Capitulo 196

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- ¿Estas nervioso? -pregunto mientras me alcanzaba el saco-

Peter: No.

Tato: Mira si te deja plantado. -rió-

Peter: No se que le ves de gracioso.

Tato: Seria terrible garrón.

Peter: ¡Basta Tato! -le pegue con mi puño en su hombro- ¿Tenés los anillos? -pregunte mientras daba la última mirada al espejo-

Tato: No, yo no los tengo.

Peter: ¡Dale boludo!

Tato: ¿Dale que, pajero? ¡No me los diste!

Peter: ¡¿Como que no?! -gire y lo mire- ¡¿Donde están?!

Tato: Si no sabes vos...

Peter: ¡Tato no puedo ir a la iglesia sin los anillos! -empecé a levantar toda la ropa de arriba de la cama- ¡¿Donde carajo los metí?!

Tato: Ey ey tranquilo, los tengo acá. -largo una carcajada al tiempo que me mostraba la cajita de terciopelo- ¡Tendrías que haber visto tu cara!

Peter: ¡¿Sos pelotudo?! -golpee su cabeza-

Tato: Para boludo, era para sacarte un poco los nervios.

Peter: Tendría que haberle dicho a Pepo que se quede conmigo. -volví a pararme frente al espejo- Ya estoy listo, ¿que hora es?

Tato: Las ocho y media, ¿a que hora te dijeron que estés en la iglesia?

Peter: A las nueve, asique vamos. -asintió y caminamos hasta el living- Nico estaba con Mica, ¿no?

Tato: ¡Si Peter, para un poco! -agarro las llaves de su auto y salimos a la calle- Tranquilizate.

Peter: Boludo, ¡me estoy por casar! ¿A vos te parece que puedo estar tranquilo?

Tato: Técnicamente ya están casados, porque la unión civil la hicieron hoy a la mañana. 

Peter: Pero no es lo mismo, -dije entrando al auto- ahora es por iglesia, esto es mas importante.

Tato: ¿Desde cuando sos tan creyente?

Peter: ¿Querés que te recuerde como estabas vos cuando te casaste?

Tato: Mejor vamos porque no te banco más.

Arrancamos el camino hasta la Iglesia, que aunque no quedaba demasiado lejos teníamos varios minutos de viaje. Cuando llegamos un hombre nos recibió y nos llevo a un cuartito apartado que había en el lugar, en el que teníamos que aguardar hasta que se haga la hora en que comenzaría la ceremonia. Fueron los minutos mas largos de mi vida, sentía como me sudaban las manos y no podía apartar la mirada del reloj que estaba colgado en una de las paredes. Cuando finalmente nos hicieron caminar hacia adentro de la iglesia mis nervios se multiplicaron por mil, ver a toda nuestra familia y amigos sentados frente a mí, todos con una sonrisa en su cara era una imagen que iba a quedar guardada en mis retinas para siempre. Nico me saludaba contento desde las piernas de su abuela, y en un par de ocasiones quiso venir hacia mí, pero con una leve mirada entendió que no lo podía hacer. Entregué los anillos a quien correspondía y lo único que pude hacer fue esperar. Hasta que las puertas inmensas que estaban al otro lado de la iglesia, se abrieron e inmediatamente mis ojos recorrieron entera a la que en breves minutos se convertiría en mi mujer. Llevaba un maquillaje que la hacia ver muy fresca y el cabello suelto con algunas ondas en las puntas. Mientras avanzaba hacia mi con una sonrisa radiante en su cara, me detuve en su vestido, sencillo, simple, con una caída muy natural y con una cintilla debajo del pecho que hacia notar aun mas su panza que tanto me gustaba. Cuando estuvo frente a mi, agarre su mano y la apreté para tratar de aliviar un poco mi ansiedad, ella repitió el gesto y ambos reímos bajito. El cura comenzó a hablar sobre la importancia del matrimonio y muchas otras cosas a las que no presté demasiada atención porque estaba completamente cautivado por la belleza de Lali.

-Así pues, -continuo el cura- ya que quieren establecer ente ustedes la alianza santa del matrimonio, unan sus manos y expresen su consentimiento delante de Dios y de su Iglesia.

-me pare frente a ella y repetí lo que el sacerdote me recitaba-

Peter: Yo Juan Pedro te pido a vos Mariana que seas mi esposa, porque te amo y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Lali: Yo Mariana te acepto a vos Juan Pedro como mi esposo, porque te amo y también prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Peter: Mariana, recibe este anillo como signo de mi amor y mi fidelidad. -agarre el anillo que le correspondía de aquel platito y lo deslice por su dedo- Te amo. -susurre para que solo ella pueda escucharme-

Lali: Juan Pedro, recibe este anillo como signo de mi amor y mi fidelidad. -con su mano temblorosa imito mi acción- Te amo. -sonrió-

- Que el Señor confirme este consentimiento que han manifestado ante la Iglesia y cumpla en ustedes su bendición. Lo que Dios acaba de unir, no lo separe el hombre. -sonrió y me miró- Puede besar a la novia.

Agarre la cara de mi mujer con ambas manos y la bese de la manera más tierna que pude, demostrándole en ese beso todo el amor que siento por ella. Nos alejamos y sonreímos, acaricie su panza y luego mi mano agarro la suya para caminar por ese largo pasillo ya no como novios, si no como marido y mujer. Una vez que estuvimos fuera de la iglesia, soltamos nuestras manos para abrazar a toda persona que se cruce delante de nosotros. La felicidad que sentíamos ameritaba cualquier cosa. Nos volvimos a encontrar varios minutos después y juntos caminamos hasta el auto que nos transportaría al salón de fiestas donde terminaríamos de coronar este día tan importante para ambos.

- Estás completamente hermosa. -agarre su mano y la bese reiteradas veces, mientras las luces de la ciudad iluminaban nuestros rostros- Muy muy hermosa.

Lali: ¿Si? ¿Te gusta el vestido?

Peter: Me encanta y te queda pintado. -bajo su mirada con timidez- ¿Vos no me vas a decir nada a mí?

Lali: Estas hecho un caño mal. -apoyo ambos brazos sobre mis hombros y sonrió- Estoy feliz.

Peter: Yotambién y es gracias a vos. -deje un beso en su boca y la abrace- Te amogordita. 

Lali: Te amo mi amor.    

SALVAME (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora