"Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepientas el resto de tu vida"
—William Shakespeare—
La vache rose espagnole, frase importante y significativa para mí, pues antes de conocer a la más enigmática así como maravillosa mujer, nunca me había detenido a apreciar a Shakespeare. Me mostró que la lectura alimenta la materia gris perfectamente, tú imaginación no tiene límites al vislumbrar cada diálogo, escena escrita o frase peculiar, puedes ver todo frente a ti como una película, pero necesitas tener la mente abierta, o solo observarás el abismo. Desde esa noche en que miré su bellos ojos azul eléctrico, no me detuve hasta lograr comprender el vacío misterioso en su mirada, porque así soy yo, insistente, probablemente caprichosa, curiosa enormemente ante lo desconocido, y sobre todo testaruda. Conocí el verdadero mundo a su lado, pude ver más allá del bien y el mal, yo nunca atravesé la odisea que ella, pero la imaginé, sintiendo ese dolor como lápida en mí espalda. Como inexperta en tratar a personas como ella cometí errores, los cuales pagué en el infierno psicológico de herir a un alma tan especial, aun recuerdo sus palabras, usando una frase única de Friedrich Nietzsche.
"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que de ahora en adelante, ya no podré confiar en ti"
Y tuve que volver al principio...