Y como un sueño volviéndose realidad, lo primero que Johnny hizo fue realmente tener una ataque histérico de risa, apoyándose en la pared mientras su risa tintineaba por la sala, hasta comenzar a contagiar a Yuta - el intruso que aún estaba acurrucado en nuestro sofá, con los ojos demasiados grandes para su pequeño rostro -, haciéndome sentir como un idiota que había soltado una broma sin gracia para que los otros dos no se estuvieran riendo de ella y sino de mi por haberla contado.
Bueno, debo admitir que no era el mejor de los sentimientos, sin embargo aún me parecía mucho más aceptable que escuchar a Seo Johnny diciendo que tuvo el tiempo suficiente, después de terminar nuestra relación, para poner otro hijo en la vientre de otro.
O por lo menos... Era eso lo que creía que significaba la risa.
-No, por dios, no.- Johnny por fin habló, logrando que sólo después de eso pudiera soltar todo el aire que retenía en mis pulmones. Estaba tan tenso desde que el tal Yuta había entrado en el apartamento que, al relajarme mínimamente, lo primero que noté fue que todos los músculos de mis hombros estaban adoloridos. Cielos, realmente no estaba más para ningún tipo de drama. Ni nuestros, y mucho menos los de Johnny con otra persona.
Solo quería un poco de paz.
-Entonces, ¿qué ocurre?- Cuestione, decidiendo sentarme en una de las sillas más cercanas, cansado de cargar mi barriga - que aun no siendo tan grande, pesaba. Hablando de la silla... La casa estaba más ordenada desde que había ido a vivir allí. Johnny hacía que la empleada viniera más veces y casi nunca dejaba las cosas fuera de lugar, probablemente preparándose para cuando hubiese un niño, que se colocaría en la boca todo lo que encontrara en su camino.
Johnny miró a Yuta significativamente, como si le dijera que el secreto no era suyo para contarlo. Aún así, - no pareció tener dificultades en decidir si hablaría o no, acomodándose un poco mejor en el sofá.
-Estoy embarazado de Ten, amigo de Johnny, ¿sabes?- Él se propuso a hablar, pero la noticia fue tan chocante que terminé abriendo un poco la boca como el perfecto idiota que era , sin darme cuenta de lo que estaba haciendo.
-Para ser honesto no sabía que Ten tuviera novio... Perdón.- Dije aquello porque quería preguntarle cómo diablos había ocurrido, sin sonar muy entrometido. Sólo no sabía si me entendería, ni si querría responder a un adolescente curioso. Pero bueno, él estaba sentado en mi sofá, arruinando mi noche con Johnny... Podía por lo menos saciar mi curiosidad, ¿no?
-Él no es mi novio...- Dios bendiga a - Yuta por entender mis indirectas. -Nos conocemos desde... Siempre, no lo sé. El es mayor que mí, pero estudiábamos en el mismo colegio. Ten era horrible en matemáticas, yo vivía dándole clases particulares para conseguir dinero, solo que... No lo sé, tengo sexo con él desde que tengo quince años, o algo así. Todo el mundo amaba a Ten, todo el mundo quería un poco de él para llamar suyo y yo siempre lo tuve. No era secreto, pero tampoco se lo contábamos a nadie. Cuando había ganas, uno le enviaba un mensaje al otro y listo. Fuimos así por años. Él salió con otras personas, yo también salí con otras personas, pero - lo siento Johnny - aún de parejas terminábamos uno en la cama del otro- Sabía de la antigua relación de Ten con Johnny, no era novedad. -Y esta vez no fue diferente. Comencé a salir con un hombre, Lucas, las cosas se están volviendo muy serias y él me pidió que nos fuéramos a vivir juntos... En el momento dije que sí, pero empecé a desesperarme poco después, porque... ¿Y si no es eso lo que quiero? Sé que tengo casi treinta años y debería saber lo que quiero en la vida, pero... ¡No lo sé! Parecía equivocado atarme a él. Vivir juntos significaría que no podría más salir con otras personas y... No veía a Ten hace meses, solo que aquel día... Lo busqué. Después de aceptar vivir con Lucas.
Hice una mueca con aquello, como si estuviese presintiendo lo que había ocurrido y lo sintiese mucho por la situación en la que Yuta se había metido. Era muy feo.
-Ocurrió, llegue a su apartamento, bebimos una botella de tequila entero, y en medio de la borrachera nadie recordó el condón, entonces... Un mes y medio después tenía todos los síntomas clásicos. Y viviendo con Lucas.- Tío, él no necesitaba continuar para entender lo mierda que era su vida. -Fue cuando comencé a hablar con Johnny, para pedirle ayuda. Él conoce a Ten y conoce a Lucas, creí que podría ayudarme, por eso a veces me encuentro con él; perdón por asustarte. A él no le gustaba que venga porque cree que te pondrás nervioso y celoso, solo que hoy fui a hablar con Ten y... Vaya, él fue muy idiota. No es que yo haya sido la mejor de las personas, pero él fue muy cretino.
¿Johnny preocupado de que sintiera celos? La información fue almacenada en mi cabeza y seria usada en un momento apropiado.
Pero esta también era la parte que tatuador no sabía sobre lo que había ocurrido.
-¿Al final, como te fue? ¿Qué dijo?- Johnny interrumpió, caminando hasta el balcón para fumar un cigarrillo sin que el humo alcanzara a alguno de los dos.
-Dijo que la culpa era mía por aceptar vivir con un idiota y que si realmente estuviese feliz por aquello, jamás habría aparecido en su puerta. Dijo que debería decirle a Lucas que el hijo es suyo y que olvidara que Ten existe, porque al final de cuentas, fui yo quien causo todo el problema, ¿no?- La voz de yuta tembló bastante cuando reprodujo aquella conversación, probando cuanto le había lastimado escucharla. -Como si pudiese hacer un hijo solo... De ahí le di la espalda y me fui. No estoy obligado a escuchar un montón de mierda de un chico que tiene casi mi edad y aun esa gorra. Sin ofender, Johnny, de nuevo.
-¿Que más querías que hiciera, Seo Johnny?- Él cuestionó en palabras y yo hice lo mismo con la mirada. ¿Realmente Johnny le veía una solución a todo aquello?
-¡ Ten está enamorado de ti, yuta! ojos enormes y continuas siendo ciego, que mierda, ¿eh?- Johnny habló, humo escapando de sus labios a cada silaba.
-Claro.- yuta fue más cínico que Johnny, cruzando los brazos frente a su pecho.
-Mira, él no se enojó porque estés embarazado; solo apunto cuan idiota eres por haber aceptado vivir con Lucas. ¿Creíste que era por eso? Él quiere al niño, te quiere a ti, no quiere compartir todo con el chino grandote. Y lo que él dijo medio que tiene razón, ¿no crees? Si es para buscar ayuda de él, quédate con él. Si es para quedarte con Lucas, limítate a decirle que el hijo es de otro. Sé que siempre que tienes sexo con Lucas usan condón, pero puedes usar la excusa de que estaba roto, o algo así. Tu problema, cabezón, es que eres indeciso. No quieres perder a Ten, pero tampoco quieres soltar la comodidad de vivir con un CEO, que prácticamente lame el piso por donde caminas. Escoger quedarte con Ten significaría tener que dejar el %80 de los ingresos que tienes quedándote con Lucas y también perder todo los mimos que el chino te da... Eso te molesta, pero no creo que realmente ames a Lucas. En mi opinión siempre fue por comodidad- Dio otro trago, mientras se limitaba al silencio, impresionado y sin poder siquiera imaginar lo que un CEO podía ganar por mes. -Escoge pronto lo que quieres y deja de decir que los otros son unos cretinos. A veces tu eres más cretino que ellos.
Mordí mi labio inferior, cerrando los ojos, porque aquello casi había sido un golpe en mí estómago, que habrá sido para yuta. Johnny debía aprender un poquito a ser menos grosero de vez en cuando.
Pero él no lo sabía, así que yuta con cara de quien acababa de ser atropellado por un tren, se levantó a ciegas, sin decir absolutamente nada mientras caminaba en línea recta hacia la salida.
La puerta se cerró.
El silencio reino.
Y yo mire a mi pseudo novio poco delicado.
-Sabes, todo lo que dijiste son suposiciones... Tal vez Ten no sienta nada por él.- No quería sonar como si le estuviese echando la bronca a Seo, sin embargo tampoco quería él no se diera cuenta de que había sido muy maleducado.
-No son suposiciones. Ten me llamo unas dos horas antes para decirme que se sentía una mierda por creer que yuta realmente prefería mentirle a Lucas que intentar quedarse con él. Estaba tan devastado con la posibilidad de que su hijo fuera criado por otra persona. Ten es mi mejor amigo, nosotros terminamos porque él siempre estuvo loco por yuta y el idiota no lo veía... No se puede tener una relación con alguien que no se saca de la cabeza a otra persona.- Se encogió de hombros, apagando el cigarrillo en el cenicero que estaba en el barandal. -Y ni yuta se da cuenta de que sus relaciones siempre terminan temprano, que él siempre está evitando a los chicos que quieren cosas serias y que siempre que la situación se acerca, él vuelve a Ten como un cachorrito. Esa novela es vieja, los personajes solo olvidan leer el guion. Quien sabe ahora, con un niño en camino, ellos no dejen de actuar como ni los colegiales hacen y comiencen a hacer las cosas bien.
-Si lo sabes, ¿por qué no le contaste nada a él? Podrías haberle facilitado las cosas, Johnny.- ¿Él no se daba cuenta de que podría haber cortado el sufrimiento de los dos por la mitad?
-¿Y dárselo en bandeja de plata? Nene, ¿crees que alguien que dejo que todo el mundo hiciera cosas por el realmente merece un felices para siempre?- Johnny era serio hablando sobre aquello -Tu, con dieciséis años de edad, puedo decir que eres más maduro que él por el simple hecho de haberte responsabilizado por tus decisiones. ¿Fueron decisiones horribles? ¡Sí! ¡Pero fueron tuyas! No soy a dar en bandeja a mi mejor amigo a alguien que duda entre el chico que realmente le gusta y el dinero de otro. O yuta hace eso porque ama a Ten, o que se quede con el hombre rico... Solo lo siento mucho por Ten porque tal vez tenga que vivir sin conocer a su propio hijo. El sería un padre tonto, pero sería un buen padre.
Él tenía razón... De una manera bruta y un poco en broma, pero tenía razón. Johnny, en verdad, acostumbraba a pasar gran parte de su vida teniendo la razón. A veces me preguntaba si su vida no perdía la gracia cuando estas en lo correcto todo el tiempo.
-Yo también creo que sería un buen padre... Así como tú.- Opine, con la intención de cambiar un poco de tema. El clima se había vuelto un poco pesado, porque él era muy protector con las personas que quería y yuta obviamente había dado en su punto débil, metiéndose al mismo tiempo con un hijo y un amigo.
Lo mejor era dejar la noche más ligera.
-¿Crees que seré un buen padre?- Él repitió, entrando y cerrando la puerta del balcón, impidiendo que viento continuara entrando en la sala.
-Siempre lo creí... Pero en este exacto momento creo que eres un pésimo compañero.- Decidí arriesgarme, solo para ver hasta donde conseguía llegar con aquello. Me levante de la silla, caminando hasta el piano que estaba en la sala.
-¿Puedo saber el motivo?- Johnny arqueo una ceja, deteniéndose a solo diez pasos de mí, mirándome con sus ojos de caos y sus brazos tatuados cruzados contra su pecho.
-Porque... Dejas a un embarazado sufriendo con deseos.- Todo embarazado tenía antojos, ¿verdad? Quiero decir, hasta ahora mi único antojo tonto había sido comer un pote entero de mantequilla de maní, pero Johnny dejo que lo hiciese... Incluso se despertó en la madrugada para ir a comprarlo cuando se lo pedí.
-No recuerdo haberte negado algo, pero está bien... ¿Qué es lo que quieres hoy? Si me hubieses dicho, te lo habría ido a buscar.- Él lo estaba llevando para ese lado.
Está bien, pero no podía dar marcha atrás ahora.
-¿Puedo ser honesto?- Cuestione, tocando algunas teclas del piano a ciegas, en una melodía que conocía de memoria mientras lo enfocaba por la esquina de mi ojo.
-Adelante.
-Deseo tener tu boca en la mía.- Comencé, dándome cuenta de que si me detenía allí, nunca más continuaría. -Tengo deseos de sentir tus manos en todo mi cuerpo... Deseo sentir tu pene endureciéndose mientras me arrancas la camiseta... De ahogarme mientras lo coloco entero en mi boca. Muero de deseos de ponerme en cuatro para ti y sentirte muy profundo, que a veces pienso en que no voy a poder caminar al día siguiente... A decir verdad, ya perdí la cuenta de cuantas veces me masturbe pensando en que me haces gritar de nuevo. Siento tanto deseo, que a veces tiemblo solo con sentir tu olor... Sabes cómo es, cosas del embarazo.- Termine justamente mis palabras con la melodía que tocaba, antes de mirarlo de manera muy directa ahora. -Entonces... ¿Vas a ayudarme con eso?