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Little Stars 〘 ♡ 〙 Smut
🌸✨
Los ojos de Jaemin luchan por mantenerse abiertos, el auto se estaciona en el garaje subterráneo del edificio donde vive junto a Jeno y Renjun, es un alivio estar ahí, ya puede sentir la suavidad de su cama y su pijama de conejito.
Cuando Jeno desbloquea el seguro de la puerta su mirada busca a Renjun, hace un buen rato que no lo ha escuchado armar jaleo, por lo que por simple deducción sabe que está dormido, probablemente con su pulgar dentro de su boca porque el menor tiene una loca y muy adorable obsesión con chupar cualquier cosa que parece de tacto agradable.
Jeno carga a Renjun en su espalda y con su mano izquierda sujeta la mano de Jaemin, el trayecto en el ascensor es silencioso, más aún el del pasillo hacia su departamento, Jaemin restriega sus ojitos mientras Jeno abre la puerta y va directo al cuarto de Renjun para obligarlo a despertar dos segundos, debe ponerse su pijama o no dormirá cómodo.
—Buenas noches, bebé —susurra Jeno cuando Ren está cambiado y bajo las sábanas —que duermas bien mi pequeñito ángel.
La única respuesta de Renjun es un ceño fruncido y una media vuelta sobre el colchón para darle la espalda a su daddy, Jeno ríe incrédulo, no cabe duda de que Ren es un malcriado y mimado, tiene suerte de que no está del todo consciente o ya habría recibido algún castigo.
Al girarse para salir de la habitación se encuentra con Jaemin, quien abraza el marco de la puerta tímido como si quisiera que su daddy adivinara lo que está pensando sin necesidad de que le diga alguna cosa o haga alguna señal, Jeno sonríe con dulzura y lo lleva hasta la sala, se sienta sobre uno de los sofás y luego acomoda a Jaemin en sus piernas.
—¿Te divertiste hoy?
—¡Mucho!
—Eso es bueno —sonríe con dulzura acariciándole el cabello —quiero hablar contigo mi pequeñito —los ojitos de Jaemin brillan ante el bonito apodo —tener 18 es una gran responsabilidad, pero también puede llegar a ser muy divertido.
—No me gusta —frunce el ceño Jae escondiendo el rostro en el cuello de Jeno —¡cumplir 18 es aterrador! No quiero ser adulto y hacer filas en el banco o tomar alcohol en fiestas, está muy feo.
—No debes hacer esas cosas —ríe el mayor levantándose del sofá para ir a su habitación —te explicaré algo, pero primero debes ponerte aquella ropa tan bonita que compramos hoy.
Las mejillas de Jaemin enrojecen de inmediato, ¿cómo se le ocurrió hacerle caso a Renjun? La falda sube por sus piernas desnudas mientras sigue refunfuñando contra el menor, Jeno por su lado se mantiene callado y lo ve vestirse. Cuando la última prenda es atada en su cuello está listo.
Al levantar la mirada hacia Jeno una corriente desconocida golpea su cuerpo, Jaemin muerde su labio inferior y pone ambas manos atrás para dejar que la falda se vea mejor. Está precioso, el mayor se levanta de la cama y camina hacia él mientras desabotona las mangas de su camisa, luego lo sujeta de la cintura y le da un beso parecido al de la mañana, brusco, muy diferente a los pequeñitos y dulces besos de siempre, aquellos a los que Jaemin y Renjun responden con una sonrisa.
