La tormenta se había desatados a solo minutos después de que las ex actrices se refugiaran, el viento era bastante agresivo, las hojas de los árboles volaban en todas direcciones, el agua cada vez era más fría y fuerte, al contacto con la piel las gotas dejaban ciertas marcas rojas que con el tiempo se volverían moretones...una tormenta. Coraline y alexander comenzaban a tener dificultades al subir las escaleras, el agua hacia resbaloso los escalones, el viento y la lluvia golpeándoles el rostro hacía difícil moverse. Debido al viento y a la lluvia las escaleras se movían de un lado a otro amenazándolos con tirarlos, alexander tomo a Coraline de la cintura y dio grandes pasos subiendo lo más rápido posible, no se quedaría a esperar que las escaleras realmente cayeran. La puerta del departamento del Sr. B se encontraba frente a ellos.
-será mejor darnos prisa- dijo alexander acercándose a la puerta
Pero las cosas no fueron tan sencillas, nunca lo eran, una fuerte ráfaga de viento azoto el lugar haciendo que alexander trastabillara hacia atrás teniendo que clavara sus garras en el suelo atravesando el metal, a duras penas logro tomar del brazo a Coraline antes de que ella cayera por el barandal
- ¿dónde está el señor bobinsky? -pregunto alexander logrando levantarse, el cabello mojado que cubría su rostro fue apartado por su mano, la cual tenía las garras un poco astilladas debido al impacto del metal
-estoy aquí señorito-una voz proveniente de arriba del techo llamo la atención de los jóvenes, haciendo que ambos chicos miraran en esa dirección
El señor de piel azul clara brinco desde lo alto del techo cayendo sin elegancia alguna, el hombre alto trastabillo un poco debido al agua, pero este se recompuso rápidamente, el acróbata miro con sumo interés al joven de cabellos negros y orejas de gato
-me temo que los Mushkas no les permitirán pasar-el Sr. B hablaba en tono tranquilo moviendo las manos con gracia-ellos dejaron un mensaje para ustedes...aquí no es donde deben buscar, sino en el otro lugar... ¿ustedes lo entienden?
Coraline miro a alexander el cual aún mantenía la mirada en el hombre de largos bigotes que hacía flexiones como si no hubiese un mañana...la expresión del Sr. B indicaba claramente que pensaba en correr hacia el barandal, pero Coraline lo impidió, el mayor se adentró a su departamento no sin antes girarse y mirar a los dos chicos frente a el
-los Mushkas dicen que tengan cuidado, la bruja intentara a toda costa volver- el hombre no apartaba la vista de alexander- y...también están alegres por tenerte de vuelta alexander
El hombre cerró la puerta tras de sí, dejando a una muy confundida Coraline y aun pensativo alexander, las preguntas llenaban la mente de ambos... ¿realmente los ratones le hablan?,¿el Sr. B está más cuerdo o chiflado de lo que aparenta?, alexander giro sobre sus talones observando a Coraline, la lluvia aún seguía cayendo fuertemente pero el viento se había apaciguado bastante permitiéndoles bajar las escaleras con más tranquilidad.
Al bajar lograron escuchar un gran rechinido que inundo todo el lugar, ambos chicos buscaron con la mirada el lugar de donde provenía tal sonido...las rejas principales, las enormes rejas de metal de color negro se abrían paso para dejar entrar una mujer, que desde la lejanía no se lograba distinguir claramente, pero, Coraline sabía perfectamente quien era, sin demorar Coraline corrió hacia las enormes rejas seguida por un confundido alexander
- ¿señora Lovat? - pregunto la peli azul cerca de la mujer de cabellos blancos y piel morena
La mujer de avanzada edad sonrió a Coraline y camino hacia los jardines sin despegar la vista de alexander el cual la miraba con sumo interés, los tres caminaban cerca del estanque que se encontraba casi lleno, la mujer sostenía un gran paraguas negro que de vez en cuando cambiaba de mano para no cansarse
-hola Coraline-contesto finalmente la mujer sonriéndoles a ambos- hola a ti también alexander...es un gusto al fin conocerte en persona
- ¿disculpe? - contesto alexander confundido- ¿pero, como sabe mi nombre?
La señora Lovat sonrió, una sonrisa llena de cariño y a la vez tristeza, su mirada no se despegaba del joven alto de cabellos negros, como si deseara atravesar el alma del joven.
-tu madre me visita de vez en cuando...por medio de mis sueños, desde que era pequeña ella ha sabido comunicarse conmigo... justo por eso me encuentro aquí, no es de mi agrado salir con este clima...sé que poseen dos de las tres piezas que necesitan
- ¿Cómo sabe eso? -pregunto Coraline
-señorita jones, se más de lo que piensas, soy muy vieja y por lo tanto sabia...justo en estos momentos deberían estar haciendo otra cosa y no perdiendo el tiempo con preguntas tontas-la voz de la mujer era imponente y firme como la de un general dando una orden
La mujer se acercó hacia alexander tomando su mano, la calidez de la mujer lleno al joven de una paz que no había sentido en mucho tiempo, era extraño y agradable al mismo tiempo
-el cielo llora abriendo caminos, alentándolos a volver, el agua conduce las energías dejando la buenas correr, a pasar de un lado al otro el agua les ayudara, en un bello jardín dos pueden pasar- la mujer recito cual poema- no olviden los objetos, los van a necesitar
La anciana giro lentamente caminando hacia la salida, la reja de color negro fue abierta sin problemas, el sonido chirriante inundo nuevamente el lugar, pero justo antes de salir la mujer se giró sonriéndoles amablemente
-la llave abre puertas y ventanas, y también es una poderosa arma, protéjanla y no dejen que la otra madre la obtenga- la mujer se marchó dejando sus palabras en el viento, la silueta desapareció rápidamente
El viento azoto de repente, tomando a Coraline y a alexander desprevenido, la joven peli azul cayó al suelo rodando, alexander se plantó firme intentando no trastabillar observando como la peli azul era arrastrada por el viento en la misma dirección que él, ambos se acercaban cada vez más y más hacia el enorme estanque, las aguas que llenaban el enorme agujero habían ocultado por completo los tulipanes, el agua se veía oscura ocultando todo en el fondo, Coraline se encontraba completamente llena de barro, el viento hacia cesado por completo de repente, dejando a ambos en la orilla del estanque, la lluvia no paraba y parecía hacerse más violenta conforme pasaba el tiempo
-agua-murmuro el más alto mirando fijamente el estanque-el agua es un conducto...talvez nos lleve a la otra dimensión
Coraline miro a alexander y lo inspecciono con la mirada, algo faltaba y sabía exactamente lo que era, con sus manos quito el barro que aún había en su rostro, alexander simplemente sonreía burlonamente al ver el desastre de barro que Coraline tenía encima
- ¿dónde está el colmillo? - pregunto finalmente la peli azul
Alexander se había tensado, sabía que algo faltaba pero no recordaba que era, había tenido que soportar la enorme cantidad de agua y ni se diga del viento...había dejado el colmillo en algún lugar, pero no recordaba en cual y justo cuando el pánico comenzaba a reflejarse el grito de Coraline lo trajo de vuelta al mundo real, observó a la peli azul la cual había dado un brinco hacia atrás debido al Sr. B, el hombre cargaba el colmillo en sus manos tendiéndoselo a Coraline y yéndose igual de rápido que como había llegado
-eso fue muy raro- murmuro alexander, haciendo que Coraline asintiera
Alexander coloco el colmillo en su brazo izquierdo, sujetándolo con fuerza, ambos miraron el gran estanque, las burbujas salían de manera agresiva, como si realmente el estanque se estuviese llenando desde abajo, Coraline noto varias manchas más oscuras en el agua, como si algo se estuviese moviendo, eran cientos y ciento de manchas que se acercaban cada vez más a la orilla. La peli azul se inclinó un poco, intentando centrar su vista. Fue cuando lo noto, algo nadaba en su dirección volviéndose cada vez más claro, no le dio tiempo de reaccionar una mano extraña tomo su rostro y la jalo hacia el estanque, sumergiéndola por completo. Alexander tardo en comprender la situación intento atrapar a la joven, pero el agua comenzaba a salirse y grandes ratas salieron del estanque, ratas de todos colores, enormes y asquerosas, negras y grises todas con ojos rojos, mordiendo todo a su paso.
La peli azul forcejeaba intentando zafarse de la enorme mano que la sostenía, arañaba todo a su paso logrando arrancar grandes pedazos de carne, pero aun así la mano no la soltaba, no importaba cuando rasgara el agarre no cesaba
- ¡ayúdame! -grito Coraline desesperadamente, sus uñas se clavaron en la mano nuevamente, intentando no ahogarse en el intento
-es una pata de rata-grito alexander despedazando las ratas que se acercaban a el- ¡qué asco!
Las ratas subieron por los pies del pelinegro mordiendo todo a su paso, alexander se encontraba desesperado arañando y quitando a esos roedores, las ganas de vomitar al verlas le comenzaron a invadir cuando menos lo pensó se encontraba hundiéndose en el estanque, miro a Coraline que se encontraba un forcejeando, pero cada vez se hundían más, el peso de los animales lo hacía más pesado.
Bajo el agua todo era oscuro, la profundidad era inmensa, Coraline sabía que el estanque no era demasiado profundo e incluso llega a pensar que se encontraba en el océano, la oscuridad era cada vez más densa, el peso en su cara la hacía desesperarse el aire comenzaba a faltarle y no lograba ver a alexander.
Alexander miraba hacia todos lados buscando encontrara Coraline, pero su visión era horrible, incluso llego a pensar que había quedado inconsciente, pero el peso de los animales era algo que lo mantenía despierto, con sus garras se quitaba algunas ratas, pero estas se reproducían cual cucarachas, el peso del agua comenzaba a aplastarlo, el cansancio cada vez era más, el colmillo en su brazo no ayudaba para nada, sentía las piernas arder debido a las mordidas y cortes que las ratas habían causado. De un momento a otro se encontraba cayendo desde el cielo, cientos de ratas caían junto con él, a lo lejos logro distinguir la cabellera de color azul de Coraline la cual había quedado inconsciente
Intento acercase a Coraline, pero eso le era imposible, las ratas lo habían lastimado considerablemente, ratas las cuales ya no lo sujetaban, alexander miro hacia abajo y observo el enorme estanque de aguas oscuras que parecía tener restos del otro padre, miro a Coraline la cual estaba bastante lejos, ella no caería en el agua sino en el césped, alexander no supo en qué momento había caído al estanque bañándose con el agua llena de suciedad y miro como la peli azul caía. Una ráfaga de viento desacelero la caía de la más joven haciendo que el impacto fuera menor
Alexander salió lo más rápido que pudo corriendo hacia los arbustos donde Coraline había caído, la joven aún se encontraba inconsciente, pero por suerte solo se había hecho unos cuantos raspones, el pelinegro se acercó lentamente y sostuvo unos momentos a Coraline antes de darle una bofetada la cual hizo que Coraline recuperara el conocimiento
-yo no lo rompí-grito Coraline por el impacto en su mejilla-no...rompí...el plato
La vergüenza inundo el rostro de Coraline, haciendo que alexander soltara una pequeña carcajada, pero eso paso rápidamente, la pregunta importante que tenía que resolver era ¿Qué era esa cosa que sostuvo a Coraline?, era una pregunta que tenía que resolver a toda costa, con dificultad ambos se levantaron sacudiendo un poco el barro y el agua que aun tenían, miraron hacia todos lados y lograron ver el palacio rosa, dos figura realmente conocidas se movían de un lado a otro dentro de la casa
Ambos salieron del jardín lo más rápido que pudieron rumbo a la casa del otro Sr. B, las escaleras se encontraban en el suelo completamente desechas, no había forma de subir, alexander camino hacia la gran pared y clavo sus garras en el cemento.
-sube rápido- dijo alexander mirando a Coraline
La peli azul no replico en absoluto y subió rápidamente en la espalda de alexander, el joven sujeto con firmeza el enorme colmillo, alexander se inclinó un poco tomando impulso clavando sus garras más arriba, haciendo un recorrido lento debido al peso extra que tenía, unos minutos después se encontraban dentro del apartamento del hombre, un lugar frio y oscuro que parecía no estar habitado, los cañones de algodón de azúcar aún se encontraban en el lugar. El aroma ha guardado combinado con el aroma a humedad revolvía el estómago del hibrido. No había nada fuera de lo común.
Pero un extraño temblor comenzó en el lugar, alexander tomo a Coraline en brazos cubriéndola de cualquier cosa que pudiese caer, los cañones de azúcar se movían de un lado a otro, como si la casa estuviese siendo columpiada, el sonido de cosas quebrándose inundo el lugar y lentamente observaron como las paredes comenzaban a quebrarse, el sonido de la lluvia y el viento se hacía cada vez más fuerte, las paredes se desprendieron por completo dejando solo el piso de madera
Coraline miro hacia arriba, la lluvia y el viento dificultaban su visión, pero eso no importo, un extraño monstruo sostenía la casa del Sr. B, más bien lo que quedaba de ella. Una sombra más oscura que la misma noche, ojos de color rojizo, la piel parecía moverse de un lado a otro, pero la forma era conocida para Coraline.
-son ratas- dijo alexander sosteniendo aun en brazos a la peli azul- parece que esas asquerosas se juntaron y crearon ese asqueroso monstruo
Coraline centro la vista en la creatura y observo las ratas que parecían moverse intentando acomodarse, el monstruo era incluso más alto que el palacio rosa, mucho más aterrador, era la misma complexión de la rata que intento ser el Sr. B, pero este era un monstruo más peligroso. Pero algo capto la atención de ambos jóvenes justo en el techo que sostenía el enorme monstruo hecho de ratas había algo que destellaba en un color rojizo, justo donde se encontraba la veleta de viento. Las ratas comenzaron a moverse unas con otras y en el centro de la cabeza una rata de color blanco apareció
-no podremos con ella Coraline- murmuro alexander-nos matara si intentamos detenerla necesitamos un plan...necesitamos a wybie
La peli azul intento replicar, pero alexander corrió en la dirección contraria a la gigantesca rata, de un salto cayeron hacia el suelo corriendo hacia la parte trasera del palacio rosa, el joven metió su mano a la bolsa del pantalón de Coraline logrando tomar la llave y rápidamente abrió la puerta trasera cerrándola nuevamente al entrar, Coraline bajo de los brazos del joven recibiendo nuevamente la llave y resguardándola
-busquémoslos- dijo Coraline caminando hacia la sala
Lo que vio al entrar le estrujo el corazón, su madre y wybie cuidaban a una mujer joven que ella conocía bien, era extraño verla en ese lugar, y alexander no estaba en mejores condiciones... ¿Qué hacia esa mujer en ese lugar? La madre de Coraline giro su rostro observando a su hija, con lentitud se levantó y camino hacia la joven tomándola del hombro
-Coraline...tenemos que hablar-dijo Mel en tono serio y preocupado