Estrellas fugaces; MikaYuuWee...

By blas_phemy-

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¡MikaYuu Week 2018! Una semana de sólo estos dos bebés que tanto amo 💕 Empezado el 03/12/18 Incompleto, per... More

MikaYuuWeek2018.
Día 2: AU Reversa / Yuu vampiro.
Día 3: Fugitivos / Canon Divergence.
Día 4: Demonios / Serafines.
Día 5: Fantasía / AU criaturas.
Día 6: Pareja poderosa / Final feliz.

Día 1: Ositos de peluche / Nostalgia.

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By blas_phemy-

N/A: Sigue siendo el universo canon, pero desde un principio Yuu supo que Mika estaba vivo y hubieron varios momentos en los que se pudieron reencontrar. Este fue uno de esos.

(...)

❝Enseñame una pequeña parte de tus alegrías, y yo te enseñaré una gran parte de mis recuerdos.❞

Las gotas empezaron a caer por su rostro cuando la capucha que cubría su cabeza dejó de ser suficiente para cubrirlo de estas, la lluvia se volvió cada vez más fuerte y sus botas aplastaron los charcos que empezaban a formarse a su paso.

Mikaela resoplo, creando una casi imperceptible nube que desapareció entre la lluvia. Caminaba realmente sin rumbo alguno mientras la lluvia golpeaba su cuerpo. Podría sentirse por unos pocos momentos vivo, imaginando cada rostro de su difunta familia reprochándole en ocasiones el hecho de que se había mojado y le daría un resfriado; recordando las deliciosas sopas de Akane, los besos en sus ruborizadas mejillas de parte de los pequeños Hyakuya y los calentitos abrazos que le daba su querido Yuuichirou cuando creía inocentemente que él se encontraba en el reino de los sueños en esos instantes.

Y Mikaela, en realidad todo eso lo hería enormemente, pues sabía que nunca se enfermaría de nuevo, que ya no recibiría besos de los pequeños y no volvería a ver esa sonrisa orgullosa en el rostro de Akane al saber que su comida era deliciosa para todos. Cosas que aún así, no podía evitar recordar cada vez que tenía la oportunidad.

A punto de que su bota volviera a otra charco, unas pisadas bastante cerca lo hicieron volver a su entorno, poniéndolo en alerta.

Gracias a su audición bastante mejorada al ahora ser vampiro, pudo descifrar casi de inmediato desde donde venían estas. Colocó una de sus manos cerca de la espada que siempre reposaba firmemente en su cadera, y siguió caminando, esta vez tratando de no hacer tanto ruido. Las pisadas se hicieron aun más audibles, y pronto, Mikaela empuñó su espada, dándose la vuelta con agilidad y apuntando al cuello a quien sea que estuviera tratando de seguirlo. El arma del contrario rozó su abdomen, casi clavándose en este. Se trataba tambien de una espada, bastante diferente a la suya.

—¿M-Mika...?

En los segundos en los que tardó en reconocer aquella voz pronunciando su nombre, empuño más fuerte su espada y levantó la mirada, encontrándose con esos hermosos ojos verdes que conocía a la perfección.

—Yuu-chan... —dijo, causando una bonita sonrisa en el rostro de Yuuichirou, que bajó su propia espada y luego rozó la suya, haciendo que la alejara lentamente de su cuello. Mikaela volvió a poner su arma en su lugar, y Yuu imitó su acción.

Cuando por fin el rubio se dio el tiempo de admirarlo mejor, pudo observar que el siempre rebelde cabello del chico ahora estaba caído, completamente empapado y cubriendo parte de sus mejillas. Gotas resbalaban por su cara haciéndola lucir brillante.

Mikaela pensó entonces que incluso así se veía tan hermoso.

—¡Mika! —se rió, pequeñas lagrimas formandose en las esquinas de sus ojos—. Y-Yo... Yo no pensé que te volvería a ver tan pronto, luego de todo lo que sucedió creí... ¡Creí que no te volvería a ver!

El rubio apretó sus labios sin saber que decir, una leve inclinacion de sus labios que amenazaba con volverse una sonrisa. Yuuichirou en cambio sonreía tan grande, casi haciéndole competencia al sol, tan brillante y cálido como lo recordaba Mikaela.

—Te extrañe —fue lo unico que pudo decir de forma bastante sincera. El azabache se detuvo un momento en su lugar, para luego asentir, un brillo juguetón en sus ojos

—Lo mismo digo —murmuró, quitando las lágrimas que amenazaban por escaparse de sus ojos, un rubor empezando a cubrir más que su nariz y mejillas.

Mikaela entonces se dio el derecho de sonreír, inclinando su cabeza levemente mientras le indicaba al otro que siguieran caminando. Había olvidado por completo que seguía lloviendo con fuerza.

Caminaron en silencio, tan cerca del contrario como era posible. Ambos rozando sus manos en ocasiones, fingiendo no darse cuenta en los momentos en los que sus meñiques buscaban los del otro casi con urgencia.

Cuanto deseaban no tener los guantes puestos en esos momentos.

—Y... ¿Qué haces por aquí? —preguntó con curiosidad Yuuichirou, tratando de crear una conversación con el otro chico, quien miraba hacia otra dirección, su atencion puesta en los escombros de los lugares destruidos.

—Escapé —sólo dijo, volviéndose para mirar hacia adelante.

—¡Hey, yo igual! —se animó, viendo la pequeña mueca parecida a una sonrisa del rubio. Cuando sólo lo vio asentir, sus ánimos se bajaron un poco, un puchero formándose en sus labios

El silencio entre ambos volvió a hacerse presente, y el azabache nervioso, mordió su labio inferior sin saber como proseguir. Era tan extraño ser ahora el que buscaba hablar, pues recordaba claramente que era Mikaela quien hacia todo esto por él desde niño.

—Es... Extraño que no estés tratando de convencerme de que escape contigo —dijo, sin saber como se lo tomaría el vampiro. Este detuvo sus pasos, dirigiendo su mirada hacia Yuu que siguió caminando

Milagrosamente, Mikaela soltó una risita después. El estómago de Yuu dio un vuelco, y se preguntó: ¿Así se sentían las supuestas mariposas en el estómago?

—Creo que ya me di por vencido —se burló, sin dejar de mirar al pelinegro—. Es inútil tratar de convercerte, porque sé que no escaparás conmigo.

Yuuichirou asintió lentamente, entendiendo el punto del vampiro. Aunque así como en el fondo quería huir con Mika, sabía que eso sería algo egoísta de su parte, abandonando a quienes consideraba parte de su familia ahora.

—De todas maneras —siguió hablando, y Yuu prestó atencion a sus siguientes palabras—... Soy feliz sabiendo que te encuentras bien y con vida. No me separaré de ti de nuevo

Una nueva sonrisa apareció en el rostro de Yuu, y sin importarle nada, se atrevió a entrelazar su meñique con el de Mikaela cuando este llegó de nuevo a su lado, causando que le mirara.

—Deberiamos buscar un lugar donde no nos alcance más la lluvia

Estando de acuerdo, volvieron a seguir su camino mientras sus meñiques se mantenían unidos.

Luego de unos cuantos minutos más de caminar, llegaron hasta una pequeña tienda, sus ventanas estaban rotas, habían vidrios y escombros esparcidos por doquier y uno que otro insecto correteando a su alrededor. A pesar de estar bastante sucia y vieja, no se veía tan destruida como las demás. Era uno de los cuantos establecimientos que aun se mantenían en pie luego del apocalipsis.

Yuuichirou lo inspeccionó un segundo, para luego ir hasta este y empujar las dañadas puertas hacia un lado, siendo seguido por Mikaela. Después de haberlas desatascado, se adentraron al lugar, mirando todo a su paso. Había repisas llenas de viejos accesorios y materiales desgastados, electrodomésticos dañados y llenos de polvo y algunos juguetes descoloridos.

Mikaela trazó una línea en una de las sucias paredes de metal llevándose en su dedo enguantado el rastro de polvo que allí había. Yuuichirou apareció por atrás, observando con curiosidad al rubio, quien miraba su dedo fijamente como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿Qué sucede, Mika? 

Volviendo a la realidad, el vampiro parpadeó varias veces tratando de normalizar su vista. El azabache dirigió su atención a la pared de metal, viendo el lugar donde el dedo de Mikaela había pasado, ahora en su lugar una larga línea sin rastro de polvo

—Me recuerda cuando hacíamos limpieza en el orfanato —susurró, ganándose un exhalación sorprendida de Yuu ante la mención de aquel lugar—. Cuando en vez de limpiar hacíamos figuras en el polvo, y en menos de dos segundos las mesas estaban llenas de nuestros nombres o los dibujos de cada pequeño...

El azabache rió suavemente afirmando con su cabeza ante los recuerdos. Había memorizado cada uno de los dibujos, su forma, su tamaño, el esfuerzo con el que los habían hecho, cada pequeño detalle

—Lo siento... Lo siento tanto —volvió a susurrar Mikaela, apretando sus ojos con fuerza. Una lágrima resbaló por su mejilla hasta llegar a su mentón, donde desapareció—... T-Todo esto es mi culpa...

Algo dentro del corazón de Yuu se rompió al ver las siguientes lágrimas caer por el rostro de Mikaela.

—Mika... Tú.. Tú no tienes la culpa, no lo sabías, nadie lo sabía —balbuceó, tratando de llegar a las manos del rubio que se apretaban contra sí mismo—. Deja de cargar con todo tú solo, nunca fuiste culpable de nada

Buscando a tientas entre su capa, encontró lo que había podido conseguir hace algunos minutos mientras Mikaela estaba distraído. Tomó con una mano el mentón del vampiro haciendo que alzará la cabeza, pequeñas lágrimas bañaban su pálido rostro y la fuente de su nariz estaba rosa.

—¡Vamos, Mika! —fingió una voz chillona, causando que Mika lo viera con confusión, nuevas lágrimas formándose en las esquinas de sus ojos—. No llores, Mika~! ¡Hazlo por mí! —movió el pequeño osito de felpa frente a la cara del vampiro, como si este le estuviera hablando.

—Los vampiros bonitos no deberían llorar —siguió hablando en un tono gracioso, un rubor cubriendo sus pómulos por la vergüenza de lo tonto que era esto.

Las últimas lágrimas cayeron al suelo, y rápidamente una risa se le escapó. Un Yuu muy ruborizado se cubrió la cara con el osito al mismo tiempo que se alejaba unos cuantos centímetros del contrario.

—¿De dónde... Lo sacaste? —preguntó, restregando su cara con una de sus manos, aún riendo suavemente.

—Lo tomé prestado de uno de los estantes, no llames a la policía —bromeó, tratando de ignorar el calor en todo su rostro—. Estaba guardado en una caja, no se encuentra tan sucio como pensé...

El rubio contempló al osito, analizándolo. Era de tamaño medio y tenía un bonito moño azul en su cuello, sus ojos eran bastantes grandes y su boca era un hilo cosido de color rojo.

—Está bonito... —sonrió, acariciando unas de sus patitas.

Yuu asintió, rebuscando en su capa de nuevo. Esta vez, sacó un osito idéntico, pero con un moño verde

—Este es para ti...

El rubio lo tomó con una de sus manos, mordiendo su labio inferior.

—Gracias por lo que hiciste —apretó el agarre en el oso, evitando sonreír de nuevo al ver la roja cara de Yuu.

—No hay de qué, sólo... No quiero que te sigas culpando —entrelazó su mano desocupada con la del vampiro, balanceándose levemente en su lugar de forma ansiosa—. Uh... Deberíamos irnos ya, podría ser algo peligroso en la noche

—Sí, Krul debe estar buscándome

Luego de colocar los osos en sus propios cinturones, se dispusieron a salir de nuevo de aquel establecimiento. La lluvia parecía haber cesado hace un buen rato.

—Y-Yo... Eh... Espero verte de nuevo, Mika

—Espero lo mismo, Yuu-chan

Ambos se miraron a los ojos por unos cuantos minutos sin decidir qué hacer exactamente. Yuuichirou jugueteó con sus dedos enguantados y Mikaela movió nerviosamente su pierna derecha

Y en un instante, como si hubieran estado un segundo conectados para pensar lo mismo, pasaron los pocos centímetros que los alejaba y se  abrazaron con fuerza, sintiendo toda la calidez y el cariño en él, tratando de impregnarse en el aroma del otro.

Deseando quedarse en el hogar de sus brazos.

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Ya lo dije en la otra parte JSHDHF PERDOON 💔💔

Espero les haya gustado mis amores 💖

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