Mis padres llegaron con un montón de bolsas en sus brazos, y las demás que hacían falta conforme iban y venían del auto hasta terminar con todo...
—Por lo menos hubieran limpiado un poco la casa mujeres – se quejó mi madre, Sue y yo nos miramos y rodamos los ojos
Mi mama me lanzo una bolsa pequeña y sentí una caja algo pesada dentro al tomarla, me confundí por el hecho y al sacar la caja de la bolsa blanca me topé con la caja de un iPhone X, grite de la emoción y lo zafe de la caja tan rápidamente como pude, empecé a revisarle todas las aplicaciones y a emocionarme cada vez más, es realmente precioso, de color negro y su hermosa manzana dorada atrás, aunque yo solo quería mi iPhone 3 que quedo en Afganistán, con todas las fotos, videos de personas importantes en mi vida, con mis contactos de la nueva vida que intente formar, con toda esa información, decidí anotar el numero anterior por si en algún momento puedo recuperarlo... Tome el cargador y los audífonos y subí a la habitación para ponerlo a cagar las debidas horas por ser nuevo y volví a la sala de estar, mama y papa se encuentran en la cocina acomodándolo todo...
—¿Tienes hambre? ¿O Sue? – dijo mi mama y me confundió
—No, hemos comido sándwiches sobrantes del refrigerador – admití
—Mi amor, esos sándwiches llevaban allí meses, al igual que la pizza, lo único bueno que está en el refrigerador son los fideos y la sopa – explico papa
—Pues sabían delicioso igual – me defendí
Mi mama y mi papa se rieron a carcajadas y terminaron de ordenar todo, mi mama comenzó a tomar las cosas necesarias para hacer unos panqueques, estaba por irme cuando escuche...
—No sé para que guardamos todo si mañana volveremos a sacarlo – dijo mi madre cínica hacia mi padre
—¿Qué? – pregunte confundida y me gire sobre mis talones, volví a mirarles y ellos me miraron aún más confundidos
—¿No es obvio? – pregunto obvia mi mama, no sé qué es tan obvio...
Mi mama al ver mi cara de confusión entendió que yo no entendía absolutamente nada de lo que se refería, que hable de una puta vez...
—Cariño, ya se dieron cuenta de que nos hemos ido, claramente nos buscan y aquí es precisamente un lugar que vendrán, así que tenemos que irnos cuanto antes, a Canadá – explico mi madre
Me limite a asentir, tiene razón, no podemos quedarnos aquí, tenemos que crear una nueva vida en otro lugar, me fui de la cocina y me dirigí a mi habitación, Sue me tendió la caja del teléfono antes de irme, la tome y me fui...
Al llegar a mi habitación lance la caja por allí e hizo un sonido extraño, me fije en donde cayó y fue debajo del escritorio, me acerque y note que dentro de ella hay una tarjeta para llamadas internacionales, de inmediato pensé en Patrick pero, claramente no se su número de teléfono, no lo recuerdo, pero, el mío anterior si, así que desconecte el teléfono de su cargador y me lance en la cama, le metí la tarjeta de llamadas internacionales y de inmediato, poseo saldo ahora para llamar internacionalmente, quise llamar, en serio, pero, decidí no hacerlo hasta mañana temprano...
Sin nada que hacer ayer aparte de ordenar la casa y prepararla para nuestros abuelos de Inglaterra –los que son por parte de mi padre- que han llamado para que cuiden la casa todo lo que puedan, nos dedicamos todos a dormir para estar totalmente descansados ya que mañana comienza nuestra huida...
Me despertó el sonido del timbre, si, el timbre, tome mi teléfono con sumo fastidio y este indico las 03:54am ¿Quién diablos viene a estas horas? Me levante de la cama y antes de salir de mi habitación vi como la luz se encendió en la sala de estar, alguien se despertó primero que yo, abrí la puerta y me tome mi tiempo para fregarme los ojos con brutal fuerza, mi cansancio se nota a leguas, vi que Sue fue la que se levantó para abrir la puerta, ya se encuentra caminando hacia ella...
—Sue cuidado, fíjate por la mirilla antes – le ordene desde arriba...
Tenemos que tener total seguridad, en lo que nos encontramos en estos momentos no me sorprende que quieran acabar con nosotros de una buena vez, Sue suspiro pesadamente y busco una silla de la cocina para colocarla en la puerta, el timbre volvió a sonar ¡Pero qué persona tan sumamente desesperada! Sue se asomó por la mirilla y se giró a verme, ya me encuentro en el primer piso acercándome a ella...
—Es el chico del centro – dijo
—¿Qué? – pregunte confundida y mis nervios afloraron
Me asuste demasiado al pensar que alguien del centro ha venido por nosotros una vez más, hice que Sue se quitara de allí y quite la silla con brusquedad, me fije por la mirilla y no podía creer lo que veía, no puede ser, es imposible ¿Qué diablos está haciendo el aquí?
Abrí la puerta y me encontré con aquel chico alto de piel sumamente blanca que me vuelve loca, con su cabello rubio alborotado y escondido bajo un sombrero, con sus ojos marrones algo cansados y con una sonrisa deslumbrante, con un reconocible bolso negro de viaje en manos y unas muchas ganas de ser abrazado y de abrazar...
—¿Patrick? – pregunte totalmente sorprendida
—Hola Susan – sonrió aún más
Me acerque a él y le di un gran abrazo, el soltó el bolso y me correspondió el abrazo, me apretó bastante al igual que yo a él, mis ojos se cristalizaron ante su presencia, no podía creerlo en serio, y me separe de el de inmediato y le hice pasar, intentando ayudarle con el bolso pero este es sumamente pesado... Lo dejo en el suelo cerca del sofá y ambos nos dirigimos a él sentándonos para conversar a gustos, Sue decidió marcharse a su habitación para darnos más privacidad, cosa que agradecí...
—¿Qué diablos estás haciendo aquí? – pregunte al fin
—Bueno, decidí que no quiero estar lejos de ti y que es hora de convertirme en un adulto, así que aquí estoy – explico con simpleza
—¿Y tu familia? – pregunte
—Fui a verlos, les explique el asunto y bueno, les advertí que debían de irse de aquella casa y así lo hicieron, pusieron la casa en venta pero se fueron de inmediato hacia Venezuela, con la familia de Bruno – explico
—¿Y por qué no fuiste con ellos? – pregunte
—Prefiero estar con tu familia y conocerla que estar con la familia de Bruno, además, allá hablan español, algo que no domino en absoluto – bromeo un poco
—¿Pero si dominas el pastún? – pregunte irónica
—Es mi natividad – se defendió
Ambos reímos ante su estúpida ocurrencia y continuamos hablando un poco más, pero, decidí que no era una buena hora para causar ruido en casa así que decidí pasar las conversaciones para mi habitación, Patrick tomo el bolso y yo apague la luz de la sala, lo guie a la escalera y subimos hasta mi habitación, la primera puerta a la derecha, entramos y cerré la puerta con seguro por si alguien se despertaba y decidía husmear, Patrick soltó el bolso a un lado de mi cama mientras yo me acosté en ella, recordando la comodidad y el dormir...
De repente... Patrick se posó encima de mí y yo abrí mis piernas para darle más espacio y comodidad, empezó a besarme ferozmente y yo continúe a ese paso, empezó a tocar mi cintura e intentar quitarme la licra mientras yo forcejeaba levemente y me reía, mientras le besaba a mordidas esos preciosos labios, el empezó a moverse de arriba abajo así como si mantuviéramos contacto sexual, cada vez que su gran erección rozaba con mi intimidad me hacía emitir un pequeño jadeo y un suspiro que me hacía desearle más, tome su camiseta blanca y la subí rápidamente hasta arrancársela del cuerpo, el tomo los tirantes de la mía con su boca y los quito de mis brazos, haciendo mi piel erizar, para bajarla un poco y mostrarle mi sujetador a él, empezó a besar mi cuello y dejar pequeños mordiscos allí, mis suspiros daban a entender lo bien que eso se siente, me alzo y me desabrocho el sujetador y acto seguido me lo quito, dejando mis pechos libres, empezó a masajearlos con sus manos mientras bajaba con su boca quitándome la camisa por debajo hasta quitarla de mi cuerpo, después subió rápidamente y empezó a dejar besos por todo mi pecho y mi barriga, se posó debajo de mis pechos y comenzó a besar y chupar, gemí y tape mi boca en el acto, el me miro y sonrió para después volver a lo suyo, esta vez paso por uno de mis pezones y lo chupo, me hizo gemir más fuerte, hizo lo mismo con el derecho y paso nuevamente a mis labios para besar con suma fiereza, con mis manos enterradas en su espalda decidí pasar a su cintura y a su intimidad, encontré el botón de sus pantalones y los desabroche, también baje su cierre y empecé a bajárselos hasta lo más que llegue, quito sus manos de mi e hizo el trabajo completo quitándose sus pantalones, quedando solo en bóxer, note su elevada erección y sonreí por provocar eso en él, después poso sus manos en mi cintura y comenzó a jugar con el elástico de mi licra hasta que, junto con mis bragas, comenzó a quitarlas hasta lanzarlas al suelo, me encuentro totalmente desnuda frente a él, él se quitó su bóxer y ahora sí, ambos nos encontramos desnudos en frente del otro, volvió a besar mi cuello y mis pechos haciéndome jadear, mientras volvió a tomar mis labios y cambiamos de posición de manera rápida, me encuentro arriba de él y nuestras intimidades desnudas se rozan, el jadeo a mi par y ambos sonreímos por ello, me acerque y tome sus labios con fiereza hasta que decidí bajar hasta su cuello y comencé a chupar cada parte de él mientras le escuchaba jadear, después pase a su pecho y baje hasta su barriga y vientre, de allí, puse mi lengua a trabajar y comencé a subir lentamente mientras lamia todo a mi paso, deje un beso en su pecho y volví a pasar a su cuello y volví a chupar, lamer y morder lenta y sensualmente, en todo ese proceso el gimió y tapo su boca como yo, volví a tomar sus labios y el volvió a girarnos para el quedar encima de mi nuevamente, me abrió más de piernas y me penetro, gemí fuerte y el tapo mi boca mientras seguía penetrando cada vez más duro y rápido, gemí sin parar, sin control y al escucharme y al besarle dejando gemidos en su oído el comenzó a hacerlo, poco, después descontrolado y esta vez yo tape su boca para evitar que los gemidos sean escuchados, me penetro cada vez más fuerte, más rápido y más excitante, ya nuestras manos en nuestras bocas no paraban los gemidos que ambos provocábamos, yo más que él, la cama comenzó a chocar con la pared gracias a nuestros bruscos pero sexys movimientos, juntos llegamos a nuestro clímax, sentí como mi parte intima se encontraba totalmente húmeda, señal de que disfrute nuestro momento al máximo y acabe conforme tanto placer...