Varias semanas pasaron desde esa salida en el bosque. Masky se molestó con Toby por haberme sacado de la cabaña sin permiso, pero luego admití que fue mi culpa. Pobre Toby, él quería divertirse un poco. Los Proxys se habían ido a su cabaña junto con Slenderman, no tan lejana de la nuestra y no los volví a ver.
Estaba algo triste, no tenía buenas relaciones con los que viven aquí. Salvo Jeff y Sally, pero ella anda muy metida en sus peluches y con Ben. Nina no es de dirigirme la palabra si no es para alguna burla o preguntarme sobre mi hermano, y pues Ben iba y venía constantemente.
Luego está Eyeless Jack, que no es muy fanático de la charla. Solo come riñones y deja sangre por todo el piso.
Dejando ese tema a un lado, Nina y Jeff me ayudaron a mejorar, sabía cómo defenderme tanto cuerpo contra cuerpo como con cuchillos. Este último no lo manejaba del todo bien aún, pero estaba progresando...
La primera vez me corté yo misma, fui la burla del día.
Ahora estábamos entrenando Nina y yo, mientras Jeff observaba meticulosamente. Debo admitir que los años han hecho mejorar mucho a Nina con Jeff a su lado como "maestro".
Ella vino hacia mí con una rapidez envidiable, yo me preparé con el cuchillo en una mano y fui directo a su brazo, pero me finteó y abrió una nueva herida en mi hombro derecho con su puto cuchillo de carnicero.
Maldije y le resté importancia a la herida. Lo aprendí estos últimos entrenamientos; si pensaba en el dolor nunca me concentraría en la pelea.
-Andas lenta hoy, _____. ¿Tienes miedo de Nina?-preguntó Jeff con aire burlón.
-Claro que me teme, mira su carita de perro mojado jjajajajajaj-respondió ésta jugando con su cuchillo-. Ya terminamos por hoy, estás cansada.
Tras decir eso, se dio la vuelta y caminó hacia mi hermano, con un paso seguro y animado. Me molesté, apunté en dirección a su cabeza y lancé el cuchillo con agilidad. Sin embargo Nina se giró al segundo y atrapó con su boca el cuchillo que Jeff me había prestado para entrenar. Se lo sacó de la boca y un leve hilo de sangre se deslizó por su mandíbula.
-Casi, pero no ha sido una mala idea-respondió con sinceridad, lamió la sangre del filo y le entregó el cuchillo a Jeff.
Suspiré y miré la herida que tenía. No era grave, así que solo debía desinfectarla.
Jeff carraspeó un momento y se acercó a mí con el cuchillo en la mano. Lo miré, algo curiosa y confundida a la vez.
-¿Qué ocurre?-pregunté mirando el cuchillo.
-Hoy se irán Nina y tú, y creo que deberías tener algo con qué protegerte. Nina hará de las suyas como arreglamos, y tú tendrás que hacer lo mismo.
Seguido de esto, me dio el cuchillo que había estado utilizando para entrenar. Lo miré sorprendida, y examiné mi nueva arma.
-No eres una The Killer y nunca lo serás. No malinterpretes mi obsequio, mocosa-y revolvió mi cabello, desarmando mi coleta.
Asentí con una sonrisa amplia en el rostro y me quedé con el regalo. Se sentía bien el tener un arma para defenderme. Cuando ocurrió lo del bosque, me sentí indefensa a pesar de tener a Toby ayudándome, pero necesitaba algo con lo que yo pudiera sentirme segura.
La puerta sonó tres veces seguidas y fui a abrir. Una figura más alta que el marco de la puerta se hizo presente, con los Proxys detrás suya. Me hice a un lado y dejé pasar a Slenderman con sus acompañantes dentro de la cabaña. Hoodie saludó con un gesto de su cabeza, Masky se posicionó a su lado y luego estaba Toby, tocando una y otra vez el hombro del mayor con gracia. Podía oír sus susurros de "Hey, Masky. Hey, Masky. Hey, Masky" constantemente, e hizo que me sacara una sonrisa del rostro. Masky no lo miraba, seguía derecho y guardando silencio.
-Qué agradable visita, ¿para qué vinieron esta vez?-interrogó Jeff a los Proxys.
Masky le dio un zape en la espalda a Toby, haciendo que su cuerpo enfermizo se desequlibrara y casi cayera, pero se sostuvo.
-Vinimos a despedirnos de _____ y Nina, por lo que tenemos entendido se irán en la noche-mencionó Masky y nos miró a las dos-. Esperamos que sean útiles allí dentro.
-¡Claro que sí! ¿Por quién me tomas, Masky? ¡Hasta puedo ser mejor que tú!-Exclamó y lo señaló con el dedo, y una risilla burlona siguió después.
-Los juguetes de Jeff no me interesan, así que guarda silencio-dijo en un tono seco, haciendo que Nina dejara de reír-. Queremos saber si _____ está preparada para enfrentar lo que habrá allí.
Jeff asintió con la cabeza y sonrió brevemente. Miré de reojo a Nina, quien estaba con sus brazos cruzados y en un extraño silencio. ¿Era el juguete de Jeff?
-Tuvo al mejor asesino para enseñarle, ¡está más que preparada!
Masky asintió y se acomodó en el sofá como si fuera su propia casa, Hoodie lo imitió y Ticci-Toby se acercó estrechando su mano.
-Tiempo s-sin vernos, ¿a-ahora tie-tienes un ar-arma?-preguntó mirando el cuchillo que tenía.
Jeff me había comentado que cuando alguien lo llama Ticci-Toby es más como un objeto de burla. Quedé boquiabierta y no dije nada al respecto, ahora debía decirle Toby para no causarle problemas.
-Sí, la llevaré al castillo de Zalgo por si necesito defenderme. ¿Tú como has estado? Creí que vendrías a vernos de nuevo.
En esto, Masky interrumpió con humor.
-Toby no paraba de tartamudear cada vez que venía. Creímos que si se quedaba en casa dejaría de hacerlo, ¡pero siempre que venimos para aquí le agarran esos tics!
Toby parecía avergonzado y se rascó su cabello, mirando a un costado. Jeff y Nina subieron a su habitación, sería mejor no ir a molestar y Slenderman se podía camuflar como una columna. Estaba allí solo para acompañar a sus Proxys. Miré a Toby y me reí para aliviarlo.
-No tiene nada de malo, no es algo irritante sus tics. ¿Verdad, Toby?
Me miró sorprendido y luego rio más animado.
-¡Eso e-es ci-cierto!...Al-al menos eso-eso creo...
Y nuevamente parecía incómodo. Este chico tiene serios problemas. Lo tomé del brazo y subí las escaleras seguido de él, lo llevé hasta mi habitación y lo hice pasar.
-Mm...n-no e-eres tan d-desorde-denada-comentó observando el cuarto.
Y era verdad, mi habitación a comparación de la de Jeff o Sally, era la más normal. No tenía nada tirado, o sangre, o muñecas decapitadas.
-Bueno aún no me he vuelto loca como la mayoría-comenté y cerré la puerta-. ¿A ti qué te pasa? Estás nervioso, o más bien incómodo.
Toby se sentó en mi cama y miraba todo con un aire curioso.
-No t-tengo nada...s-solo es-estoy p-p-preocupado.
-¿Preocupado por qué?-pregunté y me senté a su lado, pero él se apartó unos centímetros de mí.
-Masky d-d-dijo que yo era p-p-peligroso pa-para ti. Q-que por m-m-mi culpa ca-casi te atrapan e-esa vez...-Y bajó su cabeza, entristecido.
Me daba mucha pena, era como si hubiesen castigado a un niño pequeño por desobedecer a sus padres. Su mano estaba temblando de los nervios y su pierna temblaba junto a ella. Suspiré y le tomé la mano con cuidado de no sobresaltarlo, él podía cambiar de emociones constantemente, al menos eso me dijo Sally. Toby me miró, sorprendido y su ojo no dejaba de tiritar, lo podía ver a través de sus googles.
-No fue tu culpa, Toby. Mírame, estoy bien.
-¡Cla-claro que no lo fue!-Comentó, exaltado y sarcástico-
-¡Toby! En serio, estoy bien y lo estaré cuando me vaya-susurré más tranquila, y con una pequeña sonrisa-. De veras, no te preocupes.
Guardó silencio un momento y me observó, sin decir nada más. Sus dedos temblaban entre los míos pero no apartó su mano, lo que me hizo sentir más tranquila. La habitación estaba en silencio, tampoco había alguien en los pasillos que causara estruendos. De la ventana se sentía pasar un aire fresco que inundaba poco a poco la habitación, y movía los mechones de cabello desordenados de Toby.
No pude evitar sonrojarme, no porque Toby sea el típico chico apuesto. Es más, es alguien enfermo, su cuerpo descuidado no se asemeja al cuerpo trabajado de Masky o mi hermano, pero su personalidad le daba un toque tierno. Se rio, nervioso también y vi que se desajustaba su bozal.
-¿Por qué te quitas el bozal?-pregunté con cierto humor en la voz.
Pero no contestó, solo se lo quitó sin más, dejando ver una parte cosida de su boca, cubriendo su mejilla. Sin embargo no me causó impresión alguna, Jeff le ganaba por mucho a ese simple corte.
-No te queda tan...
...No pude terminar la frase, ya que Toby se inclinó a mi rostro y me calló con un beso suave y tímido en los labios. Nunca había besado antes, en el internado nadie se me acercaba con esas intenciones. Nerviosa intenté seguírselo, cerré los ojos y me dejé llevar poco a poco en ese beso. Sus manos se acercaron a mi cintura y me encerraron en un abrazo contra su pecho, sin apartar sus labios de los míos.
Suspiré y subí mis manos por su cuello, enredando su cabello entre mis dedos y acercando más su rostro al mío, si eso era posible. Toby estaba profundizando el beso, hasta que alguien entró de un portazo a mi habitación, soltando una carcajada y arruinando por completo el momento entre nosotros.
Nos apartamos rápidamente, mirando hacia abajo.
-Vaya, vaya. Toby, ¿querías tener a mi hermanita entre las mantas? Qué indebido... Mira si te daban eso t-t-tics en pleno acto jejejejejejej.
Toby no dijo nada, simplemente se acomodó el bozal y cubrió su cicatriz. Yo suspiré y miré a Jeff, intentando ocultar mi vergüenza.
-Jeff, detente ya. ¿Qué venías a buscar?
-Nada, simplemente venía a ver cómo estabas. Pero estás de maravilla jejejejej.
Le lancé un almohadón directo a su cara. Éste lo esquivo haciéndose a un lado como si nada, y rio nuevamente.
-Bien me iré. Baja en un rato, _____. Y tú Toby, intenta no hacer cagadas, sabes de lo que hablo jejejejeej
-¡JEFF YA VETE!
Mi hermano se retiró y yo suspiré. Ese beso... me había provocado un cosquilleo cálido por todo mi cuerpo. Jeff, me cago en ti.
Toby carraspeó y lo miré, ya se había puesto el bozal y acomodado un poco más el cabello. ¿Qué podía decirle? No me había pasado algo así nunca.
-Yo... I-iré con-con M-M-Masky y los d-de-demás. A-así t-te pre-preparas.
Iba a responderle pero no esperó que lo hiciera. Se fue rápidamente y cerró mi puerta detrás, dejándome con las palabras en la boca.
Me levanté con desgana y me fui a duchar. Me despejé con el agua fría recorriendo mi cuerpo y luego me vestí normal y cómoda, por si necesitábamos luchar apenas llegar al castillo. Sí, eso era probable.
Bajé cuando el cielo comenzaba a oscurecerse. En el salón estaban Nina y Jeff, aparentemente en una discusión muy fuerte. Los Proxys estaban apartados, Ben desapareció estos días y Sally abrazaba su peluche, mientras jugaba con Hoodie.
-¿Qué ocurrió?-pregunté en un susurro. Nunca había visto a Nina molesta.
-Jeff es alguien temperamental, Nina lo saca de quicio a menudo, pero cuando ambos se pican entre ellos surgen estas discusiones-respondió Masky.
Nina le dio un empujón a Jeff, pero él no se movió de su lugar. Tomó a Nina por el cuello con rabia y la acercó a su rostro, con una expresión completamente fuera de lugar... Una mirada sádica y descontrolada. Nina comenzó a reír a carcajadas a pesar de que mi hermano la estaba estrangulando. ¿Qué tipo de amor es este?
De la nada Slenderman apareció detrás de ellos dos. Jeff lo miró, con una sonrisa tan amplia que hizo derramar sanre de sus cicatrices. Entonces el rostro de Slenderman se abrió, formando una espantosa boca, gigante y llena de colmillos, largos y puntiagudos...junto a un grito desgarrador que hizo aturdir hasta a la pequeña Sally. Todos nos cubrimos los oídos, salvo los Proxys. Jeff soltó a Nina y ambos se cubrieron los oídos también, hasta que la boca de Slenderman volvió a cerrarse y éste quedó de pie, sin hacer nada más.
Nina recuperó el aire y se cruzó de brazos, yendo hacia nosotros y con la mirada ida en algún vago recuerdo. Yo no la miré demasiado, no quería que volviese a enfadarse, y esta vez conmigo.
Jeff chisqueó la lengua y pasó de su compañera por completo, rodeándome los hombros y dedicándome una sonrisa amplia.
-¿Tienes todo lo que necesitas?
-Sí-respondí sin más-. Con el cuchillo ya tengo todo, lo demás no lo veo necesario.
-De acuerdo. Slenderman les abrirá el portal hacia el castillo de Zalgo, Nina y tú deben tener cuidado. Liu es inteligente y lo sabes, así que trata de que no sospeche nada de nuestro plan.
Asentí y le sonreí, decidida y segura. Todo saldría bien, sólo tendríamos que atacar a Zalgo estando cerca suya, y de allí todos ganaríamos.
Toby se acercó, dubitativo. Seguramente no sabe qué decir, como yo tampoco sé. Los demás guardaron silencio, seguramente porque Jeff les habrá contado su imprevista visita a mi habitación.
-...De-debes tener c-c-cuidado... Cui-cuidate has-hasta q-q-que llegue nu-nuestra hora de i-ir a buscar-carlas.
Sonreí y le di un golpe suave en su hombro.
-No seas tonto, podré cuidarme. Les diremos cuando tengan que ir hasta allí, pero quizás tome algo de tiempo.
Asintió y se quedó al lado de Masky. Slenderman nos miró a Nina y a mí, nosotras ya estábamos listas para partir. Nos tomó a ambas por nuestros hombros, y Nina interrumpió antes de partir.
-Si necesitas ayuda, puedo regresar-susurró con cierto malhumor en su voz.
Jeff la miró, enarcó una ceja y ladeó la cabeza con una media sonrisa asomando.
-Soy el jodido Jeff the Killer y no necesito la ayuda de nadie.
Su egocentrismo hizo reír a Nina, y de repente todos desaparecieron de nuestra vista. Ambas nos miramos, sin entender qué ocurrió...
Al girar, vimos la entrada de un gigantesco castillo.