Tome a mi esposa de la mano y la saque de nuestra fiesta, no deje que se despidiera de nadie porque ya no queria perder aún más tiempo en todo eso, solo nos despedimos de manera muy general y luego nos retiramos a toda prisa porque ya no queria esperar nada más. Subimos a la limosina que alquilamos y que nos llevara al hotel en el que nos quedaremos por esta noche ya que mañana saldremos por la tarde a nuestra luna de miel.
Una vez dentro de la limosina no aguanto más y beso a Megan con mucha pasión, me encantaría colocarla en mi regazo pero con su enorme vestido no creo que sea lo mejor para ninguno de los dos así que me aguanto un poco y solo la beso con todo el amor y la pasión que me es posible. Ella me corresponde con la misma intensidad y eso hace que mi excitación por ella aumente, parece que ella está igual o más excitada que yo, el recorrido hasta el hotel se me hizo eterno a pesar de los beso y el toqueteo que nos dimos.
El chofer nos dice que ya hemos llegado y ambos bajamos rápidamente para poder subir a nuestra habitación pero nos encontramos que el lobbies del hotel estaba atestado de reporteros y fotógrafos, intentamos escabullirnos pero se nos hizo imposible ya que el vestido de novia de Megan no pasó desapercibido y creo que yo tampoco ya que una de las chicas que se encontraba allí grito mi nombre y todos se dieron cuenta que estábamos allí. Todos los fotógrafos y reporteros se abalanzaron sobre nosotros y no pudimos huir de allí pero gracias a la ayuda de la seguridad del hotel pudimos llegar hasta los ascensores y cuando por fin estuvimos en nuestra suite nos relajamos un poco.
–¿Estas bien, linda? –pregunte.
Megan solo soltó una carcajada y yo la seguí porque todo lo que paso fue muy loco, no sé por cuánto tiempo reímos pero siento que me está faltando el aire así que intento parar de reír para poder respirar mejor y lo consigo. Me acerco hasta Megan y ella deja de reír en cuanto rodeo su cintura con mis brazos.
Siento como su cuerpo se estremece bajo mi tacto y a pesar de que llevamos la ropa puesta puedo sentir todo el calor que emana su piel, desde que le di el primer beso, aunque fue ella quien me lo dio, la he deseado pero por la promesa que le hice a su padre no la he tocado y eso termina esta noche ya que ahora es mi esposa y nada me lo puede impedir.
Tomo sus mejillas y acerco nuestras bocas pero no la beso, solo dejo que nuestros labios se rocen y eso parece volverla loca. Sonrió ante la tortura que tengo pensada para ella y sé que Megan no es una novata en esta área así que no tengo que tener tanta delicadeza con ella. La quiero tartar como a una reina porque es nuestra primera noche pero al mismo tiempo quiero hacerla sufrir un poco por todas las tentaciones que ella me ha hecho padecer durante nuestra relación.
Megan intenta unir nuestros labios pero me alejo para que no lo haga y escucho un gruñido de su parte y eso hace que una gran y anchan sonrisa aparezca, niego con la cabeza y la miro a los ojos, puedo notar el deseo en sus ojos. Me inclino un poco hacia su rostro pero desvió mis labios a su mejilla y deposito un beso allí para luego ir bajando hasta su cuello, cuando llego allí me detengo para jugar con su piel dejando besos ruidosos, húmedos y alguno que otro mordisco.
–Bo... Bonito...–susurra con la voz entrecortada.
–Dime linda...
–Te... Te nece... Te necesito –musita excitada.
–Aun no linda –respondo y beso su cuello –tenemos toda noche para divertirnos.
Ella se queja pero no dice nada mas solo disfruta de mis besos, sigo besando y mordiendo su cuello, este es mi lugar favorito en el mundo. Me separo un poco de ella y aprovecha para que pueda unir nuestros labios en un beso apasionado y exigente, me sorprendo por la osadía de mi ahora esposa pero le correspondo con la misma intensidad, siento que ella muerde mi labio inferior y suelto un gruñido.
Megan sonríe y vuelve a besarme con la misma pasión que hace unos segundos atrás y esto me gusta porque solo ella puede hacer que con un beso me ponga así de duro, Megan rodea mi cuello con sus brazos y pega más nuestros cuerpos, yo aprovecho para comenzar a bajar la cremallera de su vestido para poder quitárselo y verla con lo que sea que tuviera debajo de este hermoso vestido. Nos separamos un poco porque nuestros pulmones nos exigen oxígeno y cuando veo su rostro noto una linda sonrisa y ella aún tienen los ojos cerrados.
Deposito un casto beso en sus labios y ella abre los ojos, nuestras miradas se encuentran y hablan la una con otra porque las palabras en este momento están demás, vuelvo a unir nuestros labios porque sé que ambos necesitamos dejar los juego previos pero no quiero que esto termine tan rápido, quiero disfrutarla toda la noche, quiero que disfrute cada momento de esta noche. Intento quitarle el vestido pero se me dificulta mucho quitárselo, no es como en las películas o en los libro que de un tiro el vestido desaparece, esto es complicado y mucho.
No sé cuánto tiempo paso para poder quitarle el vestido a Megan, quise arrancárselo pero no lo vi prudente porque sé que a ella le encantaría guardarlo para luego poder mostrárselos a nuestros futuros hijos o quizás y dárselo a nuestra hija, para cuando Megan ya no tiene el vestido la observo y me quedo sin aliento. Lleva puesto una conjunto ropa interior de encaje blanco pero el brasier esta sin tiras, también tiene unos ligeros del mismo color. Esta jodidamente sexy. Comienzo a quitarme el saco, el chaleco y la camisa con prisa.
Me acerco lentamente hasta ella y veo como sale del charco que hace su vestido bajo sus pies, cuando llego hasta ella la tomo entre mis brazos y la beso con tanta necesidad porque eso es lo que siento en este momento, necesidad por tenerla en la cama, jadeando solo para mí y poder sentirla húmeda. Bajo mis manos hasta su trasero y lo aprieto como he deseado toda la noche, la escucho soltar un gemido y eso hace que una sonrisa ancha se forme en mis labios.
Seguimos besándonos y yo sigo masajeando su trasero, la levanto del suelo y ella enrosca sus piernas en mi cintura pero nunca dejamos de besarnos, camino en dirección a la cama porque no creo aguantar mucho más con solo los toqueteos que estamos teniendo, mi erección duele de lo dura que esta por ella. Con toda la suavidad de la que soy capaz en estos momento la deposito en la cama, nos separamos un momento para poder respirar y la miro a los ojos perdiéndome en esa tormenta que tiene por ojos.
–Te amo –susurro sobre sus labios –y siempre lo hare.
–Te amo –dice ella y me da un casto beso –y aunque el infierno se cógele yo seguiré amándote, pero espero que nunca me dejes.
–Nunca.
La vuelvo a besar pero con todo el amor que puedo y soy capaz de demostrarle, ella me responde de la misma manera y eso me conforta porque se de todo el amor que nos tenemos, me despego de su dulce boca y voy bajando hasta su cuello dejando besos sonoros, húmedos y algunos mordiscos. Cuando llego al arco de sus senos muerdo esa parte y ella jadea del placer, besos sus pechos sobre la delgada tela que los cubre y ella arquea la espalda, aprovecho eso para desabrochar el sostén y quitárselo de una buena vez.
Ahora que sus pechos estas expuesto para mí, aprovecho para darle placer, soplo sobre sus pezones y veo como eso hace que se estremezca del placer, Megan no deja de jadear y eso hace que mi pene palpite aún más. Meto su pecho en mi boca y succiono de él, con mi mano estimulo su otro pecho con mi dedo pulgar e índice, con mis dientes tiro un poco de su pezón y ella se arquea en la cama, al mismo tiempo que hala un poco de mi cabello y eso hace que quiera estar dentro de ella pero antes quiero disfrutar un poco más este paraíso que ella me entrega.
Sigo dándole placer pero esta vez en el otro seno, me encanta escuchar los gemidos y jadeos que me regala Megan porque sé que solo yo voy a escuchar y hacer que ella jadee y gima así. Megan me separa de su cuerpo y hace que nuestras bocas se unan en un beso pasional y muy carnal, suelto un gruñido cuando ella atrapa mi labio inferior con sus dientes, me encanta cuando hace eso porque me pone a mil.
Seguimos con ese beso y para lo único que nos separamos es para poder tomar un poco de aire, siento las manos de Megan en mi espalda, siento como clava sus uñas pero no me lastima si no todo lo contrario me hace sentir aún más excitado. Estoy tan nublado por la excitación que no me doy cuenta que ahora sus manos se encuentran en mis pantalones y no hago nada para detenerla porque quiero que ella haga lo que quiera conmigo.
Sus manos son torpes pero en pocos minutos estoy completamente desnudo para ella y cuando la miro puedo ver el deseo en sus ojos, lo sé porque el color gris de sus ojos está más oscuro de lo normal y eso me encanta. Megan me toma por sorpresa y hace que nuestros cuerpos giren sobre la cama para ella quedar sobre mí y cuando lo está mi sexo esta justo por debajo del suyo pero con una barrera de por medio ya que aún tiene sus bragas puestas y suelto un gruñido por eso, porque es lo único que nos separa.
Megan comienza a mover sus caderas en círculos y mi erección crece aún más y siento como palpita por la necesidad de estar dentro de ella, llevo mis manos hasta sus pechos y comienzo a masajearlos como si fueran masa para pizza, tiro de sus pezones y ella gime a todo pulmón. Me levanto y llevo uno de sus pechos nuevamente a mi boca y juego con ellos.
Megan.
Me siento tan excitada en este momento porque Ethan sabe cómo tocar a una mujer y en los lugares exactos pero no quiero pensar mucho en la experiencia que tiene porque eso me llevaría a su pasado que está lleno de mujeres y no quiero pensar en eso en este momento porque este momento es solo nuestro y ahora él es solo mio. Desde que salimos de nuestra fiesta no he deseado más que tenerlo desnudo y dentro de mí, ahora lo tengo desnudo pero no dentro de mí y sé que él está igual de necesitado que yo pero como él me dijo no hay apuro y quiero hacerlo sufrir un poco así como él lo hace conmigo.
Separo a Ethan de mi cuerpo y lo empujo para que quede recostado sobre la cama, escucho un quejido por parte de él y yo ahogo el mio porque Dios sabe cuánto me encanta que él me toque de esa forma pero ahora la que va a llevar el mando en la cama soy yo porque él ya me dio placer y ahora es mi turno de darle placer. Sigo haciendo círculos con mis caderas y siento como su erección palpita contra mi sexo, se me hace agua la boca de solo pensar que lo puedo tener en mi boca y darle placer con la misma.
Me recuesto sobre su torso para poder besarlo y al mismo tiempo separo mi sexo del suyo para poder masajear su erección, cuando comienzo con mi trabajo escucho como Ethan suelta un sonoro gruñido de satisfacción y eso hace que una sonrisa escape de mis labios. Dejo su boca y voy depositando besos húmedos y mordiscos por todo su cuerpo, cuando me acerco hasta su firme abdomen me quedo allí y lamo cuadro por cuadrado como si fueran un delicioso manjar, Ethan intenta levantarme pero no se lo permito porque mi objetivo es otro.
Para mi suerte el cuerpo de Ethan está al borde la cama y eso me facilita mucho las cosas para lo que tengo planeado, me bajo de la cama y caigo de rodillas delante de él, poyo mis manos sobre sus piernas y poco a poco las muevo hasta llegar a su miembro. Lo masajeo un poco esparciendo el líquido preseminal, siento la venas resaltarse y no aguanto mas así que le paso la lengua a la longitud de su miembro y noto como su cuerpo se tensa ante mi tacto.
Meto su glande con mi bota y lo succiono con un poco de fuerza, puedo escuchar como maldice cuando lo hago, sigo con mi trabajo y meto todo lo que puedo su miembro en mi boca porque no puedo negar que Ethan está muy buen dotado porque no solo es grande sino que también tiene un buen grosor y temo que todo eso no pueda entrar en mí. Mientras sigo con mi ataque en su miembro siento que Ethan me separa de golpe de él y me tira en la cama sin delicadeza alguna pero no me lastima en lo absoluto, se sube sobre mi pero no me aplasta ni nada pero devora mi boca de una manera tan salvaje que hace que mi sexo se moje aún más de lo que ya estaba.
–No lo soporto más –susurra con voz ronca Ethan.
Antes de que pueda responderle o preguntarle algo me arranca las bragas y coloca su mano en mi sexo, comienza estimular mi clítoris y yo soy solo placer porque con tan solo su tacto él me da mucho más placer que mi anterior novio porque es el único hombre que con él que había estado en mi vida. Ahora mismo la ternura y paciencia se acabó porque ahora estamos muy necesitados el uno del otro, siento como Ethan introduce un dedo dentro de mi vagina y yo suelto un gran gemido.
–Así linda –musita él –grita para mí, hazme saber cuánto placer te hago sentir.
–Oh por Dios –musito entre jadeos –Ethan.. por.. fa... favor.
–¿Quieres sentirme dentro de ti? –no soy capaz de responder pero asiento con la cabeza –primero quiero que te corras en mi mano.
Ethan acelera un poco el ritmo de su mano, no quiero correrme así pero no creo aguantar mucho más, él aumenta un dedo más y acelera las embestidas con sus dedos, ya no aguanto más y me dejo ir como él queria. Cuando llego al clímax de mis labios se escapa el nombre del hombre al que amo y él que me está dando placer.
Antes de recuperarme siento como él se adentra en mi de una sola estocada, el orgasmo se hace más intenso pero al mismo tiempo siento algo de dolor porque no estoy acostumbra a un tamaño como el suyo, cuando ingresa planto mis uñas en sus hombros y suelto un quejido.
–Lo siento –dice –no quise ser tan brusco pero te deseo tanto que ya no puede aguantar más...
–Solo... solo deja que me acostumbre –pido y acaricio su mejilla para que pueda estar más tranquilo.
Nos quedamos así quietos por algunos minutos y cuando mi cuerpo ya se acostumbró al suyo lo beso con pasión y él comienza a moverse lentamente, sus movimientos son tan tortuosos que hacen que desee más de él.
–Mas... –le pido –más rápido.
–No –dice en un gruñido –quiero disfrutar cada minuto dentro de ti...
Bajo mis manos de sus hombros hasta sus hermoso, redondo y firme trasero, lo presiono y él acelera su ritmo.
–Maldición Megan –dice entre jadeos –están tan estrecha que estoy a punto de correrme, eres perfecta.
Le respondo con un beso pasional y él también lo hace, puedo sentirlo palpitar dentro de mí y también siento que su miembro cree más y más, no si eso sea posible pero es como yo lo siento, le pido que marque un ritmo más rápido y él lo hace. Esto es el paraíso, estar con él es como ir al cielo y al infierno.
Lo único que se escucha en toda la habitación son nuestras respiraciones agitadas por el trabajo que estamos haciendo y demás también el sonido de nuestros cuerpo uniéndose, siento como mis paredes vaginales se contraen alrededor de su miembro y sé que estoy a punto de llegar al orgasmo pero Ethan me tomo por sorpresa y me hace girar nuevamente sobre la cama, nuestros cuerpos siguen unidos y ahora soy yo la que comienza a moverse en círculos.
Escucho como Ethan maldice una y otra vez por mis tortuosos movimientos y yo también los odio, así que me apoyo en su pecho y comienzo a subir y baja sobre su miembro con más rapidez, él posa sus manos en mi cintura y aumenta el ritmo y esto se siente tan bien. Ethan se incorpora y une nuestros labios ahora en esta posición lo siento más profundo dentro de mí y esto me está volviendo loca de placer, Ethan deja mi boca y ataca mis pechos, en ningún momento dejo de moverme y solo me falta un estímulo más para poder llegar al clímax.
Ethan tira de uno de mis pezones y eso es todo para que pueda llegar al orgasmo y lo hago gritando su nombre, siento que Ethan aún sigue moviéndose, necesita unas estocadas más para poder vaciarse dentro de mí y puedo sentir la calidez de su esencia y es cuando me doy cuenta que no nos cuidamos pero no importa porque ya somos marido y mujer, además de que yo hace una semana comencé con los métodos anticonceptivos. Ambos caemos rendidos sobre la cama y yo sigo encima de él, nuestras respiraciones siguen siendo aceleradas por todo el ejercicio que acabamos de hacer.
Cuando nuestras respiraciones se tranquilizan nos separamos y yo quedo con la espalda sobre la cama, me siento vacía ahora que lo tengo lejos de mí, sé que es extraño porque en realidad lo tengo aquí junto a mí pero después de lo que acabamos de hacer no quiero salir de esta cama, solo quiero estar con él así. Ethan hace que me pegue más a su cuerpo y luego nos cubre con el cubre cama.
–¿Te sientes bien? –pregunta.
–Me siento perfecta –musito y deposito un casto beso en sus labios –eres increíble.
–Y tu perfecta.
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Esto se esta poniendo caliente... creo que la temperatura comenzó a subir, ¿que les parece a ustedes?
Bueno si les gusto este capitulo comenten y voten, los estaré leyendo...
Los quiere EMM