Seguramente ya lo hayas oído demasiado, puede que te lo hayan repetido varias veces y sé por experiencia que decir las cosas es muy fácil pero lograr aplicárselo es más jodido.
Probablemente lo hayas intentado y hayas fracasado en el intento de quererte a ti mismo, llegando a la conclusión de que por mucho que lo intentes no lo vas a conseguir.
Quiero, me gustaría que siguieras luchando por encontrarte, por quererte, por confiar en ti, por valorarte...
No te digo que sea fácil, porque nada en esta vida lo es, al menos no lo que merece la pena. Levántate, cáete y vuelve a levantarte y aunque te canses y las ganas de rendirte te invadan.
Sigue intentándolo porque tarde o temprano, cuando menos te lo esperes, las cosas mejorarán, y tú lograrás alcanzar esa meta, esa por la que tanto has sufrido, por la que tanto has llorado, por la que tantos golpes te has dado.
Ya te aviso, no va a ser fácil, tampoco gratis porque los golpes dolerán, pero ese dolor será pasajero, y aunque lo veas como un imposible todo acaba llegando.
Levanta la cabeza pese al dolor porque como ya he dicho, es pasajero, pero el dolor provocado por un fracaso, por algo que no se ha podido lograr por no haber persistido en obtenerlo, ese dolor no se va con el tiempo, eso se te queda grabado.
Yo sé que puedes lograrlo, ahora es tu turno, sonríe. Y si en algún momento te sientes solo y piensas que no hay nadie para ayudarte, mira hacia un lado.
Allí encontrarás mi mano.