Caminamos en dirección a una camioneta, no solté su mano en ningún momento y me dejé llevar por él.
Ignoré todo lo que pasó, mi mente no podía entender nada, sólo seguía a Harry a algún lugar. Entramos a un gran hotel, no me detuve a observarlo, sólo lo supe por el gran cartel que decía su nombre. Subimos algunos pisos y entramos a una cálida habitación. Él cerró la puerta detrás de mí. A los pocos segundos sentí sus manos en mi cintura, su calor me envolvió.
-Dormirás aquí- susurró en mi oído. Era una gran habitación, una enorme cama ocupaba gran parte de ella- y no puedes negarte- siguió haciéndome caminar hacia el gran colchón. Me senté allí pero seguía sin poder controlar mi cuerpo, quería moverme, quería decirle que no hacía falta esto, que podía ir a mi casa, quería caminar pero no podía- Ponte cómoda- pidió y lo único que hice fue recostarme allí. Él quitó mi calzado y acarició mi rostro- Te dejaré descansar tranquila- susurró mirándome a los ojos y luego se giró para irse, mi cuerpo por fin reaccionó y lo tomé del brazo, me miró confundido.
-No- susurré.
-¿Qué sucede?- preguntó preocupado.
-No me dejes sola- logré decir.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios cerrados. Me moví un poco para dejarle un lugar y lo comprendió al instante. Se recostó a mi lado y me rodeó con sus brazos. Me aferré a su cuerpo con fuerza y él se acomodó mejor, con su mano comenzó a acariciar lentamente mi brazo, se detuvo en aquella zona hinchada y la tomó entre sus manos para depositar un pequeño beso. Alcé mi vista para verlo, su mirada me cautivo instantáneamente, me perdí en ella sin importarme nada, sin importarme lo cursi que pareciera la escena.
Nos quedamos mirándonos así un largo rato, sólo mirándonos, inspeccionándonos. Me recosté en su pecho para dormir, estaba cansada, necesitaba dejar de pensar. Entre sus caricias y el latir de su corazón me fui quedando dormida, mi cuerpo por fin logró relajarse y mi mente se apagó por completo.
...
Unos pequeños rayos de sol comenzaron a despertarme. Abrí los ojos lentamente.
¿Dónde estaba? Miré mí alrededor y no reconocí el lugar ¿Qué había sucedido? Quise moverme pero unos grandes brazos no me dejaron hacerlo, los brazos de Harry me sostenían completamente dormido. Todo volvía a mi mente. Peter había estado allí, Harry me había "salvado" y me había traído a su hotel ¡Esperen! Harry había visto a Peter, lo había visto lastimarme, había visto mi secreto y eso no podía pasar. Rulos me había visto débil. Pero ¡un momento! Había algo peor, estaba aquí, abrazada a él completamente vestida, había dormido con él, sólo dormido, vestidos y como una maldita pareja ¡Maldición Kate! Haces todo mal.
Salí como pude de su agarre y él despertó ante mi brusco movimiento.
-Hey- exclamó adormilado cuando abrió los ojos- Te despertaste- susurró con voz ronca mientras se refregaba los ojos.
-Debo irme- dije poniéndome mi calzado sentada en la gran cama.
-¿Todo está bien?- preguntó sentándose a mi lado, mirándome con tristeza. Odiaba esa maldita mirada, por eso mismo era un secreto, si alguien sabía la verdad de mi pasado comenzarían a verme así, comenzarían a verme como "una pobre muchacha".
-Tengo que irme- repetí de mala gana desviando mi mirada.
-Kate- habló serenamente- ¿Estás mejor?
-Rulos- lo miré- o me dices como me voy o lo averiguo yo sola.
-Okey- bufó levantándose. Caminó descalzo hasta la puerta de la habitación y se detuvo antes de abrirla- ¿Vienes?- preguntó mirándome.
-Si, si- respondí rápidamente y me acerqué a él, pero no se movió, se quedó mirándome.
-No creas que voy a olvidar lo que sucedió ayer- me miró serio- Ni intentes que lo haga- quise hablar pero no me dejó -No me interesa lo que tengas para decir- se giró y tomó el picaporte para abrir la puerta.
Odiaba que sepa lo que iba a decirle y odiaba que se negara a olvidar lo que sucedió, necesitaba que lo haga.
Al salir de la habitación me sorprendí al ver un gran living, ayer no lo había notado, no me pregunten por qué simplemente no lo había hecho. Me quedé parada allí cuando escuché un par de voces desconocidas.
-Hazza- exclamó uno. Miré a Harry horrorizada y él me miró serio. Me giré para ver quienes estaban allí y me encontré con cuatro pares de ojos sobre mí. Eran sus amigos, los conocía de vista, pero solo de vista.
-¿No nos presentarás?- preguntó el morocho de brazos tatuados con una sonrisa. Harry en segundos estaba a mi lado.
-Kate, ellos son mis amigos- me habló- Zayn, Liam, Niall y Louis- presentó a cada uno y ellos mientras los nombraba hacían un gesto. El morocho tatuado era Zayn, Liam era el castaño de cabello corto, en ese mismo instante me acordé de él, ayer a la noche estaba allí, luego había un rubio con unos brillantes ojos celestes, Niall. Por último estaba Louis, castaño y también con algunos tatuajes en sus brazos.
-Ella es Kate- habló y luego se aclaró la garganta nervioso- una amiga.
-Ahora le dicen amigas- bromeó el castaño que presentó último.
-No molestes, Louis- advirtió él molesto- Vamos- dijo tomando mi mano y casi arrastrándome.
Escuché sus risas al cerrar la puerta ¡Maldición! Esto no podía haber pasado, salir de la habitación con él ya era malo y peor si eso lo presenciaban sus amigos. Caminamos por un largo pasillo y nos detuvimos en la puerta del ascensor.
-Tendré que dejarte aquí- lo miré confundida- Ya sabes abajo hay mucha gente y...
-No te comprendo, Rulos...
-Am soy famoso ¿Lo recuerdas?- Okey, me sentí una completa idiota, sé que las mejillas se tornaron coloradas cuando recordé que era un maldito famoso, él rió- Eres increíble- dijo entre carcajadas- Okey, Paul te espera abajo...
-¿Paul?
-Nuestro guardaespaldas, es de confianza- dijo seguro. Cuando la puerta del ascensor se abrió él lo señaló y se giró para irse pero lo tomé del brazo y me miró- ya te dije que no lo olvidaré, no pierdas el tiempo Am- me dijo seguro.
-No lo olvidarás- comencé a hablar- Porque nunca pasó- dije segura. Él sonrió y tomó mis mejillas para plantarme un beso ¿Qué hacía?
-Adiós- susurró. No me dejó responderle, no me dejó golpearlo, no me dejó hacer nada, se fue en segundos.
Bajé por el ascensor y la realidad me invadió. Alrededor de 50 muchachas esperaban ansiosas en la puerta del hotel, me quedé mirando sin poder creer lo que veía.
-¿Kate?- preguntó un hombre de gran tamaño
-Si- respondí confundida.
-Soy Paul- se presentó- Harry me dijo que te acompañara.
-Oh claro- acepté su compañía.
Demonios, sí que eran famosos. Las adolescentes que esperaban allí realmente estaban histéricas. Siempre admiré a ese tipo de personas, nunca fui lo suficientemente fanática para hacer todo eso por alguien, nunca hubiese estado por horas en la puerta de un hotel. Debían ser buenos estos chicos.
La intriga me inundó completamente y en el camino a casa no pude dejar de pensar en él, en su banda, en cuán famosos eran y qué tipo de música hacían. Cuando llegué a mi departamento mi celular sonó.
-Hola- respondí sin ver de quién se trataba.
-Kathleen ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Qué sucedió ayer?...
-Pen- dije para detener la lluvia de preguntas de mi amiga- Todo está bien, no sucedió nada anoche.
-Sé que algo sucedió pero no te obligaré a contarme- contestó, ella me conocía y sabía que por más que lo intente habían cosas de las cuales no hablaba-¿Dónde pasaste la noche?- preguntó picara.
-Creo que lo sabes- respondí.
-Si, lo sé- rió- ¿Sucedió algo?
-No- respondí rápido- Sólo dormí allí.
-¿Abrazados? ¿Enamorados?
-¡Cállate Penny si no quieres que deje de hablarte por el resto de tu vida!- me quejé.
-Okey, okey, te veré a la noche.
Cuando apagué el teléfono no lo dudé, fui a mi abandonada computadora y la encendí. Apenas se abrió el navegador puse su nombre en el buscador. Miles de fotos de su hermosa sonrisa, de sus profundos ojos y su perfecto cuerpo aparecieron allí. También páginas, "One direction" decían algunas y otras sólo su nombre. Las abrí y comencé a inspeccionarlas.
Al parecer eran una banda salida de un reality, los cinco eran como hermanos y realmente la pasaban bien, se habían hecho súper famosos en poco tiempo que ni ellos se acostumbraban a eso. Puse algunos videos y escuché alguna de sus canciones, realmente sonaban bien, sus voces se complementaban a la perfección y sus canciones eran pegadizas ¡Dios mío! Su maldita voz era perfecta, simplemente lo hacía más sensual.
Toda la fama comenzaba a abrumarme, no podía seguir con esto, no podía tener una relación con él, si de por si no quería tenerla con nadie menos lo haría con una persona con la fama que tiene él.
Seguí viendo páginas pero esta vez sólo de él.
"Harry rompecorazones" "Styles mujeriego" "Hazza tiene todas a sus pies" eran algunos de los títulos, según estas páginas él era el "Don Juan" de la banda, salía con las mujeres que se cruzaba y sólo duraba una noche con ellas. Una ola de alivio recorrió mi cuerpo, él no quería nada serio, él era un mujeriego, sin embargo el alivio no fue lo único que apareció en mí, algo más había ¿Enfado? ¿Ira? ¿Odio? Aunque en el fondo lo sabía, él me lo había dicho, él me dijo que no salía dos veces con la misma persona pero conmigo lo estaba haciendo. Mi mente era una confusión, me enojaba que salga con todas pero no quería nada con él. Apagué mi computadora enfadada conmigo.
...
En el bar aquella noche él apareció en la barra.
-¿Qué tomaras?- pregunté indiferente.
-Nada- me miró- vine a ver como estabas.
-Bien, puedes irte- dije rápido y seguí con lo mío. Se quedó allí unos segundos y luego no lo vi.
Seguí preparando tragos tratando de no pensar en él. Pero unos brazos en mi cintura me sacaron de mis pensamientos. Me giré y allí estaba él.
-¿Qué haces aquí?- pregunté molesta- No puedes estar aquí...
-¿Cómo estás?- cuestionó, ignorando mis palabras.
-Rulos vete de aquí, no puedes estar en la barra.
-¿Me responderás?
-Harry amigo ¿Cómo estás?- preguntó Jack entrando a la barra, lo miré confundida.
-Todo bien, Jack- respondió él y volvió a mirarme.
-¿Qué demonios? ¡Jack dile que no puede estar aquí!
-No me meteré entre ustedes dos- dijo entre risas- Penny me mataría.
-Maldición, Rulos- me quejé y salí de allí.
En el callejón no tardó en estar a mi lado.
-¿Ahora eres amigo de mis amigos?
-Kate- habló poniéndose frente a mí- ¿Cómo estás?
-Maldición Harry... ¿Acaso no me escuchas?- me miró confundido- Ayer no sucedió nada, aléjate de mí...
-Am deja de decir estupideces- habló molesto.
-Rulos te lo advierto, aléjate- le dije seria- Vuelve a tu vida de don juan, vuelve a salir con una chica por noche- ¿Por qué eso había salido de mi boca?
-¿Estás celosa?- preguntó tomándome de la cintura mientras reía.
-Eso quisieras- seguí molesta- Te lo diré por última vez... aléjate.
Entré furiosa y por suerte él dejó de molestar.
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