Borja
Odiar a la luna debería ser un delito, porque duele como la muerte. Quisiera no tenerle rencor pero me es imposible. Está en contra de mi naturaleza esa molestia que siento. Es tan natural como el odio que tengo contra los vampiros. Seré híbrido, pero hay cosas que no se pueden olvidar, menos ahora que también soy Guardián. La información se almacena como ráfagas de viento.
Las brujas y los vampiros se aliaron para deshacerse de Agatha, para que no invada sus territorios.
—A veces existen treguas raras —opino mirando al sangre pura que no me deja pasar.
—No tenemos nada en contra tuyo Guardián, pero recibimos información de que no deberíamos dejarte interferir.
Sonrío.
—Calculo que te lo habrá dicho un adivino.
—¡Oh! —expresa emocionado Ace —Necesito conocer a más como yo.
—Escucha Troy, no queremos problemas —indica Darren y me mira —. No querrás tener problemas con él, es peligroso.
—¿Por qué estás de su lado? —se queja Blake —Él te desprecia.
—Porque yo quiero las soluciones pacíficas —exclama alzando la cabeza el restaurador —. Ahora que sé que son una persona, no quiero que las voces mueran, voy a restaurarlas, merecen una oportunidad.
—Basta de charla —expreso dominante y miro al sangre pura —. Puedo irme utilizando mi poder o puedo patearte el trasero de cadáver viviente, ¿o prefieres la opción pacífica? Aunque tu hedor me irrite, tengo paciencia.
«Ni idea cómo». Expresa el instinto.
Los años querida parte de mí, los años y las personas.
«El civilizado le dicen ¿Por qué mejor no golpearlo? ¡Hay que ayudar a Agatha».
Ella no es débil.
«Touché, pero igual molesta la situación».
No quiero gastar energía, pero es cierto, estoy perdiendo el tiempo y ese se supone que lo controlo. Ya que el vampiro no se mueve de mi camino, decido tomar la opción dos, lo golpeo y rápidamente me voy. Necesito usar mi poder de Guardián para casos de emergencia y actualmente soy más fuerte, así que golpear a un Sangre Pura no es tan difícil ahora.
Me alejo del lugar y me dirijo hasta donde se encuentra Agatha.