DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE...

Por lucylanda

4.6M 415K 89.5K

Hurs Waldorf, la bestia, como muchos lo llaman no es mas que un peleador salvaje y regenteador de un casino p... Más

Prólogo.
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Aviso.
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Epílogo

Capítulo 28

69.8K 7.1K 2K
Por lucylanda

—Deja de decirle eso a mi madre. —Lo reprendió aunque su corazón saltaba de emoción—. Mejor ven y platiquemos.

—¿Platicar? —preguntó sentándose en la cama—. Vine dispuesto a que abuses de mí como te venga en gana y tú solo quieres platicar.

   Scarlett caminó hasta la cama y se sentó sobre ella pero fue tomada de la cintura y arrastrada hasta quedar sobre el pecho de Hurs.

—Eres preciosa cuando ríes —dijo y ella lo abrazó más fuerte—. Eres preciosa siempre pero cuando sonríes haces que deje de respirar.

   Scarlett quería decirle lo que deseaba pero en el fondo tenía miedo a que él no quisiera lo mismo y todo se fuera al demonio.

   Guardó silencio y solo atinó a apretarse contra él y dejar un beso en su pecho.

   Se quitó la pajarita y volvió a recostarse abrazándola de nuevo y disfrutando la sensación de estar con ella.

—A veces cuando estás lejos de mí creo que no voy a poder dejarte nunca —dijo Hurs—. Sabes una cosa, cuando digo que soy como un pollo hormonado es que lo soy, me emociona todo, me ilusiono rápido y me siento feliz por todo. Tú me haces feliz.

   Scarlett se quedó callada, solo se acercó un poco más a él para darle un beso en la mandíbula que lo hizo reír.

—Creo que estoy medio enamorado de ti —dijo después de un largo silencio—. No sé si estoy medio enamorado o ya estoy muy enamorado.

   Se encogió de hombros mientras ella reía nerviosa.

—Hoy vi a Maddox feliz —continuó—. Tal vez eso de alguna manera me hizo desear tener algo como él.

—No estoy entendiendo —dijo ella incorporándose—. ¿Qué es lo que quieres?

—A ti —dijo haciendo lo mismo—. Quiero quedarme contigo, hoy, mañana y cada día. No sé si vaya a durar para siempre pero quiero intentarlo, mi corazón no puede sentir más dolor si esto no funciona pero quiero estar contigo.

—¿Estás insinuando una relación? —preguntó con los ojos muy abiertos—. ¿Es eso?

—Si tú quieres —dijo temeroso de la respuesta.

   Ella se quedó callada y él creyó que de nuevo iban a mandarlo al diablo pero la vio sonreír y buscar su rostro.

   La tomó de la cintura para acercarla un poco más.

—También quiero esto —dijo haciendo que Hurs soltará el aire—. Quiero llamarte mi novio y que tú me llames tu novia, pero creo que de momento debemos guardarlo solo para nosotros.

—¿Por qué?

—Mamá empezará a creer que sus dos hijas se irán y bueno ya sabes —dijo con una media sonrisa—. Mejor esperamos un poco, solo un poco.

   Hurs hizo un gesto de desagrado pero no tenía opción, al final ya Maddox había hecho la propuesta y estaba segura que la mamá de Scarlett aunque feliz se sentiría abandonada.

—Está bien —dijo de mala gana—, pero no quiero al animal ese de tu ex cerca o no respondo.

—De acuerdo —respondió—. No quiero bromitas de ningún tipo con tu ex ni abrazos ni besitos. Punto.

—Está bien —dijo con cansancio—. Voy a volverme monógamo, pero que sepas que lo hago de mala gana.

   Ella comenzó a reír y él no esperó más y la besó llevándola consigo aunque se les olvidaba que la puerta estaba abierta.

   La madre de Scarlett observó la escena y sonrió.

   Hacía años que no veía feliz a su hija cómo ahora con el hombre que la acompañaba. Era como si le infundiera vida. Hacía mucho que no veía a nadie ver a Scarlett como lo hacía Hurs.

   Se fue a su habitación sabiendo que estaría bien con él mientras los veía besarse.

   Hurs se separó de ella al recordar en donde estaban.

—Creo que hay que calmar las hormonas —dijo respirando agitado—. Tú mamá me vendrá a correr a escobazos.

   La escuchó reír mientras se sentaba a su lado.

—Debería irme —dijo abrazándola—. No has dormido.

—No, quiero que vayamos juntos a algún lugar a deshacernos de algo.

—¿De qué? —preguntó al verla ponerse de pie y caminar por la habitación.

   Scarlett se aproximó hacia uno de los cajones y sacó una pequeña caja de cartón color rosa.

—Aquí he guardado las cosas más importantes de mi vida —dijo colocándola en la cama y palpando el lugar para sentarse—. Las que me han hecho reír, suspirar, llorar.

—¿Entonces voy a encontrar cartas de tu ex? —dijo con tono duro—. Si es así no quiero ver.

—Sí, hay cartas —dijo riendo.

—Tíralas —dijo autoritario.

—No y punto —dijo sin más—. Son un recuerdo, además no son de amor, son de mi familia, amigos, en fin.

—Entonces no las tires. —Hizo un gesto de indiferencia.

—Quiero que me lleves a deshacerme de lo que más me duele —dijo obteniendo por completo su atención—. El rencor no me ha dejado vivir. Ya no quiero hacerlo, he sido infeliz pero ahora que estás aquí, soy feliz, completamente feliz y no quiero guardar más odio.

   Metió la mano dentro de la caja buscando algo hasta el fondo y Hurs asomó la cabeza tratando de ver.

  Tenía una sonrisa alegre al verla dispuesta a dejar atrás su sufrimiento, tal vez él debería hacer lo mismo.

   Observó risueño hasta que ella sacó una cadena con un dije que él conocía muy bien.

—¿De dónde sacaste eso? —preguntó con los ojos llorosos.

—Es la cadena de él —dijo ella mientras la sostenía en el aire—. Geoffrey, él hombre que me dejó ciega se llama Geoffrey.

   Un silencio se formó mientras Hurs trataba de salir del shock en el que se encontraba.

—Hace años lo he odiado, no sé si lo he odiado más por dejarme ciega o por no ayudarme, tuve miedo a morir y me sujeté de su cuello buscando y suplicando ayuda, con la fuerza arranqué su dije y lo sostuve como una petición de piedad —continuó—, pero no le importó, me dejó en la carretera como una perra, fui basura para él, creyó que moriría y solo dejó dinero. Todo lo que tengo es esto, el dinero que dejó en mi bolsillo tuvo que ser usado pero el dolor y las consecuencias de lo que hizo se quedaron aquí —dijo señalando su corazón—. Aquí.

  Señaló sus ojos.

—Un borracho destruyó mi vida, la de mi familia, hizo pedazos mi mundo —dijo sin poder detener sus lágrimas—. ¿Sabes? Mi papá era bueno, pero comenzó a jugar para tener dinero para mí operación, se metió en deudas y así, de la nada, mi familia se acabó. He odiado a ese hombre los últimos años, incluso llegué a creer que si lo tuviera enfrente lo mataría, al fin y al cabo él mató a mi familia, sepultó mis sueños, los de mi hermana, enfermó a mi madre, a mi padre. Le debo mis desgracias a él y solo a él.

   Hurs miró el dije una y otra vez sin poder creer que la vida estuviera siendo de nuevo injusta.

—Quizás solo tuvo miedo —dijo sin apartar la vista del dije—. Tal vez él pasaba por un momento terrible.

—Nada lo justifica —dijo sin más—. Nada Hurs. Voy a odiarlo toda la vida pero al menos quiero dejar de envenenar mi corazón cada día. Quiero deshacerme de esto.

—Scarlett —dijo suplicante—. Quizás él nunca ha sido malo, solo cobarde. Tal vez si pudiera regresar el tiempo lo haría diferente, tal vez ha tratado de ser mejor desde entonces.

—Tal vez tenga perdón de Dios algún día —concluyó ella—, pero el mío jamás. Yo voy a ser toda la vía su única condena. En fin. —Se limpió las lágrimas—. Vas a ir conmigo a deshacerme de esto.

—No puedo —dijo sin poder respirar—. No puedo.

   Salió de ahí sin más porque sentía que se asfixiaba. Se fue a pesar de que escuchaba los gritos de Scarlett pidiendo que volviera.

  Se subió a su auto y condujo sin rumbo a toda velocidad, esperando obtener aire o morirse de una vez.

   Escuchó su celular innumerables veces pero no respondió y finalmente llamó a Parker con el llanto a cuestas antes de colgar y detener su auto frente al casino.

   Entró y se dejó caer en el suelo donde lloró sin poder detenerse y recordó paso a paso lo que había ocurrido aquella mañana.

   La joven en su memoria ahora tenía rostro y como si su cerebro lo hubiera desbloqueado la escena se llenó de imágenes de la escena, la misma donde él la dejaba ahí, donde la abandonaba y donde ella arrancaba el dije.

   Parker llegó minutos después con el semblante aterrado de haberlo escuchado tan mal.

—¿Qué ocurre? —dijo preocupado acuclillándose a su lado.

—Yo la dejé ciega —respondió mirando al frente—. ¡Yo la dejé ciega!

—¿De qué hablas? —preguntó aún más alarmado.

—Scarlett —dijo con la mirada perdida—. Tiene el dije que intercambié hace años con mi hermano. Geoffrey tenía el mío y yo el suyo. Hicimos la promesa de ponerle el nombre a nuestros hijos. No recordaba dónde lo perdí, fue ahí, ella me lo arrancó cuando la atropellé.

—¡Dios! —exclamó Parker.

—Yo le hice daño, destruí su vida, Parker. —Se puso de pie para dar vueltas por todos lados—. ¿Se puede estar más maldito?

—Vamos a calmarnos —dijo mientras Maddox y Max entraban.

   El último tenía una mala cara y los ojos rojos de haber llorado pero apenas supo que Hurs estaba mal decidió que iría por él.

   Hurs gritaba como loco lo que había hecho mientras sus amigos trataban de entender hasta que lo hicieron y sintieron pena por él.

—Trata de calmarte —dijo Maddox pero parecía estar fuera de sí y completamente loco—. No vas a lograr nada si te pones mal. ¡Por Dios, cálmate!

   Lo sentaron y le sirvieron un poco de agua, pero parecía no encontrar sosiego.

—¿Te das cuenta Maddox? —dijo a punto de colapsar—. Yo provoque que su padre las vendiera, fue mi culpa.

—No fue así —dijo Max—. El pudo jugar y detenerse cuando vio que no podía. Fue su decisión continuar. Es cierto que quizás el accidente fue el detonante pero no fue tu culpa.

—Sí lo fue —respondió.

   Los tres amigos miraron al cielo suplicantes y sin saber qué hacer.

—Yo hice que su padre jugará —dijo con una sonrisa amarga—. He hecho más daño que bien en la vida. Por mí no ve, por mí no tienen casa, por mi su padre se volvió un borracho y un ludópata, por mí han sido infelices. Debería ya no vivir. No hago nada bueno en el mundo.

—Cállate Hurs —dijo Max—. Mejor ve a dormir y cuando despiertes, ya más tranquilo pensaremos en algo para resolver esto, como siempre, los cuatro juntos. Ahora no puedes pensar y no vamos a darte alcohol ni a dejarte solo, somos uno, recuérdalo, lo prometimos.

—Ningún hijo de perra va a morirse y provocar el suicidio de los otros tres —dijo Maddox—. Estamos juntos en esto. Siempre.  

—Si vamos a morir será de forma simultánea —dijo Parker colocándose frente a él—. Lo prometimos Hurs, hace años, dijimos que éramos una trenza de espiga, uno debajo del otro sosteniendo. Siempre, hasta el final, hasta el último segundo.

—Somos hermanos y no necesitamos la sangre —culminó Hurs.

—Uno a lado de otro —dijo Max.

—Unidos por el corazón —continuó Maddox.

—Hasta la muerte y más allá de ella —culminó Parker—. Vas a quedarte callado si quieres a esa mujer y vas ayudarla a recuperar la vista. No tiene que saberlo si le devuelves la felicidad.

   Hurs miró a sus amigos que con el silencio daban la razón a Parker y le pedían callar lo que había descubierto…

Holis. Bueno pues cinco capítulos son suficientes para lo que viene 🤭. Nos leemos el domingo.

Seguir leyendo

También te gustarán

1.8M 74.5K 62
Necesito huir, necesito huir de mi ser, de mi alma; de mi. Papá ha ido poniendo y quitando de apoco, pero lo amo. Lo amo como se ama al sol aún cuand...
472K 38.9K 20
𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍|| ❛❛En el mundo los omegas perdieron el poder de ser libres, Jimin es un Omega que es subastado a nada más y nada menos que Jeon uno d...
20.6K 2.3K 38
Felix, lastimado por su antigua relación decide que no volverá a enamorarse, al menos por un tiempo. Pero todo eso cambia cuando llegan dos chicos de...
3.1M 298K 54
Maximilian Archibald, el monstruo como lo llaman sus conocidos, no es más que un hombre implacable escondido bajo una personalidad tonta y absurda; r...