Evanna:
El teléfono de la casa vuelve a sonar y soy yo quien contesta, pero no hay nada al otro lado de la línea.
Cuelgo e ignoro la llamada y subo a seguir arreglándome.
El día de la boda llego y fuera de la casa hay una hermosa limusina esperando por mi prima, ella por su lado esta con los nervios de punta y más con cada indicación que dan mis tíos, pero también esta hermosa y radiante en ese largo vestido blanco con cola, encaje para agregar y nunca imagine a mi prima Abril usando uno, ahora no me sorprendería que debajo también tenga un conjunto de encaje para la noche de bodas.
Aunque por lo visto ya la adelantaran hace tiempo.
—¿Cómo me veo?
Tía Sarah con los ojos repletos de lágrimas, le responde.—Bellísima.
Abril sonríe y pide me opinión.
—Lo mismo que tía Sarah.
—¿Y qué hay de ti, papá?
—Bella.
Abril sonríe y veo las lágrimas deslizarse por sus mejillas.
—No, Abril, malograras el maquillaje.
—Solo.. lo siento...necesito espacio.—Dice levantando el vestido y subiendo las escaleras.
—¡Abril, malograras el vestido!.—Le grita tía Sarah.
—¡No puedo hacerlo!¡Solo dame unos minutos!
Escucho como cierra la puerta de la habitación y tía Sarah sube corriendo, tío David suspira y yo sonrio, mi teléfono suena con la alerta de mensajes.
—¿Quien es..?.—Pregunta Tío David.
—Mis amigas..
—¡Abril, sal de ahí!
—¡Necesito unos minutos, mamá!
Tio David y yo nos reímos otra vez.
—¿Crees que pueda adelantarme?.—Le pregunto.—¿Es que quede con las chicas?
—Claro, te veremos allá.
—Gracias.—Digo y le beso la mejilla, antes de salir escucho a Abril y tía Sarah seguir con su discusión.
—También me da gusto verte...
(*)
—No me gustan las ceremonias.—Confieso, Mathew me escucha atento a mi lado.
Estamos en su coche y él ha estado manejando sin rumbo, dando un paseo, finalmente se detiene cuando vamos por unas hamburguesas al mismo lugar de la otra noche, aunque esta vez él se pide unas papas.
—Pero debo ir... —Menciono.—Solo a la recepción.
El me da una mirada larga y arranca el coche, finalmente conseguí que fuéramos, aunque probablemente me reciba un grito por no haber asistido a la ceremonia.
Cuando llegamos me quedo sorprendida, porque la recepción es mucho más grande de lo que yo esperaba, además tiene un gran estacionamiento afuera junto al igual de grande jardín, dejo de admirar todo y bajo del coche al mismo tiempo que él, lo espero cuando se acerca a mí y noto que el traje le queda muy bien a una persona tan alta como él.
Otra vez me hace ver pequeña.
Me mira a detalle y desde que nos vimos, es la primera vez que observa mi vestido largo ciruela.
—¿Qué?.—Pregunto con una sonrisa.
—No es tu color.
Mi boca se abre.
—¿No?
Él sonríe y se adelanta, corro hacia él y tomo su mano, me sorprende que no se retire, pero lo acepto y mi interior se siente emocionado.
Ingresamos por la puerta principal y a los dos minutos todo se desata cuando la mirada sonriente de prima Abril pasa de mi a mi pareja.
Su rostro se transforma y ella le dice algo a su ahora esposo, ambos rápidamente se acercan a nosotros.
—El reencuentro del ciclo.—Menciona Mathew y me vuelvo hacia el confundida.
—Prima Abril.—intento hablar para felicitarla, pero ella se adelanta.
—¿Qué haces aquí?
—También me da gusto verte.