Un año después:
Evanna:
—¿Sigues rechazando sus salidas?.—Me pregunta Hailee cuando corto la llamada de Cesar.
Estamos en una cafetería, solo las dos, ya que Freddy tuvo que ir a una entrevista de trabajo.
—¡Eva..!
—No estoy lista para salir con nadie, Hailee, ya te lo dije.
—Pero él es tan guapo.
Como si la belleza fuera eterna, aunque ese no es el punto, Cesar es un chico completo, vale, es atractivo, pero lo que me gusta es lo cómoda y feliz que me hace sentir a su lado.
Sin embargo...
—¿Qué te detiene?
Ni yo estoy segura que sea.
Suspiro.—Solo...
No encuentro la forma de cerrar la puerta que deje abierta.
—Aun no estoy lista.—Le repito.
Hailee me observa con una ceja alzada y deja caer los hombros, comienza a beber de su cappuccino.
—Solo digo que se puede llegar a cansar... Lleva tiempo insistiendo.
Sin darme cuenta estoy sonriendo.—¿Si, no?
Ella sonríe.
—Y te gusta.
Bebo de mi café ignorando sus palabras, tratando de ocultar en rubor en mis mejillas.
—A ti te gusta Freddy.
—No es lo mismo.
—Yo creo que es igual de extraño.
Esa relación es extraña, cuando dejaron de terminar y volver varias veces, solo quedaron como amigos, se dieron cuenta que no podía ser lo mismo y pasaron a los amigos con derechos, aunque ni Hailee ve a nadie más, ni Freddy hace lo mismo.
Como dije, son unos extraños.
—Estamos bien así, es una relación tranquila.—Me dice.
—Es lo mismo, solo que no se llaman "Novio" o "Novia"
—Por eso es excelente, Eviie.
Ruedo los ojos.
Mi móvil vuelve a sonar y observo su nombre, una sonrisa cruza mis labios.
—Dios... ¿Otra vez es él?
Aprieto los labios.—Solo voy a preguntar si pasó algo.
Hailee se resigna.—Vale, vale, no lo hagas esperar.
Me pongo de pie y contesto la llamada con una sonrisa.
(*)
—¡Estoy embarazada!
Debo admitir que no estoy sorprendida.
Tía Sarah luce emocionada, tío David luce sin palabras mientras Abril está contenta y Sawyer se esconde detrás de ella por miedo a la reacción de mi tío.
—Abril...¡Dios mío!.—Tia Sarah se le acerca y la rodea con un abrazo, Abril se ríe y se aparta, enseguida tía Sarah pone las manos en su vientre.—Pero, no se nota... ¿De cuánto estas, cariño?
Abril comparte una mirada con Sawyer.
—Tres meses, nos enteramos hace unos días, mamá.—Dice feliz.
—Dios mío... Voy a ser abuela.
—Y yo mamá.
Sonrio.
Me acerco a felicitarlos, nunca vi a Abril tan feliz y su esposo esta igual, aunque tenga miedo de mi tío.
—Papá..—Habla Abril.
Tío carraspea y sale de su shock, se pone de pie y Sawyer se tensa, pero Abril se coloca a su lado para evitar una tragedia.
—Papá..
—Felicidades, hija.
Tía Sarah está sorprendida, pero enseguida sonríe, yo también lo hago y Abril ríe al lado de Sawyer.
—Seré abuelo..—Pronuncia tío David y su expresión cambia al ver a Sawyer.—Gracias a ti Sawyer.
No sé si eso sonó un reproche o unas felicidades, al parecer a un es complicado para tío adaptarse de que Abril ya tiene una vida hecha con su esposo, los padres son celosos con sus hijas y tio David debe serlo más, considerando que desde que descubrió que Abril odiaba a los chicos, pensó que la tendría a su lado por siempre.
Claro, hasta que llego Sawyer y le quito a su pequeña hija.
Observo como felicita a ambos, observo como esta y ahora mi pequeña familia, comienza a crecer.
(*)
Los golpecitos en mi puerta me hacen girar.
Abril está de pie observándome con una sonrisa.
—Hola...
Fuerzo una débil sonrisa.—Hola.
Me hace una señal para poder pasar, asiento con la cabeza.
—¿Cómo estas..? No hablamos como antes..
Desde nuestra discusión sobre Mathew, no lo hemos hecho, no hemos vuelto a ser unidas como antes.
—Bien.. ¿Y tú?
—Embarazada.
Me rio.
—Escucha... Sawyer tiene que ver algunos asuntos del trabajo mañana, pero volverá en la noche.
Abril y Sawyer se quedaran con nosotros hasta que la bebe o el bebe nazca, aunque probablemente se quedara un año más que ese, al menos hasta que tía Sarah pueda enseñarle a Abril o en caso de que se dé, hasta que acabe su depresión post parto.
Tía Sarh dice que todas las mujeres sufren por eso, pero está mucho más preocupado por como lo vaya a tomar Abril.
—Y necesito ir a ver algunas cosas de maternidad al centro... ¿Te gustarías ir conmigo? ¿Cómo antes..
Abril intenta recuperar nuestra amistad y ya ha sido demasiado tiempo alejado, supongo que es una puerta más que debo cerrar, aunque la principal siga abierta.
—Me gustaría ir.
Una sonrisa cruza los labios de Abril.—Gracias..
(*)
Voy a la universidad el sábado por unos permisos que necesito para el trabajo que solicite y aunque me hicieron esperar en la sala de espera de la facultad, finalmente me lo otorgaron.
Antes de irme me acerque al panel con el listado de trabajos disponibles que nos dispone la universidad y cogí un par de folletos para mí y para Hailee.
Cuando me di la vuelta para salir, lo vi.
Y él me vio a mí.
Mi mundo se vino abajo por un momento.
Mathew estaba aquí.
Saliendo de la oficina del rector y estaba tan llena de sorpresa que no note el nudo de mi garganta, el no aparto los ojos de mí y no sé si estaba sorprendido de verme o por mi cambio de look.
Si bien seguida vistiendo con mi ropa cómoda, mi cabello ya no era el mismo, lo traía más largo, por debajo de los hombros y a la altura de los pechos, además el color ahora era rubio.
Para mi sorpresa, mis pies no se movieron, pero los suyos sí.
Me examino por un momento y note que llevaba unas hojas en las manos, probablemente esté haciendo tramites, Mathew desapareció un año completo sin dar explicaciones, incluso a pesar de llamar y llamar y volver a llamar.
El solo desapareció de la universidad y de mi vida.
—Hola..
No respondí.
Sus ojos me observaron largo rato y volvió a hablar, al darse cuenta que yo no diría nada.—Evanna..
Parpadee, no puedo creer que lo tenga delante de mí.
—¿Podemos hablar?
Su voz hasta sonaba en ruego y no lo entendía, no era el Mathew que yo recordaba.
—Desapareciste un año.—Murmuro.
Su mirada se mantiene sobre la mía.
—¿Crees que tienes el derecho de pedirme eso?
—No.—Me responde.—Pero quiero esa oportunidad.
Y como antes, se la di, le di otra oportunidad.
(*)
Desde que llegamos a una cafetería y hicimos nuestro pedido a la camarera, ninguno hablo, aunque fue poco tiempo, yo no tenia nada más que decir, aunque en el fondo quería gritarle con todas mis ganas.
—Tú cabello es rubio ahora.
Necesitaba un cambio y creí que así lograría cerrar todo en mi vida, no funciono.
—Te queda bien..
Los recuerdos me regresan a la mente y estoy sorprendida.
"No es tu color".—Eso dijo la última vez y yo tuve que preguntárselo, esta vez es diferente.
—Me gusta.
Mis mejillas se acaloran.
Trago saliva y voy de frente.—¿Dónde estabas?
Mathew no responde y siento que volvemos a lo mismo de antes.
—¿Por qué desapareciste?
—Dijiste que debía sanar solo, que no podías ayudarme.
Aun así...
—Eso hice y estoy en tratamiento ahora.
—¿Tratamiento?
—Un jodido grupo de ayuda.
Ese si es Mathew Vance..
Esperen.. ¿Grupo de ayuda?
—¿Y te a ido bien?
—Se podría decir que sí.
Nos miramos a los ojos y no dejo de estar sorprendida por la naturalidad de responderme, algo que no tenía antes.
Mi teléfono comienza a sonar.
—Lo siento, yo..
No dice nada y cojo mi teléfono.
Llamada entrante- Cesar..
Aprieto los labios y levanto la mirada a Mathew, apago el teléfono y sigo escuchándolo.
—¿Quién era..?.—Pregunta interesado.
—Un amigo.—Solo respondo evitando su mirada.—Mi amigo..
Mathew guarda silencio.
—¿Y.. Te gusta?
Levanto la mirada, mis labios se separan, pero no digo nada.
Si, Cesar me gusta.
—Eso es un si.—Sonrie Mathew bajando la mirada.
—Mathew..
—¿No has salido con nadie desde que me fui, Eva?
No, no lo he hecho.
—¿Por qué?
—¿Cómo puedes preguntarme eso?.—Le suelto con la garganta apretada.
El no responde, su mirada se pierde y nos mantenemos en silencio mientras yo trato de averiguar que es todo esto.
De pronto, vuelve a hablar dejándome sin palabras que decirle.
—Deberías contestarle.
—¿Eso crees que debo hacer?
—Eso es lo que quieres hacer.
Me quedo helada.
—¿No es así?.—Insiste.
¿Por qué puede ver a través de mí?
—Aun no estoy lista.
—Si lo estas.
Mis ojos se abren.
—No te detengas por mi.—Me interrumpe.—No lo hagas, Evanna.
Todo este tiempo he retenido lo que siento por él, es por eso que no puedo avanzar, porque en el fondo de mi corazón esperaba este día.
Tenía la esperanza de que ocurriera, pero Mathew, sus pensamientos son diferentes.
Nos interrumpe la camarera trayendo nuestros pedidos y después de esos pequeños diálogos, todo resulta mejor.
Es la cita que siempre debimos tener.
(*)
—Tengo que irme.—Me dice al salir de la cafetería.—Me gusto verte.
Trago saliva.
—Yo también debo irme.—Señalo detrás de mí.
El me observa por última vez, como si quisiera grabarme y me da una sonrisa larga antes de empezar a caminar lejos de mí, siento el corazón apretado y los ojos me arden.
Comienzo a marcharme igual que él hasta que lo escucho, solo al dar unos tres pasos.
—"Te amo"
Mis pies se detienen y me quedo helada, de todas las palabras, no se me ocurrió jamás esas dos.
Me vuelvo hacia él y Mathew llega hasta mí, se pone delante de mí, examinándome con sus ojos marrones.
—Dijiste que todos necesitábamos que nos amen, Eva.—Me dice y mis ojos no pueden estar tan abiertos.—Y tú mereces escucharlas también.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
—Necesitabas saber que yo te amé, en ese momento.. Cuando dijiste esas palabras.. Yo tambie,"Yo te amo".
Las lágrimas caen por mis mejillas y me las limpio.
—"Te amo, Evanna"
Su mirada ya no es fría, ya no es como ese chico que conocí, es otro, es un chico capaz de decirme lo que sentía por mí esa noche.
De compartirme y decirme que él también me amaba.
Rayos, Mathew, te has tardado..
Pero gracias, gracias por esto..
Sonrio con los ojos borrosos por las lágrimas.—¿Ha sido difícil decírmelo?
Mathew se acerca a mí y me sonríe.
—No, ya no.
Mi corazón se acelera y también dibujo una sonrisa en mi rostro, entonces comprendo que esto era la que necesitaba para avanzar, para cerrar la última puerta que quedaba abierta.
Y así empezar de nuevo.
—Gracias.—Pronuncio con voz rota.—Gracias por esto, Mathew..
El me observa en silencio.
Sus labios vuelven a separarse.
—Gracias a ti, Evanna.
Nos miramos por última vez y todos mis hermosos recuerdos a su lado regresan a mi memoria, Mathew acerca su mano a mi rostro y lo limpia con sus dedos fríos en silencio.
Trato de no llorar, pero me es imposible, mucho más cuando me está tocando, pero entonces llega ese momento.
Sus dedos me sueltan.—Debo irme, Evanna.
Respiro despacio y asiento.
—Yo también.—Menciono.—Tengo...—Me muerdo el labio.—Tengo que hacer una llamada.
Sus ojos se abren y enseguida sonríe, al igual que yo lo entiende perfectamente.
Esto era lo que necesitábamos.
—Adiós...
—Adiós, Evanna.
Me muerdo el labio para no llorar más y me quedo ahí de pie, viendo cómo se marchar, trato de controlar mis lágrimas y me giro cuando ya no está.
Cojo el teléfono y me doy la vuelta para empezar a irme de ahí.
Cesar no tarda en responder y mis pies se detienen, trato de que mi voz no se escuche tan rota y así no preocuparlo.
—Evanna..
Una sonrisa cruza mis labios al escuchar su voz.—Hola.. Cesar..
Estoy nerviosa..
—¿Aún está en pie llevarme a comer hamburguesas?.—Pregunto esperando que no sea tarde.
Hay silencio al otro lado de la línea.
—Cesar..
—¿De verdad?.—Su tono de sorpresa me hace reír.
—Sí, me gustaría salir contigo.
Mathew Vance había venido a cerrar nuestra historia, a cerrar la última puerta y yo estaría infinitamente agradecida con él.
Él fue mi primer amor, mi primer beso y mi primera vez y yo a su vez, fui la primera chica a la que amo.
Esas cosas no se olvidaban, pero teníamos que seguir adelante.
Y ahora él estaba bien, había logrado continuar y gracias a eso sentía que podía seguir su camino.
Era hora mi turno de avanzar, al igual que él.
-FIN-
Muchas gracias por leer "My Dignity has died for you"
Ha sido un camino medianamente corto, aunque largo por los largos lapsus que deje de actualizar.
Lo siento por eso, otra vez, pero estoy muy agradecida de que continuaran aquí a mi lado.
En cuanto al final.
Yo lo dije desde un inicio y también casi al acabar, esta es una historia donde ambos tenían que sanar, esa era la historia primordial.
Mathew logro sanar, logro realizarse y es hora del turno de Evanna.
Es la historia #19 que termino y nos quedan muchas más por acabar, como siempre agraderles a ustedes por cada leída, voto o comentario, jamás los pido, pero están ahí y me emociona cada uno de ellos.
Amo que interactuen conmigo , tengo la suerte de tenerlos, muchas gracias por llegar hasta aquí conmigo, de todo corazón.
Gracias por todo.
Nos leemos en la curiosidades.
>>Yiemir.