Cuanto más te busco, más te distancias
y cuando te ignoro...
Me buscas para arrebatarme
todo lo que me rodea y quiero.
Eres sádica pero con gran elegancia
segas todo a tu paso.
A millares se cuentan tus caprichos
da igual su raza, religión o condición.
Tu sombra es desoladora y abruma los ojos
de quien te haya visto
Pues quien te viera no volverá a ver el cielo
¡Oh, cómplice compañera!
Avísame cuándo dejaré de correr
por esas densas y monótonas praderas
para aprender a apreciarlas diariamente.
¡Oh, verdugo de mi sufrimiento!
Dime cuánto más podré amar.
Déjame tiempo para despedirme
de todo lo que me rodea
Para al fin poder reunirme contigo.
Sueño eterno, sueño de paz.