Las escenas cariñosas de hace horas atrás dieron vuelta en su cabeza toda la noche, sin dejarlo dormir. Eran las tres de la madrugada y tenía su teléfono entre sus manos con el chat del chico que tanto ama abierto, donde la barrita esperaba pacientemente que escribieran sobre ella.
Hace unos minutos que se había estado torturado al leer los antiguos mensajes que solía enviarse con Jimin, aquellos «Te amo», cada palabra afectiva y amorosa junto a una cantidad excesiva de corazones que Jimin siempre mandaba. Eso le hizo continuar derramando lágrimas.
Jimin tenía razón. Nunca se había sincerado completamente con él, nunca había confesado todo el amor que le tenía con honestidad.
Escribió aquel «Te extraño» en la barrita dispuesto a enviarlo, pero se detuvo.
Nunca le daba razones por las cuales lo extrañaba al no tenerlo cerca, nunca le daba buenas razones del porqué lo amaba y necesitaba en su vida ni mucho menos del por qué le gustaba o se había enamorado de él. Cada que Jimin le preguntaba, no respondía muy convincente y es que, jamás fue bueno con sus palabras ni el hecho de entregar sentimientos.
Borró el mensaje y se hundió en el sofá junto a su profundo suspiro en la oscuridad del estudio. Lanzó su teléfono al piso sin importar el impacto de éste.
Estaba destrozado y a nada de perder a la persona que había entregado todo su amor.
“...el día de mañana la respuesta a tu pregunta será un ‘Si’ y... me perderás para siempre...”
Pasó ambas manos por su cabeza, queriendo detener sus pensamientos y repetitivas palabras.
«¿Por qué no eres capaz de sincerar tu corazón, Min Yoongi?» Se preguntó a sí mismo.
¿Qué extrañas de él? ¿Qué amas? ¿Qué necesitas y quieres? ¿Por qué te gusta? ¿Por qué demonios estás enamorado de él, Min?
Si pudiese explicar y responder a cada respuesta con honestidad... Si pudiese decirle con facilidad todo lo que sentía por él.
«Hazlo a tu modo, Yoongi. Hazlo como Jimin lo ha querido siempre...» Se sentó en el sofá y limpió sus lágrimas.
Tenía una idea.
Finalmente su mente se aclaró y tenía una gran idea, está vez, recuperaría a Jimin y respondería a sus verdaderos sentimientos.
Sonrió levemente.