Intento de chico popular (IDC...

Od GS_Eva

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Mis padres siempre han querido por hijo al hijo perfecto y eso significa que debo ser lo que ellos quieren qu... Více

Sinopsis
Capitulo 1 "El inicio"
Capitulo 2 "Aliens violetas"
Capitulo 3 "El castigo"
Capitulo 4 "¡No me pillareis con vida!"
Capitulo 5 "La Macarena"
Capitulo 7 "Lamete el culo, so guarro"
Capitulo 8 "Francisca"
Capitulo 9 "El bebé"
Capitulo 10 (primera parte)
Capitulo 10 (segunda parte)
Capitulo 11 "Arre Pony Willy arre!
Capitulo 12 "¿De que quieres que vayamos disfrazados al baile?"
Noticia
Capitulo 13 "Os he pillado pequeños tortugos"
Capitulo 14 "Generala"
Capitulo 15 "Halloween"
Capitulo 16 "¿Siento algo más que atracción?"
Hao!
Capitulo 17 "Saco de boxeo personal"
Capitulo 18 "¿Y Cole?"
Capitulo 19 "¿Puedo ir disfrazada de pato?
Capitulo 20 "Eclipsar a Audrey"
Capitulo 21 "Ratas"
Capitulo 22 "Siento ser tan cobarde"
CAPITULO 23 "Conejito de Pascua"
¡¡ANIVERSARIO Y CONCURSO!!
Capitulo 24 "Parque de atracciones"
Ganadores del concurso
Lo siento...
"Mejorando" mi historia
Capitulo 25 "Mocardo verde"
Capitulo 26 "la zanahoria"
Capitulo 27 "Creo que mi idola lo merece más"
Capitulo 28 "Lilyanne"
Capitulo 29 "¡Tu madre!"
Capitulo 30 "¿Desconocidas?"
Capitulo 31 "Burro del aburrimiento"
Capitulo 32 "Apuesta cursi"
Capitulo 33 "me siento orgullosa"
Especial
Capitulo 34 "Señorita, no se avergüence porque la haya rechazado"
Capitulo 35 "Te voy a clavar el tacón en un ojo"
Capitulo 36 "Esta mierda es muy buena"
Capitulo 37 "¿Al final la NASA te ha cogido para examinar tu cuerpo?"
Capitulo final "Seamos niños toda la vida"
Epílogo
Tercera parte IDCP! Y más

Capitulo 6 "Soy tu manipulador"

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Od GS_Eva

Me visto como normalmente, mis pantalones de chándal más una sudadera de Calvin. Por cierto, le estoy dejando sin ropa, dentro de nada ira desnudo por el internado… no me llaméis desesperada pero creo que… no está del todo mal, ¿verdad?

En fin… me da pereza ir a clases pero no puedo faltar porque mis supuestas amigas me arrastran de las orejas. ¿Tener amigas para esto? Dios, esto está mal hecho, exijo una nueva organización de la sociedad.

- ¡Date prisa, Lily, llegamos tarde como tardes mucho más! – grita Silvia más que alterada.

Hace un rato, para seros sinceros, he llegado a pensar que había perdido la cabeza por completo. Se había puesto mi ropa con unos calcetines desparejados, uno rojo y el otro verde. Para ella eso es algo… imposible de ver, en mi… no tanto.

- Vale, entonces no me peino – digo sonriendo feliz, no tenía ganas de peinar mi hermosa mata de pelo de león de la Sabana.

- Hay días en los que me pregunto a mí misma, muy preocupada, ¿Cómo pude hacer amiga tuya? – Dice Sam desquiciada – no te diré que te peines porque eres de cabeza dura y no me escucharas asique vámonos pero Lily, a diez metros de mí.

- Que sean mejor centímetros – me pego corriendo a ella – me gusta estar cerca de ti – le comunico con una malvada risa de bruja constipada.

- Dios mío… menos mal que Fran es amigo tuyo, sino no se acercaría a mí – se lleva las manos al pelo y se lo revuelve provocándome la risa, ahora ella parece el león – no te rías, me estresas.

- ¡Pero vámonos par de tortugas, hace como dos minutos que ha tocado el timbre de entrada y no sé vosotras pero yo tengo calculo con el cascarrabias de Nick! – exclama la peliazul más alterada que antes, es raro que no le hayan salido canas con todo el estrés que acumula.

Me encojo de hombros y luego me coloco una de mis gorras nuevas.

- Lo bueno se hace esperar, querida pitufina – explico sonriente – por dios, vámonos ya que me toca con el Sr. Edwards y tras lo del año pasado… dios mío, luego nos vemos.

No les doy tiempo a decir nada pues salgo corriendo como una loca. Ese señor busca cualquier excusa para echarme fuera de clase o castigarme, simplemente me pone de los nervios y que me haya tocado de nuevo con ese señor me pone los pelos de punta. Le vi hace dos días y sigue teniendo cara de rancio.

En definitiva, la ex-directora sigue sin darle lo suyo. Lástima.

Tras diez minutos de retraso llego a la clase y con toda mi educación entro sin pedir permiso y como es lógico, el profesor deja de hablar para mirarme enfurecido mientras que mis compañeros me miran con cierta adoración por interrumpir la clase y cierta curiosidad por llegar a estas horas y con dicho profesor.

Con la mirada busco un sitio libre y acaba siendo al lado del idiota de Peter. ¿Pero esto que es? ¿No hay otro jodido compañero que sienta cierto cariño a ese idiota? No, claro que no. Tiene que tocarme a mí, pues empezamos bien…

Está claro que los comienzos de clases no son lo mío. ¡Yupi!

- Te sienta bien tu nuevo peinado – murmura Peter una vez me he sentado.

- No me he peinado – explico haciendo que abra la boca sorprendido y aparte la mirada de mi avergonzado – además, ahórrate todo esto, te detesto con todo mi corazón. Es más, tengo ganas de romperte las pelotas pero hoy me he levantado de buen humor, tienes suerte chaval.

Escucho un carraspeo por parte del profesor y me giro con una sonrisa de niña buena o angelito, como prefiráis.

- Buen días Sr. Edwards, se le ve más gordo que antes, ¿la mujer le tiene estresado? – pongo una mueca de disgusto más falsa que su peluquín.

- Por tu culpa – dice rabioso – ahora sí que no hacemos nada en la cama – veo como hace un puchero y no puedo resistir las ganas de reírme. Jamás me hubiese imaginado algo así, no sé, lo veo raro – sí, sí, ríete pero te tengo muchas ganas, señorita Adams.

Suelto otra carcajada, todo el mundo sabe que me tiene muchas ganas. Esa noticia no es nueva.

- ¿Y qué es eso de llegar tarde a clase, interrumpir mi clase y ni siquiera pedir permiso para entrar o saludar? – pregunta de brazos cruzados. ¿Por qué todos los profesores cuando se enfadan me dan risa y no miedo? Debo ser de otro planeta que aún no se ha descubierto.

- Pongamos las cartas sobre la mesa profe, ¿desde cuándo he sido una chica educada? – al ver que no responde sonrío – exacto, nunca o al menos no contigo por lo que… ¿enserio esperabas un saludo? Oh bueno, hola querido profesor, ya le echaba de menos – sonrío ampliamente.

- No puedo decir lo mismo señorita Adams, no puedo decir lo mismo – masculla mientras se aleja rascándose el peluquín.

Durante toda la clase me ha sido imposible prestar atención. Hay dos factores que no me permiten hacerlo, ahora os explico, empecemos por Peter. Ese chico es un pesado, es de esos moscones que acabas cargándote con el objeto menos esperado con tal de que te deje tranquilo. Lo segundo es que el peluquín del profesor no debe estar bien pegado porque… se le está cayendo todo el rato y cada vez es más divertido porque cada vez se altera más.

El timbre suena sacándome la mayor sonrisa del día. Espero que ahora en filosofía no me sienten con Peter y todo sea más… ¿diferente? Al menos no quiero ver un peluquín en el suelo todo el rato.

Guardo todo en la mochila y tras colgármela en la espalda salgo escopetada sin darle a nadie tiempo a detenerme porque me imaginaba que Peter lo iba a hacer. Tras darle una paliza ahora trata de ligar conmigo. ¿Creéis que una colleja bien dada puede arreglarle? ¿Pero qué preguntas hago? No tiene arreglo.

****

Asomo mi cabeza por la ventana de la clase y extiendo el brazo para darle una galleta a la paloma regordeta de siempre. Desde el año pasado se coloca en este árbol en busca de alimento que por supuesto yo le proporciono.

- Toma precioso mío, engorda paloma gocha, engorda – digo con sonrisa de malvada – así alguien te podrá cocinar y hacer una deliciosa sopa de paloma.

Veo como la paloma comienza a moverse nerviosa. ¿Me habrá entendido? Interesante…

- ¡Profesor! – exclamo con una brazo en alto.

- ¿Sí, Adams? – pregunta molesto por interrumpirle. Son todos unos amargados.

- ¿A usted le gusta la sopa de paloma? – pregunto haciendo que todos se giren a mirarme confusos, incluyendo a Fran y Sam que estaban tonteando en sus sitios ajenos al mundo externo – es que… hay una paloma enorme en la rama y si te gusta la sopa… puedo conseguírtela.

- Gracias Adams, eres muy amable pero no me gusta la sopa de paloma, es más, ¿esa sopa existe? – me encojo de hombros como respuesta – y deja de alimentarla, estás en clase no en la calle, aquí te comportas y prestas atención si no quieres hacerle una visita al profesor de la sala de castigos.

El Sr. Papel ¿Qué tal se encontrará ese hombre? ¿Seguirá uniéndose a nuestras guerras?

Asiento haciéndome la apenada. En realidad quería interrumpir la clase ya que estaba a punto de mandarnos deberes. Cuando el timbre suena sonrío complaciente y el profesor se da cuenta pero como es lógico la mitad de los alumnos se han marchado.

Jodersus todos.

Este truco siempre funciona, da igual con quien y como lo hagas. Siempre sirve distraer al profesor para que no le dé tiempo aunque para ello debas usar la excusa de la sopa de paloma. Pobre ave regordeta… con lo simpática que es con su tripita blanca y yo quiero hacerla sopa… que mala persona soy.

- ¡Lily! – grita una alegre Savannah en cuanto me ve aparecer por la taquilla – ya me han contado lo de la sopa de paloma.

- Serán chismosos… ¿Quién ha sido? Debo rajarle la yugular – pongo cara de psicópata haciendo que se quede callada sin expresión. Que seca puede ser – da igual, ¿vienes a comer con nosotros?

- Más tarde, he quedado con Michel, mi compañero de cuarto pero nos vemos esta noche para gastar bromas nocturnas si quieres también  – dice sonriendo malvada, su sonrisa da más mal rollo que la mía y eso que la mía tiene tela.

- No puedo, pero podemos hacerlo mañana, adiós – me despido al ver a Calvin caminar hasta su taquilla.

Aparto a mi prima de un ligero no tan ligero empujón haciendo que me muestre su dedo corazón y luego corro hasta mi amigo, como está de espadas salto sobre está provocando que se desestabilice y acaba rodando conmigo por el suelo entre las confusas miradas de todos.

- ¿No puedes ser como una persona normal y saludarme como tal? Estoy siempre herido por tu culpa – protesta aun en el suelo conmigo rodeándolo ya que aún estaba enganchada.

- No soy normal Calvin, me di cuenta ayer – me separo de él y con solo un salto me pongo de pie. Eso tiene el skate, te hace algo más ágil – por cierto, ¿podrías ayudarme a librarme del entrenamiento de hoy?

- No, me gusta verte correr delante de mí y creo que no soy el único. Muchos me han preguntado desesperados si regresabas, por lo del golpe y eso… - dice rascándose la nuca – respecto a eso, siento mucho eso, fue mi culpa por no mirar al frente.

Hago un gesto con la mano para quitarle importancia. El golpe que me di por su despiste no me interesa lo más mínimo, pude escaquearme del entrenamiento asique… no, no me importa.

- No te preocupes, en verdad te lo agradezco pero… he sufrido un golpe muy fuerte en el brazo y… me dijo la enfermera que no podía forzarlo, de ahí que te pidiese lo de antes… - miento, no me apetece nada hacer deporte.

¡Odio los deportes!

Con toda mi maldita alma.

Si por mí fuese, les declaraba la muerte y pondría una ley que los prohibiese, al menos para mí y para todas esas personas que lo odian tanto como yo.

¡Muerte al deporte!

- La enfermera me contó que te fuiste – cuenta de brazos cruzados.

¡Muerte a la enfermera!

- ¿Ups? – Pregunto con sonrisa de niña buena – iré pero con una condición – le señalo con un ojo bizco tratando de guiñar un ojo – patearte el culo, asique déjate ganar – hago pucheros.

- No, soy capitán y no puedo dejarme ganar por una chica – dice comenzando a hablar.

Molesta por su comentario camino junto a él. Ese comentario es muy machista. Al menos a mí me lo parece porque con ese comentario está demostrando que como las mujeres somos inferiores dejarse ganar por una es casi como un delito. Idiota.

- La has cagado Calvo, ahora es personal – me llevo dos dedos a mis ojos y luego a los suyos como señal de “te vigilo” – nos vemos en la tarde.

A paso rápido me voy de su lado. Será idiota, ahora se va a cagar y acabará humillado pidiéndome algo de clemencia. Puedo ser mala jugando a los deportes hasta que me desafían, no me gusta perder y me lo tomo muy a pecho. Así es como comencé a hacer skate.

Una vez llego al comedor me pongo a la fila y cuando me toca me limito a pedir la comida y saludar a James. Se ha hecho un pircing nuevo en el labio. Me gusta el gusto que tiene el chico en este aspecto. El chico no tiene mal gusto. Cuando me despido me predispongo a caminar hasta mi mesa pero como es ya habitual, algo tiene que interferir en mis planes y en este caso es Will.

- Hombre mirar quien tenemos aquí, si es la chica “sopa de paloma” – dice Will burlón y de inmediato el grupito de chicas que iban detrás de él sueltan una risita tan aguda que me hacen sangrar los oídos.

- Will toma – abro mi mochila y saco unos tapones amarillos que le dejo en la mano.

- ¿Para qué me los das? – pregunta confuso.

- No quiero que te quedes sordo por culpa de esas chicas, aunque seas un idiota integral aún me preocupo por ti. Póntelos o acabaran sangrándote las orejas, es un consejo – me encojo de hombros – adiós silbatos con piernas.

Al llegar a la mesa todos me asaltan a preguntas por lo de la sopa de paloma y mi espectáculo con Will hace un momento aunque de espectáculo nada porque apenas hemos hablado. Al parecer todas me han querido matar con la mirada una vez he comenzado a marcharme. Groupis de Will… esto ya es sorprendente.

Cuando Fran llega con Sam de inmediato me llega el momento de ayer cuando le cité en mi cuarto. Mañana me lo pasaré muy bien, eso está claro.

Llaman a la puerta y suponiendo quien es salgo corriendo hasta esta, al otro lado se encuentra un Francisco acongojado. Después de lo de las animadoras tiene miedo cada vez que le pido algo a cambio y puedo comprenderlo. Capaz soy de disfrazarlo de la sirenita.

- Hola – saluda distante – desembucha, mala hierba – gruñe.

- Hola Lily, ¿Qué tal te encuentras después del golpe? Espero que bien, por cierto, te ves preciosa hoy, ¿Qué necesitabas? gustoso lo hago – comienzo a decir mientras camino hasta mi cama y me tumbo espatarrada – pasado mañana, vestido y tacones de Sam, peluca de Barbie y mucho maquillaje.

Abre los ojos alarmado y para mi sorpresa comienza a lanzarme todo lo que encuentra por el suelo, incluyendo la alfombra color caca gracias a mi gran habilidad para teñir cosas.

- ¡Ni loco hare eso! – exclama aun lanzándome cosas.

- De acuerdo, Sam se enfadará bastante cuando se dé cuenta de que no tienes lo que hay que tener para convencerme – sonrío victoriosa al saber que por Sam haría cualquier cosa y si tiene la posibilidad de quedar mal ante ella, siempre lo evitará.

- ¿Y si me pregunta? – pregunta abatido.

- Tuvimos una apuesta de cualquier tontería que se te ocurra – respondo al instante – mañana, a las seis de la mañana en los vestuarios de futbol americano, ya puedes retirarte hermosa Francisca – digo con un tono burlón que le molesta.

- Eres más mala de lo que pareces – asegura mientras se aleja – un día de estos te devolveré todo esto, ¡lo prometo! – Grita antes de desaparecer – lo prometo – dice asomándose por la puerta con cara de loco que trata de hacerse el malo – lo prometo… - susurra y vuelve a desaparecer.

Vuelvo a sonreír malvada cuando le veo sentarse frente a mí. Al verme con esta sonrisa palidece y asustado le agarra la mano a Sam con fuerza. Me da gracia el miedo que me puede tener este chico cuando sabe perfectamente que jamás le haría daño, como mucho le humillaré un poco pero todo esto no es nuevo.

La venganza es un plato que se sirve frio y como bien dice la frase “el que ríe el último, ríe mejor” yo soy la última y me lo estoy pasando de lo lindo.

Saco mi móvil del bolsillo de la sudadera al notar que vibra, tengo un mensaje y por alguna razón me hace ilusión. ¿Penoso? Quizá pero sigo emocionada, solo espero que esa persona me alegre más.

DE: Willy el balleno

Tengo la gorra y siento lo de antes. Lo de la sopa me ha hecho gracia pero no puedo reconocerlo. Nos vemos a las doce donde siempre para darte la gorra y por cierto, te contaré un secreto… te ves más guapa cuando pareces un vagabundo con el pelo revuelto ;D

Sonrío al leer lo último. Aún sigue afectándome mucho, aun le sigo queriendo pero como para no hacerlo. En el tiempo que estuvimos juntos me trató tan sumamente bien… además, se hizo un tatuaje por mí, eso no lo hace cualquiera y mucho menos alguien con los pensamientos de Will.

Tecleo con prisa incapaz de contenerme en responderle. Parezco la típica chica adolescente enamorada que suele empalagar y por primera vez… no me importa.

Quizá Fran y Calvin tengan razón y me estoy convirtiendo en un monstruo. Debo dejar de ver series con Sam y Silvia, sigo prefiriendo pensar en apocalipsis zombis e invasiones alienígenas.

PARA: Willy el balleno

OK :D

PD: De verdad te lo suplico, ponte esos tapones por todos los santos y no tan santos.

Una chirriante voz me hace despegar la mirada del móvil.

No puede ser…

Por todas las estrellas de cine, Lindsay acaba de sentarse en la mesa junto a Peter e Ian. Está claro que una no puede disfrutar de una hamburguesa tranquila, siempre hay gente que quiere molestar de lo lindo.

- Putos todos – mascullo pensando que nadie me va a escuchar pero Calvin logra oírme y suelta una carcajada.

- Hola Lily, cuanto tiempo – dice Lindsay con una sonrisa tan falsa como ella - ¿Qué tal te ha ido todo? Me han contado que tu querido noviecito pasa de ti para liarse con todas esas chicas – dice señalando a la dirección de Will con su larga uña postiza de estampado de leopardo.

- No es mi novio y Lindsay, saco de botox – digo con fingido cariño -  ¿por qué no te metes un zapato en la boca? Tu voz me molesta.

La rubia molesta entrecierra los ojos y sin decir nada más se lleva un trozo hamburguesa a la boca. Ruedo los ojos, ¿todos están en contra mía? ¿Desde cuándo tengo tantos enemigos?

- Prima, ¿necesitas que le reviente los dientes? – pregunta Savannah crujiendo los dedos, acaba de llegar. Lindsay comienza a toser porque de la impresión se ha atragantado – echo de menos pegar a chicas odiosas, tengo mono y me ayudaría a pasarlo.

- Te doy mi permiso – digo sonriendo, después me inclino hacía Lindsay para susurrarla algo – yo si fuese tú, no me hubiese puesto tacones – me separo y me recuesto en el asiento – corre – la recomiendo.

En cero como Lindsay se encuentra corriendo descalza hacía la puerta de entrada con una Savannah muy emocionada a unos metros atrás. Me encanta mi prima, es igual que yo pero algo más violenta.

- ¿Ahora tienes guardaespaldas? – pregunta Peter asombrado.

- Sí, come y calla si no quieres que la llame – amenazo con el tenedor que no sé ni para que lo tengo si no lo voy a usar, como con las manos. Al menos esto, tampoco soy una gorrina.

Como veo que se calla me enfrasco en la conversación que están manteniendo Fran, Silvia y Sam sobre música francesa y música americana.

Reconozco que me gusta más la de habla inglesa. No puedo dar razones pero me gusta más.

***

Paso la mirada por todas las constelaciones que se dejan apreciar a pesar de que la luz de la ciudad apenas deja verlas del todo. No lo negaré, desde pequeña me han gustado observarlas, siempre he pensado que las estrellas es algo inalcanzable y de alguna forma… yo quiero tener mi propia estrella, quiero conseguir algo inalcanzable para mí.

Aunque pensándolo bien ya lo tuve, para mi Will es eso, un chico inalcanzable. Un chico que jamás hubiese salido con una chica como yo, somos de mundos diferentes y tenemos caminos diferentes. Yo soy la chica grosera, mal educada, alocada mientras que él es educado, caballeroso y sensato.

¿Qué vio en mí? Aun no lo sé.

¿Qué vi en él? Tampoco lo sé.

Al final sí que va a ser cierto eso de que los polos opuestos se atraen.

- Hola – escucho que dice Will antes de tumbarse a mi lado – aquí tienes la gorra que te prometí, Calvin la quiere de vuelta mañana al mediodía, sino me da una paliza así que por mi integridad física te suplico que acates lo que ha pedido.

- Avísame cuando ocurra para grabarlo – digo sonriendo encantada al observar la gorra – es preciosa – murmuro para mí misma.

- No como tú – puntualiza Will a mi lado y por primera vez desde hace muchos tiempos logra que me ponga colorada. El estúpido de Will, todo el mundo tiene una debilidad y la mía es el castaño tumbado a mi lado – incluso las estrellas quedan muy por debajo de ti – dice logrando que sonrisa como una verdadera idiota.

Me incorporo y me coloco la gorra para luego girarme a mirar a Will que aún sigue tumbado con los ojos cerrados. A pesar de ello se encuentra sonriendo encantado como si hubiese tenido el mejor orgasmo de su vida. Perdón por la expresión pero es que esa es su expresión.

Cierro los ojos molesta.

Esto se ha vuelto una escena romanticona, cursilera. De esas que salen en las películas de amor, vamos, una pastelada y lo peor de todo es que yo soy la protagonista principal.

Ya sabía que el amor te puede cambiar y puede lograr que te gusten cosas que jamás pensaste que te gustarían pero no quiero estar en este mismo instante, no quiero repetir la historia del año pasado. El pasado, pasado está.

- ¿Qué piensas? – pregunta abriendo un ojo.

- No quiero repetir lo del año pasado – digo frunciendo el ceño.

Veo como se incorpora y sin darme cuenta queda demasiado cerca de mí, nuestras caras quedan a escasos centímetros. ¿Siempre que está así de cerca mi corazón quiere salirse del pecho? Han pasado ya varios meses, ¿por qué no logro olvidarle?

- Pues yo sí quiero, si me lo permites – dice añadiendo un tono de voz tranquilo, meloso como el que utilizó cuando se me declaró en Madrid.

Quiero que la tierra me trague.

No estoy preparada para sacar a flote lo del año pasado. Sé que puedo hacer que aun saliendo con él, nadie le toque ni un pelo pero no tengo el valor de querer volver a sentir lo que una vez sentí. Esto te hace una persona débil, sino miradme como estoy ahora mismo.

Atemorizada.

- Yo no Will – digo seria alejándome unos centímetros de él para dejar un espacio considerable entre nosotros.

- Mientes – dice y sorprendentemente acaba acercándose a mí hasta unir nuestros labios.

Sus labios, suaves, moviéndose a los mismos ritmos que los míos, tranquilos, sosegados, para poder disfrutarnos todo lo que podamos como hace menos de un año cuando esto era rutina, cuando esto lo hacíamos sin miedo a nada.

Al separarnos no quiero alejarme como antes y es entonces cuando caigo en todo… acabo de caer en las redes de William Marcus Evans, el prototipo de chico perfecto.

- Eres un manipulador de mierda – digo furiosa, de verdad lo estoy.

- Corrección, soy tu manipulador – ese es William, no mi Willy. Una personalidad se está tragando a la otra – aun sé que me amas, muñeca.

- ¿Estás actuando? ¿Verdad que sí? – pregunto esperando que responda que sí porque si no sí que me molestaré.

Nadie debería cambiar. Will era perfecto tal y como era, era él mismo. Este no es él mismo, no es Will.

- No – responde.

Sin decir ni una sola palabra más me pongo en pie y sin mirar atrás comienzo a alejarme. No quiero que “William” me bese, quiero que Will lo haga. No quiero que cambie porque nadie debería hacerlo, tu eres como eres y eso te hace ser tú.

¿Razón por la que yo no cambié? Porque entonces no sería yo misma. Yo soy así y aunque a mucha gente no le guste no puedo evitarlo, así soy y si hubiese cambiado en realidad no lo hubiese hecho, lo que hubiese echo sería haber escondido mi verdadero yo tras una armadura de “chica perfecta”.

Y no, no lo haré nunca.

****

ESPERO QUE OS GUSTE ^^

HE SUBIDO AHORA QUE TENÍA UN HUEQUITO PARA ESCRIBIR Y ME HABÍA LLEGADO LA INSPIRACIÓN.

QUIERO ACLARAR QUE A PARTIR DE AHORA HABRÁ MUCHOS MOMENTOS #WILLY Y TAMBIÉN #LILIN (AUN NO SÉ QUE NOMBRE PONER A LA PAREJA DE CALVIN Y LILY SORRY)

¿QUE TEAM PREFEREIS? DECIRMELO POR COMENTARIOS :3

Y... ¿QUE CREEIS QUE PASARÁ CUANDO FRAN APAREZCA VESTIDO DE MUJER? XD

KISSES!! <3

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