Max queda desconcertado unos segundos, no entiende lo que quiere decir aquel lobo gigante frente a él, incluso cree que es una broma de muy mal gustó.
—S-se está confundiendo señor —Susurra con miedo mientras agacha la cabeza, no quiere retar a ese alfa, sabe que si lo hace, su seguridad y la de Alisha estarán en grave peligro —Por favor, deténgase —Chilla y sin darse cuenta, expulsa feromonas de miedo.
Decker no sabe que hacer, las feromonas lo atacan de imprevisto, está tan maravillado con su destinado que bajo la guardia, su lobo enfurece, piensa que alguien quiere lastimar a su mate y se pone agresivo.
—¡Tranquilo que lo asustas idiota!—Dice Decker reprochando a Lan —Libera feromonas para calmarlo, queremos hacer que se acerque a nosotros, no que se asusta y hulla...
—Lo siento, me exalté...
El lobo suelta una pequeña cantidad de feromonas, huele a Sándalo, quiere que poco a poco se acostumbre a su presencia, con una mirada y un gruñido, da a entender a su amigo y a sus cazadores que dejen de sostener posturas amenazantes.
Cuando voltea, piensa que verá a su mate mirándolo, pero en su lugar, ve como su luna se aleja del sin importarle nada.
Parece estar más interesado en el bienestar de la Alfa, y Decker siente que perdió un punto importante para ganarse su confianza.
—Alisha, ¿Estás bien?, ¿Te puedes levantar? —Pregunta un poco nervioso y restriega su cabeza contra el cuello de la Alfa buscando darle afecto y fuerza para que se levante. Los presentes quedan estupefactos y Decker hierve en furia.
—Ven conmigo... —Dijo el gran alfa y Max no le presta atención —Luna mía...
—No soporto la violencia. —Decker no entiende lo que su preciada luna quiere decir con esas palabras —No soporto ver sufrir a las personas... Y aun así, te atreviste a lastimar a la única persona que me importa en este mundo —Aquellas palabras tan frías y venenosas se enterraron una a una con fuerza en el pecho de Decker.
Lo estaban rechazando...
—Yo... —Trato de excusarse pero fue interrumpido.
—No quiero saber de ti... —Cuando Alisha al fin logro incorporarse, susurro con dolor
—Max, él es Decker Raxton, el líder de la manada... —El Omega se quedó petrificado...
—N-no... —Chillo su Omega y trato de alejarse lo más que pudo —Quiero irme, Alisha vámonos de aquí por favor...
—No temas... —Una voz gruesa y áspera resuena en el lugar, el lobo negro se acerca y ya no hay nada que lo detenga —Jamás te haría daño... Ven conmigo, te necesito, la manda te necesita.
Alisha estaba estática al igual que los demás, el alfa, líder de la manada, había conseguido a su luna por fin... Alisha tanteo la situación, se dio cuenta de que el alfa no estaba disgustado y se relajó un poco, no se podía poner a la defensiva, ese hombre la sometería con rapidez y se llevaría a Max sin siquiera mover una pata.
—Kriss, ve por un jeep y tráelo hasta aquí, a los intrusos llévenselos, denles una lección y enciérrenlos —Todos se movieron e hicieron lo que ordenó el alfa. —Ven conmigo, quiero saber quién es mi luna... —Max dudo por unos segundos, luego miro a Alisha.
—Ve, estaré aquí por si sucede algo —No muy convencido Max asiente y camina junto a Lan.
—Como te llamas... —Pregunta Lan y Max muy temeroso, contesta.
—M-max, mi lobo se llama Owen —El alfa apenas puede contenerse, está feliz y emocionado, quiere conocer su forma humana, pero como buen alfa, se comporta y luce varonil e imponente —¿Como debería llamarlo señor?
Decker casi se atraganta con su propia saliva ante las palabras. ¿Cómo era posible que lo conociera? ¡Es el alfa!
—No tienes que usar formalidades conmigo, llámame Decker, mi lobo se llama Lan.
No muy convencido, Max asiente, camina lento, está a nada de dejar de caminar, aún se siente intimidado.
No tiene idea de que decir, o de qué hablar, su mente está dando vueltas.
¿El alfa de la manada lo está llamando Luna? Aquel título está muy lejos de ser algo que creyó tener en su vida. Realmente nisiquiera conocía al alfa ¿Y resultaba que ahora eran pareja?
—Escucha, quiero que me presentes a tu familia, debo ir y pedir tu mano, quiero que seas mi Luna —El pequeño lobo blanco se asusta al escuchar lo que el alfa dice, están hablando de matrimonio y ser Luna de la manada, es demasiada responsabilidad para un chico de apenas 18 años.
No, definitivamente Max no puede con tal responsabilidad.
No sabe cómo moverse en el mundo de la política, los negocios, las relaciones públicas. Sabe muy bien que ese mundo es de los alfas. Y los alfas no dudarian en destruirlo con la primera oportunidad.
—No puedo casarme contigo —Habla de inmediato y avergonzado detiene abruptamente su andar —Agradezco su gentileza, pero debo rechazarte, aún no te conozco, eres un extraño y fuera de tu nombre, no conozco nada más de ti.
—Es imposible que jamás hayas visto al alfa de la manda dónde vives
—No tengo permitido estar en ningún evento de la manada —Habla muy bajito con la cabeza casi pegada al suelo, es muy sumiso, Decker se contiene lo más que puede, Max es tan pequeño, que sus acciones gritan con fuerza "SUMISIÓN"
—Ven conmigo, el ministro Ricardo es gran amigo mío, tengo entendido que Alisha es su hija, confía en mí... —El Omega no está convencido, aún duda de la veracidad de las palabras, de aquel gran lobo negro.
Está seguro que si se descuida un segundo, será devorado por ese gigantesco animal.
Es algo que no quiere averiguar.
—Iré contigo, no confío en ti, confío en el ministro Evans, así que sé que no tengo nada que temer... —Decker siente su pecho llenarse de euforia, siente que no podrá contenerse, es la primera vez que se siente así, tan energético, tan feliz tan lleno de esperanza, como si ese pequeño Omega hubiese llegado especialmente para iluminar su camino.
No quiere esperar ni un segundo más, tampoco lo quiere dejar ir, teme que este pueda escapar y lo abandone. No soportaria estar sin su Luna.
—El auto llegará pronto, te daré tiempo para transformarte —El alfa se voltea y Alisha le pasa la mochila con ropa, luego, también se da la vuelta, quieren darle privacidad a Max.
Kriss y los cazadores ya no están en la cascada, cuando ve que tiene suficiente privacidad, relaja su cuerpo y le pide a Owen que le ayude a volver a su forma original.
Aún es nuevo en esto de ser lobo y le cuesta acoplarse. Decker escucha como los huesos de su Luna crujen y vuelven a su forma original, está emocionado, quiere voltear y ver a su pareja, pero se aguanta lo más que puede, está decidido a darle espacio.
Se altera un poco cuando escucha jadeos detrás de él, hace frío y aun amenaza con llover, el cielo está nublado y las nubes ocasionalmente cubren el cielo y tapan la luz de la luna.
—Y-ya termine... —Dice Max, ya se ha puesto ropa interior y un pantalón negro, cuando está a punto de colocarse una sudadera blanca. En su pecho descubierto, aún se notan las marcas de quemaduras un poco rojas y dolorosas.
Decker no puede evitar sentirse molesto.
Siente que está a punto de explotar, su Luna, su mate, su pareja ha sido lastimada. Respira con fuerza y oculta su enojo, quiere obligar al chico a confesar quién fue la persona que lo lastimo, pero no quiere hacer sentir incómodo a Max
Es un sentimiento de molestia, angustia, felicidad y alegría juntos. Tales sentimientos lo hacen temblar profundamente, es como si se siente un poco asustado, es la primera vez en mucho tiempo que sabe que no tiene el control total de las cosas.
Después de todo, a lo que se enfrenta ahora, no es ni más ni menos que el mismísimo destino.
Luego de que su coraje se dicipa, Se concentra en su Luna, y se da cuenta de que jamás en su vida había visto a un hombre tan hermoso...
Tan hermoso, tan... Deseable.
Tiene un precioso cabello castaño, y unos ojos color miel que lo hacen lucir encantador, de estatura es pequeño, su cuerpo es delgado, y pálido, tanto, que se asusta por unos segundos ante la precaria salud del omega, pero sabe que él ayudará a solucionar cualquier problema que tenga su Luna.
Lo alimentara el mismo de ser necesario y contratará a los mejores médicos para tener un signo seguimiento de salud. Decker está dispuesto a traer a un especialista de cada rama de la salud para atenderle exclusivamente a Max.
Pero deberá encargarse de eso después.
El alfa camina detrás de un árbol y se transforma, no le importa que lo vean, pero por respeto a su Luna y a Alisha, se oculta.
La mochila que trae atada en su pata derecha cae al suelo, el tamaño de su pierna es normal ahora y la mochila no tiene de dónde sostenerse. El alfa saca con rapidez un bóxer y un pantalón, está descalzo, en la mochila no caben un par de zapatos, así que sin vergüenza alguna, sale mientras se pone la playera.
Max traga saliva en cuanto lo ve, el abdomen del alfa frente a el está bien trabajado, y tiene unos brazos grandes y gruesos, llenos de tatuajes por todos lados.
Es como un sueño.
Max jamás creyó que debajo de ese imponente aspecto aterrador, hubiese un alfa tan atractivo.
Está anonadado, jamás creyó que las cosas fueran a salir bien, y por primera vez, le alegra no haberse rendido hace mucho, es como si hubiese acumulado suerte.
Max saca una sábana de la mochila y la coloca sobre la Alfa, está vuelve a su forma original mientras es cubierta por la sábana.
Max se esmera en proteger la dignidad de su amiga y Decker voltea hacia otro lado, él podrá no tener problemas con exhibirse, pero respeta la voluntad ajena.
Y más si es alguien a quien su luna aprecia.
Cuando Alisha termina de vestirse, el jeep al fin llega, Max duda en subir, pero confía un poco, Alisha está tranquila y no pone ninguna excusa, así que siente que no debe temer.
—Escucha luna mía, es noche, cuando lleguemos, les daré una habitación para cada uno, descansaremos y mañana hablaremos sobre esto ¿Qué les parece? —Pregunta Decker desde el asiento del copiloto.
—De acuerdo... —Dice Alisha totalmente derrotada.
Aún no confía del todo en el Alfa, no le ha tocado convivir muchas veces con él, solo en cenas y banquetes oficiales.
Pero sabe que es un hombre que mantiene la manada Nyx en calma y los habitantes lo quieren mucho. Así que hace una arriesgada apuesta y se deja guiar por lo que dice el Alfa.
Piensa que tal vez está en una buena oportunidad para Max, cree que ya puede ser feliz al lado de alguien que lo sepa valorar como lo que es; Un ser humano.
El camino es silencioso, Alisha y Max están en la parte trasera de la camioneta, el Omega se recuesta en el hombro de Alisha y la abraza, apresar de estar con su Alfa, se siente extraño, no sabe cómo lidiar con la gran carga que le han dado de un momento a otro como"Luna de la manada" siente su estómago revólveres y quiere salir huyendo aún que sabe que es inútil.
El alfa los mira desde el espejo retrovisor, se siente celoso, no sabe cómo ganarse la confianza de Max, además, su lobo insiste en buscarle, lo han estado buscando por años, y ahora que lo tienen cerca, son rechazados.
—Debemos organizar la boda lo antes posible, llama al consejo y exige una junta mañana por la tarde —Decker suspira, y trata de explicarle a su lobo por qué es que no deben acelerar tanto las cosas
—Es joven, está asustado y de un segundo a otro tiene responsabilidades con toda una manada —Hace una pausa —Yo fui entrenado años para poder recibir el cargo de líder de la manada, y aún sigo creyendo que no soy apto. Hablaré con el consejo mañana —Y corto la conexión, detesta escuchar como su lobo le ordena, exija y le reproche por todo. Por más que bloquea el vínculo, el lobo sabe cómo arreglárselas para seguir hablando y molestando.
Para la una de la madrugada, los portones de la mansión Raxton se abren de par en par dando la entrada a la camioneta. La otra camioneta está llevando a los amotinados a la prisión de la manada al otro lado del territorio. Kiss, estaciona el auto, y todos bajan. El Omega tiembla al ver la grandeza del lugar, sabe que no pertenece allí.
—Kiss, necesito que hagas algo por mí —El líder de la manada se acerca y con la mayor discreción dice —Necesito que te encargues de esos hombres, has lo que sea necesario para que hablen, no les tengas piedad.
—De acuerdo, descansa, mañana tenemos mucho trabajo que hacer... Y felicidades. Amigo, verás que todo irá mejor de ahora en adelante...
—Gracias, eso espero.
Y el alfa se pierde dentro de las puertas de la casa.
—Max, Alisha, los llevaré a sus habitaciónes —Los nombrados, al escuchar sus nombres, voltean y ven al alfa acercarse, luego, asienten y son escoltados por Decker hasta las tan prometidas habitaciones.
Suben a un segundo piso, y caminan algunos metros hasta detenerse en dos habitaciones, una frente a la otra.
Cuando se abren las puertas, se pueden observar habitaciónes gigantescas.
Son grandes, muy grandes, tanto, que Max puede jurar que son más grandes que todo el primer piso de la casa de su tío, jamás en su vida ha visto una habitación tan grande y hermosa.
—Y-yo no puedo aceptar esto —Se apresura a hablar —Es demasiado...
—Nunca será demasiado para mí hermosa Luna, y creo que deberás acostumbrarte a tu nuevo estilo de vida —Esto no le gusta a Max, el es una persona muy simple, le gustan las cosas sencillas que son hechas con el corazón, le es difícil aceptar algo tan grande como esto.
—Pe —Es interrumpido.
—Si te molesta, entonces duerme en mi habitación —Decker hace una jugada riesgosa, sabe que Max se puede enojar, pero su lado coqueto sale a la luz —No me molestaría dormir contigo.
—Aceptaré está habitación con gusto, solo si Alisha duerme aquí...
Decker suspira dándose por vencido, sabe que su luna está asustado, es como un pequeño niño aferrándose a su madre mientras un desconocido le habla.
No puede quitarle su hijo a una madre, está reaccionará con violencia, y lo que quiere evitar Decker es una confrontación directa con Alisha.
Aún que sabe que saldrá triunfante, lastimarla hará que su pareja enfurezca, y que su ministro renuncie a su puesto, no puede permitirse el lujo de perder a su luna y a una de las piezas más importantes de la manada de golpe. Así que acepta.
—Bien, ¿Desean que mandé por una cama extra? ¿Comida? ¿Golosinas, algún postre?—Max niega y toma a Alisha del brazo para entrar a la habitación.
—No gracias, la cama es lo suficientemente grande para dos personas y hemos comido demasiado, queremos descansar...
Es como si Max tratara de evitarlo a toda costa.
Decker sostiene ahora una sonrisa forzada, tiene una vena marcada en la frente, se contiene todo lo que puede, los celos lo están carcomiendo por dentro.
Así que solo dice "Hasta mañana mi preciada Luna" y cierra las puertas de la habitación...