Nueva Oportunidad (ADA#3)

By Saiira1106

13.5K 1.6K 240

InuxKag y BankxKikyo (¬¬) ~Tercera y última parte de Advertencia de Amor y Estúpido~. Nueva Oportunidad, esa... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32 FINAL

Capítulo 6

425 55 4
By Saiira1106


6

-La hermosa Kikyo ha vuelto ¡Tanto días sin verte querida!

-Hola Don Pancho – saludo con una sonrisa la azabache.

-Oh y traes a alguien – curioseo el hombre mirando con curiosidad al moreno, que en ocasiones había visto comprar una pocas veces en su carro – Mucho gusto joven – saludo a Bankotsu quien asintió con la cabeza y saludo con la mano – ¿Lo mismo de siempre querida?

-Sí, pero está vez dos por favor – el vejete asintió y se volteó a preparar el pedido.

-¿Cuál es lo "mismo de siempre"? – pregunto Bankotsu en cuanto caminaron hasta la fila de entregas.

-Es una hamburguesa completa, con dos carnes, papas y refresco – dijo en cuanto se detuvieron detrás de un grupo de chicas – Además – susurro en su oído– Nos agregará papas extra y ensalada solo por ser yo – Bankotsu se carcajeo por el secreto tan confidencial.

-¿Qué tienes tú que no tenga yo? – pregunto Bankotsu con una ceja arqueada.

-Pues yo tengo, hermosura, simpatía y lo más importante... antigüedad – Bankotsu en silencio le sonreía, cada día conocía más a Kikyo y eso le gustaba y a la vez asustaba.

-¡Tú pedido querida! – Bankotsu y Kikyo se dirigieron hasta el vejete, quien estaba dentro del carro, les entrego una bolsa con la comida muy bien envuelta, Kikyo y Bankotsu sacaron sus carteras pero Don Pancho los detuvo – No, no, está vez invito yo – le guiño un guiño a ambos, Kikyo frunció su ceño y Bankotsu contento de no gastar dinero en sabrosa comida le cogió la bolsa al vejete simpático.

-Gracias Don Pancho – agradeció Bankotsu bastante distraído para notar la picardía en sus ojos, Kikyo fue quien le reprocho con la mirada y se marchó detrás de Bankotsu, al parecer comerían en unas de las mesas del Central Park.

-Tal vez considere almorzar contigo el resto de mi vida – exclamo Bankotsu no pensando en sus palabras. Kikyo sintió su vientre ser removido, sus extremidades cosquillaban.

-Pero no siempre es así, creo que solo porque no vengo de hace un par de días no me cobró, después es todo normal – intento contrariar la decisión del moreno.

-Bueno, igual, quiero papas y ensalada extras – Kikyo sonrió apenas mientras tomaban asiento – Pensé que está clase de comida a ti no te gustaría – confesó Bankotsu repartiendo las hamburguesas y porciones correctas para cada uno.

-Pensaste en que comería en restaurantes caros y apenas dejaba propina ¿Cierto? – pregunto y sin dejarlo responder agrego – También pensaste en que soy una perra sin corazón como para ser tan amable y simpática con otras personas ¿A que sí?

-Estás poniendo palabras en mi boca, yo no diría eso...-

-Pero lo pensaste, no mientas – dio un bocado a su hamburguesa, mastico y trago para volver a decir – Toda persona que me haya conocido en mi adolescencia creería eso, hasta mis antiguas "amigas" lo creen – murmuro melancólica, tratando de disfrazar su tristeza por aquellos sentimientos siguió comiendo, papas y ensaladas.

-No te mentiré. Sí, a penas te vi el primer día aquí en el hospital pensé: "La perra sin corazón trabaja aquí" pero, conociéndote y observándote en silencio y ver como tratabas a los niños y demás personas, todo pensamiento negativo sobre ti, se esfumo – dijo con sinceridad. Kikyo lo miro al escucharlo ¿La observaba en silencio? ¿Todos los días o solo cuando se acordaba que ella existía? – Sí me gustaría saber por qué tú cambio...-

-¿Crees que las personas cambian con el tiempo? – murmuro Kikyo, jugando con una papa en su bandeja.

-No, no lo creo – Kikyo permaneció quieta y mirando hacia abajo – Creo en el que con el tiempo, la persona demuestra quien realmente es y tú, Kikyo, estás demostrando quien realmente eres, una persona amable, valiente, hermosa... pero con un pasado realmente oscuro.

-No me arrepiento de lo que fui, porque gracias a eso, soy lo que soy ahora.

-En el pasado solo tratabas de protegerte a ti misma con tu actitud fría y sin corazón ¿Me equivoco? – dedujo Bankotsu, en ningún momento dejo de observarla, su expresión melancólica le afectaba, no le gustaba verla triste.

-No te equivocas Bankotsu. Quería fingir ser alguien a quien no le importara ninguna opinión de nadie, por eso hice cosas de las cuales no me enorgullecen- susurro pensando en su hijo, que nunca reconoció - Aun así, creo que me he convertido en lo que no quería, deje el papel de lado porque en realidad, yo ya era alguien fría y sin corazón –

-¿Y qué paso Kikyo? ¿Qué fue lo que te hizo cambiar? – Bankotsu quería saber todo, todo de Kikyo.

-Después de que nació Haruke, el hijo de Inuyasha – aclaró, porque en papeles y ante la ley ella no era nada del niño – Decidí ser la niña que deje de ser a los 14 años, amable y simpática. Me aleje de todos y eso incluía a mi madre, mi padrastro siempre me ha ayudado, le debo mucho. Empecé a cursar licenciatura de enfermería, quería poder estar rodeada de niños. Mi facilidad de estudiar me favoreció y hace un año y medio me pude recibir – término y le dio dos bocados a su hamburguesa.

-Eres admirable –

Murmuro Bankotsu sin poder apartar su mirada de la azabache de labios finos en forma de corazón, sus pestañas largas y arqueadas, su cabello azabache largo, fino y sedoso en una coleta desprolija junto con su flequillo peinado con los dedos. Apenas se le notaba su bálsamo labial, aparte de eso no tenía ni una pizca de maquillaje.

-¿Admirable? Soy patética, alguien cobarde...- unto una papá en mayonesa y la mastico sin ganas.

-No. No vuelvas a menospreciarte en mi presencia. Eres una mujer amable, admirable y sobre todo valiente – Kikyo le sonrió risueña y agradecida por las palabras del moreno. Nadie a parte de su padrastro le había animado. – Ahora, termina de comer que tenemos mucho por delante – apresuro mientras le daba una mordida apresurada a su comida, su intención era aligerar el ambiente.

- Esta bien. Y gracias – murmuro para sí misma, miro con diversión como el moreno comía apresurado - ¡Yo te ganare! – exclamo olvidándose de su melancolía atacando con su boca a la hamburguesa.

°°°

-¡Cásate conmigo Kagome Higurashi! – exclamo Inuyasha.

-Ya te dije que no, Inuyasha – respondió Kagome como ya era normal mientras picaba vegetales.

-¡Pero porque! Estamos juntos de hace 5 meses, vivimos juntos, somos unos buenos padres ¿Qué más quieres? – dijo detrás de ella, con su cabeza metida por el hombro de la azabache.

-Sí, estamos bien y no me quejo, estoy feliz a tu lado y compartiendo nuestras vidas, pero... no sé – dudaba. Kagome aún no le había dicho de su problema al poder tener hijos, sentía y pensaba que sí le decía, su novio peli plata se defraudaría y la dejaría.

-¿No sé qué?

-Hay algo que tengo que decirte y tal vez, por esto, no me quieras a tu lado – se giró Kagome dejando de picar las verduras, mirándolo a los ojos.

-A causa de eso ¿No te quieres casar?

-Sí, es a causa de...- la voz de Haru entrar a la cocina interrumpió la breve charla de la pareja de enamorados.

-Mamá ¿Ya está la comida? – pregunto Haru mirando con hambre la hornalla de la cocina.

-Si cariño, ve a lavarte las manos con papá y vuelvan a tomar asiento – ambos asintieron y Haru se marchó primero.

-Hablamos más tarde pequeña – le dio un corto beso antes de marcharse, Kagome suspiro profundamente mientras apagaba la hornalla y volvía a picar las verduras.

Kagome e Inuyasha decidieron vivir juntos hace 5 meses, pero antes de eso habían hablado con sus respectivos padres y claro, con Haru, quien sin dudarlo acepto. Los Taisho hablaron con seriedad con su hijo, diciéndole que era una decisión muy sería, que no podría cambiar de decisión cuando todo este hecho, que recuerde que tenía un hijo el cual podría salir lastimado de sus errores. Inuyasha escuchó atentamente y una vez más con seriedad le volvió a decir que estaba completamente seguro y que amaba con todo su corazón a Kagome junto con su hijo, que si cometía alguna estupidez, esta vez como un adulto ambos lo resolverían.

Por otro lado, la noticia en los padres Higurashi, Onigumo lo había aceptado con su frase "Sí tú eres feliz, yo lo seré" pero la terca de Naomi Higurashi no estaba conforme, tenía miedo de que Inuyasha volviera a lastimar a su hija y que por a causa de él, nuevamente ella se marchará. Kagome le aclaró sí alguna vez volvía a pasar algo similar lo arreglarían como dos adultos, quienes eran responsables ya de una vida, la vida del pequeño Haru.

Naomi, aún con duda acepto la decisión días después, había hablado con su esposo, Onigumo la hizo entrar en razón, sí su hija era feliz con él, ella la dejaría, después de todo no era su vida.

También Kagome, aparte de decirles a sus padres, le había dicho a su mejor amigo y en el pasado su ex novio, Bankotsu. El moreno, por obvias razones se molestó, le grito todo su pensamientos y preocupaciones, Kagome aceptaba todo lo que decía, porque todo era verdad, en el pasado ella había sufrido mucho y él al igual que Naomi Higurashi no estaba dispuesto al volver a verla lastimada. Molesto aceptó y sin querer discutir más se marchó de su suite y ahora sus visitas habían disminuido y eso a Kagome cada que lo recordaba le entristecía.

-¿Mamá? – miro Kagome en dirección hacia abajo, mirando a Haru quien le sostenía de la mano, ella lo llevaba a la escuela cuando Inuyasha tenía que salir antes para la empresa.

-¿Qué pasa?

-¿Por qué no te quieres casar con mi papá? – pregunto curioso. Haru había oído algunos ruegos de su padre hacía Kagome casi suplicándole que se casará con él, pero la hermosa azabache que tenía por madre, se negaba.

-Por supuesto que me quiero casar con tú papá – aclaró, era lo que más deseaba – Pero... hay cosas que necesitamos aclarar antes de dar el gran paso cariño – el pequeño asintió, medio entendiendo lo que su madre quiso explicarle.

-Nos vemos mamá – Kagome se arrodillo y dejo que el pequeño le diera el beso de despedida.

-Nos vemos más tarde cariño, disfruta y se bueno – ahora ella le dio un beso y se reincorporo mirando con una sonrisa como el pequeño se perdía entre la multitud de niños del establecimiento.

-¿Eres la madre del niño Taisho? – una mujer de 35 años se acercó junto con otras mujeres de la misma edad.

-¿Volviste de tú viaje interminable? – pregunto otra.

-¿Cómo es posible que te hayas marchado dejando a un adonis como tu esposo? Digo, Inuyasha Taisho es hermoso en todas las palabras – exclamo otra mujer. Las tres mujeres rodeaban a Kagome dejándola a ella en el medio de todas.

-Disculpen, ¿Pero ustedes quiénes son? – pregunto Kagome ignorando los anteriores comentarios.

-Somos madres de compañeros de tu hijo, Haruke – Kagome suspiro.

-Mucho gusto. Pero, no podré quedarme a conversar, llegó tarde a mi trabajo – les dio la espalda y avanzo unos pasos.

-¿Segura que es madre de Haruke? El niño no se parece en nada a ella, salvo por su cabello – Kagome detuvo sus pasos escuchando muy bien lo que se murmuraban las mujeres.

"Y ningún niño se parecerá a mí, porque no puedo tener hijos" pensó en su cruel realidad, dejó caer una lagrima y sin voltear siguió su recorrido, fingiendo no haber escuchado nada. En estos momentos pensaba en que, hubiera tenido que decirle a Inuyasha su incapacidad antes de mudarse juntos.

°°°

-Vamos cásate conmigo. Tengamos hijos juntos, malcriémoslos, que Haru tenga un hermanito o una hermanita – trataba de convencerla Inuyasha mientras la abrazaba bajo las sabanas, en pose de cucharita mientras hablaba en su oído y frotaba el vientre plano de la azabache.

-Inuyasha...- murmuro en reproche, no quería volver a escuchar la palabra de ella teniendo un hijo cuando era imposible.

-Por favor ¿Qué te hace rechazarme cariño? – le dio un beso en su mejilla – Hay muchas ventajas de nosotros dos como esposos. Somos hermosos, tendremos hijos hermosos...-

-¡Por favor Inuyasha! cállate – exclamo en un murmuro ahogando un sollozo.

Llevo sus manos a su rostro y se cubrió sus ojos, estaba llorando, lloraba todo lo que aguanto en la semana, las mujeres chusmas e Inuyasha insistente en que se casasen.

-Pequeña – susurro preocupado mientras se sentaba en la cama y trataba de descubrir el malestar de su mujer – Cariño – le dolía verla llorar, detestaba verla llorar y se detestaba el mismo al sentir que él tenía cierta culpa de su estado.

-Perdóname, perdón. No volveré a insistir pero por favor no me odies – Inuyasha tomo distancia al ver como ella lentamente se retiraba las manos de su rostro y se sentaba quedando con la mirada abajo en frente de él.

-No, no te odio y nada de lo que me está pasando es tú culpa – volvió a sollozar, sus hombros se movían de acuerdo a sus sollozos. – Inuyasha... no tengo posibilidad de tener hijos.

°°°

Perdonen enserio, enserio la tardanza ¡Lo siento! 

¡Culpen a mis estudios!

Espero y el capítulo les haya gustado ;)

Pregunta: ¿Les va gustando la pareja Kikyo y Bankotsu? Respondan con sinceridad mis queridos.

No se olviden de comentar y votar ;) 

P/D Lean mi nueva obra TE NECESITO.

¡Nos leemos!

Continue Reading

You'll Also Like

93.7K 4.1K 17
Aquel beso era algo más que amabilidad entre vecinos... Parecía que todos los habitantes de Temptation, Texas, estaban deseando encontrar esposa... t...
519K 53.3K 133
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
OPALO By Cupid

Fanfiction

12.5K 1.3K 25
twisted wonderland x oc vanitas no carte *posibles faltas ortográficas y mala redacción* Ópalo una vampiresa del siglo XIX, que después de la muerte...
406K 26.6K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.