POV CAMILA:
-Te amo.-Dijo Lauren alargando demasiado las palabras.
-Yo también, ¿Puedes ayudar y entrar al auto por favor?-Insistí.
Llevábamos mucho tiempo intentado que Lauren entrara a su propio auto, pero cada vez que estábamos casi cerca, cambiaba de idea.
-¿Qué esta haciendo esa estúpida aquí?.-Dijo mientras se ría y observaba a Margot.
-Ella nos esta ayudando a llevarte a casa, por favor Lauren, entra en el auto.
-No necesito ayuda y menos de ella. Amiga, vas a tener que retroceder.-Dio acercándose a ella.-Tuviste tu oportunidad, ahora ella es mía. Siempre lo fue.
.¿Por qué no entras al auto?.-Pregunté
Lauren me robo un beso fugaz de los labios y se tiro en el asiento trasero de su auto. Cuando cerramos la puerta, ella ya se había quedado dormida.
-Yo conduciré.-Técnicamente grite. Margot me miro confundida y asintió con la cabeza únicamente.
Lauren me mataría si al día siguiente se enteraba que Margot había conducido su auto, Holly era algo sagrada para ella. Dejar que Margot condujera de seguro la iba a enfurecer y cuándo se enterase iba a tener un ataque de pánico. Encendí el auto. Margot y yo nos hubiéramos ido contra el parabrisas si no hubiéramos traído puestos los cinturones de seguridad. Había pisado el freno en lugar del acelerador. ¿Por qué demonios Lauren tenía que tener un auto mecánico y no uno automático? ¿Y por qué todas las marchas se habían esfumado de mi cabeza? Solo había tomado dos tragos que Dina me había dado mientras bailaba con ella. No estaba ebria, pero tenia un dolor horrible de cabeza.
-¿Segura que quieres conducir tú?.-Preguntó Margot calmadamente.
-Cambio.-Dije bajándome del asiento del conductor y pasándome al del piloto.
Margot encendió el auto y acelero. Debido al trafico que había en la ciudad, llegamos una hora después de lo normal. Lauren no se había despertado en todo el camino. Y el silencio había sido absoluto entre Margot y yo todo el camino.
Cuando Margot estaciono el auto en el estacionamiento subterráneo del edifico, bajé del auto y abrí la puerta trasera del auto.
-Jauregui, estamos en casa. Vamos, levántate.-Dije moviéndola. Pero no reaccionaba. Volví a intentar, pero no se movía.-Por favor Lau. Vamos.
Su pecho subía y bajaba lentamente, no como cuándo dormías. Acerqué mi oreja a su pecho, su corazón estaba latiendo demasiado lento.
-Llama al 911, Margot.-Le dije a Margot, mientras intentaba que Lauren reaccionara. Margot no pregunto, saco el teléfono de su bolsillo y se alejo para hablar.
Minutos después una ambulancia llego al sótano del edificio. Entre tres paramecios sacaron a Lauren del siento trasero del auto y la subieron a la ambulancia.
-¿A qué hospital la están llevando? ¿Puedo ir con ustedes?.-Pregunté a uno de los paramédicos.
-Es mejor que vaya con su amiga, tenemos que hacerla reaccionar antes de que suceda algo más grave. Es el Santa Mónica, el que esta por la octava avenida. Tranquilícese, todo va a estar bien.-Subió a la ambulancia y se alejaron.
No sé en que momento había comenzado a llorar, pero mis mejillas estaban húmedas y podía sentir las lagrimas cayendo. Margot tomo mi mano y me dio un fuerte apretón.
-¿Puedes llevarme al hospital, por favor?.-Pregunté.
-Seguro.-Dijo envolviéndome en sus brazos.