La siguiente noche estaba allí también. Pero se mantuvo alejado, su rostro era sombrío, parecía enfadado.
Esta vez me tocó recoger las bebidas y así lo hice. Unas manos en mi cintura me distrajeron me giré convencida que era él.
-Pensé que estabas...- cuando me crucé con aquellos ojos no pude seguir hablando.
-¿Qué pensaste?- preguntó con su asquerosa voz.
-¿Qué... qué haces aquí?- tartamudee. Mi cuerpo se tensó completamente.
-Amor ¿Creíste que no volvería?- me acercó a su cuerpo, otra vez estaba pasando, otra vez el miedo me invadía, otra vez Peter me controlaba- Iremos a un lugar más tranquilo- ordenó, lo miré y negué con la cabeza- Sabes que no dudaré en hacerte daño- dijo haciendo presión con sus manos.
Caminé y él me siguió hasta salir al callejón que siempre me hacía sentir segura pero esta vez no.
- Lindo lugar- susurró mirándolo- ¿Te dije que estás hermosa?- preguntó acercándose nuevamente.
-¡Aléjate!- exclamé.
-Oh linda, como me gusta cuando te haces la difícil- volvió a acercarse.
-Vete, no quiero verte nunca más- dije seria, enfrentando su mirada.
-No lo comprendes ¿No?- preguntó con una maliciosa sonrisa- No me interesa lo que tú quieras- su cuerpo cada vez estaba más cerca del mío y aunque intenté alejarme él me acorralo contra la pared- yo quiero seguir contigo.
-Yo no- hablé segura.
-Maldición Kat- dijo tomando mi brazo fuertemente- ¿Debo lastimarte?
-¡Basta!- exclamé- No puedes controlarme, no puedes amenazarme por no querer estar contigo, eres un asco, te odio...- no pude seguir hablando, un fuerte dolor en mi mejilla no me dejó. Mi cuerpo se tensó, lo había hecho, otra vez lo había hecho sin ningún remordimiento.
El miedo me invadió por completo, creí que si lo enfrentaba se alejaría, creí que no se atrevería a tocarme otra vez, sin embargo lo acababa de hacer ¡Maldición! Mi cuerpo temblaba a más no poder y de mis ojos comenzaron a brotar lágrimas sin parar.
-Haces las cosas tan difíciles, Kate- dijo nuevamente acercándose a mí- Supongo que entenderás que haremos lo que yo diga ¿Verdad?- asentí con miedo y él comenzó a acercarse.
Me iba a besar y yo no podía detenerlo, mi cuerpo no se movía y aunque pudiese hacerlo no me convenía, acababa de demostrarme que no dudaría en hacerme daño. Cuando sentí sus asquerosos labios sobre los míos sólo quise golpearlo, mi estómago se revolvió del asco, realmente sabían mal. Tomó mis manos y las puso en su cuello
-Así me gusta- susurró sobre mis labios- Sigues siendo tan ardiente- mis lágrimas seguían saliendo, sus labios seguían moviéndose sobre los míos, mi cuerpo temblaba y simplemente no reaccionaba. Su mano recorrió toda mi anatomía, pasó por mi trasero, mis pechos y mi zona intima, sentía asco, sentía que me estaban violando y mi cuerpo no podía reaccionar- Iré al baño y nos iremos ¿Okey?- negué con la cabeza- Sabes que no te lo estoy preguntando- besó mis labios otra vez- Ya vuelvo, no te muevas- se fue.
¿Cómo iba a moverme? Mi cuerpo temblaba, mi corazón latía sin parar, las lágrimas seguían saliendo. Quería correr, quería gritar pero no podía hacerlo. Mi rostro dolía, dolía mucho.
-Podrías habérmelo dicho- escuché su voz y sentí que podía esquivar el hecho de irme con Peter, él podría salvarme. Lo miré por un segundo... se lo veía furioso, me giré no podía dejar que me viera, que viera mis lágrimas, que viera mi seguramente colorado rostro- ¿Por qué ponías excusas si sólo querías estar con él?- siguió enfadado mientras se acercaba, mi vista estaba clavada en el piso, seguía temblando pero él parecía no notarlo- Primero la edad, luego que era famoso, luego que salgo con alguien diferente todos los días- hablaba molesto- ¡Excusas, sólo excusas!- exclamó- Simplemente estabas con otro... y no sólo con otro- su voz aumentaba de volumen en cada palabra- Con el idiota que te lastimó- ¿Qué mierda estaba diciendo?- ¡Maldición Am, creí que eras más inteligente!
-Cállate- pude pronunciar. La ira me invadió.
-¿Qué me calle?- rió sarcásticamente- ¿Qué mierda te sucede Kate? Ese idiota te lastimó ¿Y ahora lo besas?
-No entiendes nada- susurré.
-¿No entiendo?- preguntó irónico- Te vi Kate ¡Qué idiota fui! Ayer creí que te había salvado y parece que no ¡Maldición Kate mereces más!- Alcé la mirada con furia, mi cuerpo seguía temblando, mi mejilla ardía como mil demonios, el miedo seguía intacto y ahora la humillación también.
¿Qué mierda le pasaba? ¿Acaso realmente creía que hacía esto porque quería? Su rostro se transformó en segundos, la preocupación invadió sus facciones.
- Mierda- susurró acercándose a mí- ¿Él... e... él te hizo esto?- tartamudeó mientras tomaba mi rostro con delicadeza, mis piernas dejaron de funcionar y casi caigo en el piso, los brazos de Harry me sostuvieron con firmeza.
-Ayúdame- le pedí entre sollozos.
-Maldición Kate ¿Qué está sucediedo?- preguntó. Mis piernas volvieron a reaccionar y pude sostenerme por mis propios medios- ¿Quién mierda es? ¿Por qué te hace esto?- sus brazos me rodearon y los míos rodearon su torso hundiéndome en su pecho, mi cuerpo temblaba sin parar.
-Me quiere llevar- mis lágrimas no dejaban de salir- Él me quiere llevar Harry, ayúdame- sus brazos hacían cada vez más presión sobre mí- Tengo miedo- se separó unos centímetros de mí y tomó mi rostro en sus manos.
-Tranquila- susurró- Aquí estoy, nadie te hará daño.
-Pero...
-Pero nada Am- dijo seguro- No tengas miedo, nada pasará.
Volví a hundir mi rostro en su pecho y él me sostuvo entre sus brazos. La puerta se abrió y mi cuerpo, junto con el de Harry, se tensó. Me puso en su espalda sin soltarme y se enfrentó a Peter.
-Vete- le ordenó con voz segura.
-¿Tú otra vez?- habló él idiota de Peter.
-Juro que si no desapareces en este mismo instante te mataré- Harry se alejó un poco de mi para enfrentarse a él, sus manos hechas puños amenazaban con golpearlo.
-Aléjate rulitos- habló Peter con aires de superioridad- Kat está conmigo.
-No te acerques a ella -lo amenazó. Pero él pareció no escucharlo porque quiso acercarse a mi, Harry reaccionó rápidamente y golpeó el rostro de Peter, él lo miró sin poder creerlo y le devolvió el golpe ¡Maldición!
Grité para que se detengan pero no lo hacían. Jack apareció con Nick y Tom y juntos los separaron. Otra vez había quedado estática.
-¿Estás bien?- Preguntó Harry acercándose a mí.
-Llévame a casa- supliqué.
Me llevo hacia un auto, por suerte lo tenía... no sabría si llegaría a casa caminando. Lo observé, observé detalladamente su rostro mientras manejaba. Su expresión era extraña, había algo de furia, mezclada con tristeza y preocupación, tenía un pequeño corte en su pómulo y otro en su ceja, su labio estaba hinchado, seguramente allí también había recibido un golpe.
...
Cuando estuvimos en mi departamento me dirigí directo al botiquín, tenía que seguir haciendo cosas, no podía detenerme a pensar ni un segundo.
-¿Qué haces?- preguntó confundido.
-Debo curar tus heridas- respondí naturalmente.
-Kate no hace falta.
-Siéntate allí- señalé una de las sillas de la cocina.
-¿Estás bien?- preguntó, pero lo ignoré, me quedé observándolo, pidiéndole con la mirada que me siga la corriente. Me miró y se rindió sentándose.
-No debiste- hablé mojando un algodón en alcohol y luego pasándolo por el corte de su pómulo, noté su ceño fruncirse ante el ardor.
-¿No debí qué?
-No debiste enfrentarte a él- susurré pasando ahora el algodón por el corte de su ceja. Él tomó mi brazo deteniendo mi accionar.
-¿Hablas en serio?- lo miré por unos segundos y luego bajé la mirada, no podía sostenerla- Kate-susurró mientras tomaba mi rostro con sus manos- Mira lo que te ha hecho- acarició delicadamente mi hinchado pómulo- Debí haberlo matado...- me separé de él y guardé las cosas, caminé hasta la cama y me senté en ella. Todavía no podía reaccionar sobre lo pasado. Él se sentó a mi lado pero nuevamente sentí la necesidad de pararme, caminé a la cocina sintiendo su mirada.
-¿Quieres algo para beber?
-Am- dijo serio, lo miré y pude ver su mirada de compasión.
-¿Qué?- pregunté volviendo a lo mío, tomé un vaso y lo llené de agua para tomarla lentamente, luego caminé alrededor del departamento sin un objetivo específico, tenía miedo de detenerme, simplemente necesitaba seguir haciendo cosas, ordené lo que estaba ordenado, busqué lo que no buscaba, mientras escuchaba a Harry llamarme.
-Am detente- pidió, ante mi ignorancia se levantó de la cama y se acercó a mí- Kate, debes detenerte.
-Déjame Harry- lo miré por unos segundos- ya puedes irte, yo estoy bien- lo esquivé y seguí caminando.
-Kate debes recostarte- me tomó del brazo e intenté zafarme pero fracasé completamente.
-¡Maldita sea Harry!- chillé- Suéltame- volví a moverme histéricamente, necesitaba seguir moviéndome y él sostenía mis dos brazos.
-Kathleen- habló sereno, aunque yo me movía sin parar para soltarme- Tranquilízate.
-Suéltame Harry, suéltame- le grité histérica.
-No- sentenció- Debes detenerte
-Harry- golpee su pecho frenéticamente, sentía que así podía desquitar el odio que había en mí - Sólo...- seguí golpeándolo y a él parecía no afectarlo, se mantenía erguido sin dejar de sostenerme.
Sentí como todo en mi caía, mi cuerpo comenzaba a sentir nuevamente lo vivido hace no más de una hora, sus manos, sus labios, su maldito puño, su mirada que podía controlarme tan fácilmente. Mi cuerpo comenzó a temblar, mi pecho se estrujó y mi mejilla latió, como si mi cuerpo volviera a sentir todo, como si hubiese salido de una anestesia. Mis piernas no pudieron sostenerme más, mis brazos se dieron por vencidos y las lágrimas inundaron mi rostro.
-Tranquila- susurró Harry tomándome entre sus brazos. Delicadamente me llevó hasta la cama y me depositó en el suave colchón, se recostó a mi lado y sin dudarlo me aferré a su cuerpo. Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, mi cuerpo temblaba con furia y mi corazón latía a toda velocidad.
Estuve un largo rato así, pero de a poco mi cuerpo se fue relajando, las caricias de Harry en mi brazo hacían que me tranquilice lentamente. Cuando mi cuerpo no tuvo más fuerza para seguir temblando y sentí que ya no había más lágrimas en mi organismo alcé mi mirada. Me encontré con la suya, tranquila pero preocupada. Llevó lentamente su mano a mi mejilla y la acarició delicadamente, no pude evitar arrugar mi nariz a causa del dolor.
-Te traeré hielo- susurró. Asentí y me enderecé para acomodarme mejor en la cama de manera de poder quedar sentada.
Él caminó lentamente y volvió con algunos hielos envueltos en una tela, se sentó frente a mí y apoyó delicadamente el hielo sobre mi pómulo, al primer contacto me alejé, dolía, dolía mucho y no quería recordar ese dolor
-Am te hará mejor - susurró, dejé que vuelva a poner el hielo sobre aquella herida y me quedé observándolo. Estaba concentrado en lo que hacía sin embargo podía notar la furia en su expresión, cada vez que movía de lugar el hielo su ceño se fruncía, él notó mi mirada constante y me miró fijamente- No me dirás lo que está sucediendo ¿Verdad?- preguntó preocupado, bajé mi mirada, era difícil.
No es que no se lo quería contar porque era él, porque no quería involucrarme con él, por todos los prejuicios que tenía, simplemente no podía hacerlo, no podía hacerlo con nadie.
- Lo entiendo- susurró y lo miré- Entiendo que no quieras tener una relación, entiendo que no quieras involucrarte, que esto- nos señaló a ambos- Es solo sexo... pero necesito saberlo, prometo que nada cambiará- hablaba seguro- Seguiremos teniendo sexo sin sentimientos, seguirás insultándome y dejándome cada dos días como lo haces siempre- sonreí sin siquiera pensarlo y él también- pero quizás a ti te haga bien...
-No es eso- susurré. Mi voz sonaba extraña, raspaba al hablar.
-¿Entonces?- preguntó.
-Es difícil- bajé mi mirada- No eres tú, Harry- enfrenté sus ojos- Simplemente no puedo.
-Está bien- susurró dejando los hielos a un lado- Ahora descansa- me miró- y no pienses que voy a irme- sonrió, sonreí con los labios sellados y me recosté en la cama. Me quedé observándolo sentado en la punta de la cama mirando por la ventana, se veía tan tenso.
-Harry- susurré, él se giró para verme, palmee el colchón indicándole que se acueste junto a mí y me miró sorprendido.
-¿Segura?- preguntó acercándose.
-Sólo por hoy- respondí.
Se acostó a mi lado y me rodeó con sus brazos. Me sentí protegida, el miedo y el dolor desaparecieron por un momento y no sentí culpa por aquello. Me removí un poco para acomodarme mejor y él me presionó a su cuerpo. Su cálido cuerpo que me envolvía por completo.
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