Estrellas fugaces; MikaYuuWee...

By blas_phemy-

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¡MikaYuu Week 2018! Una semana de sólo estos dos bebés que tanto amo 💕 Empezado el 03/12/18 Incompleto, per... More

MikaYuuWeek2018.
Día 1: Ositos de peluche / Nostalgia.
Día 2: AU Reversa / Yuu vampiro.
Día 3: Fugitivos / Canon Divergence.
Día 5: Fantasía / AU criaturas.
Día 6: Pareja poderosa / Final feliz.

Día 4: Demonios / Serafines.

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By blas_phemy-

AU: Alternative universe.

"Yuu es un bonito demonio acosador"

(...)

❝Oye tú, chico de mis sueños, ámame por favor.❞

Desde lo alto de su ventana, observó con adoración al chico que siempre se sentaba bajo aquel grande árbol cerca de su casa, allí justo a la misma hora, leyendo algún libro o simplemente disfrutando de la brisa.

Para Yuu, ese chico de cabellos rubios cual oro, era totalmente hermoso. A pesar de nunca haber visto sus ojos (los cuales siempre estaban cubiertos por unos lentes de sol) y no conocer el sonido de su voz, realmente se sentia atraído por este.

Para él, siendo un demonio, era bastante difícil convivir con los humanos. Ya que además de no poder ser visto por ninguno de ellos, también estaba tachado como el hijo muerto de la familia Amane, quien había fallecido a los pocos meses de nacido.

Él era el resultado de una maldición que años atrás habían impuesto en su madre, que después de haber hecho cosas que atentaron contra el mundo de lo sobrenatural, fue castigada con la obligación de crear a un hijo con genes de demonio.

Pero, a pesar de todo lo sucedido, su madre lo amó sin importar nada

Y ahora a punto de cumplir sus dieciocho, él sólo se dedicaba a observar al extraño chico rubio

Eran muchas las ventanjas como las desventajas de ser un demonio y estar enamorado de un humano, pues de las partes buenas de ser uno, es que era invisible. El chico nunca lo podría llegar a pillar mirándole por largas horas, ni llamaría a las autoridades por acoso. Aunque de las tantas partes malas, era que este nunca sabría de su pobre existencia en el mundo.

Haciendo un pequeño puchero, movió sus piernas en el aire, sus palmas apoyadas en el marco de la ventana para sostener su peso.

—Necesito caminar un poco... —murmuró, bostezando ruidosamente luego. Le dirigió una ultima mirada enamorada al chico de rubios cabellos y bajó de la ventana, yendo hacia los zapatos bajo su cama.

Después de recoger un abrigo y las llaves de la casa, se dispuso a salir, no sin antes dejar una nota a su madre, colocándose su abrigo. La cálida brisa de la tarde golpeando su cuerpo en el momento en que salió por completo

Sin dirigirse a algún lugar en específico, sólo pasó entre la poca gente que transcurría por las aceras. Su vista puesta en el piso. Casi como un fantasma, rozó ligeramente los cuerpos ajenos, dejando parte de su presencia allí, pero sin ser visto realmente por las personas.

El semáforo estaba en verde aún, por lo que esperó unos minutos más a que cambiara de nuevo a rojo. Cuando por fin cambió, se decidió a cruzar la calle, había sólo una bonita pareja cruzando también, caminando tan deprisa hacia la otra acera como les era posible. Él en cambio lo tomó con calma, caminando de forma tranquila.

Aunque, antes de que pudiera reaccionar, la realidad pareció golpearlo en el rostro.

En el segundo en que se dio cuenta de que un auto venía a toda velocidad desde el otro lado, ya era muy tarde para recordarse a sí mismo de nuevo que nadie podía verlo. Ante el pánico de una posible y pronta muerte, se quedo estático en su lugar, su cuerpo no queriendo reaccionar. Su garganta se cerró sin saber si gritar, y el terror se reflejo en sus ojos.

Iba a morir y nadie se daría cuenta

A pocos segundos de que el auto chocara contra él, un cuerpo un poco mas alto que el suyo lo empujó hacia la acera a la que antes se dirigía, impidiendo su muerte. El dueño del auto gritó todo tipo de blasfemias al nuevo chico, pero nunca deteniendo el vehiculo para asegurarse de que no hubiera sufrido daño alguno.

Ambos rodaron por el suelo. Su espalda impactando contra el cemento, ahora totalmente a salvo. El contrario cayó unos metros más lejos, respirando casi tan fuerte como él.

Tan sólo se mantuvo en su lugar, tratando de procesar lo ocurrido.

Y pronto, al juntar todo en su cabeza, se reincorporó rápidamente ignorando el dolor que se propagó en su espalda por la acción, mientras dirigía su mirada al chico recostado a unos pocos metros de él, dándole la espalda. La capucha de su buzo le cubría la cabeza.

—¿T-Tú puedes... Verme? —preguntó tontamente, sintiéndose esperanzado al pensar que tal vez, habían personas vagando por ahí que podrían llegar a verlo en realidad.

—¡Claro que puedo verte! —gritó, histérico. Su espalda moviéndose levemente al compas de su pecho que subía y bajaba en rápidas respiraciones—. Si no fuera porque estaba cerca habrías muerto arroyado por ese jodido auto, ¿En qué estabas pensando, idiota?

—Yo... —trató de justificarse, pero sus palabras murieron en su garganta en el momento en que el chico desconocido se sentó dándose la vuelta.

El chico que siempre miraba lo había salvado, ¡El chico del que estaba enamorado lo había salvado!

Los ojos del contrario se agrandaron al ver unos notables cuernos sobresaliendo de su mata de cabellos azabaches y unas puntiagudas orejas ahora ruborizadas, casi tanto como su cara.

Yuu sólo pudo notar que no llevaba sus característicos lentes de sol. Y que su ojo izquierdo era de un fuerte color rojo, mientras el derecho de un hermoso color azul oscuro.

Sus ojos eran perfectos...

Ese chico era la viva y hermosa imagen de la Heterocromía que nunca había visto en alguien antes.

—¿E-Eres un... Demonio?

Despertando de su ensoñación, prestó atención nuevamente a las palabras del chico que le miraba con curiosidad, sus bonitos ojos de diferente color estudiando toda su anatomía sin vergüenza alguna.

—¿C-Cómo.... Cómo sabes de ellos? —tartamudeó, sintiendose bastante tonto por lo caliente y roja que estaba su cara.

—Yo... Uh —dudó un momento, dirigiendo su mirada a la suya—... Puedo ver cosas que nadie más puede...

A punto de decir algo más, notó de inmediato que las personas empezaban a reunirse al rededor de ambos, mirando con extrañeza al chico rubio. La realidad volvió a golpearlo por segunda vez cuando recapacitó, sabiendo que era invisible para todos.

La gente empezó a murmurar cosas como: "Parece que le afectó la caída" o "Ese chico está demente"

Tomando el hombro del otro con suavidad, casi sufrió un tipo de paro cardíaco cuando este le dirigió la mirada de nuevo ¡Porque mierda, lo estaba tocando! ¡y ese chico le estaba mirando tan directamente!

—Deberiamos... Uh, ir a otro lugar —susurró despacio, casi como si temiera que la gente pudiera escucharlo también—. Todos empiezan a verte extraño... P-Por mi culpa...

El chico, dándose cuenta de que él tenía razón, observó unos momentos a las personas que le veían como si se tratara de un tipo loco. Sin tomarles importancia, les fruncio el ceño, haciendo que la mayoría de estos se movieran nerviosos, algunos incluso yéndose de forma discreta de la escena.

Los dos se levantaron de su sitio, empezando a alejarse de allí con rapidez. Yuu divisó desde la lejanía a las personas quedarse ahí, siguiendo al chico rubio con la mirada, tan sorprendidos como asustados.

Cuando llegaron a un pequeño parque bastante desolado, se sentaron de nuevo, pero esta vez en unas bancas, sus ojos fijos en algo que no eran ellos mismos.

—Lo... Siento por lo de antes, no quise causarte problemas —habló primero, sintiéndose algo incomodo por el silencio entre ambos.

—Está bien, lo importante es que no sucedió nada grave

Una boba sonrisa amenazó con curvarse en sus labios, la emoción llenando cada parte de su tembloroso y feliz cuerpo.

—Gracias por salvarme la vida

El rubio lo miró de reojo, una sonrisa propia apareciendo en sus labios. A pesar de ser esta tan poco visible, Yuu no pudo evitar emocionarse al ver por primera vez una sonrisa en ese bonito rostro.

—¿Cómo es tu nombre, chico demonio?

Ante el extraño, pero primer apodo de su vida sonrió alegremente, jugueteando con sus manos.

—Yuuichirou

—Bonito nombre, pero es algo largo para mí... —rió levemente, cerrando sus ojos un segundo—. Te llamaré Yuu-chan, ¿Te parece bien?

Asintiendo repetidas veces, apretó sus labios con fuerza. Un rubor volviendo a cubrir su cara y orejas.

—Por cierto, soy Mikaela —habló nuevamente. Y Yuu no pudo evitar repitir el nombre en su cabeza, casi como una canción—. Es un placer conocerte, Yuu-chan

—Es un placer para mí también.

Mikaela sonrió esta vez más grande, asintiendo. Yuu sólo infló sus mejillas tratando de no morir allí mismo por la emoción.

A los minutos, pareciendo recordar algo, Mikaela agrandó sus ojos, empezando a palmear los grandes bolsillos de su buzo buscando casi desesperadamente algo en ellos. Al no encontrar lo que tanto buscaba, soltó un frustrado suspiro, su espalda chocando con la parte superior de la banca en la que se encontraban.

—Perdí mis lentes...

Sintiéndose de alguna manera bastante responsable de que Mika perdiera sus lentes, se removió en su asiento. Sus cejas oscuras se apretaron con culpabilidad

—Debieron haber caído cuando corrias hacia mí...

El rubio lo pensó un instante, su cabeza inclinándose un poco hacía delante mientras pensaba.

—Tiene sentido...

Llegando a él algo de autoconfianza, carraspeo. Su voz sonando tan baja como era posible.

—¿P-Por qué... Por qué cubres tus ojos con unos lentes de sol?

Mikaela, que había empezado a jugar con las mangas de su buzo, se detuvo en su lugar. Confusión grabada en su rostro.

—¿Cómo sabes que eran unos lentes de sol? —preguntó con curiosidad, una ceja rubia alzada en modo de interrogación.

Ahora totalmente preso de los nervios, abrió y cerró su boca como un pez fuera del agua sin saber como responder a eso. Había sido una terrible idea.

—Ah... D-Digamos que yo... E-Eh...  —balbuceo, su rostro luciendo como un auténtico tomate maduro

—¿Tú...? —le incitó a seguir, ahora divertido.

—Te he v-visto muchas veces antes y... En todas cubrías tus ojos con aquellos lentes, nunca te llegue a ver sin ellos hasta el día de hoy...

Pareciendo entender, Mikaela ladeó su cuerpo hacia el lado derecho, casi tan cerca de caer de costado.

—Siempre fui visto como un tipo de fenómeno por tener cada ojo de un diferente color —empezó a contar, una pequeña mueca de disgusto formándose en su cara—. La gente empezó a alejarse, entonces decidí usar los lentes

Un revoltijo de diferentes emociones llegó hasta Yuu. Y esta vez, sabía que no se trataba de las famosas mariposas en el estómago causadas por el mismo chico que ahora se encontraba a su lado contándole algo tan personal.

—Todo empeoró cuando al final, me enteré de que podía ver cosas que nadie más podía —bufó, pasando sus manos sudadas por su jean—. Eso hizo que todos temieran de mi por completo.

Mordiendo sus labios sin saber que decir, su mirada fue a parar al césped debajo de él. Mikaela tomó una bocanada de aire, que luego soltó como un resoplido.

Otorgando nada más que un silencio comprensivo, dejó que el chico terminara de hablar.

—El caso del chico con heterocromía que podía ver cosas extrañas se hizo famoso con el tiempo. Nadie quería acercarse a un adolescente con "problemas mentales"

Un nuevo silencio los rodeo a ambos, y pronto Yuu pudo pensar en muchas cosas. El chico del que estaba enamorado se mantenía solo por esa razón, las personas le temían, y no deseaban una amistad con alguien distinto, con cualidades y habilidades sorprendentes.

Sintiendo que era su turno de hablar, se tomó un momento para respirar profundo. Los nervios desapareciendo lentamente.

—Soy un demonio, el resultado de una maldición —dijo, ganándose la atención de Mikaela—. Soy invisible para todos, viví toda mi vida solamente acompañado de mi madre, quien parecía ser la única que podía verme, hasta ahora... —La confianza regresando a él como un tren de carga, mientras una sonrisa aparecía en su rostro —. Puedo decir felizmente que ya no soy el único en esto...

Mikaela se quedó en blanco, simplemente manteniéndose en su lugar. Un bonito brillo apareciendo en sus ojos de distinto color

—Sí... —soltó una risita, la sensación de infinita alegría hormigueando por todo su cuerpo—. Creo que nos entenderemos muy bien, Yuu-chan.

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Creo que me enamore de mi propio AU SGSHDJG

Ya hasta tengo ganas de hacer una historia aparte sobre esto alv

Espero les haya gustado 💖 (siempre digo esto jsjdjj)

Bai, bai

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