Arte etéreo

By CoSG1994

68.2K 7.1K 328

Quizás ella no sea la típica chica nerd que se enamora del más sexy del instituto; o la "don nadie" que de un... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 5 (Segunda parte)
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 11 (segunda parte)
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 13 ( Segunda parte)
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 16 ( Segunda parte)
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 18 (Segunda parte)
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 20 (Segunda parte)
Capítulo 21
Capítulo 21 (Segunda parte)
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24 (Especial)
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 31 (Segunda parte)
Capítulo 32
Capítulo 32 (Segunda parte)
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 37 (Segunda parte)
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 44 (Segunda parte)
Último capítulo
Epílogo
Agradecimientos
¿Dudas?

Capítulo 8 (Segunda parte)

1.3K 131 3
By CoSG1994

Mientras más se acercaba la fecha de comienzo de clases, más me esforzaba por familiarizarme con las materias que tendré en mi primer año; y también dormir más de ocho horas si me era posible.

A diferencia de mí, Marco se tomaba las vacaciones muy en serio. Nunca antes lo había visto desperdiciar un día tomando sol en la piscina, o proponiendo salidas diariamente; ni siquiera cuando éramos jóvenes y no teníamos ninguna responsabilidad. Estaba tan tranquilo, que yo comencé a preocuparme por él, ya que debería estar preparándose para comenzar su tercer año de medicina. Incluso propuso que tomáramos un avión a Italia para pasar la última semana de vacaciones con nuestros padres, pero resulta que nuestra madre estará presentando su nueva colección en París y nuestro padre se encuentra en New York atendiendo asuntos de su empresa mercantil.

- Propondría que fuéramos a pasar unos días en la Villa de los abuelos, pero tengo que prepararme para una sesión de fotos para otra revista. - Dijo Sophie, disculpándose con Marco por eso.- Aún que estoy segura de que no habría ningún problema si ustedes dos nadas más se fueran a ver a la abuela. Yo podría quedarme a cuidar la casa.

- ¡Ha! Como si no te conociera. - Gruñó Marco al verle la intención.- No quiero volver a casa y darme con la sorpresa de que has maltratado todos mis autos. ¡La mayoría son de colección!

- No tengo necesidad de utilizar tus autos si tengo un par de guardaespaldas que me hacen sentir como toda una supermodelo. - Sonrió sintiéndose como si fuera la reina del mundo.- Gracias a ellos, muchos se dieron cuenta de quién era yo y que merecía pertenecer a los grupos más prestigiosos. ¡Quizás en muy poco tiempo deba viajar a Miami o New York! Nadie sabe...

- Muy bien. - Marco aceptó.- Te quedarás solamente cinco días sola para demostrarme que puedo confiar en ti, y si es así te permitiré viajar a donde quieras. Mientras tanto, continuarás viviendo aquí conmigo y bajo la mirada de Costanza y yo. ¿Entendido?

- ¿Quién te crees? ¿Mi padre? -Gruñó, pero luego lo pensó mejor y cambió su mirada amenazante por una tierna sonrisa entusiasta.- Está bien. Prometo portarme bien durante vuestra ausencia, y saludenme a la abuela cuando lleguen a Milano.

Y al cabo de unas horas ese mismo día, Marco y yo ya teníamos hechas nuestras maletas para partir. Me sentía tan feliz y entusiasmada de volver a respirar el aire de Italia, que ni siquiera se me ocurrió empacar algunos libros extra para el viaje; aún que seguramente no los voy a necesitar. En la Villa de nuestros abuelos es muy difícil no tener algo interesante que hacer, y dudo que vaya a tener el tiempo suficiente para acabar siquiera un capítulo.

¡Volveré a mi hogar! Será por muy poco tiempo, pero lo suficiente como para recuperarme.

****

Fue un largo vuelo en avión, y como llegamos a Roma de noche tuvimos que quedarnos en una habitación de hotel que siempre reservamos cada ves que venimos aquí; de paso aprovechamos para deshacernos del Jetlag. A las nueve en punto de la mañana, ya nos encontrábamos en un tren directo a Milano; y a las once ya nos encontrábamos allí, rentando un auto para llegar a la Villa.

Al llegar, la abuela Rossa nos recibió con uno de esos cálidos abrazos que te hacen sentir como en tu hogar. Por un momento pensé que cedería a las lágrimas debido a la emoción de respirar este aire fresco que tanto extrañaba, pero me mantuve fuerte porque sabia que si llegaba a hacer eso nuestra abuela nos convencería de quedarnos más tiempo. Es muy buena en eso.

- ¡No puedo creer que sean ustedes! Podría jurar que la última vez que los vi, tan solo eran un par de mocosos malcriados que se metían a la fuente de piedra como si fuera vuestra piscina privada. - Dijo, y nos tomó del brazo a ambos para llevarnos a su gran cocina donde nos daría de comer los más deliciosos platillos dignos de un verdadero italiano. Nadie sabe hacer la pizza o la pasta como esta mujer.

Como si los años no pasaran en ella, su postura y su rostro eran como el de una mujer de cincuenta años de edad y no el de una señora de ochenta. Su cabello lacio recogido continuaba teniendo el mismo peso y brillo de siempre, a pesar de que ya no era tan fuerte como antes debido a tantas tinturas para mantener su tono rojizo; y sus ojos verdes resplandecían igual que siempre, iguales a los de mi padre y mi hermano.

- ¿Donde está mi querida Sophie? - Preguntó ella un tanto confundida mientras sacaba de su refrigerador su típico gran pastel de chocolate, café y ron para cortarnos una generosa porción a cada uno junto con un poco de café recién hecho.

Como todas las abuelitas, ella ni siquiera nos preguntó si deseábamos comer pastel a estas horas; y obviamente nosotros aún si nos preguntara no nos íbamos a negar. A pesar de que en la cocina abundaba un delicioso olor a salsa y carne porque, como siempre, ella comienza a cocinar desde la mañana, era imposible decirle que no a ese pastel. Que bueno que no le dijimos que no habíamos desayunado, o a la fuerza nos estaría metiendo a la boca unos sándwiches de prosciutto curado por el abuelo y legumbres de sus cultivos, y luego la comida para el almuerzo.

- Sophie se dedica a modelar para una revista de verano bastante conocida allá en Los Angeles. - Expliqué, ya que Marco tenía la boca repleta de pastel y café.- Quizo venir, pero esta semana tiene otra sesión de fotos y no puede faltar ya que a penas está comenzando.

- ¿Sophie, modelo? ¡Oh, vaya! Si hubiese apostado con tu padre luego de que tú y tu hermana cumplieran los dieciséis, habría ganado. Siempre supe que ella sería más como tu madre, porque tú siempre has demostrado tener el carácter de tu padre... Excepto cuando tu hermano y tú se molestan. Eso sí se lo heredaron de ella. Típicos descendientes de árabes... - Aquello último lo murmuró por lo bajo, pero tanto Marco como yo nos miramos de reojo y no pudimos evitar sonreír por eso.

Siempre supimos que a ella le hubiese encantado que nuestro padre se casara con una mujer de su misma nacionalidad y perteneciente a una familia tan tradicionalmente adinerada como la nuestra, pero en uno de sus viajes a Latinoamérica, cuando estaba haciendo unos tratos relacionados con su empresa, conoció a nuestra madre. Según ellos, se enamoraron tan rápidamente que a él jamás se le ocurrió consultarlo con sus propios padres, y a los ocho meses volvió para invitar a todos una semana antes a su boda en Roma.

Al principio, según nuestro padre, la abuela no confiaba mucho en nuestra madre. La consideraba inferior y una aprovechada que solamente se interesaba en el dinero de nuestro padre, y no le dirigió la palabra a ninguno de los dos hasta que luego de tres años se enteró que Marco iba a nacer. Al ser el primer nieto que recibiría por parte de su único hijo varón, no pudo mantener la distancia por mucho más tiempo e inmediatamente lo nombraron como primer heredero de esta Villa; la Villa Paradiso Galliani.

- Dove sta il nonno? - Preguntó Marco por el abuelo, y ella hizo una mueca pensativa mientras sacaba unas verduras para ensalada.

- Credo che sta in la stalla, en el establo. Últimamente cree que ha vuelto a tener treinta años de edad y se la pasa recorriendo los cultivos a caballo. Dio mio! Ese viejo loco me saca canas verdes. - Gruñó por lo bajo, y ambos tuvimos que obligarnos a mantener la boca bien cerrada para no reír.

- Iré a verlo. - Anunció él mientras dejaba su plato de pastel completamente limpio y su taza de café en el lavadero.- Delizia.

Luego de depositar un beso sobre la mejilla de la abuela, se retiró de la cocina para ir en busca del abuelo al establo. Yo me quedé para ayudarla con la ensalada y a cocer la pasta, pero también para aprovechar y charlar un rato con ella. Como toda anciana, se conoce una muy buenos chismes...

- Tu primo Alejandro tuvo su primer hijo. Dio mio! Ese chico está mal de la cabeza. Tan joven y con tanto futuro... Me alegra mucho saber que tú estás siguiendo los pasos de tu padre junto a tu hermano y les demostrarás a todos que una mujer puede estudiar igual que un hombre. - Me obsequió una sonrisa divertida, y yo asentí de acuerdo.- Aún que... me sorprende que a esta altura del año no me hayas escrito para hablarme sobre algún pretendiente. Siendo tan bonita, elegante y educada, me sorprende que algún joven no se haya presentado para pedir tu mano.

- Las cosas no son igual que antes, abuela. Y no hay ningún chico que me haya pretendido hasta el momento porque no suelo salir demasiado; además, si lo hubiera, lo rechazaría. Pienso que los estudios son más importantes que perder el tiempo en una relación.

- No me tomes a mal, querida. No te digo que busques algo pasajero ni tampoco que comiences a formar una familia. Pero ya con veinte años de edad, mereces comenzar a experimentar. - Me guiñó un ojo y yo no pude evitar reír con fuerza por eso.

- ¡Abuela! - Exclamé sorprendida. Nunca antes habíamos tenido una conversación similar.

No sabía que mi abuela era tan... radical.

- ¡Yo conocí y me casé con tu abuelo a los diecisiete años de edad y comencé a tener hijos a los diecinueve! Tú con veinte por lo menos deberías... no sé. Prestar un poco más de atención. ¿Realmente nunca has conocido algún chico especial?

- He conocido a alguien, pero no tengo ni el más mínimo interés en él. - Comencé a relatarle la entrada historia de cómo Jude entró a mi vida sin dar demasiados detalles, porque realmente no valían el tiempo; y ella me miró totalmente sorprendida.

- ¿Cómo es eso de que tu hermano se transformó al ver que te dirigía la palabra? ¡Pero si es igual a tu padre! Un celoso terrible. Uno de estos días hablaré con él. Debe ser consciente de que tu ya eres una adulta y mereces tener tu propia vida. Que él sea tu hermano mayor, no le da ningún derecho a entrometerse en tu vida, porque sabes lo que está intentando hacer ¿Cierto? Quiere que tú te quedes con él por el resto de su vida. ¡Ha! Malcriado ese... Siempre supe que te había escogido como su favorita, y desde pequeño siempre fue muy celoso. - Comenzó a hablar sola nuevamente y a murmurar disgustada.- Pero mira que se vaya a poner así simplemente porque un chico te dirige la palabra. ¡Dio! Estos hombres...

- No importa, abuela. No me molesta que nos haya interrumpido. Es más, creo que se lo agradezco. Yo... yo no creo ser del tipo de chica que a estas alturas de su vida necesita comenzar a "experimentar". Me siento muy bien al estudiar, y realmente me agrada la idea de vivir con Marco. - Me encogí de hombros sin darle demasiada importancia al tema, pero ella me miró con una profunda y evidente pena en sus ojos.

- Cariño, quizás tú sientas que no eres tan llamativa, deslumbrante y coqueta como tu hermana; pero eres preciosa y tienes mucho amor para dar, y también que recibir. De mujer a mujer, te aconsejo que dejes de lado la idea de obtener un título y tener en una carrera antes que comenzar a vivir. De lo contrario, te sentirás sola durante el resto de tu vida.

No llegué a comprender a ciencias ciertas qué es lo que ella intentaba decirme. ¿Porqué cree que por estudiar no estoy viviendo? Pienso en mi futuro constantemente, y lo único que deseo es ser alguien por mí misma. Lo único que quiero ver, es a mí misma en la cima del éxito; y si deseara compartir mi éxito con alguien, para eso está mi familia. No necesito "experimentar" nada si solamente quiero estar sola...

Continue Reading

You'll Also Like

481K 36.9K 54
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...
1.5K 708 30
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. Amor en desamor Canción de Yuridia Como dos extraños, sin la ley de la atracción Se nos fue el amor en...
64.3K 7.1K 71
Soy Ciara Byrne y si estáis leyendo esto es que al final he conseguido que no me maten. Mirad, chicos, el mundo está repleto de mutados -o gente con...
77.9K 6.3K 62
Evangeline Nikolaou es una adolescente griega que se muda a México junto a su familia por negocios familiares junto a una familia Los Torrenegro Lo q...