La fiesta de Lizzie no tardó mucho en llegar o quizá la semana se me había pasado muy rápido.
Estaba viendo TV en mi habitación cuando escuché la voz de Mabel en la planta baja. Había salido hace horas con unas amigas y al parecer no llegó sola.
Decidí bajar por un poco de zumo de naranja cuando de repente, reconocí su voz.
—No creo que sea buena idea quedarme hoy, Mabel.
—¿Por qué? ¡Podemos probarnos ropa y platicar todo el día hasta que llegue la noche y vayamos juntas a la fiesta! —Mabel sonaba emocionada.
—Eso suena increíble, amiga, pero tengo varias cosas que hacer y realmente no me siento cómoda quedándome —¿qué? ¿por qué no se sentiría cómoda?
—¿Cómo que no te sientes cómoda? ¿Qué pasa, ______?
Hubo unos segundos de silencio hasta que por fin habló, segundos de silencio que me hicieron temblar por alguna razón. Sabía que estaba mal escuchar su conversación pero me intrigaba _______.
—No... no es nada —titubeó un poco y eso me alarmó, quería dejar de pensar que siempre se refería a mí en ese tipo de cosas hasta que estuviera totalmente seguro—. Bueno, en realidad lo sabes.
Mabel no tardó en responder.
—¿Es por Dipper? —preguntó en seco—¿Es sobre él? Porque, mira, si hay algo que te incomode sobre mi hermano, podemos hablarlo y sé que te va a caer mejor, es una gran persona... ¡lo conociste hace un tiempo y sabes que..!
—No es eso, Mabel —habló ______—. No tengo nada en contra de Dipper; sé que es un buen chico pero lo que no sé, es qué me pasa cuando lo vuelvo a ver. Me conoces, sabes que no soy muy callada ahora y simplemente no tengo nada que decir cuando él está cerca. Es como si me diera miedo expresarme, más que nada porque... yo... no lo sé, siento que no lo conozco como antes. Estoy un poco confundida.
Así que eso era.
Lo sabía.
—No tienes que estarlo —dijo mi hermana—, digo, Dipper cambió pero todos nosotros también. Es sólo darte la oportunidad de conocerlo una vez más. Tal vez no es el Dipper del Gravity Falls de hace dos años, pero te aseguro que es mucho mejor.
Más silencio.
—Bueno... trataré de acercarme, pero ya no es como hace dos años, Mabel. No puedo lanzarme hacia él como lo hizo Max, sabes lo que pasó entre nosotros y por mucho que quiera regresar el tiempo para seguir con él, yo... ahh, ya lo hemos hablado, Mabel. ¡Simplemente no puedo!
Escuché pasos acercándose y de inmediato salí de la cocina por la puerta trasera y regresé a mi habitación. Una vez ahí, aseguré la puerta y miré hacia el frente. Estaba respirando muy rápido y mis pensamientos estaban disparados por toda mi mente. ¿Ella... acaso había dicho que quería seguir conmigo?
Caminé hacia la cama y me senté un momento. Miré mi reflejo en el espejo frente a mí y me di cuenta de que estaba sonriendo.
•••
Llegó la noche y era hora de estar en la fiesta de Lizzie. Mabel gritó mi nombre desde el auto y justo antes de bajar vi el brazalete plateado de la otra vez y no me pareció mala idea llevarlo conmigo. Me lo puse en la muñeca, me di un rápido vistazo en el espejo y bajé rápidamente.
Llegamos a la fiesta en un rato y vimos a muchas personas, habían bastantes amigos míos por todos lados y los saludé. Mabel iba detrás de mí en todo momento hasta que vio a unas amigas suyas en la parte trasera de la casa. Fuimos juntos y entonces escuché la voz de Lizzie.
—¡Dipper! —dijo animadamente. Volteé y la vi sonriendo, se veía bien, pero por alguna razón no me parecía tan radiante como siempre. Me abrazó fuerte—Me alegra mucho que hayas venido.
—A mí tambi...
Mabel tocó mi hombro en ese momento y yo giré para verla, cuando mis ojos se volcaron en la chica a su lado. Ambas saludaron a Lizzie.
—Lizzie, ella es ______ —la presentó Mabel. ______ estaba particularmente linda esa noche. Había algo en ella, aparte de su perfume que olía delicioso, que me agradaba seriamente. Se veía tan bonita—. Es una amiga mía que viene desde Arizona, espero no te moleste que la haya invitado. Y él es Max, otro amigo de Arizona también —señaló al castaño que apenas había visto.
Lizzie los saludó sonriendo contenta.
—Para nada, es bueno conocer más personas —sonrió—. Soy Lizzie, siéntanse como en casa y disfruten la fiesta.
No pude dejar de mirar a ______ aún cuando Max se acercó a mí.
—Hola, Dipper —me saludó animosamente. Chocamos puños y lo abracé.
—Creí que ya no te vería, hermano —sonreí—¿Dónde te has metido?
—He estado todo el tiempo en casa, mis papás y los de ______ están haciendo un papeleo para meternos a tu escuela, hermano —dijo alegre.
—¿Qué? —me quedé estupefacto, no podía creerlo—¿Me lo estás diciendo en serio? ¡Pero si ustedes viven en Arizona!
—Bueno, la vida da muchas vueltas y ahora vivieremos aquí. Mi familia y yo nos estamos mudando por un viaje de negocios de papá, y ______ por un rídiculo ascenso en el trabajo de su papá que los trajo hasta acá —Max me explicó—. Supongo que los mejores amigos están destinados cuando ni siquiera se separan por algo así.
Eso me pareció cursi pero no se lo dije así que sólo sonreí. Max me parecía un buen tipo con un gran corazón. Sin duda mi hermana era afortunada si es que seguía interesada en él.
—Hola —escuché una voz tímida a mis espaldas. Giré sobre mis talones y la vi, lucía muy fresca y alegre y eso me pareció bastante tierno.
—¡______! —no pude evitar mirarla con una sonrisa, realmente me parecía hermosa—Hola.
Ella puso un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—Uhm, Mabel me dijo que por aquí estaban los refrescos...
No reaccioné al principio pero luego capté lo que quería decirme. La tomé del brazo.
—Ven, yo te llevo.
Pasamos alrededor de varias personas hasta que por fin llegamos a la mesa de refrescos, serví uno en un vaso y se lo ofrecí. Ella lo cogió y le dio un pequeño sorbo pero de la nada, arrugó su nariz con disgusto.
—Dipper, creo que esto no es refresco —dijo extendiendo el brazo hacia mí. Lo tomé y, efectivamente, me había equivocado de bebida. Me sentí realmente tonto y me apresuré a servir un verdadero refresco en otro vaso.
—¡Lo siento! —me disculpé y de pronto escuché su risa. Era justo como la recordaba: delicada, muy suya y contagiosa. Reí también.
Por un momento se me olvidaron todas las demás personas. Ahí estaba ______, justo como la recordaba pero a la vez tan diferente. Me agradaba volver a verla... se sentía bien tenerla cerca de nuevo.
Sentí un brazo enredándose al mío y vi a Lizzie a mi lado. Mi sonrisa se fue curiosamente, me puse un poco tenso y noté que ______ también dejó de sonreír por un momento mientras Lizzie comenzaba a hablarme.
—Chicos, ella es Alex, mi hermana —dijo presentando a una pelirroja a su lado —. ¿La recuerdas, Dipper?
Claro que la recordaba, la del concierto.
Ella saludó con un movimiento de cabeza a _______ y a mí.
—Espera... —______ la miró fijamente, inspeccionando su rostro, como si tratara de recordar algo—¿De casualidad te apellidas Matthews?
Alex frunció el ceño y sonrió confundida.
—Sí, ese es mi apellido, ¿por qué lo preguntas?
De repente ______ dejó de sonreír y abrió los ojos sorprendida.
—¡Alex, soy _____ NorthWest! ¡La prima de Pacífica NorthWest! Nos conocimos en Gravity Falls hace dos veranos, ¿lo recuerdas? —parecía muy alegre de haberla encontrado.
Alex la miró mejor y ahogó un gritito al mismo tiempo que la jalaba para envolverla en un abrazo apretado.
—¡No puede ser! —exclamó—¡No puedo creer que seas tú, _____!
¿Se conocían? ¿De Gravity Falls? ¿Cómo es que yo..? Alto, ¡ahora lo recuerdo! ¡Alex era una de las amigas de Pacífica, claro! Había otra chica que también se juntaba con ellas pero Pacífica era la única desagradable de ese grupito. Por algo sentía que ya había visto a Alex en algún lado.
Lizzie miró confundida la escena pero no dejó de sonreír. Lo sé, que pequeño es el mundo.
Me alejé un poco para darles espacio y fui a buscar a Alec y Matías por el lugar mientras veía a Alex y _____ platicar muy animadas a lo lejos.