Nueve años después...
Emma
–¡Emma arriba! –grita Meme.
–Sabes que ella no despertara de esa manera –dice Mat desde algún lugar de mi habitación –ella solo se despertara si...
–Ni se les ocurra –les advierto a los dos idiotas que tengo por hermanos.
Ninguno de los dos me hace caso y siento como mi cama comienza a agitarse porque estos dos idiotas comenzaron a saltar en mi cama, ambos comienzan gritarme que me levante o llegaremos tarde a clases, pero no tengo ganas de ir porque este es nuestro primer año en preparatoria. Los chicos se detienen y se sienta junto a mí, los miro a ambos y ellos simplemente me sonríen como el gato de Alicia en al país de las maravillas, odio a mis hermanos y sobre todo odio que sigan durmiendo conmigo.
Tenemos catorce años y en pocos meses cumpliremos quince y ellos aún siguen vinieron por las noches a mi cama, no entiendo porque lo hacen, si ambos tiene sus habitación y están las tres habitaciones unidas, jamás entenderé a este par. Me levanto de la cama y me meto en mi baño, escucho como los chicos se quejan pero nos les prestó atención, ya estoy de mal humor y no quiero aguantarlos más, pongo música y me meto en la ducha.
Cuando salgo a mi habitación los chicos ya no están, cierro la puerta que une mi habitación con la de Meme y la puerta que da al pasillo, saco mi nuevo uniforme de mi enorme armario y me lo pongo. Mi nuevo uniforme es muy incómodo, se trata de una camisa blanca con mangas cortas, una vestido cuadrille color azul con una corbata que va a juego con el estúpido vestido y encima de este un saco negro. También tengo que ir con mocasines negro y media tres cuartos blancas.
Esto de ir a una preparatoria de niños mimados no me agrada mucho pero lo único bueno de esto es que podre estar con mi mejor amiga, que también es mi tía, Annie. Me encanta pasar tiempo con ella y ahora lo podremos hacer mucha más ya que al dar el examen de inicio me dijeron que me adelantarían dos años más y que mi coeficiente intelectual era más elevado que mis compañeros. Meme y Mat también fueron adelantados dos años más y ahora estamos en tercero de preparatoria, solo nos queda un año más para por ir a la universidad.
Me miro en el espejo y me peino un poco el cabello, ya que lo tengo muy largo y es complicado peinarlo pero hoy se me ha hecho fácil , me aplico un poco de rímel transparente para que mis pestañas se realcen más pero sin exagerar y me aplico un poco de brillo labial. Bajo hasta la cocina para poder tomar el desayuno, cuando entro en la cocina ahí esta toda mi familia, esta papá con un traje azul marino que le queda como un guante, mamá lleva puesto un vestido que se le ciñe al cuerpo muy bien y además va maquillada, eso significa que ira una entrevista.
También están mis hermanos que llevan el mismo uniforme que yo pero en lugar de llevar un vestido, llevan pantalones color azul marino y el resto del uniforme es igual al mio, mi nana también está en la cocina y es ella quien ha preparado el desayuno. Saludo a todos en la mesa, incluida mi nana y me siento junto a mamá para poder desayunar, mi nana me trae unas tostadas con mermelada de arándanos y juego natural de maracuyá.
–¿Ya saben a qué materias extracurriculares se anotaran? –pregunta mi padre mirándonos.
–Aplicaremos para el equipo de futbol –responde Mat mientras termina sus panqueques.
–Además también estoy en calculo avanzado –espeta Meme –¿Emma ya sabes que harás?
–No lo sé aun –digo y todos se me quedan viendo –no es la gran cosa pero seguro entre en el club del coro.
Papá asiente con la cabeza y luego continuamos hablando de trivialidades hasta que llega nana y nos dice que Connor y Taylor nos están esperando afuera en el coche, ruedo los ojos y termino mi desayuno con rapidez, me despido de papá, mamá y nana para luego salir detrás de mis hermanos. Cuando salgo de la casa escucho como mamá me llama y corre hasta mi con mi mochila, le agradezco por haberla traído porque no me había dado cuenta que no la traía, Connor me ayuda a subir al coche y le agradezco.
Connor y Taylor son mis guardaespaldas, desde que tenemos siete años de edad nosotros tres tenemos guardaespaldas, mamá y papá también, hasta Annie los tiene pero a mí no me agrada nada tenerlo, es horrible tener que salir con ellos a todos lados. No es que ma caigan mal ni nada, pero no me gusta que alguien me esté persiguiendo a donde sea que voy, le he pedido a mis padres que me los quiten pero ellos me han dicho que no porque eso sería muy peligroso por todo lo que paso en el pasado.
A mis hermanos no parece molestarles tener guardaespaldas, pero a mi si porque siempre que un chico ha intentado acercarse a mi ellos lo espantan o mis hermanos lo hacen pero yo hago lo mismo con todas esas chicas que intentan algo con ellos, lo peor de todo es que ahora que estamos en tercero todas las chicas que estén alrededor de ese par serán mucho más grandes y con más experiencia en todo. Este año no podré estar con ellos en todas las asignaturas, ya que nos anotamos en horarios diferente y ellos tienen más prácticas que clases, al parecer ser hijos de mis padres conlleva mucho prestigio en este instituto.
–Llegamos niños –musita Taylor en ese tono tan serio que tiene –pasaremos por ustedes a la salida.
–Hoy tenemos las pruebas del equipo de futbol –responde Meme –así que saldremos dos horas más tarde pero pasen por Emma y luego vienen por nosotros.
–Entendido joven Magnar –espeta Taylor.
–Me iré con Annie –los interrumpo, no me gusta que manejen mi vida como ellos quieren –iré a la casa de los abuelos, luego les digo a mamá y papá.
Me bajo del coche antes que algunos responda por mí, escuche la vos de Magnar, sé que es mi hermano mayor y debo obedecerle pero es solo un minuto más grande que yo y Mat es diferente, él suele ponerse en mi lugar y además es un poco más comprensible que Meme. Entro en el instituto y camino por los pasillos, busco con la mirada a Annie pero no la encuentro, saco mi teléfono y le envió un mensaje para mi buena suerte la encuentro antes que ella pueda responderme.
Me acerco hasta ella y veo que lleva el mismo uniforme que yo pero la falda de su vestido el queda un poco más larga que a mí, Annie es muy parecida a mi abuela y lo único que tenemos en común son el color de nuestros ojos. Annie es pelirroja como la abuela pero no saco el mismo cuerpo que ella, digamos que Annie es algo plana en comparación a la abuela, a mamá o a mí pero su belleza resalta sobre todas las cosas, ella no necesita tener grandes curvas o un cuerpo voluptuoso para llamar la atención de los chicos.
–Tía –la saludo como siempre.
–Sobris –me dice ella y luego se abalanza sobre mí para abrazarme.
Me rio y le devuelvo el abrazo, tengo a la mejor tía del mundo, a pesar que ella es dos años más grande que yo somos las mejores amigas del mundo, no suelo tener muchas amigas mujeres y mi única amiga que tenía en la secundaria se mudó a Nueva York y me quede sola y jamás he podido tener amigo varones porque Meme y Mat se encargaban de espantarlos. Mis hermanos son muy sobreprotectores conmigo y Annie pero no son solo ellos porque tenemos a Brandon mi otro tío, también están Mike y Ross, a Mike lo veo muy poco ya que él está en Francia terminado sus estudios universitarios y Ross es quien más nos cuida pero sobre todo cuida demasiado a Annie.
Ross hace algunos años atrás tuvo un grave accidente y eso lo saco de las canchas de basquetbol para siempre y ahora se encarga junto con mi abuela de las oficinas de la joyería, Annie me ha dicho que Ross a cambia mucho desde que paso lo de su accidente, que no es el mismo chico que ella conoció. Siempre que Annie habla de Ross puedo ver un brillo en sus ojos que no sé qué significa, he pensado que ella está enamorada de él pero luego recuerdo que ellos se tratan como auténticos primos.
–Chicas –musita una voz extraña.
–Chase –le responde Annie con odio –¿Qué quieres?
–¿No me presentaras a tu nueva amiga? –pregunta el tal Chase y me da un repaso sin vergüenza alguna, ruedo los ojos porque ya sé qué clase de chico es este –bueno yo mismo me presento soy Chase el capital del equipo de futbol.
–Dirás el ex capitán –le digo con burla –porque mis hermanos hoy darán la prueba para el equipo y alguno de ellos quedara como el capitán, juegan mucho mejor que cualquiera.
–Yo soy él número uno, nena.
Miro a Annie y ambas nos partimos de la risa por aquel tonto comentario que a dicho este chico, realmente cree que podrá vencer a mis hermanos, pobre ingenuo. No miento cuando digo que mis hermanos son geniales en ese deporte porque ambos han sido nombrados tres años consecutivos el primer y segundo puesto como los mejores jugadores del estado. Mat es quien ha ganado dos veces el primer puesto pero ambos son geniales.
–Mira Chase, te presento a mi sobrina Emma Smith Black –le tiendo la mano y él chico me mira con asombro –¿sabes quiénes son sus hermanos?
–¿Tu mamá es la famosa cantante Megan Black? –asiento –¿y tu padre es el mejor abogado del estado y uno de los mejores del país? –asiento otra vez –entonces tus hermanos son...
–Nosotros –lo interrumpe Meme –¿Qué pasa aquí? –pregunta algo enojado.
Meme y Mat son dos chicos que no parecen de catorce años, todo lo contrario parecen dos chicos de dieciocho años y además Meme tiene aspecto de chico malo, de esos que vez en las películas de amor, en donde las chicas se enamoran de ellos y Mat bueno, Mat es Mat, ósea es un chico super lindo en todos los sentidos, su apariencia no espanta tanto como la de Magnar, pero jamás lo hagas enojar porque es el peor de los tres. Miro a Chase y este no parece creerse que mis hermanos están aquí parado delante él, digamos que mis hermanos son algo como super estrellas dentro del mundo del futbol y yo solo soy la hija de... y la hermana de..., ¿si me molesta que me traten de esa manera? ¡Por supuesto!
–Emma toma –me dice Mat y me extiende un billete de cincuenta dólares –papá me dijo que te dinero para la salida del instituto, ya le dije que iras con Annie a la casa de los abuelos.
–¿Vienes a casa? –me pregunta Annie y yo solo asiento –genial, necesito hablar contigo de muchas cosas.
–¿Me dirás quién eres? –pregunta Meme a Chase –¿eres mudo?
–Se llama Chase –intervengo por el chico que parece que se quedado sin palabras –es el capitán del equipo de futbol.
–No por mucho tiempo –musita Mat y se ríe –nosotros solemos ser competitivos, no es nada personal.
–Habla por ti Matthew –bufa Meme.
–Meme –advierto.
Meme me toma del brazo y hala de mi pero antes de continuar caminando llama a Annie y ella camina detrás de nosotros junto con Mat, ruedo los ojos por la actitud de Meme pero no le digo nada, no quiero iniciar una pelea el primer día de clases. Meme me deja justo frente a mi casillero y para mi mala suerte mis hermanos tiene los dos casilleros a mis costados, esto debe ser una broma; bufo y abro mi casillero, meto todos mis libros allí con enfado y Mat se ríe por lo bajo de mí.
–Necesito mi espacio –digo frustrada y Meme me mira mal –no me mires así, los quiero chicos pero esto es agobiante. Somos trillizos y eso esta genial, pero no somos siameses, tengo suficiente con que se pasen por las noches a mi casa y ahora en el instituto necesito mi espacio y nuevos amigos y no importa sin son mujeres u hombres, solo déjenme hacer lo que quiera.
–No –musita cortante Meme –sabes que no me agrada que tengas amigos hombres.
–Magnar –lo regaña Mat –déjala que haga lo que mejor le parezca, además ella sabe lo que hace, es una chica responsable.
–He dicho que no y punto –sentencia y cierra con fuerza su casillero –obedezcan lo que digo son el mayor.
–¡Por minutos! –decimos al unisonó Matthew y yo.
Magnar rueda los ojos y se va, gruño y también cierro con fuerza mi casillero por lo frustrante que puede llegar a hacer mi querido hermano mayor, Mat me dice que me tranquilice que él hablara con Meme y que todo se solucionara o como última opción nos quedan mamá y papá. Suelto un suspiro y asiento con la cabeza, me pongo de puntillas y beso su mejilla, luego camino por el pasillo hasta el salón de clases y en el camino Annie se une a mí.
***
El primer día de instituto termino y por fin puedo quitarme esta tonta corbata que tengo que utilizar, camino a la par con Annie y nos dirigimos hasta el coche negro que esta aparcado frente a la puerta del instituto, cuando llegamos al coche mi abuelo Caleb baja de la parte de atrás del coche y yo corro para abrazarlo. Amo mucho a mi abuelo Caleb, es el mejor de todos los abuelos, siempre que salimos con él y Annie hacemos locuras aunque luego la abuela se enoja pero vale la pena porque hacemos lo que nos guste.
–Hola pequeña –me dice mientas besa mi mejilla –hola princesa –saluda a Annie.
–Hola papi –le dice ella –Emma viene a casa hoy, no te molesta ¿no?
–En lo absoluto –dice él –¿Qué tal si vamos al cine, luego a comer algo y por ultimo por un super helado?
–¡Si! –gritamos las dos al unisonó.
–¿Los chicos vienen? –pregunta el abuelo.
–No –le digo algo molesta –tienen las pruebas para el equipo.
El abuelo asiente con la cabeza y todos subimos al coche, vamos al cine y vemos una película de acción, luego vamos a un lugar de comida rápida y por últimos vamos a nuestra heladería favorita. Cuando terminamos los helados nos dirigimos a la casa de mis abuelos, ellos se mudaron hace cinco años a una casa cerca de la mia porque como Annie y yo somo muy unidas y vivíamos algo muy lejos, los abuelos compraron una casa cerca de la nuestra.
Annie y yo bajamos del coche y entramos en la casa, buscamos a la abuela pero ella no esta y entonces el abuelo nos dice que ella aún siguen en el trabajo, ambas asentimos y luego subimos a la habitación de Annie para poder hablar de algo que la tiene agobiada. Cuando entramos nos cambiamos la ropa del instituto y nos sentamos en la cama de Annie para poder hablar mejor, espero a que ella hable pero no lo hace, entonces hablo de cualquier otra cosa para que tome confianza y así me cuente que es lo que le pasa.
–Me gusta alguien –dice por fin Annie –pero es más grande que yo y él jamás se ha fijado en mí.
–Sería un idiota si no lo hace –le digo porque es cierto, ¿Quién no se fijaría en ella? Annie es hermosa –¿es un chico de ultimo año?
–Digamos que no está en el instituto y tampoco en la universidad –las mejillas de Annie se vuelven del mismo color que su cabello –es alguien mayor.
–¿No estudia? –ella niega –¿Es un vago? Dios Annie no te puede gustar alguien que no hace nada por su vida. Vales mucho para alguien así.
–Él trabaja en un gran empresa –dice y entonces todo me cuadra.
–¡DIOS ANNIE! –grito sin darme cuenta –¡TE GUSTA UN HOMBRE MAYOR!
Ella mueve la cabeza en afirmación y yo no puedo creer que esto esté pasando, el primer chico que le gusta a mi tía es un hombre, es un hombre hecho y derecho; no un chico unos años más grande. Esto es una locura realmente y antes de que pueda decir algo más miro el rostro de Annie y ella esta pálida como el papel, sigo su mirada y en el lumbral de la puerta está parado Ross.
Va vestido con un traje negro de dos piezas que se ciñe a su cuerpo bien esculpido, Annie baja la mira y se ve algo avergonzada ¿será que Ross escucho nuestra conversación? No lo sé pero si lo hizo es todo un mal educado, no creo que tía Sophie le haya enseñado esas cosas. Lo miro con el ceño fruncido pero él no deja de mirar a Annie, esto es raro pero espero que Ross no arme una escena como haría Meme si se entera que alguien me gusta.
–¿No sabes tocar? –le digo a Ross de manera brusca –¿y si nos estábamos cambiando?
–Lo siento pero como estaba la puerta entre abierta, pensé que podría pasar –dice de manera fría como si no hubiera escuchado nada –no sabía que estabas aquí Emma, me alegra verte.
–A mí también me alegra tío –digo de manera más tranquila.
–Annie tu madre me dijo que esta noche vendrán los Thomson –Annie asiente pero no lo mira –seguro vendrá Kevin y eso te hará la noche más llevadera.
–¿Kevin vendrá? –pregunta algo entusiasmada Annie y eso me parece raro –espero y venga tengo que decirle muchas cosas.
–Me lo imagino –balbucea Ross pero llego a escucharlo –nos vemos por la noche.
Dicho eso sale de la habitación y nos deja a las dos solas, Annie suelta un fuerte suspiro y luego mira por la venta de su habitación que da a la playa, la miro con cautela y espero a que ella vuelva a hablar, porque no quiero presionarla. No sé cuantos minutos pasan hasta que ella vuelve a hablar pero no dice nada de lo que acaba de pasar, solo me pregunta que se puede poner esa noche ya que Kevin vendrá.
Kevin es un buen amigo de Annie es un chico lindo, es moreno, alto de pelo castaño al igual que sus ojos y tiene un gran cuerpo, cualquier chica se enamoraría de él, pero Annie no es una de ellas. Ellos siempre se han visto como los mejores amigo de todo el mundo, no son tan unidos como lo somos nosotras pero siempre que se ven se cuentan todo lo que ha pasado desde la última vez que se han visto, Kevin está estudiando en Inglaterra y está en su tercer año de universidad.
–¿Emocionada porque viene Kevin? –pregunto.
–Si –dice ella sin interés –hace casi un año que no lo veo, quiero saber cómo le está yendo en la universidad.
–Seguro que bien, es un cerebrito –me burlo de él –¿seguirá igual de guapo?
–Por lo que vi en sus redes sociales esta más musculoso que antes –me informa Annie –pero creo que ya tiene novia.
–Ah –musito un poco desilusionada –¿Hablaremos sobre lo que paso con Ross?
–No paso nada –dice ella y puedo notar que se puso nerviosa –sabes que él siempre me pareció alguien intimidante, es solo eso.
–Sabes que no me puede mentir ¿no? –ella asiente pero no me mira –hare como que te creo, luego hablaremos bien de esto.
Solo espero que Annie no se enamore de Ross porque he escuchado unas conversaciones de mis padres y dice que Ross es un mujeriego de primera, además de que jamás ha tenido una pareja estable y que él mismo ha dicho que jamás la tendrá. No quiero que ella sufra o tendré que convertirme en asesina por defender a mi mejor amiga, espero que él chico que le gusta a Annie se otra persona y no se el idiota de Ross porque ese sería su peor error.
Fin.