NoRenMin | Fluff〘 ♡ 〙Two Shot [ 1/2 ]
ᴬᴳᴱ Jeno 38 // Jaemin 18 // Renjun 18
🎂🎈
El olor a pastel recién horneado se desliza con suavidad por la nariz de Jaemin, su pancita gruñe y decide abrir los ojos, encontrándose al instante con la sonrisa de Jeno y los saltos frenéticos que da Renjun emocionado sobre la cama. Ren lleva su pijama de gatito y las orejitas se mueven al ritmo de sus saltos, tanta es su energía que casi hace caer el pastel, por lo que Jeno se ve obligado a pedirle que se calme antes de encender las velas.
El uno y el ocho brillan con intensidad, alumbrando la habitación oscura de Jaemin, con la hora que es en un día normal Jeno ya habría abierto las cortinas y lo habría obligado a levantarse a desayunar, a daddy no le gustan los niños perezosos y vagos, ese tipo de gente nunca llega a nada grande en la vida.
—Vamos cielo, sopla las velas —lo anima el mayor acariciándole el cabello —y pide un deseo.
Obedece al instante y cierra sus ojitos con fuerza, deseando con todo su corazón que el próximo año Jeno y Ren vuelvan a traerle un pastel a la cama y lo dejen dormir hasta tarde. Sí, no necesita nada más para ser feliz.
—¡Feliz cumple Jaemin! —chilla Renjun dándole un besito corto en los labios —¡Gracias a ti daddy nos llevará al parque de diversiones! Eres el mejor.
—Baja la voz ángel, despertarás a todo el edificio —vuelve a regañarlo Jeno antes de darle un beso a Jaemin largo, pero suave a la vez —felicidades mi amor, ¿cómo dormiste?
—Muy bien —contesta Jae con una vocecita muy dulce y con sus ojos brillantes puestos en el imperfecto pastel, el fuerte de Jeno nunca ha sido la cocina y Renjun, él ni siquiera puede pelar una mandarina sin lastimarse —es el pastel más bonito que alguien me ha regalado.
Los tres juntos bajan a desayunar, como era de esperarse la cocina es un completo desastre, hay restos de masa en todo el mesón, dos intentos muy quemados de pastel en el fregadero y huellas de las manitas de Renjun por todas partes.
El ceño de Jeno se frunce al ver las marcas de harina que Ren hizo con las manos, ¿cuándo demonios lo hizo? Si se aseguró de tener un ojo encima de él a cada segundo, menos mal su mamá perdió ya ese hábito de visitarlo todos los fines de semana, sino lo habría matado al ver en el "basurero" que vive.
Mientras Jeno trata de limpiar un poco, Jaemin sirve dos cuencos con cereales y una tasa de café con tostadas, una risita se le escapa cuando ve a Jeno maldecir contra una mancha en el suelo mientras Renjun dibuja con la crema pastelera sobre el único pedacito limpio de la nevera.
—¡Renjun voy a castigarte si no te quedas quieto!—P-Pero daddy —al instante sus ojitos se llenan de lágrimas, le da mucho miedo cuando Jeno grita —es un d-dibujo para Minnie.
—Bebé, si no limpiamos este desastre no podremos ir al parque de diversiones —el ultimátum asombra al menor —ahora, quédate quieto por favor.
Entre los tres logran limpiar la cocina, o al menos dejarla decente, en veinte minutos. El tiempo comienza a correr en contra, deben darse prisa, aún les falta desayunar, ducharse, aguantar el tráfico del fin de semana y ni hablar de la cola que seguramente debe haber ya en el parque.
El primero en acabar de comer es Renjun, que pide permiso para levantarse y luego sale corriendo en dirección a su habitación. Jeno no duda en aprovechar la repentina privacidad que consiguió con el chico del cumpleaños y lo jala para sentarlo sobre su regazo, tal y como le gusta a su bebé le llena el rostro de pequeños besitos mientras le recuerda cuanto lo ama y adora.
Sólo hay una cosa diferente en esta cotidiana sesión de mimos, Jaemin se tensa al sentir como una mano acaricia sus piernas muy descubiertas, gracias a los shorts tan cortos que está usando, los dedos de Jeno tocan con delicadeza la parte más sensible de sus muslos, haciéndolo quejarse bajito porque no entiende el calor que está creciendo repentinamente en su estómago.
Luego le da uno que otro beso en el cuello mientras que sus manos permanecen tocando cada centímetro de su perfecto cuerpo, los: "Te amo mucho mi pequeñito ángel" han sido cambiados por: "Eres jodidamente sexy, cielo" daddy diciendo una palabra mala, eso pasa cada mil siglos. Jaemin gime bajito, Jeno nunca antes lo había tocado o tratado así, se siente extraño, pero quiere más, otro gemido sale de sus labios y de repente el mayor lo hace a un lado, dejándolo con una sensación de vacío y decepción.
—¡Estoy listo! —Renjun aparece con su kit de conejito, unos shorts, una camiseta de conejito, un gorro de conejito y su conejito de peluche —¡rápido Jae! ¡Vístete!
—Daddy, ya no quiero ir al parque —confiesa Jaemin tímido haciendo que a Renjun se le caiga su conejito de las manos —quiero ir al centro comercial, mi autor favorito estará firmando libros.
Cambio de planes, Renjun está enojado, Jaemin feliz y Jeno tratando de no golpearse contra la pared, no puede ir contra los deseos de Jae porque es su cumpleaños, pero tampoco quiero aguantarse los mohines y amenazas visuales de Renjun durante todo el día. Doble amor, doble estrés.
🎁❤️
Perfecto, precioso, hermoso, guardará aquel libro toda su vida, antes de morir fundará un museo y lo dejará en una cúpula de diamantes, tal vez exagera, pero sí está muy feliz por su libro, todo lo contrario que Renjun, quien sujeta de mala gana la mano de Jeno, ya ha tratado tres veces de escapar.
La última vez se puso en peligro, así que Jeno lo llevó al baño, se encerró en uno de los cubículos junto a él y golpeó su trasero tan fuerte que lágrimas bajaron por sus mejillas, estúpido auto que casi lo atropella cuando salió corriendo en dirección a la carretera, si no hubiera aparecido ya habría cruzado la calle, ahora debería estar en un taxi con dirección al parque de atracciones y no caminando hacia la tienda favorita de ropa de Jaemin.
—Coge todo lo que quieras, cielo —dice Jeno sonriéndole a Jae y luego aprieta la mano de Renjun —tú estás castigado, no te compraré nada.
—Daddy es un tonto y quiere más a Jae —solloza Renjun entallándose los ojitos.
—Y nada de manipulaciones, sigo muy molesto contigo.
—Bueno, al menos lo intenté.
Frustrado y terriblemente aburrido Ren va directo a la sección de chicas, sí, todo es tan bonito ahí, los colores pastel, las orejas de gatito o los colgantes de unicornios. Una falda preciosa se cruza frente a él, rápido y con sus ojitos brillando la sujeta, luego corre al probador y... ¡demasiado grande! ¡No puede ser! El Dios de la moda no puede ser tan cruel.
La falda perfecta, negra, sexy, con vuelitos y ¡de regalo viene unas medias a conjunto! El corazoncito de Ren se quiebra en miles de trocitos, la quiere, necesita llevarla a casa, pero Jeno, aparte de que está castigado, nunca le compraría algo que no le queda, desperdiciar dinero en cosas que no puedes usar es de gente tonta y daddy odia a la gente tonta.
¡Jaemin! Él puede ayudarlo, es lo mínimo que debería hacer después de haber arruinado su salida al parque de diversiones. Una blusa rosita pastel, un shoker, las medias negras y cómo no, la falda que quiere, con todo eso en las manos corre hacia donde está Jae y prepara su voz de convencimiento.
—¡Minnie hyung!—No te ayudaré a escapar Junnie, nos meterás en problemas con daddy.
—¡No vine para eso! —se queja poniendo la ropa frente a Jaemin —Mira.—¿Ropa de chica?—Ropa que le gusta a daddy.
—A daddy no le gustan las chicas.—No, pero le gusta que nos vistamos como ellas —el ceño fruncido de Jaemin, acompañado de una mirada confundida hacen bufar a Ren —Daddy siempre me trae faldas bonitas, le gusta desvestirme y ponérmelas, luego se queda un buen rato en la camita junto a mí, diciéndome que me veo muy bonito con la ropa que me trajo, en cambio otras veces —el rostro del menor enrojece —algo endurece entre las piernas de daddy, cuando eso pasa me besa con mucha fuerza y... me toca, se siente extraño, pero me gusta mucho.
Se siente extraño, pero le gusta, eso es lo que le pasó en la mañana, cuando daddy lo sentó sobre su regazo y acarició su cuerpo, quiere sentir aquello otra vez, quiere que Jeno lo bese fuerte y vuelva a tocarlo hasta que soniditos suaves se le escapen aunque trate de retenerlos.
Al llegar a la caja para pagar Jeno le pregunta si puede ver su elección, Jaemin asiente y pone la ropa frente al cajero, sintiendo al instante como su rostro entero enrojece y quema por la vergüenza, Jeno lo está mirando muy sorprendido.
—¿Esto es lo que quieres cielo? —pregunta y el menor asiente lentamente —Está bien —añade mirando ahora al cajero —cóbrenos por favor, pagaré con tarjeta.
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Sentí que debía subir esto otra vez, sino les estaría dando el gusto a quienes me están molestando.
Haré un fanfic completo basado en este two shot, lo comenzaré pronto en mi cuenta prinpipal. No me voy a rendir tan fácil.
—Gigi.