Ensayo BG.5.
18 de abril, 2015.
— ¿Estás segura de que si te quieres quedar?
Skylie deja de jugar con los legos y me da una mirada que relacionaría con una de fastidio, asiente con lentitud como si de esa manera yo lo entendiera mejor, escucho la risa de mi mamá por lo bajo.
» ¿No quieres ir a casa conmigo?
—Hannie necesita una amiga, tu papá llegará muy tarde y a ella no le gusta estar solita.
Volteo a ver a mamá, estoy agachado frente a Skylie, ella me da una gran sonrisa y yo entrecierro mis ojos. Vuelvo mi atención a mi bebé.
—Yo también estaré solito.
—Pero a ti no te asusta... —Parece quedarse pensativa— ¡Ya sé!
— ¿Qué sabes? —Tiro de una de las trenzas que más temprano mi hermana le hizo. Me da una amplia sonrisa.
—Puedes no estar solito —Se levanta y viene hacia mí.
Me dejo caer de culo contra el suelo y sus manos toman mis mejillas apretándolas. Es increíble la manera en la que ha ido avanzando, antes se asustaba cuando quería abrazarla o fastidiarla tirando de sus trenzas, ahora ella busca mi contacto y es cariñosa conmigo. Amo todos estos cambios.
—Puedes ir con tu nueva amiga, ella también está solita.
— ¿Mi nueva amiga? —Mi voz sale graciosa, debido a que aprieta mis mejillas, y eso la hace reír.
— ¡Sí! Mi mejor amiga Ela. Dijimos que sería tu amiga.
Bueno, ella lo dijo. Básicamente esta pequeña hermosa, me condenó a una zona de amigos que no quería pisar.
—Tú dijiste que yo sería su amigo —corrijo.
— ¿Ela la hermosa chica que lleva el caso...? —pregunta mamá con suspicacia en su voz.
Nos rodea hasta estar frente a nosotros y se sienta frente a mí en el suelo.
»Así que... ¿Es tu nueva amiga, hijo? —Mamá lucha contra una sonrisa—. Una amiga hermosa y agradable...
—A ella le gustan mis dibujos —comparte Skylie— ¡Y le gusta el rojo! —Lleva una mano a su boca para contener una risita y yo la veo con curiosidad.
— ¿De dónde viene esa risa?
—Él —Me señala—, la mira como chocolate, Hannie.
Abro mi boca con sorpresa y siento un sonrojo acumularse en mis mejillas. ¿Es eso verdad? Mamá ríe como una colegiala junto a Skylie.
»Y se ponen graciosos cuando hablan. Muy graciosos —Ríe más—. Ethan dijo que se pone idiota dom...Olvidé lo que dijo, pero es gracioso.
Ese traidor, me pregunto por qué todavía me sorprende su descaro y cinismo. Ahora mamá me está dando una mirada de suspicacia que trato de ignorar.
A ver, soy el único de los pollitos de Hannah que no ha hecho su familia y la cosa de corazón. No me quejo, mi mamá me mima muchísimo, pero estoy seguro de que en este momento es un halcón atento ante cualquier señal que garantice que conseguiré una relación estable, sana y genial. Es mi mamá después de todo y siempre tendrán ese espíritu de: quiero que te cases y tengas muchísimos hijos.
Yo también lo quiero, solo que todavía no sucede.
—Visita a tu nueva amiga —Me sonríe mamá y une sus manos como una adolescente soñadora—. Sky y yo tendremos nuestra propia pijamada.
—Es un plan bonito —Deja caer Sky y libera mis mejillas para ahora dejar sus manos en mi cabello.
Parece amar tocar y peinar mi cabello, a veces se queda dormida solo tocándolo o yo me quedo dormido bajo sus mimos.
Miro a mamá y luego a Skylie, siento que sin darse cuenta idearon un plan sobre la marcha que me lleva hacia la encantadora mujer que se mantiene en mis pensamientos. Suspiro fingiendo que hago un enorme sacrificio.
—Bien, iré a ver a mi nueva amiga Elanese, aunque tal vez sea un poco tarde —Veo la hora en mi reloj.
—Aun no duerme —dice Skylie convencida—. Todavía no es mi hora de dormir, tampoco la de ella.
—Buena deducción, Lucecita —Tomo su rostro y beso su frente—. Si te arrepientes de quedarte acá, mamá me llamará y vendré por ti, ¿De acuerdo?
—Vale.
—Ten dulces sueños —Beso de nuevo su frente.
—Sueña con los ángeles —Me desea—. Y dile a mi mejor amiga que le dije hola.
—Está bien, le daré tu mensaje —Rio poniéndome de pie y dejándola jugar con los legos.
Tomo mi abrigo y camino hacia la puerta, me giro y beso la mejilla de mamá dándole un abrazo.
—Cualquier cosa me llamas —Me separo y acaricio debajo de sus ojos—. Descansa ¿Vale? Y no olvides tus medicamentos. Diviértanse en su noche de chicas.
—La pasaremos estupendo —Besa mi frente—. Tú también diviértete, pero sin ser un sinvergüenza.
—No prometo nada, Hannah.
—Se dice mamá.
Salgo riendo de casa y camino hasta mi auto, admito que lo acaricio un poco porque estoy enamorado de él. Subo al auto y reviso las notificaciones de mi celular. Rio de la foto de que Andrew envió al grupo, se trata de él y Ally llevando mascarillas verdes en el rostro y haciendo muecas, respondo rápido el mensaje y luego veo un texto anónimo.
"Nunca se debe cantar victoria antes de tiempo..."
Ni siquiera tengo oportunidad de responder porque me ha bloqueado. Leo el mensaje un par de veces antes de hacer el teléfono a un lado.
—Los cabrones con los que he discutido, el toca pollas modelo de aquel vídeo que me hizo cabrear, mujeres que se han cabreado conmigo, Lissie... —Suspiro—. ¡Joder! Muchas posibilidades para el emisor de ese mensaje.
Enciendo la radio del auto y sonrío cuando suena el último éxito de Ashton, suspiro y pongo en marcha el auto porque de verdad voy a ver a mi "nueva" amiga.
***
Siendo honesto nunca he hecho una lista de cosas que no haría, pero hay ciertos puntos que nunca me imaginé realizar. ¿Un ejemplo? No pensé que tuviera dotes de peluquero.
Llegué al apartamento de Elanese Anderson con una fuerte discusión conmigo mismo en donde intentaba hacerme entender que simplemente tendría que comportarme e intentar no ser inoportuno con algo como una erección, por ejemplo. Fue como hablarle a una pared, porque desde el momento en el que abrió la puerta con el cabello húmedo y recogido de una manera desastrosa, mis pensamientos se volvieron clasificación X.
De verdad, tal vez debo plantearme el tener menos pensamientos sexuales.
Luego fui y me atreví a decir que yo cortaría su cabello, como si me fuese un terreno totalmente familiar, cuando por dentro estaba que me hacía encima ordenándome no arruinar tan bonito cabello, puedo decir que fue todo un éxito y que el hueco en el pantalón de chándal que llevaba, justo en el área de una nalga, me motivó a hacer mi mejor trabajo.
Ahora puedo agregar a mi curriculum: experto en cortar cabello sin cagarla. Posdata: él también tiene muy buena mano.
Ahora, ¿Te digo otra cosa que nunca me imaginé hacer? Ver titanic con Elanese, de verdad, se me hace súper loco. Sobre todo porque ella es insoportable para ver una película.
Al contrario de lo que cualquiera creería, al momento de ver una película suelo concentrarme y no hablar, porque me gusta captar cada detalle. Pero ella habla mucho, se queja y maldice. Hace que constantemente tenga que volver mi cabeza hacia ella y reír de lo que dice, y aunque me resulta encantadora, en ocasiones quiero pedirle que me deje ver la película, pero me gana porque me hace reír y su frustración resulta entretenida.
—A mi familia no suele gustarle ver películas conmigo —confiesa cuando milagrosamente lleva más de diez minutos sin hacer algún comentario al respecto.
—No puedo imaginar por qué —respondo.
Volteo a verla en el momento perfecto en el que sus mejillas se sonrojan y que hace una mueca con sus labios, cuando se vuelve a verme, es evidente que está un poco avergonzada. Le sonrío. No me resulta molesta, solo ha sido sorprendente descubrir que ver una película con ella se reduce a escuchar sus opiniones y desacuerdos.
—No puedo evitarlo, ¿De acuerdo? Y más en esta película. Me frustra que él muera.
—Maldito spoiler —Lamento.
—Oh, ¿No me digas que nunca la habías visto? Perdón, perdón, perdón.
Rio y tomo un mechón de su cabello enrollándolo en mi dedo, casi pierdo mi sentido cuando lame sus labios y me observa a través de esas oscuras pestañas. ¿Qué se necesita para crear a una mujer así? ¿Sexo sudoroso, amoroso y apasionado? Jodidas preguntas existenciales.
—Ya he visto esta película, Copo de Azúcar. Me gusta ver a la rubia llorar con el final.
— ¿Concuerdas conmigo ante el hecho de que él podía subir a la tabla? ¡O mejor que ella muriera!
—Auch, pobre Rose.
— ¿Tú lloras en el final?
—No —Libero el mechón de su cabello porque sin darme cuenta me estaba acercando jodidamente mucho—. Me frustra cómo acaba.
— ¡Lo sé! Yo tampoco lloro —Se cruza de brazos y frunce el ceño volviendo la atención a la pantalla.
También devuelvo mi atención al televisor y es esa icónica escena sexual no gráfica, pero sensual en el auto. Ah, se ve un poco como arte. Elanese se remueve inquieta y volteo a verla.
— ¿Qué sucede?
—Pensarás mal de mí si lo digo.
—Lo dudo, dime —Estoy curioso porque el rubor viaja por su cuello y se pierde debajo de su camisa.
Tengo ganas de averiguar hasta donde se extiende, pero eso no sería profesional...
—Es solo que...Es una escena sexual muy buena —Asiento en acuerdo—. Sin embargo, teniendo en cuenta el tipo de historia que es, el romance apasionado y corto que te presentan ¿No crees que debió haber más?
Muerdo el piercing en mi labio para luchar contra mi sonrisa y golpeo mis dedos de mi rodilla.
— ¿Más enfoques de culo masculino, tetas acariciadas y el típico vaivén lento? No lo sé —Acaricio mi barbilla—. Honestamente me jode que las películas te vendan el sexo como algo suave lleno de solos caricias malditamente lentas y debajo de las sabanas.
»El sexo lento existe y es muy bueno, pero el sexo apasionado sin límites es otro nivel —Suspiro—. Teniendo en cuenta el contexto histórico de la película y el año en que fue grabada, diría que dieron todo lo que pudieron —Concluyo encogiéndome de hombros.
—Sí...Supongo.
—Si quieres ver sexo apasionado y explicito siempre puedes ver una serie actual, siempre hay escenas sexuales muy calientes.
Eso la hace reír y creo que sin pensarlo golpea mi brazo mientras sacude su cabeza. Tomo su mano en la mía y deja de reír, ve nuestras manos y luego a mis ojos.
¿Por qué no lo recuerdo todo? ¿Por qué ella no me lo dice?
Con mis dedos acaricio sus nudillos. Sus manos son suaves y sus dedos son largos, es un buen contraste entre manos fuertes y femeninas. Y repentinamente me siento como un pequeño adolescente jodidamente feliz de tomar la mano de la chica que le gusta.
—Me gustan tus manos —dejo escapar.
Y me gustan mis pensamientos sexys que me insinúan dónde me gustaría tenerlas.
—Una vez intenté aprender a tocar piano, todos decían que tenía dedos de músico —Se ríe—. Fui un absoluto desastre, mi profesor perdió la paciencia.
—Tal vez no era tu instrumento.
—No tengo ninguna coordinación musical en mí, créeme.
Creo que tenemos algo que podemos denominar un "momento" en el que solo nos vemos y mi corazón hace cosas malditamente locas. Mi mirada baja a su bonita boca y lamo mis propios labios porque durante segundos me digo: ¿Qué carajo es ser profesional?
No lo entiendo. No sé de dónde viene tal deseo, tales ganas. Y aunque tengo innegables ganas de hacérselo de todas las formas posibles, cuando veo esos bonitos ojos no solo veo las posibilidades de un sexo malditamente bueno. Veo posibilidades de más y no me asusta, después de todo estamos hablando de mí, solo me pone ansioso de querer ir por ello, de no conformarme, de convencernos de que aquí, en la posibilidad de un nosotros, hay mucho más.
—Creo que hay algo más —susurro acercándome.
Ella ve hacia mi boca, sacude su cabeza y retira su mano de la mía, se aleja como si yo fuese la peste y es un poco divertido-frustrante.
—Creo que debemos ver la película.
Asiento con lentitud y pretendo concentrarme en cómo la película cae en desgracia cuando todos son condenados a volverse peces en el mar...Bueno, eso suena demasiado bonito cuando todos van a malditamente morirse ahogados o congelados, tristísimo.
Entre los gritos, momentos de amor y desesperación de la película, volteo a ver a Elanese de vez en cuando y de verdad no luce triste: parece enfadada con toda la situación. No deja de mascullar que Jack no debía morir y cuán jodido le parece todo, no puedo borrar mi puta sonrisa y aunque es una película larga, cuando acaba me gustaría que hubiese durado mucho más.
Me estiro y luego veo la hora en el reloj en mi muñeca, es casi la media noche. Volteo a verla y mantiene la mirada fija en la televisión.
—Es un final de mierda —murmura—. No entiendo por qué sigo viéndola.
—Tal vez te va un poco el masoquismo —señalo, voltea a verme.
—No me gusta el dolor.
—Todos afirmamos esa mierda, pero créeme, cuando te das cuenta de que el dolor acompaña la felicidad, aprendes a aguantarlo porque sabes que vendrá algo mucho mejor.
»El dolor no es necesariamente malo. Sí, escuece y jode de una manera incomprensible, pero es uno de los requisitos de esa fórmula que se llama felicidad. Entonces, nos aguantamos el dolor, lo abrazamos un poco y luego lo dejamos ir.
Me observa durante largos segundos y luego sonríe, retira un mechón de cabello de su rostro y yo como que me ablando un poco...Bueno, estoy algo duro en otros lugares.
—No imaginé que serías tan sabio. Para ser alguien que afirma ser un desastre, estás lleno de muchas frases increíbles.
—BG.5 lo llama filosofía Dexteriana.
—Me gusta.
— ¿Yo?
—Sí...Quise decir, no. Es decir, me gustan tus frases, no tú o bueno...
—Aw, qué encantadora eres, Copo de azúcar.
Ella finge un bostezo que es más falso que el chisme que ayer inventé de Max, pero capto la indirecta. Tampoco creo que quiera que me vaya, creo que le asusta la situación en la que estamos. Una en la que se hace evidente que hay más que atracción.
Y está bien, puede asustarse. Yo me lo tomaré con calma, sabiendo que esto apenas comienza y decidiendo que vale la pena tomar un riesgo. Asusta equivocarse, pero caga más cuando ves atrás preguntándote qué pudo haber sido.
—Voy a irme, Copo de azúcar.
—De acuerdo.
Me pongo de pie y una vez más me estiro para sacar la pereza de mi cuerpo. Ella me guía hacia la puerta, que no es que esté muy lejos cuando vive en un apartamento tan pequeño, la abre y espera. Me giro hacia ella y de nuevo tomo un mechón de su cabello.
—Fue un placer cortarte el cabello y ver una película contigo.
—Fuiste bueno si sobreviviste a mis comentarios e interrupciones. Parece que Skylie sabía que podías ser un buen amigo.
Ruedo mis ojos y me inclino tomándola por sorpresa cuando beso su mejilla, es evidente que no debería hacer eso, pero queda aún más claro que tengo problemas para cumplir las reglas. Antes de alejarme susurro mis palabras finales:
—Yo no quiero ser tu jodido amigo o al menos no solo eso. Ten buena noche, copo de azúcar.
Y sin dejarla darme una respuesta o su típico mantenerlo profesional, me alejo y la jodida sonrisa de satisfacción no se me borra.
***
27 de abril, 2015.
—Tengo una invitación a un cumpleaños.
Andrew deja de tocar la guitarra y me mira, asiente para que continúe como si fuese mi jefe o algo así. Así que le arrojo una púa, ríe.
— ¿Quién te invitó a un cumpleaños?
—Uhm, te diré si acuerdas ir conmigo —chantajeo.
—Eso no es muy justo —Hace la guitarra a un lado—. ¿Qué pasa si odio al cumpleañero?
—Como si el odio tuviera espacio en tu malditamente de oro corazón.
—Aw, qué bonito halago. Casi me convences, ahora dime de quién es.
—Acompáñame y te digo.
—Mejor dime fecha.
Saco mi celular y reviso el épico evento de cumpleaños que Elanese creó, es una puta locura. Cualquiera creería que es el evento del año, no dejan de hacer publicaciones, todos parecen ansiosos de que el día llegue. No pensé que Copo de Azúcar fuera así de popular, no cuando le dijo a Skylie que tenía pocos amigos.
—Dos de mayo.
—No lo sé, lo pensaré. Si no me llega una invitación mejor, acepto.
—Qué alto te cotizas, Andu bebé —Le arrojo otra púa—. Vamos, será divertido.
— ¿De quién es la fiesta? —insiste.
— ¿No confías en mí?
—Sí, pero quiero saber —Mira la hora en su celular—. ¿En dónde están los monos y Harry?
—Deben de estar por llegar —Lo miro con coquetería—. ¿Te pone nervioso estar a solas conmigo, bebé?
—Para nada, me tiene de lo más caliente pensando si tenemos chance de un rapidito.
—Perturbador —dice Max entrando a la sala de ensayo, Andrew y yo reímos—. Tienen una entrevista mañana por Skype, será transmitida en Australia, así que espero puntualidad —Ve específicamente a Andrew.
—Llego a tiempo a las entrevista y de hecho, hoy no soy quién llega tarde.
—Luego tienes tus chequeos médicos anuales, faltan Ethan y tú por hacérselos.
—Está bien —responde Andrew, hace una mueca con su boca y luego le da una de sus sonrisas más encantadoras.
Eso deja en claro que lo que sea que esté por decir, no va a gustarle a Max.
»Así que parece que tengo un pequeñito problema, papi Max.
— ¿Qué hiciste?
—Todos somos conscientes de que salí con Amy durante un tiempo...
Asiento, encantado de esta primicia, debo decirle de inmediato a la rubia lo que llegue a salir de aquí. Algo me dice que será información jugosa.
—Siento que esto no va a gustarme —Se lamenta Max.
—Así que me puse un poco sucio.
—Oh, esto me gusta. ¿Qué tan malditamente sucio? —pregunto— ¿Azotes? ¿Tríos? ¿Sexo público? Cuéntalo todo.
—Bueno, no va tanto por ahí...La cuestión es que las cosas con Amy se pusieron algo subidas de tono por mensajes y en un mensaje fui muy, pero muy explícito sobre lo que se supone haría cuando nos viéramos.
—Pero qué calenturiento mi Andu bebé.
Max solo lo observa esperando el momento del disparo verbal.
—Así que parece que alguien se transfirió esa conversación y está extorsionando a Amy, ella habló conmigo ayer sobre eso —Alza sus manos como si intentara aplacar la reacción de Max—. En líneas generales, no me molesta o incomoda que las personas sepan que me gusta el sexo y que puedo llegar a ser un poco...
— ¿Orgásmico? —intento y él ríe.
—La cosa es que Amy está consternada y no quiere que estos mensajes vean la luz y no pretendo que lo que tuvimos la incomode, así que me gustaría que evaluáramos esto para que la noticia no salga a la luz.
—Hablaremos de ello después del ensayo —dice Max con una calma que asusta antes de que su teléfono suene y se aleje.
— ¡Buenas, buenas! —grita Doug anunciando su llegada, nunca puede llegar en silencio—. ¿De qué me he perdido? Llego tarde porque mi esposa me trajo, sigue conduciendo horriblemente lento.
Miro a Andrew y luego a Doug, sonrío poniéndome de pie.
—Te perdiste que Andrew es un chico sucio mandando mensajes sobre cómo va a meterla y comérsela a las chicas —anuncio—. Resulta que le gusta hablar bien sucio.
— ¡¿Si?! —Doug ríe como si la noticia fuese la mejor.
—Se lo envió a Amy.
— ¿Qué le dijo? ¿Hizo una especie de guion porno? ¡Carajo! Quiero los detalles.
—Viejas chismosas —Nos acusa Andrew— y para que lo sepan, es absolutamente normal tener charlas sexuales con alguien cuando salen. Que ustedes no sepan de sexo no es mi culpa.
—Oh, perdónenos gurú sexual —Se disculpa Doug—. Sé mucho de sexo, ¿Acaso crees que una perfección como Rayito saldría de un mal sexo?
—Cállate —Lo corto—. Cancela esa conversación, no hablaremos de tu vida sexual que incluye a mi hermana.
—Qué aburrido —Se queja, luego ríe—. Yo creo que tu hermano envía mensajes sexuales a Hottie.
— ¿Eh?
—A veces se ríe con la mirada al teléfono y luego se remueve. Le va el estilo de Andrew.
— ¿De qué hablan? —Volteamos a ver a Ethan que viene con un café en mano y llevando gafas de sol—. Hola, plebeyos.
—Hablamos de tu palito —Le dice Doug.
— ¿Palito?
—Esa cosita que te cuelga.
No puedo evitar reír y Andrew también, Ethan retira los lentes y enarca una ceja, baja la vista a su entrepierna y luego mira a Doug.
—No tengo ningún palito.
—Ah, no lo sé, escucho mucha protesta de tu parte al respecto —Lo fastidia.
—Ni siquiera comentaré al respecto porque todos somos conscientes de lo afortunado que soy. Ahora, ¿De qué hablaban?
—Andu bebé es un hablador sucio de mensajes. Le dijo a Amy cómo se la metería y qué le haría. Muy, pero muy sucio.
—A Andrew siempre le gusta hablar de las cosas, ¿Por qué creyeron que no sería hablador sobre sexo? —pregunta dando un sorbo a su café—. Qué asco, sabe horrible, yo hago mejor café que este.
—Lamento la tardanza, pero tengo una esposa enferma —Anuncia Harry que le quita el café a Ethan y da un sorbo—. No está tan mal.
—Andrew le habla sucio por mensajes a sus novias —Le informo antes de que pregunte.
Harry lleva su mirada hacia Andrew que se encoge de hombros, el bastardo le sonríe y asiente con lentitud. Tal vez Doug tiene razón y Harry se la pasa en eso...
—A ellas les gusta tanto como a mí, si no les gustara pararía. No hay nada vergonzoso sobre una buena charla sucia —señala Andrew poniéndose de pie—.Ahora, teniendo en cuenta que pretendo que nada de esto salga a la luz, tal vez las chismosas del grupo deberían dejar de decirlo.
—No lo sé, esto parece una información muy jugosa —Se lo piensa Doug—. ¿Cuánto me das por mi silencio?
—Tal vez no decirle a Hilary que el otro día te vi dejar que Jeff probará de tu café.
— ¡Maldito traidor!
—Me guardo bien mis cartas, ¿A que si? —Voltea a verme y alzo mis manos en rendición—. Sí, ríndete que también te tengo secretitos si sueltas el mío.
—Cuando Andrew se pone malvado, me enamora —comenta Ethan—. Nada como ver un poco de maldad en un ser tan celestial.
—Mañana tenemos entrevista en Skype —Les informa Andrew caminando hacia su lugar cuando ensayamos—. He estado componiendo, creo que tengo una buena melodía, pero necesito que me ayuden con la letra y... —Se detiene para reírse cuando Harry le pasa por el lado—. ¿No y que tu esposa está enferma, Harry?
—Es lo que dije.
— ¿Entonces, cómo es que consigues chupetones por todo el cuello cuando está moribunda en cama?
Harry lleva las manos en su cuello y nos mira. ¡Jodido mentiroso! Entrecierro mis ojos hacia él y alza sus manos exactamente como lo hice yo hace un momento en rendición ante Andrew.
—Vale, mentí. Ella no está enferma, pero ¡Joder, Andrew! Quería mantener privacidad.
— ¿Así que llegas tarde porque estabas ocupado siendo un salvaje sexual? —pregunta Ethan—. Qué poca vergüenza.
— ¿Y por qué llegaste tarde tú? —exige saber Harry.
—Hice un caos en el tráfico.
— ¿Qué? ¿Sucedió algo? —pregunta Harry preocupado.
Pero cuando Ethan hace esa sonrisa comemierda, yo ya me veo venir la respuesta.
—Sí, bajé la ventanilla del auto y el tráfico se detuvo ante mi belleza.
Hay unos segundos de silencio, luego Harry me mira.
— ¿Él realmente acaba de hacer ese chiste sin vergüenza alguna?
—Lo hizo, bastardo de ojos azules.
—Si Ethan hace ese chiste, eso significa una cosa —Anuncia Doug—. Llega tarde porque estaba en medio de orgasmos. Cuando está feliz sexualmente, hace esa mierda de chistes.
»Todos ustedes son unos sucios impuntuales lujuriosos. ¡Yo llegué tarde porque mi esposa conduce como un maldito caracol! Y ustedes ahí de conejos. Es una injusticia.
—En realidad, en este momento yo soy el santo. Meses sin tener sexo y llegué malditamente temprano —digo. Doug se lo piensa.
—Es verdad, en este momento irradias pureza, ni siquiera es necesario echarte agua bendita. Pobrecito.
—No, muchas gracias por tus palabras, rubia.
—Entonces... ¿Pueden escuchar mi melodía y ayudarme con la letra? Ya vamos bastante tarde y quedé de almorzar con Ally.
—Sorpréndenos, Santo Wood.
Nos dejamos caer en sillas y el suelo mientras Andrew revisa que su guitarra esté afinada. Antes de que empiece, Doug alza su mano.
— ¿Si? —pregunta Andrew.
— ¿Realmente tus mensajes sexuales explicaban de qué manera ibas a hacérselo gráficamente?
Andrew lo mira desconcertado y el resto reímos. Somos conscientes de que esta de ahora en adelante será la bromita favorita de Doug hacia Andrew. De alguna manera los ensayos de BG.5 siempre son jodidamente divertidos.
Holissss, espero y se encuentren muy bien.
¿Cómo se portan? ¿Qué tal marcha sus semanas?
Para spoilers o adelantos, hago uso de mis stories en instagram (DarlisStefany) y las de la página Facebook (Darlis Stefany).
Espero les guste.
Un beso sabor a fresa.