Vuelves (TERMINADA) // Warmi

Futuro juntas

Pido perdón por adelantado por si encontráis algún fallo o faltas. No me ha dado tiempo a revisarlo. 

Dicho esto espero que os guste el capítulo. 🧡🧡

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-Mimi, coge ropa que abrigue y bikinis. – Me indicó Ana, viendo el montón de ropa que tenía sobre mi cama.

-Pero si ya llevo ropa de abrigo, Ana. – Dije señalando el pequeño montón que había.

-Dos chaquetas finas y un abrigo no es ropa para Galicia en esta época. – Me dijo.

-Llevo ocho pantalones largos. – Señalé el montón de los pantalones.

-Mimi, enserio, cógete algo que abrigue más. – Pasó sus brazos por detrás de mi nuca dejando suaves caricias en esta y un pequeño beso en mis labios. – No nos vamos a pasar todo en el camping.

-Porque no quieres. – Llevé mis manos a su culo y lo apreté.

-Mimi... que nos calentamos y aún tenemos que cenar.

-Pero la cena ya es fría, puede esperar. – Dejé un beso en su cuello.

-¿No tuviste bastante con que tu madre nos pillara? – Me preguntó, enarcando una ceja.

-Admite que fue gracioso. A parte, no ha sido la primera vez.

-Mimi, esta vez estabas a nada de comerme todo lo que viene siendo eso. – Se sonrojó un poco.

-¿El coño?

-Puta, pero no lo digas. – Me dio un golpe en el brazo. – O sea no tú.

-Ya sé que no lo dices por mi, ni que no te conociera ya. – Le respondí. – Te has puesto nerviosa.

-Miriam, que tu madre me vio desnuda y a ti encima igual.

-Al menos se llevó unas buenas vistas. – Me reí. – Lo digo por mi, eh.

-Explícame el motivo por el que sigo aguantándote.

-Porque te encanta mi culo, mis besos, – La volví a acercar a mi para besarla y esta vez profundizar el beso, provocando que soltara un gemido. – y, sobre todo, la forma en la que te hago gemir. – Atrapé su labio inferior entre mis dientes.

-Tienes razón, pero sobre todo me encanta tu culo. – Esta vez fue ella la que llevó sus manos sobre este.

-¿Tú no habías dicho que no nos calentáramos? – Me mordí el labio.

-Es que chica, empiezas así y una no es de piedra.

-Ya sé que soy irresistible.

-Tampoco te flipes.

-Solo digo la verdad.

-Lo que tu digas. – Me dio la razón como a los tontos. – Pero échate más ropa de invierno.

-Vooooy, pesada. – Rodé los ojos para dirigirme a mi armario. – ¿Me puedo llevar esto?

-Eh, eso es mío. – Dijo nada más girarse.

-Técnicamente es mío.

-Ese jersey dejó de ser tuyo cuando me dijiste textualmente en la academia: "Y si no te lo quedas reina". – Parafraseó mis palabras de aquel día en la academia.

-¿Entonces no me lo dejas? – Volví a insistir.

-No.

-Jo. –Dije en un intento de darle pena, y digo intento porque, obviamente, no lo conseguí.