Vuelves (TERMINADA) // Warmi

By gameee0verrr

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Después de 2 años tras una fuerte discusión Ana y Mimi se vuelven a reencontrar. Los 16 tienen que hacer una... More

2 Años Antes Del Reencuentro
El Reencuentro
La Cena
La Verdad
Nuestra Canción
El por qué
El Beso
Nochevieja
Año Nuevo
Primera vez
Gira War
¡Tú No!
Canarias
Los Ángeles
Sorpresa
La mismo de siempre
Siempre Igual
Hogar
Impulsos
Entendernos
Detonante
¿Pesadilla o realidad?
Miedo
Más vale tarde que nunca
Pasado pisado
Festival
Redes Sociales
Se acabó
Incidentes
Familia, amigas y felicidad
Futuro juntas
Epílogo

OT Tenerife

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By gameee0verrr

Hoy era 25 de febrero y nos íbamos a Tenerife todos para preparar el concierto que tendríamos el 28.

Estábamos ya todos en el aeropuerto de Madrid esperando a que se abriesen las puertas para poder ir embarcando. Hacía mucho tiempo que no viajábamos todos juntos en el mismo avión, bueno todos todos no, faltaba Ana que estaba en Tenerife desde el día 15. Pidió poder irse antes para poder pasar tiempo con su familia. 

Llevaba sin ver a su familia desde navidades que se fue a Tenerife.

Antes de subir al avión me llegó un mensaje de Ana.

Banana

Cuando lleguéis avísame y voy al aeropuerto. 8:44

Yo

Vale. 8:49  
En nada nos vemos.8:49  

Banana

Estoy deseando verte ya Mimi.8:52  

Yo

Embarcamos ya.8:52  
No' vamo pa Tenerife. 8:52

Banana

Aquí te espero.  8:55

Durante ese último mes Ana y yo no nos habíamos visto mucho, ella estaba con su gira por toda España y yo haciendo preparativos para mi gira que empezaría en mayo en Elche. Cuando ella estaba en su estudio a veces me pasaba a verla, su estudio y el mío estaban prácticamente al lado. 

Los días que ella no tenía nada y yo tampoco nos lo pasábamos juntas sin despegarnos, excepto cuando quedábamos con estos a comer que obviamente no íbamos a ir empalagosas y menos aún que no habíamos hecho público lo nuestro.

Ese mes también se filtraron fotos que habría hecho alguien cuando Miguel Ángel le pidió matrimonio a Ana y todo el mundo se pensaba que era cierto. Y que la prensa no dejaba de hacer públicas las fotos siempre.

Estos días que Ana había pasado en Tenerife me había mandado alguna que otra foto con su familia por la playa y su sobrina Naia de a penas un año correteando por allí. No la veía pero sabía que estaba muy feliz, allí en su tierra y con su familia, disfrutando al máximo de esos diez días que se había pedido.



En el avión me tocó al lado de Ricky y Amaia aunque no se sentaron mucho tiempo, nada más estuvieron sentados lo que tardó el avión en avisar de que ya nos podíamos quitar el cinturón. Iban muy animados los dos, no dejaban a nadie tranquilo ni un misero segundo.

Ricky llevaba un megáfono en la mano por donde iba animando a todo el mundo que iba en la sala con nosotros y Amaia le iba siguiendo el rollo por detrás. La verdad es que no sé como nadie le tiró un zapato o algo por no dejar dormir o descansar tranquilos.

Estaba viendo una película que me había descargado de Netflix para ir entretenida lo que durase el viaje, hasta que Ricky se me acercó con el megáfono.

- Rubiaaaaaa. -- Me gritó con el megáfono en la oreja.

- ¡Joder Ricardo! Me voy a cagar en tu estampa. -- Me quité los auriculares y puse en pausa la película.

- Que mal genio tiene la rubia. -- Se sentó a mi lado. - Tranquila que hoy la ves. 

- Ni una película me dejas ver tranquila para estar distraída. 

- Espero que Ana te quite este mal genio que tienes ahora mismo.

- A follar a follar. -- Dijo Amaia por el megáfono por lo que todos la miramos.

- ¡Amaia! -- Soltó Kibo. 

- Anda que tu follas poco Kibo. -- Se volvió a escuchar a Amaia por el megáfono. 

- Por dios Amaia, para ya. -- Le quitó el megáfono Ricky.

- ¿Has hablado con Ana?

- Sí, me ha dicho que nada más lleguemos allí le mande un mensaje que viene al aeropuerto.

- Ya te quiere llevar a su casa o al hotel...

- Anda que tu no vas a hacer algo con Kibo hasta las seis que tenemos los ensayos. 

- No me lo has negado eh pillina. 

- Ricky eres agobiante. Tienes suerte de que te quiera si no hubiese abierto ya la puerta y estarías ya volando. 

- Oye oye cuidado con lo que le haces. -- Saltó Kibo.

- Ya viene el otro...

Antes de coger las maletas pudimos escuchar a los lejos el escándalo que había montado fuera por nuestra llegada. Era increíble como la gente después de dos años nos seguía queriendo como des del principio. 

Nada más salir por la puerta y ver a todos los fans pude visualizar a Ana firmando y haciéndose fotos con todos. 

- Disimula un poco tus ganas de comerle la boca. -- Me dijo Mireya. 

La miré y me sonrió chulesca. Para que vamos a engañarnos en ese momento me moría por plantarle un beso, pero de esos buenos buenos. 

Ah si que se me había olvidado decirlo, que los 16 ya sabían lo nuestro. Podíamos confiar plenamente en los 16 porque sabíamos que no iban a decir absolutamente nada. 

Estaba firmando a la gente que había ido a vernos cuando noté como alguien se apoyaba en mi, como si a esa persona la hubiesen empujado.

- Ya no sabes ni como hacer para tocarme delante de la gente que tienes que hacer como si te hubieses caído. -- Sí, era Ana. 

- Pues la verdad es que no. Me he tropezado, en cinco días mi torpeza no se va. 

- Ni en cinco días ni nunca Banana. 

- Bueno, dejando de lado mi torpeza, ¿me puedes abrazar ya?-- Me dijo abriendo sus brazos. 

- Eso ni se pregunta Banana. -- Tiré de su brazo para juntar nuestros cuerpos y abrazarnos. 

Podíamos notar como la gente nos hacía fotos, pero en ese momento me daba igual, eramos ella y yo. 

- Que sepas que tengo una sorpresa por tu cumpleaños.

- Te dije que no hacía falta Mimi. 

- Sabes que no voy a cambiar mis planes, así que me puedes decir lo que quieras pero mis planes van a seguir en marcha, que te quede claro.

Giró sus ojos en  señal de rendimiento, porque sabía que no me iba hacer cambiar de opinión. 



Llegamos al hotel y esta vez elegimos con quien íbamos en las habitaciones. Es obvio con quien me puse en la habitación y esta vez se sabía de sobra que no iba ser tan incómodo como la última vez que nos tocó en la misma habitación del hotel.

- Mimi tenemos que ir a mi casa a por la ropa. 

- ¿Pa' que?

- Pues para no ir siempre con la misma ropa y tampoco me hace especial ilusión ir desnuda. 

- Pues a mi sí. 

- También te va a hacer la misma gracia que la gente me vea así. 

- Eso ya si que no. 

- Pues ya sabes. Guarda la ropa rapidito y vamos a mi casa. 

- Yo que quería un ratito contigo para celebrar tu cumpleaños. -- La abracé por detrás-.

- Esta noche tenías una sorpresa, así que esta noche la aprovechas bien. 

- Pero podemos aprovechar ahora un rato -- le daba besos por el cuello-  y luego por la noche otro rato -- le mordí la oreja-.

- Miriam Doblas, mueve ese culo tan bonito que tienes y vamos. -- Se giró para mirarme.

- Joer Banana, como se nota que te has hecho ya más vieja. 

- No hablemos de edades.

- Yo tengo 28 ahora mismo, pero mi espíritu de niña aún sigue dentro de mi. 

- Eso no lo jures. Ahora si me permites voy a llamar a mi padre para decirle que vamos para allá y que comemos con mi familia. -- Fui a protestar - No me vengas con excusas que yo fui a Granada con toda tu familia y el primer día estaba que me moría de vergüenza. 

- Pero... 

- Miriam Doblas Muñoz, vas de cabeza y no me valen excusas porque se que no tienes planes de ningún tipo aquí. 

- Pero me da vergüenza Banana. 

- En 10 minutos te quiero abajo. -- Salió por la puerta de la habitación. 



Cuando se fue me quedé mirando la puerta de la habitación - Diréis mirando la puerta de la habitación pa que? si ya se ha ido - pues mirar,  no sabéis la suerte que tenía y que tengo de tenerla mi lado. Es increíble la suerte que tuve al encontrarla aquel día en los castings de OT. La primera vez que la vi supe que iba a ser una persona muy importante en mi vida - ¿nunca os ha pasado que habéis visto a una persona por primera vez y habéis hablado con ella un misero segundo y ya sabéis que esa persona va a ser fundamental en tu vida? bueno pues a mi sí y si no os ha pasado ya os pasará porque os juro que es una sensación increíble --. En ese momento no era consciente de que Ana se convertiría en una persona tan fundamental como es a día de hoy. Por nada del mundo me permitiría volverla a perder.

La quiero muchísimo.



Llegamos a su casa y pude ver a toda su familia sentada en la mesa de la terraza tomándose el aperitivo. Cuando Antonio nos vio, bajó las escaleras y me abrazó. 

- Antonio que no puedo respirar. 

- Perdona Mimi, es que me alegra mucho verte. ¿Vamos?

Asentimos las dos aunque yo me quedé un poco atrás ya que tenía un poco de vergüenza, bueno quien dice un poca dice mucha vergüenza. 

Cuando íbamos a subir las escaleras que llevaban a la mesa, Ana se giró y me miró con una media sonrisa. 

- Estás super mona cuando te pones así. -- Agaché la cabeza sonriendo-- ¿vamos? --me tendió la mano y yo se la cogí.

Nada más vernos todos se levantaron para saludarnos y se presentaron. 

- Bueno Mimi tendrás que demostrarnos si bailas tan bien como dice mi nieta. -- Me dijo su abuela.

- ¡Abuela! 

- Ana Alicia ahora no lo intentes negar porque durante estos días que has pasado aquí no parabas de hablar de ella. 

- Así que no parabas de hablar de mi. -- La miré.

- Si al final la que va a pasar vergüenza aquí hoy voy a ser yo.

- ¿Bueno Mimi, nos vas a demostrar como bailas?

- Si Ana baila conmigo y usted también bailo. 

- Oye, pero a mi no me metáis en medio de esto. -- Dijo Ana.

- Pero como tu bailas en los videoclips, yo así no puedo. -- Ignoramos las dos el comentario de Ana, sabiendo que si que iba a bailar.

- Oh no, vamos a bailar lento o una bachata lo que usted prefiera. Si quiere verme bailar como en los videoclips tendrá que venir al concierto. 

- Ana Alicia, me vas a tener que llevar a ver a tu novia cantar al concierto. 

- Yo te llevo a verla, pero a mi no me metáis en vuestros asuntos de bailar. 

- Ana, no vas a dejar que tu abuela se quede con las ganas de vernos bailar. 

- Mimi que me da mucha vergüenza. 

- Ni que fuese la primera vez que bailas conmigo Ana. 

La comida fue perfecta. Su familia era encantadora y acogedora. 

La sobrina de Ana era super bonita. Tenía los ojos como los de Ana y un pelo negro y ondulado a la altura de los hombros. En la comida me senté entre ella y Ana, y la verdad es que me llevé muy bien con la sobrina. Había estado jugando con Naia a ratos durante la comida. Mientras jugaba con ella podía notar la mirada de Ana clavada en nosotras. 

Estábamos dentro de la casa y estaba con Naia encima mía y Ana a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro. La familia de Ana me estaba contando anécdotas suyas de pequeña y podía ver como Ana a veces se ponía roja. 

- Mimi me pasas a Naia que la suba al cuarto para dormir. -- Me dijo Quin.

Le pasé a Naia y nada más Quin se llevó a Naia la abuela de Ana saltó. 

- Bueno ahora que no está la niña, podrías hacernos la demostración de baile antes de iros a ensayar. 

- ¿Le gusta mucho bailar, verdad?

- Me encanta. Mi marido y yo íbamos siempre una o dos veces a la semana a bailar pero desde que el murió hace 2 años no he vuelto a bailar. 

Ante eso me quedé asombrada. Miré a Ana y en ese momento entendí el porqué de porque se fue a Tenerife hace dos años y estuvo un mes. Yo claramente no sabía nada y no me molesté en preguntarle a Ricky porque se había ido a Tenerife tanto tiempo, en ese momento suponía que era para presentarles a Miguel a toda su familia ya que la "Cuore" sacó fotos de ellos dos paseando tranquilos por allí. 

- ¿Que quiere bailar?

- El videoclip de la canción que tenéis tu y Ana. 

- ¿Segura?

- Sí. Bailas una parte conmigo y otra con mi nieta. Cuando llegué ese giro que hacéis de tantas vueltas cambias a Ana y ya hasta el final las dos. 

- Pero que yo todavía no he dicho que quiera bailar. 

- Ana, no seas ahora vergonzosa -- dijo su primo que había estado callado casi toda la comida - que luego en otros ámbitos no eres tan vergonzosa seguro. 

- ¡Marcos! -- Dijo Ana.

- Banana tiene razón. 

- ¿Por qué la llamas Banana si le gustan más las almejas? -- Soltó de nuevo su primo. 

Ante su último comentario tan solo me pude reír, bueno y todos los presentes aunque su madre más tarde le reprimiese aquel comentario que había soltado. 

La música comenzó a sonar y su abuela y yo nos pusimos a bailar al ritmo de la música. 

- No bailas mal. -- Me dijo la abuela mientras bailábamos. 

- Usted tampoco baila nada mal. -- Le dije. 

Se notaba que la abuela había bailado antes. Se movía muy bien aunque la edad y esos dos años hiciesen un poco de mella, pero la verdad es que se movía muy bien. 

Llegó el turno del cambio y cuando solté a la abuela fui a por Ana que ya tenía en brazo estirado para hacerla dar vueltas hasta llegar a mi y la cogí como ocurre en todas las películas de amor cuando están bailando pues igual. 

- ¿Me concede este baile? -- Le dije con nuestras frentes pegadas. 

- Voy a tener que bailar igualmente quiera o no. 

Nos pusimos ya bien y bailamos muy pegadas. Para nada se asemejaba la forma con la que bailaba con la abuela de Ana a como estaba bailando con Ana, aunque es algo lógico eso. Y otra vez esa sensación que solamente me pasaba con ella. Siempre que bailo con Ana es como que todo lo que hay a nuestro alrededor desaparece y estamos nosotras dos solas bailando. 

Terminó de sonar la música le di un beso rápido a Ana antes de separarnos. 

- Mimi bailas muy bien. -- Me dijo su tía. 

- Me esperaba que bailases bien, pero no tanto. Ana es un buen partido no como los otros dos... -- dijo su abuela. 

- A ella tampoco le caía bien ninguno de los dos. -- Me susurró Ana. 

- A saber que os habéis dicho a la oreja. -- Soltó su primo -- Warmi es real. -- Gritó. 

- Marcos ni se te ocurra decir nada de esto a nadie que te conozco. -- Le advirtió su madre. 

Eran las cuatro y media y nos teníamos que ir ya al lugar donde ensayábamos. 

- Nosotras nos vamos que tenemos que hacer las pruebas de sonido y ensayar con todos.  

- Mimi cuida bien de mi nieta, que si no la buena amistad que has conseguido hoy se va a esfumar. 

- La voy a cuidar con el alma señora. 

- Anda y deje de llamarme señora y de tratarme con el usted que parece que estemos en los años cincuenta y parece que seas de canarias, y no son ni los años cincuenta y tampoco eres de canarias. -- Nos reímos las dos. 

- Ha sido un placer conoceros a todos, sois maravillosos. 

- Tu familia es increíble Ana. -- Le dije nada más subir al coche. 

- Me da a mi que mi familia opina lo mismo de ti Mimi. 

- Soy adorable cuando quiero. -- Se rió.- Pero no te rías que es verdad. 

Encendí la radio del coche y estaba sonando "lo malo". 

- 3 años de esto y aún sigue. 

- Pues igual que "ya no quiero na'". 

- ¿Sabes con quien se llevaría bien tu primo?

- Con Ricky, ya lo sé. 

- ¿Has pensado lo mismo que yo?

- Mimi es mi primo, lo conozco de sobra para saberlo y a parte que se conocen. 

- ¿Cómo que se conocen?

- Sí. Cuando pasó lo de mi abuelo Ricky se vino conmigo poniéndote de excusa que se iba con Kibo una semana a Barcelona ya que yo no quería que te enterases de la verdad. Y en ese momento Ricky y Marcos hicieron buenas migas a pesar de llevarse 17 años de diferencia. 

- Puto Ricky. El cabrón me mintió. 

- No te enfades con él. Le dije yo que no te lo dijese. 

- ¿Y por qué?

- Porque se de sobra que si te hubieses enterado hubieses venido a Tenerife corriendo y no me lo niegues porque sabes que es verdad, y no quería que después de 6 meses sin vernos, la primera vez que nos viésemos fuese en ese momento y sería muy raro para las dos. 

- Bueno ahora no es momento de pensar en eso. Ahora vamos disfrutar los tres días que nos quedan por delante. 

Los ensayos fueron muy bien. Entre risas y risas las cuatro horas de ensayos que tuvimos fueron muy amenas y de lo más divertidas. 

Como había sido el cumpleaños de Ana cogimos y le tiramos agua por encima para que un segundo más tarde llegase Ricky y le tirase harina por encima. Bueno creo que os podéis hacer una idea de como se puso de cabreada. 

- ¡Puta! Me voy a cagar en todo. Que me había duchado esta mañana. -- Nos reímos todos.- No se rían porque no tiene nada de gracia. 

- Desde fuera si que tiene un poco bastante. -- Dijo Miriam. 

- ¿Ah sí?, -- asentimos- pues vengan aquí que se lo voy a hacer yo a ustedes. 

- NO! eso no, eso a la Mimi. -- Dijo Raoul. 

- Sois unos mal pensados todos. Me voy a limpiarme un poco, porque gracias a ustedes he acabado así. 

Sabía que estaba picada, yo también lo estaría, bueno yo y todo el mundo si nos hiciesen eso. 

- Banana, no te enfades que ha sido una broma. -- Me hizo caso omiso. 

Corrí hasta alcanzarla y la cogí del brazo. 

- ¿Qué quieres Mimi? 

- Que no te piques. 

- Sabes que odio esto y más cuando me he duchado. 

- Pero no te enfades así

- Ahora voy fea por no decir horrible y huelo fatal. 

- Vas preciosa porque lo eres estés como estés. Y lo de oler mal... un poquito.

- Así no lo arreglas Mimi. -- Me señaló con su dedo índice. 

- Ahora vamos al hotel te duchas y nos vamos a lo que tenía preparado esta noche. 

- Más te vale que sea bonito para arreglar esto. 

- Eeeella altanera, presiosa y orgullosa. -- Dijo Miriam llegando por detrás con los demás. 

- Que os den. --Nos sacó el dedo-.

Llegamos al hotel y yo me fui a la habitación de Ricky a ducharme allí para ir más rápidas ya que llegábamos un poco tarde a la reserva que tenía hecha en su restaurante favorito de Tenerife. 

Terminé de arreglarme en la habitación de Ricky y me dirigí a nuestra habitación. 

- Ana estás ya... -- estaba enfrente de mí - vaya. -- Iba preciosa.

- Mimi, te has quedado embobada. 

- Como no voy a quedarme embobada... vas preciosa. -- Le di un buen repaso. 

Iba con un vestido negro largo, que le dejaba los hombros descubiertos, el cuello cruzado con unas cuantas perlas adornándolo. 

Iba preciosa. 

 - Anda y quita esa cara de embobada y vamos que llegamos tarde. 

Estaba saliendo por la puerta de la habitación y aproveché para darle un buen repaso. 

- Deja de darme esos repasos que me vas a desgastar. 

- Pues no te pongas eso y no los haré. 

- Ah pues voy a cambiarme si quieres. 

- No no, vamos que llegamos tarde. 

Bajamos y estaban todos cenando, cuando nos vieron entrar se quedaron mirando a Ana. 

- Joer con la Anita, telita. -- Le dio Agoney un buen repaso. 

- Oye canario controla esas miraditas. 

- Ni que te la fuese a quitar. 

- Eeeella que se pone celosa. 

- Es que Ana estás buenísima. -- Soltó Amaia. 

- Madre mía que vergüenza. -- Dijo Ana. 

- Ana, hay que darle la razón a Amaia esta vez. -- Soltó Aitana, dándole ahora ella un buen repaso. 

- Bueno dejen de mirarme así. 

Después de la cena nos fuimos a un sitio que había por la playa, su padre me había dicho que Ana siempre iba allí cuando necesitaba despejarse de algo, era su sitio donde se relajaba de todo lo que le pasaba alrededor. 

- Mimi espera. -- Me cogió. - ¿Cómo has descubierto este sitio? 

- Si quieres nos vamos de aquí tengo otro plan por si no querías venir aquí. 

- ¡NO! A ver o sea sí, claro que quiero ir ahí contigo, ¿pero cómo has sabido de la existencia de este sitio?

- Tu padre me dijo que este era un sitio muy especial para ti.


Andamos hasta llegar a ese sitio del todo y la verdad es que era super bonito. Estiré una esterilla que llevaba y nos sentamos allí. 

Ella entre mis piernas y yo acariciando sus brazos de vez en cuando. 

- ¿Sabes la historia de este sitio? -- negué. - Este sitio lo descubrí con mi madre. Íbamos un día por la playa mi madre y yo buscando conchas, estábamos haciendo una competición contra mi hermano y mi padre para ver quien encontraba más conchas o quien encontraba la más bonita de todas, bueno pues íbamos mi madre y yo buscando hasta que dimos con este sitio. Aquí habían muchas conchas y aún las siguen habiendo, a este sitio nunca viene nadie porque como que está un poco apartado de donde se baña la gente y ese mismo  día mi madre y yo decidimos que este sería nuestro sitio para siempre y nuestro pequeños secreto. Veníamos muchas noches las dos juntas y nos quedábamos viendo las estrellas y jugábamos a ver quien encontraba más formas que hacían las estrellas. -- Noté como se le caía alguna lágrima. 

- Ey Banana, no hace falta que cuentes más si no quieres. 

- Quiero contártelo, lo necesito. 

- Vale, pero si quieres parar paras. -- Le di un beso duradero en la mejilla. 

- Cuando me enteré por mi tía de que mi madre tenía cáncer cuando yo tenía quince años lo primero que hice fue cogerme un autobús y venirme aquí. Estuve todo el día aquí, ignorando todas las llamadas que me hacían. Hasta que por la noche escuché una voz llamándome y sabía que era mi madre, solo ella podía saber donde estaría en un momento así. Y nada más llegar a donde yo estaba y abrazarme me dijo " el día que yo no esté aquí, prométeme que cuando encuentres a esa persona tan especial en tu vida la traerás aquí y pasará a ser vuestro sitio" y yo le respondí " mamá te vas a poner bien y este sitio solamente va a ser nuestro" pero ella ya sabía que ese cáncer iba a acabar con su vida y me hizo prometérselo, así que se lo prometí "mamá te lo prometo que traeré a esa persona cuando la encuentre". -- Se giró hacia mi- ¿te acuerdas la última vez que vinimos aquí? - asentí - pues a este sitio te traje, solamente que por la otra parte y tu no sabías que este sitio significaba esto en mi vida. Así que en ese momento cumplí lo que le prometí a mi madre. 

- Este era el sitio especial al que me trajiste la última vez. 

- Sí. Pero como te traje por el otro lado no lo has reconocido así de noche. 

- Gracias. 

- ¿Por qué?

- Por compartir este sitio tan especial conmigo. -- La besé con muchísimo cariño. 

- Desde ese momento en el que se lo prometí veníamos todo los viernes y domingos las dos solas aquí por la noche hasta que se murió tres meses más tarde. Íbamos a esparcir las cenizas por la playa pero justo cuando lo íbamos a hacer mi padre nos paró y nos dijo a mi hermano y a mi "mamá quería que esparciéramos sus cenizas aquí en la playa pero en un sitio que según ella es el tuyo Ana y el de ella" así que eso hicimos esparcimos sus cenizas por aquí. Cuando llegué a casa y abrí el cajón para coger mi diario vi una nota que mi madre había dejado dentro de este. En ella ponía "habéis esparcido mis cenizas en nuestro sitio Ana, así que cuando lleves a esa persona a aquel sitio pasará a ser nuestro y de esa persona tan especial para ti que has llevado allí". Bueno y esta es la historia. 

Nos pasamos hasta las 2 de la mañana en aquel sitio entre caricias, besos y buscando formas en las estrellas, en lo que obviamente perdí. Lo malo que tenía ser novata en eso, - eh pero a día de hoy las cosas son muy igualadas-. 

Nada más llegar hotel supongo que os imaginaréis que pasó.

--------------

Ya era 28 y era el día del concierto en Tenerife. 

Durante estos tres días estuvimos entre ensayo y ensayo para el concierto y pasamos tiempo con su familia.

Obviamente entre los dieciséis pasamos mucho tiempo juntos, salimos a comer, de fiesta... 

Era ya por la tarde así que nos encontrábamos en el estadio donde se haría el concierto. Yo estaba en peluquería junto con Ricky y Mireya. 

Ricky empezó a hacer un directo. 

- Mimi preguntan si Warmi es real. -- Me dijo Ricky. 

- A ver gente, como real es real porque Ana y yo somos reales que yo sepa pero no de otra forma, que somos muy amigas y hermanas también. 

Terminamos con el directo que hicimos mientras estábamos en peluquería. A veces, el tiempo en peluquería podía hacerse muy pesado. 

Salí de peluquería y me crucé con Ana que ya iba vestida y con pelo hecho. 

- Hermanísimas que somos Mimi. 

- ¿Lo dudabas?

- Para nada. 

Me iba ya a vestuario a vestirme. 

- Mimi cuando termines de vestirte vente que está mi familia que mi abuela está ansiosa por verte y lleva sin verte 24 horas. 

- En media hora voy. 

Nada más terminar de vestirme me fui a donde me había dicho Ana para saludar a su familia. Estuvimos hablando media hora con la familia hasta que se fueron a coger sitio para ver el concierto. 

- Vamos chicos, a hacerlo como todos sabemos. -- Dijo Miriam. 

Nos dimos un abrazo colectivo todos juntos antes de abrir el concierto con "I'm Still Standing". 

El concierto estaba yendo genial, hasta que llegó el mítico " Don't you worry bout a thing". 

- Vamos a darlo todo encima del escenario con este tema con el que empezó todo. -- Nos dimos un abrazo Ana y yo y le dejé un corto beso sobre sus labios antes de salir. 

Estábamos cantando las dos cuando noté como el público empezaba a dejar de cantar a decir cosas. Segundos más tarde Ana dejó de cantar. ¿Qué estaba pasando?

Me giré y dirigí mi mirada hacia donde miraba Ana. ¿Esto iba enserio? ¿Otra vez?

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