillas con efecto efervescente se diluyeron en el agua por completo, dejando muchas burbujas,
Su asistente de cocina a veces podía ser un poco torpe, molesto y ruidoso, demasiado ruidoso. Pero era su mejor amigo.
—¿O debería llamarte, Kyungsoo?—alzó las cejas con rapidez hacia arriba y abajo unas cuantas veces.— Deberías descansar un poco, ya sabes, ver de qué forma solucionas...—se detuvo y pasó su mirada alrededor asegurándose de que nadie más estuviese cerca—, tu embarazo.
¿Debía tomarse todo el vaso con agua? ¿Sería lo ideal? Kyungsoo frunció el ceño, odiaba el sabor de esas pastillas; le daban náuseas.
Y no, no era porque estuviese gestando un bebé; no aún. Sino que desde pequeño ha tenido dificultades para soportar la medicina.
Tenía cinco años y medio de haber comenzado con su restaurante, y había sido todo un éxito, contrató a BaekHyun hace unos meses atrás porque en su empresa hubo recorte de personal y terminó desempleado.
—No estoy embarazado.—le aclaró haciendo un ligero puchero y tomó toda el agua que contenía el vaso, en dos segundos un gesto de náuseas se apoderó de su rostro.
—No, para nada.—respondió su amigo de forma sarcástica, se cruzó de brazos y tomó asiento en una de las sillas cerca del escritorio.— Y yo no estoy enamorado de mi ex.
—Pero tú, sí estás enamorado de tu ex.
—Exacto. Ese es exactamente mi punto.—frunció el ceño fingiendo seriedad— Ya dime la verdad. ¿Sabes quién es el padre?
Kyungsoo rodó los ojos y pidió paciencia a cualquier fuerza superior que existiese cerca de ellos dos en esos momentos. Le había mencionado hacia no mucho tiempo atrás la idea de querer empezar una familia de manera independiente, en pocas palabras, quería un donante de semen para tener un hijo y cuidar de él o ella, por su cuenta.
No quería un hombre, no necesitaba un hombre a su lado para criar a un hijo; pero si para crearlo.
—Aún no estoy embarazado, no puedo sacar un bebé mágicamente por mi culo. Estoy seguro que las cosas funcionan de otra forma, algo un poco más complejo.
—¿Qué esperas entonces?—le cuestionó un poco exaltado, logrando que el gran chef Do abriese los ojos de par en par.
—¿Qué esto es competencia? ¿Por qué te exaltas de esa forma? —frunció el ceño formando un puño en una de sus manos.
—Es que no lo entiendes, ya quiero ser tío.—le contestó apenado agachando su rostro.
Al momento en que esas palabras salieron de la boca de su mejor amigo no puedo evitar tirarse una carcajada, se levantó y abrazó a BaekHyun por la espalda.
—Solo espera un poco más, debo encontrar al donante perfecto.
—¿Por qué esperar?—soltó el agarre y se puso también de pie con una gran sonrisa en el rostro—. Yo te voy a ayudar a encontrar a ese hombre del que necesitas. Confía en mi, tengo particularmente un buen gusto en hombres.
—Justamente por tus gustos y por los ex novios que has tenido, tengo miedo de lo que puedas buscar para mi.—confesó con un tono burlón— Perdón pero voy a rechazar con dolor esa oferta.
—Si estás hablando de ya sabes quién, él no cuenta, ya lo hablamos. —sonrió sarcástico alzando ambas cejas— Tú te lo pierdes, le tienes miedo al éxito bebé.
—Pero lo sigues amando.—comentó y sacó su teléfono celular, buscó entre contactos el número que había registrado como dumbo— ¿No quieres hablar con él?
BaekHyun frunció los labios y levantó su mano derecha con el dedo índice señalando a Soo. —Ni siquiera lo pienses.
—Está bien, como quieras.—bloqueó el teléfono y lo guardó en su bolsillo— Pero desde ya te digo que el indicado debe ser... —suspiró y relamió su labio inferior— perfecto.
—Kyungsoo. —se acercó a su amigo y puso ambas manos sobre sus hombros— Estás loco. ¿Qué quieres, un hombre con el adn perfecto para tu hijo?
BaekHyun se empezó a reír por la locura que había dicho, pero su gesto se endureció al ver que parecía haberle dado la idea del siglo a su mejor amigo.
—Eso es, eso es lo que quiero.
Kyungsoo sonrió e imaginó cómo sería encontrar a un donante con el adn perfecto.
—¿Te estás escuchando? Ni siquiera encontraste un hombre decente en todo Seúl y ya quieres buscar uno que sea perfecto. No puedo creerlo.
—Y justamente por eso me ayudarás, vamos a encontrar el adn perfecto.
BaekHyun ladeó sus labios con el gesto preocupado, después de todo su amigo ya había enloquecido.
—¿Cómo quieres que sepa que es el adn perfecto? —preguntó— ¿Acaso su semen brillará color neón o se vendrá y saldrán pétalos de rosas que te flotarán en el rostro?
Kyungsoo rodó los ojos y se quitó el saco que traía puesto, cambiándolo por uno más ligero y casual.
—No preguntes, tú solo sígueme.—abrió la puerta de su oficina de golpe la cual rebotó en la persona que se encontraba del otro lado— Oh, lo siento.
El chico tirado en el suelo sacudió su cabeza y con las manos apoyadas en el suelo se empujó para reincorporarse nuevamente.
—No hay porque disculparse, es mi culpa por estar en un lugar que no me corresponde, lo siento mucho. —dijo sacudiendo su camisa y acompañado su rostro con una cálida sonrisa.
Kyungsoo lo examinó, alto, facciones definidas, no se veía extremadamente delgado sino bien proporcionado; ¿se ejercita?, buen olor, bonita sonrisa, ojos cautivadores. Sí, definitivamente parecía ser un donante perfecto.
—JongIn por todos los cielos, te he dicho que no vengas a mi trabajo, estoy muy ocupado en estos momentos.
Kyungsoo parpadeó un par de veces seguidas, miró a su amigo y le hizo la mirada.
—Ah claro, perdón. Los voy a presentar, él es mi jefe el Chef Kyungsoo, Chef él es Kim JongIn el novio de mi hermanastra.
El novio de su hermanastra, claro. Tiene novia. Parecía demasiado perfecto para ser real, dejando de lado sus pensamientos de decepción Kyungsoo sonrió e hizo una pequeñita reverencia la cual JongIn imitó.
—Hyung, tu hermana me pidió que trajera esta invitación para la celebración de su cumpleaños.—Baek frunció el gesto cuando escuchó la palabra hermana.
—¿Fiesta de cumpleaños? ¿Cree que tiene doce todavía? A ver dame esa cosa. —tomó de forma arrebatada de la mano de JongIn la tarjeta blanca decorada con bordes dorados— Ay, pero que lindo detalle, reservado para dos personas. Me alegro mucho que...
—¿BaekHyun?—Kyungsoo se acercó a su amigo y pasó la palma de su mano en los ojos de su amigo, haciéndola hacia arriba y abajo— ¿Qué pasa?
—Bien gracias puedes irte, dile a JiNi que gracias estaremos ahí. Vete, vete.
Tomó a su cuñado del codo y lo empujó a la fuerza para que saliera del restaurante. Segundos después de dejar a JongIn afuera corrió hacia dónde Kyungsoo con una sonrisa de oreja a oreja.
—Tengo una maravillosa idea.
Kyungsoo tragó saliva dudoso. Conocía a su mejor amigo de casi toda la vida, y por eso dudaba tanto de sus "maravillosas ideas".
—¿Qué tienes en mente?
—Me alegro que preguntes. —le mostró la tarjeta— Iremos la próxima semana a esa estúpida fiesta de princesa y aprovecharemos la ocasión para buscar el adn perfecto que tanto quieres.
—¿Pero cómo sabes que podemos encontrarlo en ese lugar?—preguntó enarcando una ceja.
Hace más de diez años, el papá de BaekHyun se separó de su madre y se casó con una mujer ricachona de los barrios altos de Gangnam. Su hermanastra era la típica chica mimada y rica que tenía todo lo que quería con tan solo el chasquear sus dedos.
Salieron del restaurante directo al auto negro estacionado enfrente.
—¿Bromeas?—cuestionó con sarcasmo, ya dentro estaba en el puesto de copiloto abrochando su cinturón de seguridad y poniendo su celular en sonido—. Es una fiesta llena de hombres y mujeres ricachones, algo como una reunión de puros Ken y Barbie pero hechos en Corea. Una total locura si me preguntas.
—¿Que no son todos pasados por cirugía?—en ese instante regresó a su cabeza la imagen de JongIn, debía ser eso, haber tenido una cirugía plástica o varias— Como tu cuñado, por ejemplo.
—¿JongIn?—se rió— Por más que odie defenderlo en estos momentos, créeme, no tiene plástico en su rostro y en ninguna otra parte que te interese.—lo miró con picardía.
—No seas asqueroso Byun. No, no estoy pensando en eso, además es el novio de tu hermana.
—Hermanastra.—le corrigió— ¿Y eso que tiene? No es que sea de su propiedad ni nada por el estilo, además que generalmente sus novios no duran ni un año a su lado. ¿Y quién los culparía? Ella es insoportable.
Miró por el retrovisor y por el espejo lateral derecho para incorporarse a dicho carril, sabía que lo primero que necesitaba antes de empezar el loco plan de buscar un donante de semen para tener un hijo, era una buena ducha caliente.
—¿Entonces qué tal si le sacamos semen al novio de mi hermanastra?—pensó detenidamente en sus palabras y negó con la cabeza al instante— Mejor, que tú se lo saques, sería solamente una vez y para una buena causa.
—No digas eso. Por favor. Nunca más.
—Bien, seguiremos con el plan original. Aguafiestas.—Byun se acomodó en el asiento y se cruzó de brazos.
Por más tentadora que sonara la idea, no podía hacerlo, y no sabía porque. Solamente no quería hacerlo. Dejando de lado todo lo demás, sabía que cumpliría su objetivo costara lo que costara, y encontraría el ADN perfecto; aunque no fuese Kim JongIn.