Cuando la clase 1A invade Dis...

Lunnanoir tarafından

3K 184 144

Historias cortas vasadas en los cuentos infantiles con los personajes de BNHA. ¿Que podria salir mal? Daha Fazla

¿Que hace Deku en el país de las maravillas?
Caperucita muy agresiva
La alocada Alien durmiente, digo bella durmiente
Una rapuncel muy electrica
Blancanieves con eterocromia
Peter pan
Los tres cerditos y el lobo feroz

Un explosivo Ceniciento

359 28 39
Lunnanoir tarafından

Hace muchos años en un lejano país, un gentil Duque de gran corpulencia e igual bondad acababa de perder a su esposa a manos de una terrible enfermedad que le sumió de repente en el eterno sueño. El bondadoso hombre creyendo que su precioso hijo necesitaba una figura materna se volvió a casar con una mujer que ya tenía dos hijos mayores que el suyo. El buen hombre llamado Toshinori pensó que le vendría bien tener alguien con quien jugar y no solo con los empleados de la finca.

Un trágico día su padre salió de viaje y tras el asalto del terrible pirata All for one , sufrió terriblemente heridas, de las que recuperarse. Sangrando del costado derecho con su antaño camisa celeste ahora del color de su sangre, en esas frías aguas junto a su barco yacio. La noticia llego a la casa, siendo nuestro pobre e indefenso niño quien lloro su perdida. Tras ese día él fue relegado a la estancia más alejada y sucia de la casa. Todos los sirvientes que se ocupaban de mantenerla sustituidos por ese niño rubio llamado Katsuki. Al que sus simpáticos y agradables hermanastros llamaron Ceniciento ya que en contraste a ellos dos que portaban lujosos trajes y galas. El pobre siempre con harapos que bien podrían ser de un mendigo, su rostro siempre lleno de cenizas y las manos llenas de callosidades por el contante trabajo físico, les pareció gracioso el llamarle así. Del lindo y dulce niño que admiraba a su padre solo quedaba el amor que sintió por él. Su cuerpo ahora de un joven rubio ceniza, trabajado por el duro esfuerzo realizado a diario que solo veían sus mejores amigos. Dos molestos ratones que le seguían a todos lados. Nunca le agrado el trato recibido por ellos tres pero no tenía mucha escapatoria ya que el desgraciado de su padrastro se quedó con todo lo que alguna vez hubiera sido suyo si su padre viviera. También estaba el pequeño inconveniente de que ese despiadado hombre se convirtió en su propietario cuando su padre murió.

Como todas las mañanas el joven se levantó cuando aún no lo hacían ni los jornaleros, para vestirse y empezar a limpiar, cortar leña, lavar la ropa de sus hermanastros. Sin olvidase de preparar el desayuno. Todo antes de que se levanten y tenga que oír sus insufribles voces, sin contar esos feos rostros que ni todos esos potingues sin éxito que se echaban lograban arreglarlos. Uno era feo de naturaleza pero el otro lo que le hacía repugnante eran esas feas y costrosas quemaduras en la mayoría de su piel. Entre insulto e insulto, hacia su vida, supuesta familia e incluso contra el aire que respira, realizaba las labores solo visto por el perro ya mayor de su padre que le miraba desde su cómodo sitio en el suelo. Siempre le había hecho gracia como ese perro parecía gritar cada vez que ladraba. Por eso mismo desde que su padre muriera solo entraba a la casa cuando todos dormían con la condición de estarse callado. Ese perro de dorado pelaje siempre de punta sobre su cabeza, era lo único que le quedaba de su amado padre. Con los años el joven huérfano había adquirido una mala lengua y peor personalidad. No era su culpa en sí ¿quién no se volvería algo raro y hermético si tu gran compañía es el perro de tu difunto padre y dos ratones a los que nombro Sero y Mina? ¿Y sufriendo malos tratos e insultos de los que se suponía tendrían que ser tu familia?

A las Ocho y cuarto los dos hermanos llamaron por su desayuno al chico que para ellos no era más que una inútil herramienta. Entre más insultos y amenazas de matarlos algún día mientras duermen para no oír esas horribles voces, llego a la puerta de sus hermanastros con tres bandejas haciendo equilibrio en sus brazos.

―Más inútil y no naces Ceniciento, ya deberías saber que solo bebo leche de soja virgen recolectada por la noche―Protestaba Tomura con otra de sus imposibles y carísimas peticiones, como la vez en que el pidió carne de delfín y luego no le gusto. Mas contando las leyes que tuvo que saltarse y lo difícil que fue conseguir esa carne.

―Al menos podéis limpiarte antes de traernos la comida. Tu feo rostro me quita el hambre―le insultaba su otro hermanastro Dabi ―Padre tenía que haberte vendido hace años, seguro a algún viejo le habría gustado usarte―sonrió con esa cara de sicópata de costumbre y ya el rubio se había acostumbrado. Solo podía morderse la lengua apretando los puños para no hacer una imprudencia que le llevara a tener un horrible castigo. Como cuando se tropezó y tiro los platos rompiéndoles. Estuvo un mes encadenado a una viga en el sótano sin comer, apenas pudiendo beber lo justo para no morir. Mucho menos lograr dormir en esa posición los primeros días.

Dejando a estos discutir por a quien había echado más café o mantequilla. Todas las mañanas sucedía lo mismo por lo que esos dos peleando era tan común como sus abusos al joven. Con la bandeja restante entro al cuarto de su padrastro y su gata majareta con complejo de vampiro le maulló moviendo la cola sobre el negro edredón de su dueño.

-Buenos días señor Kurogiri -pronuncio entre dientes mirando al hombre que le odiaba desde que llego. -Su desayuno - le costaba mucho ser amable con ellos pero si no quería sufrir otro aumento de tareas debía hacerlo correctamente, aun si le costaba horrores lograrlo y estaba generándole una ulcera.

-Tus tareas para hoy-le tendió el pergamino con una lista enorme que de nuevo le llevaría hasta el anochecer terminarla-No quiero molestes a mis hijos mientras toman sus clases tienen que ser los maridos perfectos -le regañaba de nuevo ya que hace años cuando su padre murió se le ocurrió asistir a una de las clases. Ahora él las tomaba en secreto ya que si ellos se entraban acabaría peor. En su alcoba escondía decenas de libros que leía justo antes de dormir, aunque los ineptos y tontos de sus hermanastros ya iban muy retrasados en cuánto a su actual nivel. El pobre autodidácticamente había aprendido otros idiomas que practicaba con los ratones por las noches.

Mientras tanto en el palacio el rubio rey y su marido preocupados porque su hijo solo se preocupar de los entrenamientos y deberes reales, pero no de encontrar una pareja con la que casarse. Llevaban meses intentando convencerle de que de una vez se casara pero ni modo. Por este mismo motivo el rubio rey Mirio decidió celebrar un gran baile con todos los solteros y solteras del reino en edad casadera imponiéndole que al final de la noche anunciaría con quien se casara sí o sí. Su marido eso del baile no le gustaba para nada, bueno las multitudes no eran lo suyo menos hablar en público. Por dicho motivo siempre era su marido el que se encargara de todos los asuntos de relaciones diplomáticas y con el pueblo.

Sin más opciones todas las invitaciones fueron enviadas a todo el reino con los pajes reales corriendo de casa en casa. Cuando llegaron a la mansión de la familia de Katsuki, pues la casa había pertenecido durante generaciones en su familia. Pues cuando llego el joven abrió la puerta con ese rostro de voy a matarlos a todos que tenía cuando no debía fingir para esas víboras.

―Esperamos verle en el baile real joven ―dijo el chico de su edad con una enorme sonrisa, su cabello verde y baja estatura le hacían alguien difícil de olvidar.

―Dudo que me deje ir puto nerd ―le dice cerrándole en las narices la puerta encaminándose a la sala de estudios de sus hermanastros tras llamar a la puerta. Por una vez le apetecía asistir a un baile de gala ya que nunca había tenido la oportunidad.

― ¿No te dije que no nos interrumpieras? ―gruñe el hombre enfadado con el joven hasta que ve las invitaciones―Por esta vez te lo perdono ―le hace un ademán con la mano para que se marche, pero no se va.

― ¿Podre asistir a este?―pregunta enseñando la invitación a su nombre. Pero por si acaso tramando el plan para sino escaparse e igual ir al baile por su cuenta.

―Si terminas todas tus tareas a tiempo si ―sentencia el hombre con malicia sabiendo que es imposible que termine para poder limpiarse e ir.

―Pero padre él nos avergonzara―protestaba el de pelo blanco, como el niñato consentido que es y el cual sigue creyéndose un adonis y ni a lombriz llega.

Teniendo todo preparado y usando un traje viejo de su padre al fin podría asistir a un baile de gala n palacio. Al cual no iba desde que cuando su padres vivan aun asistieron al cumpleaños del príncipe.

Estaba en verdad emocionado aunque la sonrisa de sicópata que le picaba al suelo que fregaba con esmero hasta para que usaran de espejo si les daba la gana ya que iba con tiempo sobra para terminar.

Cuando llego la hora de partir los tres sonreían triunfantes por que el pequeño no hubiera aparecido pero sus deseos se vieron frustrados cuando el joven baja con un traje algo estrecho para el ya que uno de sus progenitores era muy delgado y el otro muy corpulento. Estaba algo descolorido por el tiempo guardado pero le había arreglado con un par de prendas que sus hermanastros tiraron días atrás diciendo que estaban desfasadas y gastadas aunque en realidad se las habían comprado dos meses atrás. Al verle sus hermanastros corrieron a arrancárselas alegando ser suyas y haciendo guiones el traje que quedó inservible para ir al baile y encima le obligaron a limpiar todo de nuevo.

Decir que el joven estaba furiosos era quedarse corto, ya que lo había pagado con un árbol algo alejado de la vista de la casa el cual usaba de saco de boxeo para evitar matarles . No quería ser condenado a la horca por matar a esos tres desgraciados.

La fingida tos a su espalda casi le hace golpear al chico rubio que sonreía de oreja a oreja sentado en un montículo de piedras. Dije casi por que una corriente eléctrica se lo impidió, lo suficiente suave para ser solo una llamada de atención.

―Soy tu hada madrina y estoy aquí para ayudarte― canturrea jugando con algo que parece una rama bajo la escéptica mirada del furioso chico.

―Puta rata eléctrica de mierda, ¿cómo vas a ser mi hada madrina si eres un puto hombre?―gruñía entre insultos al joven chico del diseño de rayo en color negro sobre su rubio cabello. Sin contar ese extravagante guardapolvos naranja sobre unos pantalones negros y camisa granate con un chaleco también negro en dibujos de corrientes eléctricas en blanco.

―Auch eso es discriminación jovencito. Pero como estoy de buen humor y no hay tiempo para pelear empecemos de una vez con la magia.―ordeno el joven poniéndose en pie pensativo ―Como eran las palabras ummm.... ¿Bisibisibidu?- Pronuncio haciendo que le salgan orejas de gato tras negar en cabeza―¿Batibadibusu?- Volvió a pronunciar mal haciendo que el joven acabara con un pomposo y elegante vestido azul celeste con guates y gargantilla a juego―Interesante pero no -se quedó pensativo -A si Babidi babidi bu-grito emocionado moviendo la rama en su dirección haciendo que el vestido se transformará en un elegante traje blanco y dorado de príncipe con una chaqueta de dorados botones y pantalón negro. Sus zapatos eran aparentemente de cristal opaco. Pese a lo que pueda parecer eran muy cómodos. -Aún tenemos que hacer un carruaje que te lleve acorde a tu posición actual- muro el lugar encontrando un cactus que le encanto convirtiéndole en una carroza redondeada con detalles dorados y puntiagudos-Ahora necesito caballos -volvió a pensar viendo a una rana y un cuervo que convirtió en dos hermosos caballos uno blanco el otro negro-Un paje-esta vez le toco a el perro convertirse en un hombre rubio con el pelo de punta hacia el cielo como si una ráfaga de aire desde sus pies lo hubiera subido. Portaba unas gafas que ocultaban sus verdes ojos y un traje de paje. Cuando hablo nadie pudo negar que fuera su perro pues hablaba cantineando a gritos. Por cocheros sus dos ratones fueron elegidos. -Tengo que advertirte que mi magia solo durara hasta la media noche

-Vaya mierda de hada madrina que solo puede hacer magia de pacotilla-se sube al carruaje apresurándose ya que apenas tenía dos horas para estar en el baile, aunque eso era más de lo que normalmente tenia.

No podía entrar por la puerta principal ya que el pregonador nombraba a todo el que entraba y él no quería que le reconocieran su padrastro y hermanastros. Opto por entrar por el patio ayudado por una escalera que al parecer estaba en el carruaje, puede que esa hada madrina no fuera tan mala como creyó en un principio.

El príncipe era acosado por los hermanastros de Ceniciento motivados por su padre. Este deseaba no desaprovechar la oportunidad de casar a uno de sus hijos con un príncipe. Aunque este no hiciera más que evitar a todos los solteros del lugar ya que no quería casarse. Cuando la rata ladrona que entro a hurtadillas por el jardín capto la mirada del príncipe todo cambio. Había sufrido un flechazo de Cupido en cuanto vislumbro esa rubia y desordenada cabellera a lo lejos. Sin consideración ni modales se abrió paso hasta el joven que le miraba como si fuera un alienígena ya que el solo quería ver como era un baile nos ligar con ningún soltero del lugar.

-Hola -le saluda riendo nervioso .Eso de coquetear nunca había sido lo suyo, tampoco había querido aprender el cómo se hace.

-Hola pelos de mierda-saluda el de mala gana mirando al joven rico frente a él ya que ese traje era de la más alta calidad.

-¿Quieres bailar? -pregunta nervioso rascándose la nuca. Puede que no fuera tan malo eso de ser su centro de atención Tan solo puede que le convenza para que me saque de las garras de mi padrastro.

-No se bailar -confiesa intentando no ser mal hablado pero parece que su personalidad no le importa.

-Podemos hablar en el jardín sino-accede no queriendo presionar al joven, que había decidido seria su esposo.

-Tras de ti pelos de mierda -le deja paso recibiendo una enorme sonrisa del príncipe, el cual va la mar de feliz a su lado. Sí que le había dado fuerte eso del amor pero dejemos esa cuestión para otro momento.

Estuvieron horas hablando, exactamente dos. En las que el pelirrojo hablaba y hablaba. Ceniciento solo intervenía de vez en cuando con algún insulto o escuetas palabras tanteando si pedirle que le sacara de esa casa. Momento que se le paso cuando el reloj del campanario en un estridente sonido dio las doce. Como alma que lleva el diablo corrió saliendo del palacio seguido del príncipe que le gritaba, suplicando su nombre. Con las prisas y pese a que se ajustaban perfectamente los zapatos. Uno quedo atrás cuando subió a su cactus carroza que presurosa corrió lo más lejos del palacio que pudo. Pero a mitad del mismo el embrujo termino y todo retomo su forma original. Temeroso de su castigo si llegaba su padrastro antes que él. Corrió con todas sus fuerzas subiendo a su habitación junto a los animales.

En palacio el príncipe anuncio que se casaría con la persona a la que le entrara ese zapato. El astuto padrastro en cuanto llego por si las estrellas se alineaba y al joven le quedaba el zapato de cristal. La puerta de su cuarto fue cerrada con llave en cuanto llego a la casa. Exhausto el joven Katsuki había caído rendido en los brazos de Morfeo con el otro zapato de cristal en un cajón ya que fue lo único que no desapareció.

En cuanto el alba desapunto un pobre joven de pelo verde junto a dos guardias se recorrió el reino casa por casa probándoles el dichoso zapato a todos sus habitantes. El cual ya estaba sin casi esperanzas ya que al atardecer solo quedaba una casa. Tenía la esperanza de que le valiera al joven rubio que ese día le abrió cuando entregaba las cartas. Con la comitiva y el fastidioso objeto en un cojín llamaron a la puerta siendo recibidos por el mismo Kurogiri. En su habitación el joven llevaba todo el día pidiendo que le dejaran salir. De tantos golpes las bisagras estaban cediendo y poco faltaba para que se soltaran. Mientras en la primera planta el joven Tomura hacia bailar el zapato en su pie, mientras el joven canciller bostezaba por quinta vez aburrido como ahora lo intenta el otro hermano el cual solo le entran la mitad del pie y intenta forzarle para entrar cuando un gran golpe los asusta proveniente de la parte de arriba . Por las escaleras un perro con una rana, un cuervo y dos ratones bajan a la carrera mientras el zapato sale despedido por el aire estrellándose contra el suelo y rompiéndose en mil pedazos ante la vista del joven que comienza a llorar.

-¿Si tengo esto me sacaras de este puto lugar?- le enseña el otro zapato mientras baja por las escaleras , su padrastro intenta arrebatárselo pero el estridente ladrido del perro le ahace llevarse las manos a los oídos mientras este le teclea subiéndose sobre el . los ratones muerden a los hermanastros en los descalzos pies y el cuervo los llena de arañazos y picaduras el rostro impidiendo que lo intenten . el pobre joven solo asiente viendo como este se coloca el zapato quedándole perfecto.

-No puedes llevártelo, es mi esclavo y de esta casa no se lo llevara ningún sucio paje-se consigue librar del anciano perro lanzándole contra la pared cruzándole la cara al joven. Al instante los guardias lo detienen por agredir al consorte real.

Decir que el de pelo rojo lo tuvo fácil enamorando al joven, seria equivocarte de cuento. Él no es ninguna niña ingenua que por que un príncipe la libre de la esclavitud y un zapato se case con el primero que pase. Que el hada madrina solo hizo el truquito y se fue es otro cuento. Pues su hada madrina era algo pesado y se tiro meses comiéndole la oreja y sin darse cuenta aun de esas adorables orejitas en su cabello. Convenciéndole de darle una oportunidad al pobre príncipe que moría por sus huesos. Tanto rondaba por el castillo que tenía su propia habitación en el y el príncipe Kirishima le consideraba uno de sus mejores amigos. Pero dos años, que fue lo que al joven le costó enamorar al rubio de casarse con él. Pues dos años después la tan ansiada boda llego llena de lujos y fiesta, como no si al fin su príncipe se casaba con ese explosivo joven. Ver al Hada Kaminari llorar abrazado a dos ratines fue una de las más cómicas escenas de la boda. Porque si Kaminari ya era de la familia y nadie pudo sacarle de allí.

Os estaréis preguntando qué fue de su padrastro y hermanastros, pues veréis el padrastro fue condenado a la horca al día siguiente y esa misma tarde ya colgaba en la soga. Sus hijos no tuvieron tanta suerte, ellos habían tratado al joven de esclavo y en eso se habían convertido. Tras meses después de ser estos comprados a bajo precio pues nadie quería tan inútiles y feos especímenes nadie supo que fue de ellos ni les importo.

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

36.5K 1.4K 20
"Solo se que estoy confundida"
7.4K 477 19
One shots entre famosas y Tn aclaro que en todos Tn será Hombre
26.8K 1.1K 36
Historias cortas de levi♡. (La gran mayoría son 🔞) No olvides dejar tu voto ☆ Y tu comentario♡
968K 88.1K 133
Siwon es obligado a perder toda su fortuna si no consigue a una Omega que fué seleccionada por su padre. Para su desgracia la Omega no está ni un poc...