¡Mi vecino es stripper!

By Itsbeautifulove

58.6M 3.1M 922K

Freya Harrison nunca llegó a pensar que su vida cambiaría por completo al decidir pasar el verano junto a su... More

¡Mi vecino es stripper!
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
[Libro 2] ¡Mi novio es stripper!
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
EXTRA
EXTRA 2
¡Embarazada y en problemas!
¡Una fuga y un juguete sexual!
¡Inocente!
¡Un empujón más y...!
¡Un parto prematuro, y alguien del pasado!
Bye, bye, Troy!
¡Un año después!
[Libro 3] ¡Mi hijo es stripper!
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo final

Capítulo 18.

79.5K 8.1K 3.2K
By Itsbeautifulove




Leia estaba más nerviosa que yo, así que lo único que hice para tranquilizarla fue sostener su mano con la mía. Un error que cometí delante de mi padre. Y en vez de intentar solucionarlo, entrelacé los dedos con los suyos ante la calidez que sentí. Ella se sintió protegida, y yo de alguna forma muy extraña me sentí cómodo. Parecía que nuestras manos se habían reencontrado después de tanto tiempo buscándose.

Tuve que airearme tirando del cuello de la camiseta, sentí un calor que azotó hasta mis mejillas; seguramente se tiñeron de color. Zarandeé la cabeza, y con una sonrisa miré a mi padre, el cual seguía allí, mirándonos sin poder creer lo que estaba viendo.

Y si en algún momento pasó la idea por su cabeza de que Leia y yo nos veíamos a escondidas, estaba muy equivocado. Pero teníamos un problema: Yo lo incité a que lo pensara y no estaba dispuesto a ayudarlo para que creyera lo contrario.

Me armé de valor, y di unos pasos hacia delante, quedando cara a cara con el hombre que me dio la vida y tanto admiraba. Cuando sentí que Leia se quedó atrás, empujé su cuerpo hacia delante con la mala suerte que tropezó con sus zapatos. Al menos no cayó al suelo. Se acomodó sobre mi cuerpo mientras que se sostenía gracias al brazo que rodeó mi cintura.

—¿Vosotros dos...? —No terminó la pregunta.

Bajé la cabeza, encontrándome con esos curiosos ojos claros que se cerraron al darse cuenta que nuestros cuerpos seguían muy cerca. Leia mantuvo su rostro sonrojado, era la única que no estaba ahogándose del extraño calor que apareció.

—Hemos venido a hacer los deberes.

Primera mentira.

—¿A las 10:00 de la mañana? —mi padre, un hombre listo, siguió insistiendo.

—Nos han dejado salir antes.

Segunda mentira.

Leia se levantó con cuidado, y siguió aferrándose a mi mano.

—¿Dos cursos diferentes? —Alzó la ceja.

—Creo que han salido todos los cursos.

Tercera mentira.

Estaba solo. La pequeña Ross no parecía dispuesta a ayudarme.

—¿Por qué habéis salido antes?

Si seguía interrogándome, acabaría delatando a mi madre.

—Nos han mandado deberes.

Cuarta mentira.

Por poco mi padre se llevó la mano a la cabeza, avergonzado de que mintiera tan mal como mi madre.

—E imagino que vosotros dos habéis elegido hacer el trabajo juntos.

—Sí.

Quinta mentira.

Él miró a Leia, la cual, durante unos segundos dejó de temblar y después se puso en modo vibrar. Lo temió, y eso que únicamente la estaba observando para que dijera alguna cosa.

—¡Nos hemos besado! —no aguantó más. Leia ocultó su rostro en el costado de mi cuerpo. —Lo siento.

Mi padre no me castraría, pero Ginger sí si llegaba a enterar.

—No le digas nada a mamá —supliqué, y de alguna forma desvié su visita a COME Y DISFRÚTA DEL PLACER.

Se rascó la nuca y me apuntó con el dedo.

—Hablaremos esta noche en casa —dijo, y esperó a que se lo confirmara. Lo hice asintiendo con la cabeza. —Besos, hijo. Solamente besos. ¿De acuerdo?

—¡Qué sí, papá!

Se llevó las manos a los bolsillos del traje con el que se vistió esa mañana, y desapareció del restaurante sin hacer ninguna pregunta más y sin cuestionarse dónde estaría su mujer.

Esperé escuchar el sonido del motor, y cuando marchó, respiré con tranquilidad.

—¿Qué quería decir tu padre con "solo besos"?

Tragué saliva.

—Tonterías de Evans.

Le regalé una de mis mejores sonrisas. Leia, mientras tanto, seguía con ese bonito color que tiñó sus mejillas mientras que acomodaba la cabeza en mi brazo.

—Sonará estúpido, —rompió el silencio—pero me está gustando como ha empezado el día. Papá ha vuelto. Tú has liberado todos mis miedos. Me he atrevido a besarte. Y ahora, parece que ninguno de los dos quiera soltarse de la mano. Es bonito. Y espero que dure bastante tiempo.

Sus nervios afectaron en el tono de su voz, ya que lo dijo muy bajito y por suerte escuché cada palabra que soltó por los labios que besé.

—Creo que Kristine ha hecho que te vea diferente.

Ella arrastró su fina nariz por mi camiseta antes de alzar la cabeza una vez más.

—Pero tú solo tenías ojos para ella.

—Hasta que te he encontrado, Leia.

Nunca me había parado a observarla como la mujer que era. Más bien, siempre la veía como la hija torpe de los amigos de mi madre. Pero Leia era una niña hermosa, dulce y tan torpe como yo. Me daba la sensación que necesitaba una persona como ella para calmar los genes Evans.

—¡Dios! ¿Me besarás de nuevo? —preguntó, tragando saliva.

—Sí, era la idea —reí.

Acomodé los dedos bajo su barbilla, y cuando me incliné para besarla, alguien nos estropeó el momento. Maldecí mentalmente. ¿Por qué todo el mundo aparecía en el mejor momento?

—¿Qué hacéis? —preguntó Kristine.

Leia se apartó de mi lado molesta.

—¿Qué haces aquí? —respondí con otra pregunta.

Ella acarició su bonito cabello.

—Quería hablar contigo.

A la pequeña Ross no le gustó, ya que se cruzó de brazos y me dio la espalda. Entre Kristine y yo no había pasado nada; nada de nada. Y eso, que convivíamos bajo el mismo techo.

Estuve a punto de decirle que no era el momento, cuando un grito estalló por todo el restaurante.

—Leia, —me incliné sobre su hombro para decirle algo que solo ella escuchara —distráela. No puede descubrir a Collins.

Volvió a sonreír, y las dejé solas.

Corrí hasta el comedor principal, donde se encontraban Byron y mi madre limpiándose las lágrimas que recorrían sus ojos mientras que observaban a Collins. El cual había cambiado su postura corporal.

—Se ha movido —dijo Byron, apuntándolo con el dedo.

Por supuesto que estaba vivo. Se había dado un golpe en la cabeza.

—Tenemos que llevarlo a su casa antes que se despierte —quería que entraran en razón. Me daba igual que me expulsaran. —Además, papá ha estado aquí.

—¿¡¡¡Qué!!!? —saltó por encima de Collins. —¿Le has dicho...?

—No. Por eso tenemos que sacarlo de aquí.

Ellos se miraron.

—Es la única forma de no ir a la cárcel y que disfruten de este par de bombones —mamá miró a Byron, y éste asintió con la cabeza.

No quería ni saber de qué estaban hablando.

—Iré a por Leia —y tenía que librarme de Kristine. —Llevar a Collins de nuevo al coche. Por cierto, mamá, quiero volver a casa.

Cuando le di la noticia se alegró tanto, que ni siquiera se dio cuenta que estaba sosteniendo a Collins por la cabeza y lo soltó; golpeándolo de nuevo. Se lanzó sobre mí, y me besó por las mejillas, el cabello y la nariz.

—Me alegro, Nico —siguió repartiendo besos. —Pero estás castigado.

Me lo imaginé.



| POV LEIA |


Kristine se acercó sin decir nada. Cuando pensé que seguiría los pasos de Nico, me equivoqué, ya que ella quedó detrás de mí para observarme.

—¿Por qué quieres salir con alguien como él?

Preguntó, y me sorprendió.

—Y, ¿por qué no debería?

Ella soltó una carcajada.

—Porque se cansará de ti, y luego buscará a otra.

—¡No es verdad! —me molestó. —Nico nunca me ha tratado mal. Y él está siendo dulce conmigo.

—Seguramente querrá algo a cambio.

¿Algo a cambio?

¿Se refería al problema que estábamos teniendo con Collins?

No. Rotundamente no.

Nico fue sincero a la hora de besarme. Y arropó cálidamente mi mano con la suya.

—¿Te molesta que Nico me haya elegido a mí?

Kristine quedó cara a cara.

—Sí —dijo, con una sonrisa.

Me crucé de brazos e intenté darle la espalda, pero me lo impidió.

—Lo siento muchísimo, Kristine, pero Nico no quiere saber nada de ti.

—Estás muy equivocada —acarició mi mejilla. —Él se muere por mí. Pero no me interesa. Te lo prometa, Leia.

—¿Qué-Qué?

Volví a tartamudear.

—Olvídate de él. Hay personas que te podrían querer de verdad.

—No te entiendo.

Y cuando quiso responderme, posó sus labios sobre los míos para besarme.

En mi vida me habían besado tantas veces como en aquel día.

Alguien nos encontró.

—¿¡Qué haces besando a mi chica!? —Era Nico.

¿Su chica?

El corazón me brincó.

Continue Reading

You'll Also Like

25.1M 1.7M 158
[SEMI EDITADO] Todavía tiene muchas faltas ortográficas pero ya está un poquitín más decente que antes xDD Si en el título capítulo dice "{Editado}"...
983 63 5
Embarazo a temprana edad, ese problema que muchas jóvenes de hoy en tienden a pagar por no cuidarse como es necesario. Y normalmente la sociedad est...
287K 31K 46
Si has leído sobre mitología griega, entonces sabrás sobre Apolo "dios del sol." Físicamente era perfecto, demasiada belleza para los ojos de un simp...