- ¿Querés acompañarme mañana al obstetra? -ya era de noche y yo volvía de mi cuarto con una camperita de hilo, me había agarrado frio-
Vico: Si, me encantaría. ¿A que hora es?
Lali: A las nueve y media de la mañana.
Vico: Ok, te paso a buscar y vamos.
Lali: Genial, no quería ir sola. -sonreí- ¿Como se llama tu chica? - se lo pregunte toda la tarde-
Vico: Me parece que me voy a ir. -se levanto de la silla y yo bufe-
Lali: ¡Victorio! ¡Sos re forro, vos me haces un cuestionario y yo no te puedo sacar ni el nombre!
Vico: Soy tu hermano mayor y te tengo que cuidar. -beso mi mejilla- ¿Me abrís?
Lali: -bufe y camine con el hasta la puerta- Acordate mañana.
Vico: Si Laa, no te preocupes. -beso mi mejilla- Nos vemos.
Lali: Chau, ¡te quiero!
Vico: ¡yo también! -sonrió y se metió al ascensor-
Me metí nuevamente a mi casita y camine directo a la cocina, para prepararme algo rico de comer. Me devore dos platos de fideos con salsa, sentada en el living mientras miraba la tele. Bostece y reí, porque mi hijo cada vez que daba mas sueño; lave todo rápidamente y camine hasta mi habitación para escabullirme entre las sabanas y poder conciliar el sueño. Le desee buenas noches a mi bebito, le hice un par de caricias y finalmente cerré los ojos.
La alarma de mi celular anunciaba las 8:30 de la mañana, odiaba que algo me despierte. A mi me gusta dormir todo lo que quiero y despertarme sola, pero como hoy es un día importante me levante con una sonrisa en la cara y después de prender el equipo que hay en mi cuarto, baile hasta el baño para darme una duchita refrescante. Cuando estaba terminando de tirarme un poco de perfume sobre mi cuerpo limpito, sonó el timbre señal de que mi hermano me estaba esperando. Agarre mi teléfono para meterlo en la cartera, y me encontré con un mensaje de Peter: "Suerte para hoy mi amor, va a estar todo perfecto. Te amo y llamame apenas salgas." Sonreí y guarde el teléfono junto con mis llaves y un par de cosas más.
Llegamos al sanatorio rapidísimo y solamente esperamos un par de minutos hasta que escuche que me llamaban desde uno de los consultorios.
- ¿Esposito? -busque con mi mirada quien me llamaba y sonreí cuando la vi a Natalia- Adelante.
Lali: Gracias, -bese su mejilla y entre- El es mi hermano, Victorio.
Nati: Un gusto Victorio, -dijo mientras se sentaba en su silla frente a nosotros- ¿como andas Mariana?
Lali: Bien, contenta. -sonreí para reforzar mis dichos-
Nati: Que bueno, -anoto en mi planilla- ¿como venís con los síntomas?
Lali: Bastante tranqui, algún que otro día tengo nauseas pero nada mas. Pensé que iba a ser mucho peor.
Nati: ¿Y con la comida como andas?
Lali: ¡¡Ay me estoy comiendo todo!!
Nati: -rio- Es normal Mariana, ahora te tenés que alimentar por dos.
Lali: si, lo se. Pero si sigo así, voy a terminar rodando.
Nati: Vos no dejes de comer, si yo veo que con el tiempo te descontrolas un poquito, lo hablamos. -asentí- Pero mientras tanto, come todo lo que quieras y puedas.
Lali: Ok... tengo una duda...
Nati: Decime.
Lali: ¿Es normal que tenga pancita? ¿O estoy comiendo mucho?
Nati: Si solamente te crece la panza es una señal de que tu bebe esta creciendo.
Lali: Pero a veces me miro y... no se, es raro.
Nati: Te va a costar acostumbrarte al hecho de verte con panza, seguramente vos te vas a notar una pelota cuando los demás solo ven un porotito.
Lali: ¡Ay tal cual!
Nati: ¿El hermano tiene alguna pregunta? -miro a Vico-
Vico: Eeh, no. Ella me conto que vino el día de la discusión con su ex y que la atendiste vos, -asintió- si me decís que de los golpes no quedaron ningún tipo de secuelas que puedan afectar al bebe yo me quedo tranquilo.
Nati: Entonces tranquilo, que eso fue lo primero que examine cuando vino a verme. -Vico suspiro aliviado- ¿No mas preguntas? -ambos negamos- ¿Querés ver a tu bebito Marian? Lali: ¡Si! -me levante de la silla y camine hasta donde ella me indico- No me había dado cuenta las ganas que tenia de verlo hasta este momento.
Nati: Si tenemos suerte podemos conocer el sexo también.
Lali: ¡Aysi! ¡Es lo que mas quiero!