Narradora
—¿Puedo marcarte? —La reciente pregunta toma por sorpresa a Max, jamás en su vida creyó poder conseguir a su destinado, jamás creyó poder ser feliz de la manera en la cual él busca ser feliz. Y ahora aquí está, su cintura es firmemente sostenida por un hombre atractivo, que lo trata con honestidad y le brinda la paz y la tranquilidad que desea...
—No puedo... —Decker abre los ojos de par en par y Max se aleja un poco —¿Te has puesto a pensar en lo que sucederá conmigo? La manada detesta a los omegas, ellos no me querrán.
Además, no se quiere dejar llevar por la unión que los junta, pues puede ser una bendición como una maldición eterna.
Los destinados fueron hechos para juntarse, incluso si es un desconocido, sentirás como si se hubiesen conocido toda la vida, como si estuviesen hechos para estar juntos.
—...—El alfa sintió su pecho doler, Max lo sabe, sabe muy bien la posición en la que esta, así que humildemente se mantiene en el lugar que la manda le dio como un "Simple error de la naturaleza, un fenómeno". Y, molesto consigo mismo, arruga el rostro y voltea hacia otro lado, él es el mayor culpable en todo esto, siempre supo que los omegas eran menospreciados, pero nunca convivió con uno, y jamás supo hasta que punto llegaban a ser menospreciados.
Ahora que lo ve, siente que le ha fallado a la luna y que no hizo bien su parte al cuidar a las personas en la manada, al menos no a todas.
—Me abandonarás.
Aquellas palabras salen de la boca de Max con una complejidad tan grande, que derrumban la poca cordura del alfa. Es como escuchar las últimas palabras de alguien que está a punto de morir...
—Cuando eso suceda, el único que sufrirá aquí, seré yo. La marca se pudrirá, se extenderá por mi cuello... Moriré lentamente —Ante al tristeza en su corazón, desea voltear el rostro y seguir mirando las estrellas tranquilamente, en silencio para calmar el dolor en su pecho, pero unas grandes manos sostienen sus hombros y le obligan a quedarse en su lugar.
—Jamás, no sería capas de abandonarte... Te he esperado casi cuatro años de mi vida.
Cuatro años de espera no son nada comparado con el posible destino de Max, cuatro años de espera son insignificantes ante todo el daño que Decker, muy indirectamente le ocasiono.
Luego, los hombros de Max son soltados con delicadeza y la mano derecha de Decker, le sostiene el mentón juntando sus frentes lentamente, el fornido alfa mantiene los ojos cerrados y la respiración caliente choca contra las mejillas del pequeño Omega, es una sensación agradable y muy personal, está a punto de decir algo que posiblemente haga cambiar de parecer a Max, la atmósfera lo dice a gritos
—No podría vivir sin ti...
Max siente un dolor agudo en su pecho, tiembla con fuerza y sus dientes chocan haciendo un sonido constante de golpeteo.
El dolor que hay en su corazón parece ser arrancado por la amabilidad de este hombre y como si el profundo mar de la desesperación jamás se lo hubiese tragado, acepta.
Está dispuesto a asumir el riesgo, si solo así puede seguir sintiendo la magia y las mariposas en el estómago...
—De acuerdo... —Susurra, y Decker, victorioso, le planta un pequeño beso en la frente —Confió en ti.
—No te defraudaré —Instintivamente Max se da la vuelta y le da la espalda a Decker, está nervioso y tiembla con fuerza, jamás pensó que estaría en esta situación, así que nunca se preparó para esto, siente mariposas en el estómago y los brazos le tiemblan con violencia, sus piernas amenazan con dejarlo caer e incluso sus músculos se contraen.
Ante la baja estatura del Omega, el alfa se encorva un poco para poder acercarse a la nuca de Max y planta unos cuántos besos para tratar de calmarlo, siente los músculos de Max tensarse, la respiración agitarse y el corazón latir como loco, pues el omega antes de ser marcado, tiene una sensación de peligro, la marca será perpetua, y su lobo será encadenado por Lan durante toda la eternidad.
Max, inconscientemente se hace más pequeño y se aleja un poco, a pesar de que dio su consentimiento, siente miedo, detesta el dolor, siempre ha buscado alejarse de situaciones que lo hagan sufrir, pero está vez no puede escapar, se encorva y chilla por lo bajo al sentir la cercana respiración caliente chocar contra su cuello.
Y como una delicada mimosa*, se retrae al tacto. Como si se estuviese protegiendo de algún depredador.
Owen está asustado, siente como si estuviese siendo guiado al matadero, ser marcado, significa que la existencia total de Owen, será percibida totalmente por Lan. Sus latidos, sus feromonas, emociones y sensaciones. Una unión eterna que fluirá con base en la honestidad. Solo que Owen, en ese momento, no lo percibe de ese modo. Pero, no se puede negar.
Por otro lado, Lan está orgulloso, emana un ego inalcanzable, y se muestra aún más imponente que nunca, está listo para enlazarse y ser uno con su Omega, está listo para percibir todo de Owen y Max, para no dejarlos escapar.
Lan hace que los dientes de Decker se vuelvan más grandes, casi como los de un lobo, anunciando que está listo para pegar la mordida. Tanteado el área, abre su boca, deja salir un húmedo y caliente aliento de su garganta y con una fuerza abrumadora, muerde la nuca de Max.
—¡Ugk! —Traga aire con fuerza y se retuerce. Jamás pensó que el dolor pudiese llegar a ser insoportable desde el primer instante — ¡Ahh! —Max chilla y grita mientras los colmillos se clavan sobre su piel y la rompen con fuerza.
Mientras más profunda sea la marca, más fuerte es es lazo...
Cuando la marca fue hecha las feromonas de Decker se dispararon y se volvieron abrumadoras. La marca fue hecha, pero Decker no le soltará hasta después de que su alfa crea que el lazo se ha completado.
—¡Detente! —Grita, y sus piernas comienzan a fallar, en cualquier momento se dejará caer al suelo, así que Decker lo toma de la cintura y lo pega a su cuerpo sin soltar su cuello —Duele...
Gruesas lágrimas escurren por sus mejillas. Duele demasiado, su cuerpo no estaba listo para recibir la marca, el celo fue suprimido, por lo tanto, su lado Omega también, así que a Owen le es doloroso recibir la marca y las feromonas de Lan.
Max intenta soltarse, pero el más mínimo movimiento le causa dolor, mucho más dolor...
No es hasta que la sangre se coagula y el lazo termina de formarse, que Decker suelta a Max. Y cuando lo hace, los ojos del mayor solo pueden ver una gran mordida en forma elíptica en el cuello de Max, grande y roja, que desborda un poco de sangre, se ve dolorosa, la carne está desgarrada y se marcan perfectamente nueve dientes de la parte maxilar y ocho de la mandíbula.
Aprecia profundamente la mordida, es como un sueño hecho realidad, su pecho se infla y se regocija con plenitud. Luego, como un balde de agua fría, la imagen de su Omega jadeando y gruñendo por lo bajo tratando de soportar el dolor le quitan la felicidad y la sustituyen por angustia.
—Lamento haberte lastimado —Se apresura a decir, aún sostiene a Max de la cintura fuertemente mientras pega su pecho a su pequeña espalda — Fue difícil crear el vínculo... ¿Estás tomando supresores? —Pregunta un poco enojado, le frustro tener que usar una cantidad fuerte de feromonas, le hace sentir que abusa de su fuerza, le preocupa el bienestar de Max.
—Sí, ¡Ugk! —Se queja —Calman mi celo unas horas... —Decker lo mira con un poco de molestia, mientras el cuerpo de Max se mueve repentinamente por fuertes hipidos y tracciones musculares.
Es como si contuviera un fuerte llanto, mientras trata de relajarse y respirar hondo, el celo amenaza con salir y quemarle la piel. Agradece haber tomado más supresores de lo recomendado, de lo contrario, no podría retener su celo en su totalidad.
—Soy tu Alfa, estoy aquí para calmar el calor de tu cuerpo, no puedo soportar el hecho de no sentir tus feromonas, me vuelve loco... — El gran alfa entierra su nariz en el arco del cuello de Max, trata de extraer un poco de feromonas para calmar su apetito sexual, no puede ocultarlo, está caliente, y la poca cantidad de feromonas que emite Max no son suficientes para incitarle a empujarlo hacia abajo y tomarlo.
—Yo no estoy listo para estar contigo —El menor tiembla con fuerza entre los brazos de su alfa mientras esté sigue respirando sobre su cuello—No al menos durante este celo... ¿Puedes entenderlo? —Decker hace una mueca de disgusto y suspira derrotado, no lo forzará, está decidió a mantener esa promesa.
—Puedo entenderlo, solo que no quiero que uses supresores ¿De acuerdo? —Max guarda silencio y trata de soltarse de los brazos del alfa, no le gusta que le digan que hacer.
Obligarlo a no tomar supresores es como prohibirle tomar una pastilla del día siguiente para no quedar embarazada. Simplemente es arremeter contra su voluntad y privarlo aun más de sus derechos
—¡Oye, ten cuidado! —Exclama al ver que las gelatinosas piernas de Max no resistirán su propio peso —Está bien, relájate, nos iremos a casa. Hablemos de esto después.
El pequeño Omega se tambalea con más fuerza, parece estar a punto de desmayarse, así que Decker lo envuelve en sus brazos y lo acurruca contra su pecho, le gusta sentir la calidez de ese pequeño cuerpo contra el suyo.
—Me siento mareado... —Se queja notoriamente enfermo y Decker lo levanta y se encamina lo más delicadamente posible hasta la Jeep negra.
—Tranquilo, tu lado Omega está cansado, acaba de recibir la marca, necesitas descansar —Max se queja y emite sonidos de disgusto, la marca duele, y el área del cuello se siente adormecida —Permaneceré a tu lado toda la noche, descansa pequeño...
El cansancio y la fatiga fueron más fuertes, así que en un cerrar de ojos, se quedó dormido. Decker lo miro con atención, puso extrema atención a las largas pestañas castañas que se curvaban con naturalidad. Unos regordetes labios hinchados y rojos, habían Sido mordidos por Max mientras Decker lo marcaba. Jamás creyó que la belleza masculina fuese tan extravagante, le hacen sentir cosquillas en el estómago y la respiración se le agita.
Luego de algunos minutos de apreciar tal belleza, lo llevo hasta el Jeep, lo dejo en el asiento del copiloto, y lo llevo de regreso hasta la mansión. El trayecto de vuelta fue muy tranquilo, evitaba ir rápido para no molestar o despertar a Max.
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Es casi medio día, el sol se posiciona en el centro del cielo y las nubes oscuras llenas de agua y vida cubren los rayos del sol. Igual que en muchos de los días cercanos al invierno, hace frío, cae lluvia y sopla el frío viento contra los árboles del bosque haciendo que se mezcan.
En la habitación de huéspedes, Max se despierta solo, no hay nadie en la habitación acompañándolo, siente un dolor en su pecho y su Omega cree que fue abandonado
—Tranquilo Owen, es el Alfa, tendrá cosas que hacer...
—Anoche... Lan me apapacho hasta que pude tranquilizarme —Murmuro un poco avergonzado y Max sintió sus mejillas arder
—¿Cómo que te apapacho? —Pregunta rápidamente tratando de aclarar sus dudas
—Como te quedaste dormido, no pude ver, pero estoy seguro de que pude sentirlo, sentí su presencia detrás de mí, como si nos hubiese abrazado toda la noche...
La luna se sonroja con emocion, pero rápidamente oculta sus notorios sentimientos y cambia el tema, como si nada hubiese pasado.
—Quiero salir, pero creo que debemos esperar aquí, no conozco a nadie... Y no tengo intenciones de toparme con Scott —Dice agüitado y se sienta en el borde de la cama, hay un leve dolor recorriendo su cuello, con los dedos de la mano derecha, se aventura a tocar la zona de la mordida, y puede sentir como está aún no se cierra, no hay sangre escurriendo, pero puede sentir la piel abierta que arde al contacto.
Se acerca a la mochila que trajo y busca entre todas la cosas, desde que estuvo en la primaria, le enseñaron sobre las funciones de la mochila de apoyo que llevan los lobos al transformarse, siempre suele haber un pequeño espacio para llevar un botiquín de emergencia.
Y el que busca encuentra, hasta abajo puede ver una bolsita transparente con vendas y una mini botella de alcohol y algodones.
Improviso lo más que pudo, no encontró forma de verse la nuca así que le fue difícil limpiar la herida y vendarse el cuello.
Después de la mordida, el alfa debe lamer la herida hasta que deja de sangrar, solo como primera medida de seguridad, pero después, debe vendarse por seguridad total, pues se puede infectar debido a la profundidad de la mordida y las bacterias en la saliva.
—¿Alisha no ha vuelto? —Pregunta Max y Owen no tarda en responder
—Anoche nos quedamos dormidos, no supimos si volvió...
—Me preocupa, dijo que volvería
—Dijo que volvería, debemos confiar en ella —No muy convencido Max asiente y solo se sienta a esperar. Si Alisha no vuelve en las próximas horas, se escabullirá e ira a buscarla.