~Prólogo~
Su hermana se encontraba a miles de quilómetros. Christian había decidido no verla más, para poder olvidarla. Quizás si no la veía podría controlar sus hormonas y tal vez encontrar a una mujer que pueda ser su esposa, algún día.
Sabía que con aquella decisión lastimaría a su hermana, pero era lo mejor. Le había prometido que la visitaría pero en el momento de prometerla no se imagino que no podría cumplirla. No podría mandarla a lo más profundo solo porque él deseaba hacerle el amor. Solo porque él la amaba.
Claro que Christian sabía que su hermana sentía lo mismo, pero era mejor tratar de evitar esos sentimientos. Podrían ir presos y eso sin hablar de sus padres. Se decepcionarían. Trago seco. No podría mirarlos nunca más a los ojos.
Esos momentos siempre que ____ lo llamaba, evitaba la llamada o le daba el mismo pretexto de siempre. Trabajo.
Estaba trabajando en la empresa de sus padres. Sus padres pensaban dejarlo a cargo algún día. Odiaba aquello. Pero qué más daba. Al parecer (Papa) se daba cuenta de las constantes llamadas de ___ que recibía y le daba más trabajos aún. El renegaba a veces, pero también se lo agradecía. Era mejor distraerse en eso que pensar en su hermana. Tendría que olvidarla por el propio bien de todos.
******
En Seattle.
Christian se encontraba con más trabajo de costumbre ese día. Atendía varias llamadas de varios acreedores. ¡Eso era bastante estresante! Se tallo los ojos, estaba soñoliento, pero debía de terminar de ordenar los archivos mientras acordaba citas. El teléfono sonó de nuevo, no presto atención al número, solo contesto:
-Empresa Ordaz García ¿En qué puedo servirle? -nadie hablo desde el otro lado de la línea. Christian frunció el ceño. -¿Quien habla? ¿Puedo ayudarlo con algo? -nadie volvía a responder. Se estaba enojando. -Mire sea quien sea tengo trabajo, por favor si... -no lo dejo terminar.
-Christian -Aquella voz. No escuchaba esa voz desde hace casi dos semanas. Trago seco.
-____ -susurro. ¡Joder! Dejo los papeles sobre la mesa y se paso las manos por el pelo.
-Am... Tienes mucho trabajo ¿no? Mejor te llamo después -él no quería que cuelgue.
-___ no cuelgues -ella no lo hizo. Christian respiro profundamente- he extrañado mucho tu voz -confeso.
-Yo también -admitió ella- ¿Vendrás este fin de semana? -pregunto. El suspiro. Deseaba decirle que sí, pero no podía. Era mejor mantenerse alejado de ella.
-No puedo princesa -apretó los ojos con frustración- Pero tratare ¿sí? No te prometo nada.
-Está bien -la escuchaba triste. Se maldijo por eso.- te dejo para que sigas trabajando. Adiós - colgó. No le dio tiempo a responder.
Era un maldito idiota, la estaba lastimando de esa manera. Debía de decirle que ya no podría estar con ella. Debía de dejar de ilusionarla. Pero tenía miedo, estaba asustado de como reaccionaria. Tiro el maldito teléfono por la pared. No le importaba nada.
Agarro su saco y sus llaves y salió de aquella oficina el cual lo estaba por volver loco. Necesitaba hablar con Eduardo. Así que fue a su departamento. La secretaria le había preguntado qué había pasado, Christian solo contesto con un "no me siento bien, dile a mi padre por favor" ella asintió. Se sentía cada vez peor y ya no lo podía ocultar.
Quería a su hermana a su lado, necesitaba volver a hacerle el amor como la última vez. Solo quería volver a probar aquellos labios tan dulces que lo hacía perder el control. ¡Joder! La amaba y no podía estar con ella. Porque era prohibida. ¡Maldita sea!
___podía ser feliz con cualquier otro, pero él no quería verla con nadie más que no sea él. Era egoísta. Pero debía de decirle que era mejor que busque a alguien que la pueda hacer feliz. Como él lo hubiese hecho si no fuera su hermano. Pero no se atrevía.
Aparcó su auto en la entrada del departamento de Eduardo. Estaba viviendo con Marina. Al parecer iban enserio. Su amigo también estaba a cargo de la compañía de su padre. Pero no tenia tanto trabajo como él. A veces deseaba estar en su lugar.
Después de haber tocado el timbre apareció en el umbral un Eduardo que él no conocía. Llevaba un delantal, al parecer estaba cocinando. Eduardo rio a carcajadas hasta más no poder. ¿Su amigo cocinando? Eso nunca se lo podía haber imaginado. Eduardo no sabía preparar siquiera un café, esto debería ser obra de Marina, pensó. Su amigo lo miro mal.
-Oye cálmate, que fue obra de Marina–lo sabía, pensó- ¿Y qué te trae por aquí? –Christian paró de reír y se puso melancólico en un abrir y cerrar de ojos- ¿Qué paso Christian? Entra – Christian entro y vio a Marina en la cocina.
-Hola Christian –le sonrió ella y se acercó a saludarlo -¿Estás bien? –el negó- oh… espérenme apago la estufa y vengo con ustedes. Ambos asintieron.
Se habían convertido en sus amigos de confianza. Marina ya sabía lo que él había tenido con ___. Se había enterado por Eduardo, es que su amigo no le ocultaba nada a su novia y ella los había pillado hablando sobre su hermana. Marina se había puesto muy celosa aquella vez pensando que Eduardo estaba tras ____, pero al enterarse de la verdad lo había perdonado y había decidido ayudar a Christian. Después de todo era su amigo y le agradaba mucho.
-Espero que no les haya molestado –dijo apenado- pero no tenía adonde ir
-Claro que no es molestia –le sonrió Marina- por tu hermana estás así ¿no? –Christian asintió.
-Es que hoy me llamo –los miro- sonaba muy triste, me partió el corazón. Yo no quiero mentirle, pero tampoco quiero perderla.
-Pero la haces sufrir Christian, dile la verdad o ve a verla –dijo Marina.
-Yo concuerdo con mi novia – “novia” que lindo sonaba para Christian. Quería llamar de aquella forma a ___, pero nunca podría. Nunca.
-Pero sabes que no puedo, parece como si mi padre se diese cuenta –pensó una vez más en ello. Siempre que ___ lo llamaba le llenaba de trabajos, y cada vez que salía por días le preguntaba dónde y con quien iba. Siempre había salido nada más que con sus amigos. Esa actitud que tomaba su padre lo enfurecía.
-¿Crees que lo sepa? –preguntó Eduardo. Christian lo miro.
-No lo sé, pero anda raro con mi mamá. Algo me oculta y no sé que es. –Eduardo frunció el ceño.
-Yo creo que debes de conseguirte una novia –Christian la miro como diciendo: ¿Me estás hablando enserio?- vamos Christian… de esa manera tu padre evitará preguntarte cosas, podrás ponerle de pretexto que sales con tu novia y vas a solucionar las cosas con tu hermana. Nadie se enterará – su amigo tenía razón, pensó Christian.
-Pero sabes que no puedo tener nada con nadie y nadie querrá ayudarme con esto. ¡Maldita sea! No le puedo decir a nadie más –se agarró del pelo frustrado.
Christian pensó y pensó. ¡Demonios! Miro a ambos amigos que tenía enfrente de él. Sonrió. Eduardo lo miro con el ceño fruncido. Eduardo se dio cuenta de lo que estaba pensando y negó.
-No cuentes con eso –le dijo antes de que se lo propusiera. Christian decayó de nuevo.
-¿Por qué no Eduardo? Solo será por la próxima semana, solo un par de veces –Marina los miro confundida.
-¿De qué hablan? ¿Puedo saber? –Eduardo la miro entrecerrando los ojos.
-¿No te imaginas que quiere? –preguntó. Ella negó- quiere que tu lo ayudes, que tú seas esa “novia” –estaba enojado. Marina se sonrojo y miro a Christian.
-Podría hacerlo –Eduardo abrió la boca y negó- Cállate Eduardo, sabes que te quiero a ti. Solo será actuado, solo me presentaré como su novia. –Christian asintió mirando a su amigo.- además tú fuiste de la idea -¡Demonios! Pensó Eduardo. Y se agarró la cara con ambas manos. Marina rio.
-Está bien –miro a Christian- pero nada de besos –Christian frunció el ceño.
-Pero entonces no se lo creerán –lo vio apretar la mandíbula- tranquila Eduardo, ya la he besado una vez. No veo que tiene de malo.
-Tiene que ahora es mi novia –grito. Christian abrió bien los ojos.
-¡Eduardo!- grito Marina- solo será un maldito beso, sabes que te quiero solo a ti –le sonrió. Ella sabia como calmarlo, pensó Christian. Ahora veía a Eduardo con una cara embobada. ¿El vería de esa manera a su hermana? Decidió no pensar en eso.
El fin de semana había pasado de lo más aburrido. Mientras Christian evitaba las llamadas de su hermana. Necesitaba pensar bien en lo que le diría al ir a verla. Era obvio que su relación más de hermanos que tenían, debía de acabar. No estaba bien lo que hacían. Aunque le doliera en el alma debía de hablarlo con ella, antes de que sea demasiado tarde.
Le había dicho a (Mama) que tenía novia y que se los iba a presentar durante la semana. Su madre había reaccionado muy sorprendida. Christian nunca tenía novia. Su padre lo había mirado con el ceño fruncido, evaluándolo. Hasta parecía aliviado por algo. Él no sabía por qué.
Christian estaba con su papeleo de siempre, cada vez más estresante. La secretaria lo llamó y le aviso que Marina lo estaba esperando. Es ahora, se dijo. Se arreglo un poco y pensó en su hermana, quizás eso debía de hacer al mirarla. Si eso haría.
La vio sentada en uno de los sofás de la empresa leyendo una revista. Levanto la mirada y lo miro sonriente. Estaba nerviosa, se dio cuenta de ello.
-Mi amor- dijo ella actuando. Se levanto y lo abrazo.
-Hola princesa –respondió él y le dio un pequeño beso en los labios. Ella se sonrojo. El sonrió. Definitivamente era muy parecida a su hermana, no le costaría nada pensar que Marina era ___.
-Hijo –escucho como su padre lo llamaba a sus espaldas. Se volteo y lo vio evaluándolo. Como siempre lo hacía.
-Amm, papá… ella es Marina mi novia –respondió sonriente. Imaginándose que era ___ la que estaba a su lado. La abrazo por la cintura de manera posesiva haciendo que (papa) los mirara fijamente- el es mi padre.
-Mucho gusto –le saludo (Papa)- me puedes decir Efraín –le sonrió a Marina. Ella asintió sonrojada.
-No estés nerviosa, todo saldrá bien –le susurro al oído. Ella asintió.
(Mama) salió de su reunión y vio a casi toda su familia reunida en recepción. Efraín la miro y le sonrió diciéndole que se acercara. (Mama) observo detenidamente a Marina haciendo que esta se pusiera más nerviosa y se sonrojara de nuevo. Su mamá le sonrió dándole confianza.
Hablaron de varias cosas. Christian aviso a sus padres que el fin de semana pasaría en Ohio, ya que los abuelos de Marina vivan ahí y él quería conocerlos. (Mama) parecía muy sorprendida incluso Efraín (Papa). Marina les había contado sobre la relación que mantenía con sus abuelos. Que era muy importante para ella, desde luego aquello era verdad. Marina iría a Ohio, con Eduardo. Mientras Christian iba a Connecticut a ver a su hermana.
-Creo que ya debo irme –le dijo a Christian. El asintió.
-¿Quieres que te lleve? –pregunto. Suplicándole con la mirada que le dijera que sí. Ella asintió.
-Fue mucho gusto conocerlos- sonrió a sus padres. Los cuales parecían encantados con ella. Por suerte.
-Puedes venir a casa cuando gustes –dijo (Mama).
-Gracias señora –le sonrió.
-Oh, por favor dime Carmen –Christian sonrió. ¡Demonios! Enserio Marina le agradaba a su mamá.
-Adiós Efraín, fue un placer –su padre le dio un abrazo.
-Vengo dentro de una hora -le dijo a sus padres ellos asintieron.
Antes de salir completamente del edificio Christian agarro por la cintura a Marina y le susurro al oído que sonriera y que le diera un beso. Pero esta vez no un pico. Ella lo hizo sin más. Sus padres a lo lejos los observaban salir. Efraín evaluando mientras que Carmen estaba sorprendida y feliz por su hijo. Eso debería de saber ____, se decía. Su hermano al fin sentaba cabeza. Al parecer estaba equivocada con lo que había pensado, Christian miraba a Marina de la misma manera que solía mirar a ___, pero quizás solo sentía por su hija amor de hermanos, nada más. Suspiro. Al menos Efraín estaría más tranquilo.
*** EN EL AUTO***
-Gracias por todo Marina –le sonrió Christian dentro del auto.
-Se lo han creído ¿no? – él asintió. Estaba demasiado feliz.
-Por suerte sí. Yo comprare los pasajes para el fin de semana.
-Está bien, nos vemos –le dio un beso de la mejilla y bajo del auto para dirigirse al departamento de Eduardo.
Christian sabía que estaba mal que mintiera a sus padres, después de todo al ver como habían reaccionado. Su mamá parecía estar imaginándose la boda. Hizo una mueca. Él quería casarse, si. Pero con su hermana. ¡Joder! No lograba olvidarla, no podía. Necesitaba decírselo a ____. Ya no podría siquiera recibir sus llamadas, eso era lo mejor.
***
___ estaba haciendo un trabajo para la clase de biología cuando recibió una llamada de su madre. Contestó con pesar. Siempre la llamaba para saber cómo estaba de salud. Por suerte estaba bien, tomaba siempre sus pastillas.
-Hola mamá –le dijo.
-Hola hija, ¿Cómo estás? - ___ sacó unas hojas de su cajón.
-Estoy muy bien. Estoy tomando mis pastillas –respondió antes de que se las preguntara. (Mama) rio.
-Me conoces muy bien –ahora fue ___ la que rio.
-La verdad no solo te llamaba por eso -___ frunció el ceño. ¿Por qué me habrá llamado entonces? Pensaba.
-No sabes lo feliz que estoy –la escucho suspirar- tu hermano a sentado cabeza al fin -¿Qué demonios? Pensó ___. – Tu hermano nos presento hoy a su novia - ___ sintió que le faltaba la respiración. Sus ojos le escocían. “Novia”. Había escuchado perfectamente bien. ¡Joder! Le dolía. Así que por eso no la había ido a ver. Era por eso. Se había olvidado de ella, ya no la quería. Solo quería largarse a llorar, sola en un rincón oscuro.- ____, ____- la llamo (Mama)- ¿Me escuchas?
-Si mamá –respondió con un nudo en la garganta –es que solo me distraje, tengo un trabajo muy importante que entregar. ¿Te parece si te llamo mañana?
-Si corazón, hablamos mañana. Cuídate.
-Adiós mamá. Te quiero –colgó. No quería que escuche como se partía en mil pedazos. ¡Maldición, como le dolía! Tiro el teléfono por la pared partiéndolo en mil pedazos, como sentía que su corazón se encontraba en esos momentos.
Nunca antes había amado a nadie tanto como amaba a su hermano. Christian era su todo. Su vida. Pero el ya tenía otra. La había olvidado tan fácilmente. Estaba muy triste, realmente destrozada. Agarró su Ipod y se dispuso a amargarse más la vida escuchando músicas tristes. ¡Joder! Sus lágrimas cayeron como cascadas. Lo amaba, pero su hermano era imposible. Ya no estarían juntos.
Al fin llego el esperado día, Christian al fin podría hablar con ___. Ella lo había llamado varias veces y él había evitado sus llamadas. Era lo mejor. Necesitaba decirle en persona todo, no por teléfono. Se encontraron en el aeropuerto, les dio su pasaje.
-Si cambias de opinión y decides seguir con tu hermana tráela a pasar un tiempo con nosotros –le dijo Marina. Christian la miro fijo- En Ohio podrán disfrutar sin que nadie los moleste –le sonrió. No, el no cambiaría de opinión. Ya estaba seguro de decirle a ___ que era mejor que se acabe todo de una vez.
-No cambiare de opinión –le aseguro. Ella se encogió de hombros.
-Está bien, nos vemos Ordaz –dijo su amigo y le dio una palmada en el hombro. El asintió.
El vuelo había sido muy agotador. Había salido al mediodía de Seattle luego de agarrar algunos papeles que iba a necesitar para trabajar en Ohio. Cuando se reencontraría con sus amigos. El sólo iría a hablar con ella, se quedaría por una noche en algún hotel y luego se encontraría con Eduardo y Marina. No podía quedarse en Connecticut cerca de su hermana. No lo soportaría.
Se despertó cuando una de las azafatas anuncio que habían llegado. ¡Joder! Enserio necesitaba una ducha para relajarse y así poder dormir. Pero primero necesitaba hablar con su hermana, se iría directo al departamento de su hermana, luego iría a su hotel. Era mejor solucionar aquello, de lo contrario no dormiría bien.
Cogió su pequeña maleta y su maletín. Estaba anocheciendo. Miro hacia el cielo, era hermoso. Se sentía un poco más relajado en ese lugar. Al bajar la vista vio un taxi y no dudo en tomarlo. Le dio la dirección de su hermana. Mientras estaba en el taxi miraba a través de la ventanilla, vería a su hermana después de mucho tiempo. Solo esperaba poder controlarse y poder hablar con ella.
El taxi aparcó frente a un edificio que estaba rodeado de árboles, estaba más oscuro esta vez. Había unos cuantos faroles en las calles prendidas. Le pagó al taxista y bajo. Miro hacia arriba viendo el edificio. Así que en ese lugar vivía su hermana, sonrió. Bajo la mirada hacia una pareja que estaba besándose frente al edificio, deseaba estar de esa manera con su hermana. Pero su sonrisa se fue borrando poco a poco al ver de quien se trataba. Sintió una opresión el corazón. Era ___. Con un chico. Besándose. Apretó la mandíbula y se contuvo el ir a matar a golpes a aquel idiota.
Estaba muy celoso, su instinto posesivo había vuelto. De manera desgarradora. Se fue acercando lentamente hacia aquella escena. Vio que su hermana empujo a aquel extraño y le dijo algo que no logró escuchar. Vio que el solo le sonreía. ¡Joder! ¿Eran novios?
___ de repente volteó la vista hacia Christian y abrió los ojos como platos al ver a su hermano en ese lugar observándola. Bajo la vista a sus manos y vio como apretaba con fuerzas sus cosas. Se sonrojo. ¡Demonios! ¿Había ido a verla? La había visto con Ricardo. Ese idiota la había agarrado desprevenida, besándola. ¡Joder! Ricardo no entendía que no quería nada con él. Su hermano tenía una mirada de celos, dolor, tristeza y furia. Se estremecía con tan solo mirarlo a los ojos. ¿Qué pasaría? Pensaba. No quería que Christian se fuera de esa manera, necesitaba explicarle. ¿Explicarle? Pensó. El tenía novia. ¿Qué más daba?
-Hola –dijo Christian. __ estaba muy nerviosa.
-Hola Christian –se acercó a él. Lo abrazó, después de todo lo extrañaba. Aquel acto sorprendió a Christian y soltó sus cosas para acercarla más a él mientras aspiraba su aroma él cual había extrañado de sobremanera.
-Princesa, te extrañe mucho -__ tenía ganas de llorar. Ella también lo había extrañado. Al estar así juntos abrazados se habían olvidado de Ricardo hasta que este hablo.
-Hola, no nos presentarás –dijo Ricardo. ___ se separó y lo miro. Se contuvo las ganas que tenía de llorar.
-Amm, Ricardo. El es Christian, mi.. –lo miro. Christian estaba serio- mi hermano –dijo al fin.
-Mucho Gusto –lo saludo Christian- ¿eres su novio? –preguntó celoso. __ se sonrojo.
-Ojala lo fuera –respondió Ricardo mirando a ___. Christian frunció el ceño.
-Entonces ¿Por qué estabas besándola? –casi grito. __ se tensó. Aquello no era bueno.
Ricardo iba a responder, pero habría pelea de eso estaba segura. Así que tenía que llevar a su hermano adentro. Tenía que alejarlos. Ya dentro de su departamento le explicaría todo.
-Amm, Christian. Mejor entremos –Christian la miro fijo. Estaba claro que no quería que mate a golpes a aquel maldito. ¡Joder! Quería despedazarlo en medio de aquel lugar. Pero solo se aguantaría esta vez por su hermana.
-Sí, es mejor –agarró sus cosas. ___ Lo ayudo con el maletín.
-Nos vemos Ricardo –dijo ___.
-Está bien, adiós. Un gusto Christian –el no respondió. No le había gustado para nada conocerlo. Al contrario. Lo odiaba. ¡Aghh! Apretaba la mandíbula con fuerza. Su mano le dolía, quería ahorcarlo.
En la portería se encontraba un guardia, el cual miro de pies a cabeza a Christian. El se incomodo ¿Qué demonios? Christian frunció el ceño.
-Ábrenos por favor –le dijo su hermana.
-Sabes que no se permiten hombres –le dijo el guardia- a menos que sean familiares.
-Es mi hermano – el guardia levanto una de sus cejas en dirección a él. Christian suspiro y le enseño su identificación. El guardia asintió y los dejo pasar luego de devolverle a Christian su carnet.
Iban subiendo por las escaleras, el iba tras su hermana. No hablaban, no sabían que decirse. ____ se puso enfrente a una puerta y quito sus llaves. Christian solo la observaba. Hacía lo posible por controlarse. Necesitaba besarla, quería estrecharla contra su cuerpo y hacerle el amor hasta saciarse de ella. Ella abrió y el entró siguiéndola. En silencio. Mientras por su cabeza venían infinitas imágenes de él con ella en la cama, cocina, baño, sala, auto, y hasta en la preparatoria. Contuvo un gemido.
___ volteo a ver a su hermano luego de dejar su maletín en la mesa. Se estremeció. Su hermano, Christian. Su mirada. Su respiración se cortó y el la estrecho contra su cuerpo. Buscando sus labios. Ella gimió y pasó sus manos por su cuello acercándolo más a ella. Christian saboreaba sus labios como si el mundo se viniese abajo, como si nada importase más. Sintió como acariciaba su espalda y su cadera. Sus manos eran mágicas. Y sus labios no se quedaban atrás.
-Christian –susurro ella. Él junto sus frentes con los ojos cerrados. Tenía la respiración agitada.
-Mmm…- susurro él.
-¿No tenías novia? –le dolió decir aquellas palabras. Pero estaba mal que jugara con ambas. Christian abrió los ojos y frunció el ceño.
-¿Qué? –pregunto confundido.
-Me has escuchado perfectamente –Christian la miraba a los ojos, veía tristeza en ellos. Debió de ser su mamá, pensó.
-No, no tengo -___ hizo una mueca y trató de separarse de él. Christian no la dejo- ___, ¿no me crees? –Ella solo lo miraba dolida- supongo que hablas de Marina –dijo al fin- pero no estamos saliendo, es la novia de Edurado. Papá y mamá creen que salimos, tuve que inventarles eso para venir a verte -___ lo miro confundida.
-¿Pero por qué? –Preguntó incrédula- ¿Por qué no solo dices que vendrás a verme y ya?
-No, ellos sospechan -___ abrió los ojos como platos –bueno, eso creo. Andan muy extraños. No me podía arriesgar – su hermana lo entendió.
-¿Por eso no venías a verme? –el asintió. Ella le sonrió. Al menos su hermano estaba ahora ahí con ella. Estaba más feliz que nunca. Lo beso de nuevo.
Christian se apartó solo un poco. Necesitaba saber quien aquel estúpido que la estaba besando. ¡Maldición! Estaba muy celoso.
-____ ¿Quién era aquel idiota al que estabas besando? –Ella se tenso- vamos, dime. ¿Te gusta?- ella negó.
-Es solo un compañero, vino por un libro. Me beso desprevenida -__ hizo una mueca de asco. El quería reír.
-¿Entonces no paso más nada entre ustedes? –preguntó besándole la barbilla.
-No- dijo ella con la voz entrecortada.
-Bien –la estrecho más a su cuerpo haciéndole sentir su erección. ___ Gimió.- ¿Dónde está tu habitación? –le susurro, mientras mordía el lóbulo de su oreja.
-Está por ahí – le señalo una puerta, él la agarro y la llevó en brazos.
-No sabes cuánto te extrañe –le beso el cuello, mientras su hermana no paraba de gemir y estremecerse. Él paró y la miro preocupado -¿No tienes compañera? –pregunto. Ella negó.
-Pedí habitación aparte por lo de mi enfermedad –a él se le encogió el corazón. ___ no quería que nadie supiera de su estado. El asintió y siguió con lo que había comenzado.
Fue quitándole la ropa a su hermana, mientras ella iba desvistiéndolo a él. ___ notaba la manera que Christian la miraba, podía sentir lo mucho que la deseaba. Cuando solo quedaban ropa interior Christian la recostó sobre su cama acomodándose sobre ella sin lastimarla. Disfrutando de su cuerpo una vez más. Le quito el brasear y comenzó a acariciar sus senos haciéndola estremecer de placer. Sentía como __ se retorcía debajo. El gemía. Estaba tan duro, sentía que moriría si no la penetraba.
-____ necesito penetrarte –gimió- ¿Tomas las pastillas como te dije que lo hicieras? –ella asintió. Antes de viajar el se lo había dicho. Así sería todo más seguro, solo que él nunca la había ido a ver. Hasta ahora.
Agarró ambos brazos de su hermana y lo situó sobre su cabeza, agarrándole fuerte.
-No cierres los ojos –le mordió el labio inferior- quiero que me veas haciéndote el amor –ella gimió por sus palabras.- seremos uno. De nuevo.
El la penetró duro perdiendo el control por las sensaciones. Gruño de alivio, al fin estaba haciéndole de nuevo el amor a su hermana. No había olvidado lo que se sentía estar dentro de ___. Se movía lentamente mirándola a los ojos, era hermosa. Le beso la barbilla y bajo sus besos a sus senos. Haciéndola gemir fuerte. Se sentía en algún lugar muy lejano en esos momentos. Solo sensaciones. Solo él y ella. Sintió que su hermana estaba a punto de llegar, la miro a los ojos. Ella apenas mantenía los ojos abiertos, igual que él. Se movió más rápido. La vio correrse mientras gritaba su nombre y apretaba sus manos. ___ cerró los ojos mientras hundía la cabeza en la almohada. Christian se corrió viendo esa expresión que tenía su hermana. Eso era maravilloso. Era intenso.
Hundió su cabeza en su cuello. Estaban jadeando. Christian ya la había soltado, su hermana solo lo acariciaba la espalda haciéndolo estremecer. Le gustaba estar de esa manera con su hermana. Christian aprovecho y la olisqueo. Como le encantaba hacer eso. Su hermana olía delicioso. Esta vez tenía una mezcla a gardenias, sexo, almizcle y él. La sentía estremecerse bajo suyo mientras pasaba su nariz por cuello.
-Hueles delicioso –confeso él.
-Tú también –admitió ella. Él levanto la vista a ella. ¡Joder! La amaba demasiado. Le dio un tierno beso antes de separarse de ella.
Poco a poco vio como ___ se quedo dormida. Estaría cansada, pensó. El también lo estaba, pero tenía trabajo que hacer. Se levantó tratando de no despertarla. Lo mejor sería terminar esa misma noche el trabajo que había llevado. Se había arrepentido de la decisión que tomo ni bien la vio en brazos de otro. El no soportaría verla con nadie que no sea él, necesitaba jugársela por su hermana. No sabía qué hacer. Pero algo se le ocurriría luego.
Extrañamente, estaba más relajado ahora. Ya no estaba tenso. Sonrió. El simple hecho de estar cerca de su hermana le hacía bien. Fue por su maletín, así desnudo. No le importaba. Después de todo solo estaban solamente ellos dos. Se sentó en la cama alado de ___, era hermosa durmiendo, pensó. Sacudió la cabeza, necesitaba concentrarse. Abrió el maletín y sacó su notebook junto con algunos papeles. Fue cargando lo más rápido que podía. Pero el sueño le ganó. Se quedó dormido entre sus papeles y la notebook. Totalmente agotado.
***
___ despertó desconcertada. Sintió unos sonidos al moverse tratando de abrazar a Christian. De repente sintió algo extraño. Se asustó y abrió los ojos. Se sentó en la cama y vio a Christian que dormía incómodamente. Tenía entre sus piernas la notebook y algunos papeles esparcidos en la cama, otros iban cayendo al suelo. Se le encogió el corazón. Su padre podría ser muy abusivo a la hora de darle trabajo. Por eso Christian no iba a verla, llamaba o siquiera le contestaba. ___se puso el albornoz y junto como pudo algunos papeles. Se levanto y recogió también los que se encontraban esparcidos en el suelo. Los ordeno y coloco sobre su mesita. Le quito la notebook a su hermano y decidió ayudarlo un poquito. De todas maneras ella no estaba tan cansada como él. Solo tenía la universidad de por medio.
Arrastro una silla y encendió una lamparita. Comenzó a trabajar. No era complicado, muchas veces su padre le había enseñado aquello. Al igual que a su hermano. Se había fijado que tenía una buena cantidad, su padre era un maldito abusivo. Resopló. Al menos su hermano iba por la mitad, continuó lo que le había comenzado.
Después de dos horas de estar cargando archivos, al fin estaba terminando. Esa era la última que debía de cargar. Dio guardar y listo. Suspiro. Realmente era agotador. Miro hacia su hermano, al menos se había colocado de mejor manera. Estaba durmiendo plácidamente. Apostaba todos sus ahorros a que no había descansado tan bien como lo estaba haciendo en estos momentos, parecía que nada lo despertaría. Se encontraba profundamente dormido. Sonrió. La había ido a visitar, después de mucho tiempo pensó amargamente. Pero después de todo era culpa de su padre, no de él.
Fue a recostarse junto a Christian luego de haber cerrado las cortinas, faltaban apenas tres horas para que amanezca. Ya necesitarían un buen descanso. Se apoyo sobre el pecho de su hermano, recordando su mirada al verla con Ricardo. Había estado muy celoso. ¿Y quién no lo estaría? Ella lo estaría si hubiese visto a Christian de la misma manera. Se tenso. Había creído que tenía novia, al menos había sido una mentira. Estaba tan feliz de estar con él, sin barreras. Aunque todavía existían, ella podría jurar que casi ya no las sentía. Se fue quedando dormida poco a poco.
***
Christian sintió algo extraño, pero realmente le gustaba. Esa sensación le encantaba más bien. Sonrió medio dormido aún, no quería despertar. No quería que aquello fuese solo un sueño. Sintió como lo abrazaba más fuerte y como sus piernas estaban entrelazadas, la sentía frotarse por su miembro. Lo incomodo un poco a aquello. Todas sus alarmas estaban bien atentas. Abrió los ojos y miro hacia abajo, vio como ___ dormía en su pecho plácidamente. Miro hacia sus piernas. ¡Joder! Si estuviese despierta creería que lo hacía apropósito, estaba frotando su pierna por su pene. ¡Maldición! Estaba ya tan duro que hasta le dolía. Apretó los dientes tratando de contenerse. Pero no podía.
Sintió como ____ lo rodeaba con sus brazos, más fuerte y murmuraba palabras inentendibles. Era tan tierna, pensó. Le encantaba como era. Solo que la estaba volviendo loco de deseo en esos momentos. Decidió que era mejor darse una ducha y dejarla dormir. Al tratar de levantarse ___ abrió los ojos y se separó un poco de él, quitando su pierna, pero no sin antes rozarlo por última vez. Gimió fuerte. Ya no podía contenerse. Su hermana lo miro sorprendida.
-¿Estás bien Christian? –pregunto preocupada. Christian negó.- ¿Qué tienes?
-No te has dado cuenta –dijo obvio.
___había sentido algo duro, le gustaba frotarlo en sus sueños. Se sonrojo al bajar la vista y comprobarlo. Al levantar la vista vio a Christian con la mirada llena de deseo. Se estremeció de pies a cabeza. Le encantaba ser la que producía aquel efecto en él.
-¡Joder __! No puedo estar dos segundos cerca de ti sin ponerme tan duro como un acero –ella se sonrojo más aún- te deseo de nuevo –la agarró en los brazos y la beso con tanta pasión que hizo que se derritiera de inmediato. Ella también se sentía de la misma manera.
Bajó sus besos por su cuello dejándole pequeñas marcas. Christian se sentía muy posesivo desde aquella visión que había tenido el día anterior. Su hermana besándose con otro lo había carcomido por dentro. Por eso le había dicho que quería que lo mirara, necesitaba que ella supiera que solo le pertenecía a él. Solo a él. Porque ella era suya y de nadie más.
Por esa misma razón estaba dejando marcas en ella esta vez, ella le pertenecía y cualquiera que la viese sepa que tenia dueño. La sentía estremecerse en sus brazos. ___ se había colocado a horcajadas sobre él, sobre su miembro completamente preparado para ella. Gimió al sentirla sobre él. Pero de repente se acordó, necesitaba terminar con lo que había dejado la noche anterior. Se separó y miro. ¿Dónde mierda había dejado la computadora y los archivos? ¡Mierda! Eso nunca le había pasado. Estando cerca de su hermana perdía el control por completo.
-¿Qué pasa Christian?
-Los documentos que me dio papá, los estaba cargando anoche. No sé donde los deje –__ lo sintió tenso. ¡Demonios! El trabajo lo estaba desquiciando.
-Están sobre la mesa –señalo- es que te veías incomodo durmiendo con él encima- se encogió de hombros.
-Creo que es mejor que los termine y luego continuemos –se iba a levantar pero __ lo detuvo.
-Ya están terminados, no te preocupes- le sonrió.
-¿Qué? pero si yo…-___ le calló con un beso. Christian gruño y le mordió el labio inferior. Se separó un poco de él
-Yo los termine anoche por ti –le susurro.
-¿Qué hiciste qué? –Pregunto- pero…- ella le puso un dedo en sus labios callándolo.
-Es que estabas agotado y yo bueno estaba despierta. ¿Por qué no ayudarte? Después de todo papá me había enseñado alguna vez –le sonrió. Christian la sonrió de vuelta.
-Gracias –le beso.
-De nada, pero no deberías de agradecerme, ahora tendremos más tiempo para disfrutar –lo miro pícaramente.
El abrió la boca sorprendido y excitado a la vez. ¡Joder! Ella nunca lo miraba de esa manera. Hasta ahora. Se sentía descontrolado de nuevo, totalmente perdido. La beso con una necesidad el cual sorprendió a ___. Necesitaba sentirla piel contra piel de nuevo. Y las sábanas le estaban molestando. La separó un poco para sacarlas y ella se sentó esta vez dirigiendo su feminidad hacia su miembro. Christian gruño al volverla sentir. Estaba completamente dentro de él.
-Vamos ___ muévete por favor –le suplico- estoy muriéndome.
Ella lo hizo. También lo necesitaba. Su hermano era la única manera que podía ponerla de esa manera. Nunca se había sentido excitada por nadie, o incluso enamorada. Él era el único. Su primera vez. En todo.
Y así volvieron a hacer el amor como tantas veces, ella se sentía bien a lado de Christian. Se sentía protegida, amada e incluso hermosa. Siempre había tenido un bajo autoestima gracias a su rara enfermedad, como lo llamaban sus padres y doctores. Pero con Christian eso era historia. El era su todo, estaría dispuesta a dar el mundo por él. Si él se lo permitiera. Sabía que estaba prohibida la relación que tenían. Sabía que aquello era peligroso, pero no quería perderlo. Nunca. Algún día se tendría que acabar, pensaba amargamente. Pero por el momento lo disfrutaría. Hasta donde les lleve el tiempo.
Después de caer rendida sobre su hermano se quedo profundamente dormida. Christian le acariciaba el cabello mientras disfrutaba el tenerla piel contra piel. Esa calidez que solo podía tener ___le encantaba. Se quedo un largo rato mirando hacia el techo de su habitación pensando que él debería de haber terminado lo suyo con su hermana y no hacerle el amor de esa manera tan posesiva. Sonrió. Al menos el trabajo no sería problema esos dos días, pero él tenía que ir a Ohio con sus amigos. De repente recordó las palabras de Marina “Si cambias de opinión y decides seguir con tu hermana tráela a pasar un tiempo con nosotros. En Ohio podrán disfrutar sin que nadie los moleste”. Y eso haría, la llevaría con él. Y así abrazándola a su cuerpo se quedo dormido una vez más.
***
___ se despertó con mucha hambre. Su estomago rugía. Se apoyo apenas ya que tenía unas manos sujetándola fuerte, levantó la vista y vio a Christian. Sonrió. No había sido un sueño. Apoyándose en el pecho de su hermano miro hacia un costado el reloj, eran pasados el medio día. Hizo una mueca y trató de levantarse. Había dormido unida a su hermano. Se sonrojo. Como se separaría sin que él lo sintiera. Quito con cuidado sus manos y trató de levantarse. Gimió cuando por fin pudo hacerlo. Escuchó como Christin gruñía y se movía incómodo. ___ se levantó rápido, sin despertarlo. Suspiro de alivio.
Se dio una ducha rápida y al salir vio a Christian sentado hablando por teléfono con una tal Marina. Sintió muchos celos. ¿Acaso no era novia de Eduardo? Christian la miro y le sonrió. Siguió como si nada hablando con aquella tipa al cual ella no conocía. Estaba solo en toalla, busco que ponerse mientras dejaba a su hermano hablando con “la novia de su amigo”.
-Nos veremos ahí –logró escuchar. ¿Dónde mierda se verían? Estaba furiosa- estoy con mi hermana –su “hermana” odiaba eso- claro que no. No te estoy mintiendo –rio. Seguro estaba celosa, pensó ___. ¿Por qué mierda le había mentido? Quería llorar. –hablamos luego ¿sí? Necesito hablar con ella –y sí que lo necesitaba, se dijo. Tenía mucho que explicarle.
____ solo se vistió ahí como si nada, dándole una perfecta vista a su hermano de todo su cuerpo. Hizo una mueca. Si él creía que iba a ser su puta personal, estaba muy equivocado. Sintió como la abrazaba por detrás dándole pequeños besos en el hombro. El estaba en bóxer y ella solo con sus bragas. ___ gimió y se separó de él bruscamente.
Christian la miro frunciendo el ceño. ¿Por qué se separaba de esa manera de él? Se puso pálido de repente.
-___ -dijo bajo- ¿Qué pasa?
-¿Con quién estabas hablando? –preguntó. El la miro confundido.
-Con Marina –dijo obviamente. Ella lo miro molesta, el no entendió que mierda le pasaba. ___ solo siguió vistiéndose sin prestarle atención.
-____ ¿Qué te pasa? Dime- la agarró y le dio vuelta para que le mirara.
-¿Por qué te llamo? –pregunto.
-Porque me tengo que ir hoy a Ohio, a casa de sus abuelos y…- lo interrumpió.
-Me mentiste –lloró ella. Él trago seco. ¿Qué demonios?- me dijiste que no era tu novia. Si lo es ¿No? – ella trató de separarse de él, pero él la agarró fuertemente haciendo que la mirara a los ojos.
-Ella no es mi novia –ella solo sollozaba- ya te lo dije.
-¿Entonces porqué iras a casa de sus abuelos? –pregunto entrecortadamente.
-Porque –suspiro y la soltó- te dije que le mentí a papá y mamá para venir –la miro fijo- yo le dije que iría con ella a Ohio, pero en realidad el que fue con ella fue Eduardo- ella lo miro confundida- ella me dijo que podía llevarte allá, porque ahí nadie nos va molestar. -___ se puso pálida. ¿Esa tal Marina sabía lo que tenía con su hermano?
-¿Qué? –Dijo en un susurro – ella lo sabe –Christian se paso una mano por el pelo nervioso. Asintió.- ¡Joder Christian!-grito- ¿Por qué se lo dijiste?
-No, ___ escúchame. Yo no se lo dije, ella solo escucho cuando lo estaba hablando con Eduardo, pensó que el que tenía algo contigo era él y se puso celosa. Por eso Eduard se lo conto todo.- ¡Mierda! ¿Eduaro también lo sabía? ¿Quién más sabía? ¿El mundo entero?
-¿Y cómo mierda se entero Eduardo? –Grito- tu se lo dijiste no es así. Oh, diablos –necesitaba aire. Quería romper cosas.
-____, no espera. –La agarró del brazo antes que saliera- Eduardo lo sabe desde esa noche, de la fiesta –ella lo miro confundida- de la fiesta donde lo hicimos por primera vez, el fue el que me dio las pastillas que te di – ¿Eso era una broma? Se estaba burlando de ella. Todo este tiempo.
-¿Ósea que te has estado burlando de mi todo este tiempo? –pregunto decepcionada. El negó.
-Déjame terminar por favor –ella apretó los puños a su costado tratando de contenerse y no ahorcarlo. Asintió, el suspiro- él no sabía que las pastillas eran para estar contigo, el supuso que era otra persona. Yo solo le había dicho lo mismo que a ti, él fue el que me sugirió que violara a la chica y bueno lo hice -___ se sonrojo- y lo sabe porque esa noche me descuide, no solo a la hora del condón, -__ se sonrojo más- sino que no preste atención a quien estaba alrededor cuando te la di, Eduardi nos vio y se dio cuenta que estaba enamorado de ti y ya no pude negarlo. -___ se mordió el labio nerviosa. ¡Joder! Había dos personas que lo sabían.- ¿Te molesta que lo sepan? –pregunto.
-Un poco –admitió. El suspiro.
-A mi también, me molesta a veces. Quería que esto fuese un secreto –confeso- pero ya no se puede hacer nada.
-¿Y porque te llamo esa? ¿Qué es eso de la casa de sus abuelos? –preguntó. El sonrió.
-Nos iremos allá, hoy dentro de unas horas. Así que prepara tus cosas -___ parpadeo sorprendida ¿Qué?
-Pero..
-Ahí estaremos más cómodos, es mejor ___. Nadie sabrá ahí que somos hermanos y podemos hacer lo que queramos. -__ sonrió. Le gustaba mucho esa idea.
-¿Podremos hacer lo que queramos? –pregunto con una sonrisa pícara. Ya se le había pasado por completo el enojo. El asintió devolviéndole la sonrisa. Ella rio y lo abrazó –lo siento Christian- él se sintió muy feliz, se había asustado hace unos minutos atrás. Pensaba que estaba perdido, que la había perdido para siempre.
-Ya paso princesa –le beso la cabeza. El estomago de ___ rugió. El rio- parece que alguien está con hambre.
-Es que no cene anoche –confeso- tampoco he desayunado ni comido nada –Él la miro. El tampoco había desayunado y mucho menos comido. Se había olvidado por completo de la comida. Hasta de eso se olvidaba cuando estaba a su lado.
-Entonces vamos a comer a algún lugar – le sonrió.
-Puedo preparar algo –dijo tiernamente. El negó.
-Es mejor que prepares tus cosas, comeremos camino al aeropuerto. Necesitamos ganar tiempo –ella asintió- ¿podrás aguantar un poco? –ella asintió.
-Iré por un jugo en la cocina al menos –dijo haciendo una mueca. El rio.
-Está bien, yo me daré un baño. – Antes de entrar al baño la miro de nuevo-lleva abrigos, quizás haga frio de noche –ella asintió.