Summer in Tennesse «l.s»

By macirevenecia

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El director de la prestigiosa empresa "Alth Tomlinson" a través de la receta médica de su psicóloga personal... More

Explicaciones/modific.
Prólogo
PRIMERA PARTE: AL SUR
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
SEGUNDA PARTE: FAMILIA
Capítulo 16
cancelada
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 32
Capítulo 33
TERCERA PARTE: A LA CIUDAD
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41. (penúltimo)
Capítulo 42. (final)
Epilogo
Aviso

Capítulo 31

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By macirevenecia

Ay, no sé a mi me encanta este capítulo. Espero lo disfrutennnnn y ¡estoy publicando una historia llamada "¿Lobo estás?" NO SE QUEDE SIN LEERLA PORQUE ESTÁ FENOMENAL. 

Dedicado a: @Mimi_McCartneyy ¡Sí era el polo! espero que te encante mucho este capítulo, preciosa. 


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Capítulo treinta y uno 

"Hold my hand"

(II)



He encontrado una foto en mi sótano. Mi cara hace cientos años atrás pero yo no quiero hacerlo como él lo hizo tan lleno de orgullo y completamente solo, escapar esta en mi sangre el miedo está en mis huesos pero, yo no quiero caminar por ese camino, por favor, ¿ayúdame?


Para luego abrir sus ojos y encontrarse con la maravillosa mueca de placer que su amado lucía sobre su rostro.

Comérselo sería poco, porque él estaba sin restricción alguna ante la belleza de Louis, era algo sobre natural y fascinante, le hacía olvidar todo lo que estaba mal 'entre ellos' con solo verle sonreír, decir que estaba enamorado de Louis era poco, porque él lo anhelaba de todas las formas posibles y si llegara a existir un concepto más alto de lo que era 'amar' definitivamente era, los sentimientos de Harry.

—Louis... –susurró, el ojiverde y el chico abrió sus ojos para mirar a Harry con sus mejillas sonrojadas—

—¿Qu...é? –contestó, Louis con dificultad y respiración agitada—

—Necesito que sepas algo... –pronunció, Harry mientras dejaba sus manos junto a las mejillas del ojiazul. Louis un tanto preocupado le miró sin comprender—

—¿Qué sucede? –preguntó, extrañado. Harry relamió sus labios y habló—

—Necesito que sepas que, te amo –el ojiazul sonrió— Pero mira, quiero que sepas que lo hago de verdad, no es solo dos palabras, te amo y lo que conlleva hacer y sentir, te amo y no importa si esto alguna vez... explota, te voy amar para toda la vida.

¿Qué se puede decir ante tal confesión? Louis sintió el escozor sobre su nariz, iba a llorar, iba a llorar porque Harry era perfecto, era maravilloso y tenía razón, probablemente lo de ellos iba a explotar en algún momento, pero de ser así a pesar de ellos, siempre se amarían, porque éste amor no era un amor cualquiera.

La promesa de estar juntos era así, era más allá de todo, su amor se sostenía, como la de una mano junto a su par, tomados junto sin soltarse nunca jamás.

En cosa de segundos Louis volvía a estar pegado sobre la boca de su amado, besándole, buscando todos los lugares por recorrer, disfrutar del cálido aliento que traspasaban juntos ante cada suspiro, sus manos recorrían el cabello del más alto mientras Harry lo aferraba más y más a él sin dejarle escapar, porque era justo lo que ambos querían: no dejarse escapar.

—Te amo demasiado... –susurraba, Louis sobre los labios inflamados de Harry para luego volver a besarlo, quería tanto de Harry, lo quería todo— lo juro... –

—Lo sé... –respondía, Harry con voz ronca. Estaba a mil, este momento además de amoroso y lleno de amor, estaba repleto de fuego, mucho fuego— Lo hago también... –

—Vamos... a... ese lugar... –pedía, Louis mientras besaba detrás del oído del ojiverde. Harry perdido en la sensación de sentir los labios exquisitos de Louis allí, no pudo evitar cerrar sus ojos— ¿Es muy lejos?... no creo poder... –

—Shsh... –le apartaba, el ojiverde un poco— No es lejos... –decía, Harry para tomar las manos de Louis y besarlas con adoración— Es aquí en ésta casa... –

—¿Aquí? ¿En ésta casa? –repetía, sin querer Louis— Es decir... ¿aquí? Harry y el tío... él...—

—Es un lugar secreto, precioso... –contaba, Harry mientras besaba la mejilla del ojiazul— Desde allí papá no oirá nada, allí hice muchas cosas de las que él no sabe... –Louis unió sus cejas—

—¿Cómo que cosas? –preguntó. un tanto celoso. Harry sonrió malvadamente—

—No quieres saberlo... –respondía, Harry y Louis le miró 'enojado'— Son cosas meramente sexuales. –

—¡Harry! –soltaba, Louis—

Harry carcajeó — ¡Es broma, amor! –decía, el ojiverde— Vamos a que lo veas... –

—Eres un imbécil. Venga, vamos no puedo esperar... –respondía, Louis con una sonrisa—

De la mano caminaron hacia el patio que estaba detrás de la cocina, salieron por la puerta trasera y se pararon junto a la ventana de afuera. Louis miró un tanto a extrañado a Harry allí solo había... una pared y una ventana que mostraba la parte interior de la cocina.

—Uh... ¿Harry? –articuló, Louis extrañado. Entonces el ojiverde dedicándole una sonrisa amorosa, tiró de la pequeña cuerda que había allí permitiendo bajar una escalera que apuntaba al entre techo de la casa— Oh... –espetó, sorprendido.

—Verás, aquí arriba es como si fuera la parte de tu habitación allá en la casona, salvo que ésta casa no tuvo modificaciones así que es poco más pequeña y con una ventana agujero que le hice de 2x2, no construimos más así que simplemente quedó para guardar chucherías, claro que la ambiente para mí –contaba, Harry— Y ahora para los dos... –

—Gracias... –respondía, Louis conmocionado—

—¡No agradezcas aún, pequeño, vamos a que veas como quedó! –decía, Harry para ayudar a subir por las rectas escaleras al ojiazul—

No tardaron demasiado, Louis logró llegar hasta la 'suite' con una sonrisa miró y ayudó a Harry a subir, cuando ambos ya estaba allí, Louis se giró para observar con detención el ambiente.

¿Existía algo en el mundo más bello y hermoso que Harry?, siempre se lo preguntaba pero hoy más que nunca. Allí había una pequeña alfombra roja, la pequeña luz que entraba a la pequeña estancia alumbraba un poco allí, produciendo un ambiente pasional y maravilloso, alrededor habían flores, flores amarillas que tanto amaba el ojiazul y de pronto Louis sintió su cuerpo temblar.

Estaba aterrado, como si fuera su primera vez con Harry, esto era maravilloso, esto era... perfecto y quería llorar pero quería saber que pasaba por la cabeza del amor de su vida.

—¿Qué te parece, cariño? –preguntó, Harry mientras rodeaba la cintura pequeña de Louis—

—Está hermoso... –contestaba, el ojizafiro con un hilo de voz, estaba nervioso, por alguna razón—

—¿Todo bien? –Harry lo volteó para que le mirase— No te ha gustado algo... yo—

—No, no, no –decía, Louis mientras ponía sus pequeñas manos sobre el rostro bronceado de Harry— Es hermoso, es precioso y todo lo bello existente que decir, solo... que... me siento como... si... –Harry le miró atento y Louis sentía tanta honestidad, tanto amor que incluso podían con él— Como si esta fuera... nuestra...—

—¿Primera vez? –terminaba de decir, el ojiverde. Louis sonrió avergonzado y asintió—

—Lo siento así, quiero que sea especial para los dos ¿sí? –pronunció, el más alto— ¿Estás bien con eso?—

—Eres tanto... –susurraba, Louis mientras pegaba su rostro sobre el pecho latente de Harry— Te amo demasiado... te amo mucho, te amo, te amo... te amo...—

Harry sintió como sus ojos picaban, sus lágrimas que querían salir no eran de tristeza, eran de felicidad, porque sus sentimientos se asemejaban de tal manera a los de Louis, ambos estaban perdidamente enamorados del otro.

No había razón para seguir aplazando el momento, estaban allí, solos, en su lugar, siendo ellos y nadie más. Entonces Harry alzó el rostro de Louis y notó que el ojiazul tenía sus mejillas húmedas. Louis estaba llorando. Fue entonces que ambos con sus ojos cristalizados se miraron, se sonrieron amadamente y finalmente, por fin, se besaron.

Todo parecía ser nuevo para ellos, porque así era un beso para ellos, todo nuevo, nada igual a lo vivido, besándose, comiéndose la boca, el calor por sus cuerpos estaba subiendo y Harry condujo con confianza a su amado hasta la alfombra, con cuidado de no dejar de besarle le recostó allí, el pequeño agujero de luz alumbraba parte de sus cuerpos y rostro de Louis, dejando a la vista esos ojos maravillosos que terminaron por enamorar a Harry.

Louis colocó uno de sus pies sobre el pecho de Harry indicándole que le sacase el zapato derecho, Harry con delicadeza y sensualidad se lo quitó lentamente sin apartar en ningún momento su vista de su 'presa', imitó la acción con el pie izquierdo y cuando dejó los zapatos por algún sitio, desabrochó los pantalones de su queridísimo Louis y los deslizó lentamente, agonizantemente.

Mucho calor.

Mucho calor.

Louis tenía sus labios entre abiertos, observando cada paso de Harry, observó los ojos oscurecidos de placer que éste lucía, apreció las manos temblorosas mientras le desabotonaba la camisa lentamente...

Ni siquiera sabía si tenía tanta fuerza de voluntad, podría estar desesperado por esto pero estaba tomando su tiempo para todo, Louis se enderezó y desabotonó la camisa de su amado mirándole a los ojos.

Puro amor

Puro amor

Harry relamió sus labios al sentir las manos pequeñas de Louis desabrocharle el jeans, tuvo que ayudar para terminar por sacárselo y cuando finalmente ambos quedaron solo en sus bóxer, Harry volvió a recostar a Louis sobre la alfombra, se acercó con intenciones, le besó la boca, no fue nada profundo, sus besos bajaron, pasando por el mentón de éste. Louis solo podía cerrar sus ojos y perderse en la sensación de la boca fabulosa de su enamorado.

Fuego

Fuego

Fuego

Las grandes manos de Harry temblaban, mientras acariciaban los muslos maravillosos de Louis, su boca recorría el abdomen de éste último, tomando su tiempo en demostrar que le amaba y que todo era necesario a la hora de hacer el amor.

"También es mi primera vez, siente como tiemblo ya ves, tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor..." –Ricardo Arjona

Sus labios rosas besaron los muslos pálidos de Louis, permitiendo que éste soltara un jadeo ante el tacto, cuando ya no había más por besar, sus manos se adentraron en el elástico del bóxer del ojizafiro y lo deslizó lentamente sin perder contacto visual con su pequeño Louis. El ojiazul no podía dejar de morder su labio inferior, esto sin duda estaba siendo maravilloso.

Louis sabía que ésta sería su primera vez haciendo el amor, parecía algo contradictorio, él ya se había entregado a Harry, pero ello había sido todo tan rápido sin tiempo, solo con anhelo, esto gatillaba mucho más, por supuesto no contaba sus experiencias con Leonor, ni siquiera podía ser etiquetado como sexo.

Los pensamientos del ojiazul se vieron atrofiados al sentir los labios de Harry sobre su pelvis...

—Harry... –susurró, Louis—

—Gírate, por favor... –pedía, Harry mientras se enderezaba. Louis le miró con mejillas sonrojadas y obedeció, se recostó dándole la espalda a Harry—

Durante lo que parecían minutos eternos no sentía la presencia de Harry sobre él pero cuando sintió la lengua juguetona y maravillosa del ojiverde pasear por la curva de su espalda, no evitó resoplar, éste hombre iba a ser su muerte.

Las cosas no finalizaron allí, porque entonces cuando las manos del ruloso abrieron las nalgas gordetas del ojizafiro éste se sobre exaltó.

—Tranquilo, prometo que será bueno... –Le tranquilizaba, Harry. Louis asintió para volver a su posición inicial—

Harry le besó las nalgas, las mordió sin resistirlo y finalmente cuando ya las tenía separadas permitió alojar su lengua allí, en aquel agujero rosa.

—¡Oh, dios! –gimoteó, el ojiazul ante la sensación avasalladora de sentir ese miembro húmedo acariciarle su piel extremadamente sensible allí. No pudo evitar hacer un movimiento que producía una tranquilizante fricción entre su miembro ya erecto y la alfombra roja—

Uno, dos, tres, cuatro, seis, diez, doce lamidas y ya Louis tenía sus ojos húmedos producto de tal sensación, las cosas no mejoraron, cuando Harry decidió penetrarle con su miembro vocal, Louis había olvidado todo lo siútico y tironeaba su trasero hacia el rostro de Harry en busca de más, más, más y más.

—Diosdiosdios, ¡Harry! –gemía, el ojiazul mientras lloriqueaba y mordía su labio inferior—

—¿Te gusta? –preguntaba, Harry mientras daba una larga lamida—

—¡Oh dios, si, si! –gritoneaba, Louis— Por favor, lo pido...—

—¿Qué deseas, amor? –volvía a preguntar con voz ronca, Harry. Louis ya no podía con esto necesitaba la rudeza, necesitaba sentir a Harry—

—Hazlo... —pedía—

—¿Qué cosa hago? ¿esto? –introducía su lengua viva de nuevo en ese agujero rosa que le aceptaba con desesperación—

—¡Nnnggg! –gemió, Louis—

Harry deseaba enterrarse como un animal salvaje dentro de ese agujero pero debía dar tiempo. Se puso de pie. Louis sintió la ausencia de su amado, se giró para ver que sucedía, apreció el desnudo cuerpo de Harry que aún para su desgracia lucía su bóxer, pero con una notable erección que pedía a gritos escapar. Harry trajo consigo lo parecía una tabla recta, amplia, incluso del porte de su espalda, la dejó enfrente de Louis y las cosas cobraron sentido.

Oh por dios.

Oh por dios.

ERA UN ESPEJO.

Louis tragó duramente, al verse allí reflejado, recostado en la alfombra roja rodeado de flores amarillas, con Harry detrás de él mirándole sensualmente mientras se humedecía su dedo medio e índice y luego los bajó lentamente por la espalda transpirada de Louis hasta llegar a ese lugar. El ojiverde le pidió a Louis que alzara más la cola y el ojiazul obedeció como era de esperar.

Lentamente fue fundiendo sus dedos allí, pero Harry no quería perderse nada así que miró el reflejo del espejo y lo que vio allí le fascino, el rostro de Louis, puramente de placer, puramente de sexo, de sexo, de deseo, de querer hacer todo.

Ardían.

Harry empujó sus dedos allí, mientras giraba su mano buscado lo que deseaba, en esa búsqueda Louis ya tenía sus ojos perdidos nuevamente, una de sus manos había bajado hasta su pene que ya expulsaba líquido preseminal, Harry sentía que esto no podía ser más hermoso y esquicito, así que se quitó su bóxer y se posesionó detrás de Louis una vez más...

—Las rodillas, Louis –soltó, Harry con voz ronca. Louis sonrió sensualmente y mientras veía a través del reflejo del espejo, le guiñó un ojo a Harry— Lo siento, quería que fuera más lento, pero... no puedo... joder, te necesito... –pronunciaba, Harry mientras tomaba su pene erecto y le conducía hacia el agujero preparado de Louis—

—Te necesito también, no... no demores más, por... favor –rogaba, Louis—

Las palabras quedaron olvidadas cuando Harry le atravesó, ambos soltando una exhalación. Harry miró el reflejo, diablos, esto estaba húmedo y caliente, muy, muy, muy caliente.

Se movió despacio, sabía que la penetración era diferente a la de sus dedos, además de que no habían hecho mucho durante unos largos días, fue lento, fue preciso, fue cuidadoso, hasta cuando Louis gimió terriblemente excitado anunciando la caricia del nudo de nervios que alojaba dentro de él.

—Oh por dios, Harry, más, bebé, más... allí, justo allí ¡Oh si, si, allí! –gemía, Louis olvidando su postura, olvidando ser todo lo que la gente quería de él, gemía, bramaba y deseaba a éste hombre en lo más profundo de su ser—

Harry mordía su labio inferior, la sensación de entrar y salir de Louis, más escuchar sus gimoteos, ver su rostro arruinado, ojos cristalizados, boca entre abierta, estaba siendo su muerte. Le dio duro, le dio con fuerza, haciendo incluso desesperarse al cabello plumas. Louis arrugaba la alfombra, pero Harry no quería que esto fuera todo, así que con fuerza enderezó a Louis de manera que la espalda de éste quedara pegada en su abdomen transpirado... acercó su boca tentativamente al oído de Louis mientras disminuía un momento sus penetraciones...

—Míranos como estamos... los dos... siendo uno... –musitó, Harry en el oído de Louis. El ojizafiro abrió sus ojos y se vio en el reflejo, con Harry a su espalda, divisaba su miembro erecto y algo rojo, también sus piernas un tanto abiertas y parte del pene regordete de Harry dentro suyo— Mira como nos entregamos... por amor...—

—Harry... –mendigaba, Louis con voz suplicante mientras hacía ademan de moverse. Necesitaba liberación— Harry... por favor...—

—Cálmate, bebé... –articulaba, Harry mientras paseaba sus manos por el cuerpo del ojiazul— Yo también te deseo, yo también quiero ese delicioso orgasmo, también deseo que mi polla atraviese más allá de todo los limites posibles y desarmar tu nudo de nervios si fuera necesario para hacerte explotar de placer... –comentaba, mientras mordía el oído de Louis. El ojiazul quería llorar, estas palabras le ponían, le ponían mal, de su polla ya estaba corriendo líquido, necesitaba atención—

¡Ahora!

Harry comenzó a moverse nuevamente, nada rápido, pero lo suficiente como enloquecer a Louis que intentaba volver a su posición inicial pero Harry lo tenía preso en medio de sus brazos.

—Mira como entro y salgo de ti... ¿no te parece bello? –articulaba, Harry con voz entrecortada, mientras embestía a Louis—

Louis no podía articular palabras. El espejo, sus cuerpos pegados, la alfombra, las flores, el sexo, el sexo, el aroma el cuerpo de Harry, todo, todo, todo estaba siendo enloquecedor, cuando creyó que ya era suficiente Harry dejó escapar su pene, incluso evidenciándolo en medio de las piernas de Louis.

—No así bebe, lo haremos como nos gusta a los dos... volaremos... –prometía, el ojiverde mientras se recostaba e invitaba a Louis a subirse sobre él— Móntame... –

—Harry... –Louis sentía que su corazón iba a explotar— Harry yo... –

—Ya sabes cómo se hace... –Harry se acercó al ojiazul y le comió la boca, le besó apasionadamente, su lengua navegó por todos los lugares, mientras Louis se montaba sobre él, le besó mucho, le besó demasiado y mientras lo hacían ayudó a Louis a incrustarse sobre su polla—

—¡Ohhh! –gemió, Louis sobre los labios de Harry—

—Mírate, amor... mírate en el espejo... –pedía, Harry con una mueca de placer mientras tomaba el miembro de Louis y lo masturbaba desenfrenadamente—

No más palabras, solo gemidos. Louis comenzó a montar a Harry, primero en círculos mientras buscaba el punto exacto, pero la mano de su amado le estaba enloqueciendo, se miró en el espejo, vio como montaba a Harry y esto no podía ser más erótico.

Digno de una de esas películas 'indecentes' como le llamaba Louis antes, digno de todo eso, él estaba sobre Harry, empalado, disfrutando y gozando, subiendo y bajando una y otra vez buscando la clave, hasta encontrarla.

—Oh cielos, ¡Louisss! –soltaba, Harry con voz ronca al sentir su polla llenada por el maravilloso culo de su enamorado— ¡Más, vamos, hazlo, piérdete en este camino, precioso!—

—Ahí, ahí está... —decía, Louis mientras brincaba— ¡Sí, oh dios, Harry! –jadeaba, desesperadamente al sentir como la cabeza del pene de Harry le pinchaba en su hermosa próstata— ¡Oh, sí, sí, sí, Harry, mi amor, oh, dios, dios!

—Vamos, cariño, tómalo... e-es tuyo... –incentivaba, Harry— Te ves jodidamente sexy, te jodería toda la vida, te jodería para siempre, joder, ¡Si, si! –gritaba, Harry al sentir el cosquilleo familiar—

—¡Oh si, Oh si, Oh si! –Louis sentía las lagrimas caer por sus rostro, se miró en el espejo, era un desastre, estaba prácticamente sumergido en Harry, esto era, ¡fabuloso!— ¡SI, SÍ, SÍ, DIOS, OH MIERDA! –

—Sí, mi vida... corre por lo que deseas... vamos, hazlo, Lou, ¡hazlo!—

—¡HarryHarryHarry! –gritoneaba, Louis para auto penetrarse desesperadamente. Harry tomó el miembro apunto de Louis, le masturbó como un loco lo haría y finalmente, allí juntos, perdidos en todo los sentidos posibles... —¡Oh dios mío! ¡Harry! ¡Harry te... a—am! ¡ah!!! –Gritó, Louis para caer sobre el pecho de Harry mientras sentía sus tiras de semen escapar en medio de ellos—

—Cielos... –pronunció, Harry tembloroso. Esto había sido...—

No podían hablar, sus respiraciones estaban siendo salvajes y el corazón parecía querer escapar de sus pechos. Esto había sido maravilloso, el rostro somnoliento de Louis se giró para ver a Harry recostado regularizando su respiración mirando el techo con una leve sonrisa.

—Ha sido... maravilloso... –decía, Louis mientras con dificultad se acercaba a Harry y le besaba el pecho. Harry le envolvió en sus fuertes brazos—

—Lo ha sido por hemos sido nosotros... ju-junto... –titubeó, Harry mientras besaba le frente de Louis— Eres precioso... mío –Louis sonrió adorado ante los elogios de su amado— Eres perfecto, nunca podría cansarme de ti, eres como una droga... y no quiero robarle el discurso a ese vampiro que está de moda ¡eh! –

—¡Edward Cullen! –exclamaba, Louis con una carcajada—

—¿Quieres ser mi Bella? –preguntaba, Harry enderezándose un poco para mirarle. Louis seguía sonriendo—

—¿No puedo ser mejor el papá de Bella? Así se asemeja más a nuestro amor prohibido... –decía, Louis y Harry le miró durante unos segundos. Lo que parecía un terrible comentario para la ocasión se transformó en un remanente de carcajadas de parte de ambos—

—¡Estas de pepas! –vociferó, Harry—

—¡Pero si tu quieres ser vampiro, no yo! –se excusaba, Louis—

—Ah bueno, si le vemos así entonces necesito a quien chupar la sangre... –Harry no se retuvo y comenzó a mordisquear por todos lados a Louis produciendo un ademán de risas y carcajadas, mientras se revolcaban en la alfombra roja—

Eran una mata de amor, entre risas se callaron para besarse apasionadamente mientras se abrazaban. Harry besaba muy sonriente a Louis y Louis alegre le recibió, eran unos niñatos, pero se amaban tanto, que no importa nada que no fuera para ellos.

—Te amo –pronunciaba, Louis y Harry le besó la comisura de sus labios—

—Te amo también, pequeño... –respondía, Harry a lo que Louis le devolvía el beso—

—Ya se hizo muy de noche, creo que debería ir yendo... –

—Quédate... –le pedía Harry y Louis le miró adorado— Se que es una locura, pero... nadie sabrá que estamos aquí, de verdad, mañana te iré a dejar temprano si lo prefieres... pero... no te vayas, amanece conmigo... —¿Cómo iba Louis a negarse a esa propuesta tan bella?—

—Si no fueras tan apuesto, juro que me iba... –bromeó, Louis—

—¡Cómo dices! –gritó, Harry para luego lanzarse sobre Louis y le hizo chillar de risa producto de las cosquillas—

—¡Oh, no, lo siento, lo siento, LO SIENTO! –exclamaba, Louis con ojos cristalizados de tanto reír— Estas guapo... –

—Lo sé, estoy como un tronco... –decía, Harry para besar la comisura de los labios de Louis—

—Se te perdió –enunció, Louis aún con una sonrisa en su rostro. Harry enarcó una de sus cejas.

—¿Qué cosa? —inquirió mirando el rostro feliz y bien jodido de Louis.

—¡La humildad, listo!

Ambos sonrieron y luego se enderezaron para ordenar un poco y limpiarse. Harry había pensando todo, así que abrió una caja de jugo de naranja y le sirvió un poco a Louis, lo disfrutaron mientras comían unas galletas de chocolate, posterior a eso, se pusieron su ropa interior y partes superiores y se recostaron sobre la alfombra... mirando juntos hacia el pequeño agujero que enseñaba el atardecer en Tennesse.

—¿Cuándo partes a Londres? –se atrevió a preguntar Harry. Era necesario hablarlo después de todo. Louis tragó con dificultad y sin apartar su vista del agujero respondió—

—Pasado mañana... –respondió y Harry asintió. El silencio se hizo presente de nuevo, era incomodo pero debían afrontar esto ahora, antes de lamentarse— ¿No es nuestro fin verdad? –preguntó, Louis con tristeza. Harry volteó su rostro para mirar a su pequeño, lo amaba demasiado, fue lo primero que pensó y luego le sonrió cariñosamente—

—Ya dijimos que no, te vas y cuando puedas venir, vendrás, papá y yo estaremos esperándote... junto a mi polla también. –

—¡Harry! –exclamaba, Louis—

—Oh, bueno, no, solo yo estaré esperándote, iremos a Nort de nuevo a andar en canoa, y viajaremos a conocer la playa... –Louis le miró alzando una de sus cejas— yo no la conozco... –

—Oh... –articuló, el ojiazul— Harry...—

—Si es algo tonto pero bueno, es algo que planeo hacer contigo, también haremos galletas horneadas y te voy a besar cada cinco segundos... –prometía, mientras besaba los labios de su amado—

—No sé cómo afrontar esto solo en Londres... –confesaba, el ojiazul—

—Bueno, piensa en que aquí en el rancho hay alguien que te ama y se muere porque seas feliz –decía, Harry para besar la nariz de Louis— No te desesperes Louis, yo comprendo todo... ¿sí?—

—Lo sé y lo agradezco, probablemente debería dejarte ser feliz... pero... –

—Me amas como yo a ti –interrumpía, Harry— Y estamos bien así, ¿no?—

—Sí, amor. –el ojiverde no resistió el impulso y besó apasionadamente los labios de Louis, debía aprovechar esto, porque eran sus últimos momentos juntos –

Y así entre besos y abrazos, de la mano, tomados, esperaron la noche caer.





A la mañana siguiente Louis despertó y se encontró abrazado por los maravillosos brazos a su alrededor, se giró con cuidado y apreció el rostro adormilado de su amor, le acaricio sin poder evitarlo y por el tacto Harry no tardó en abrir sus ojos.

Sin duda éste era uno de los mejores amaneceres de su vida, con Louis a su lado, mirándole, enredado entre sus piernas y brazos, era lo soñado, lo mejor de la vida.

—Buenos días, mi corazón... –pronunció, Harry con voz ronca y pequeños ojos. Louis sonrió ampliamente—

—Buenos días, amor... –respondió— ¿Cómo has amanecido?—

—Maravillosamente bien ¿y tú? –preguntó, Harry mientras sus manos iban hacia el trasero de Louis. El ojiazul se sonrojó pero sentía esa conexión que les hacía ser uno solo sin importar nada—

—Feliz y deseoso de un beso mañanero... –decía, con una sonrisa. Harry estaba asombrado, debía admitir, pero claro, ¡las oportunidades no se desperdician!, así que no titubeó más, tomó el rostro de Louis y lo besó, no solo lo besó de pico, si no un beso apasionado, un beso con lucha de lenguas, por supuesto no había sido su mejor beso, pero había sido un beso maravillosamente de recién despertados—

—¡Wuau! ¡ha sido perfecto! –exclamó, Harry maravillado. Louis soltó una carcajada—

—No exageres, de seguro fue terrible... –

—Y no, fue perfecto ya te dije, voy a ir a ver a papá, mientras te arreglas para desayunar ¿vale? –decía, Harry mientras se ponía de pie—

—Vale –respondió, Louis con una sonrisa—

Harry no se fue sin antes besarle de nuevo y ¡Louis no se opuso! Vaya, era fantástico. Louis por su parte completamente enamorado, se levantó y apreció el lugar. Habían algunas cajas que no se veían viejas del todo y otras si, chumero se puso de pie y se colocó sus pantalones, mientras tomaba una de las flores amarillas caminó hacia las cajas y pensó en que tal vez... era privado, pero luego se dijo que eran de Harry y ellos no tenían deudas.

Se acercó a una de las cajas y la abrió, habían álbumes de fotos de Harry cuando pequeño, unas de una señora, de Harry con sus primos, de Harry con Robert, habían cuadernos de Harry cuando alguna vez había ido a la escuela y finalmente algo que causó extrañeza en Louis, una cajita musical.

Louis la tomó en sus manos y la admiró, era bellísima, con una sonrisa genuina la abrió para encontrarse con la mona bailarina pero más que eso, encontró otra cosa que le dejó estupefacto. Sus pupilas se dilataron y el corazón parecía desbocarse, allí no había nada más ni nada menos que la imagen suya, de infante.

El, vestido de chica.

Oh por dios... –susurró el ojiazul aterrado. Miró hacia su alrededor, no había ni un alma, salvo el ruido de unas aves, caminó en silenció junto a los árboles, su corazón palpitaba; de pronto el fuerte movimiento de una arbusto lo hizo casi gritar de miedo...— ¿Mich?... ¿eres...tu? –preguntó, con un hilo de voz. El arbusto se movió de nuevo y el decidido caminó hacía el árbol pequeño, movió las ramas y se encontró con la imagen frente a frente de unos grandes y perfectos ojos verdes que le miraban penetrantemente. Louis se estremeció y con la boca entre abierta soltó un grito para soltar todo lo que traía en su mano y salir corriendo lejos, muy lejos de aquel lobo hambriento –

Los ojos de Louis se agrandaron, al recordar que esa foto había sido la que se había tomado con Michelle cuando estaban pequeños y que posteriormente había perdido ante el eminente ataque del 'lobo'.

¿Nunca te gustó una mujer?

¿Ah? –contestó, Harry sorprendido— Si me gusto una chica...

¿No funciono? –Louis preguntó—

No, exactamente es que... en realidad no había... nosotros no...

¿tenían comunicación? –intentó, comprender el ojiazul—

Mhm... algo así... es que bueno, en realidad nosotros nunca... hablamos.

Nunca... hablaron porque... ¿estaban... ocupados... haciendo... otras... cosas? –Louis no quería decir una cosa así sus mejillas ardieron y Harry soltó una carcajada, luego de unos minutos lograron calmarse—

Nosotros realmente nunca hablamos, yo tenía seis años cuando la vi, era una nena quizás unos años mayor que yo, tenía un hermoso cabello y ojos... yo realmente nunca volví a sentir esa atracción física por ninguna otra chica como con ella...

¿Tenías seis años? ¿Desde entonces nunca más te atrajo una... mujer? –Louis quería entender pero se le hacía difícil—

No lo sé... nunca me llamaron la atención físicamente... las mujeres bueno no lo se...

La vida siempre trae sorpresas, pero... esto era demasiado, los sentimientos que cruzaron por sobre la cabeza de Louis eran demasiados, el hecho de saber que Harry le amaba, estaba bien, pero... saber que él SIEMPRE fue el amor de Harry, era otra cosa.

—Lou, ¿todo bien? Papá nos está esperando... –decía, Harry mientras caminaba hacia donde estaba el ojiazul— ¿Louis? –el más bajo se giró para ver a Harry, con sus ojos cristalizados. Harry le miró con temor, no comprendía que estaba sucediendo hasta que vio en las pequeñas manos de Louis una foto particular— Louis... –

—Ella... –Louis ni siquiera podía articular palabra alguna—

—Es una tontería... –explicó, Harry— Ella es la niña que... ya sabes, te conté hace un tiempo, la conocí en el pantano y nunca más la... –

—Soy yo. –soltó, el ojiazul sin poder retenerlo más. Harry le miró durante unos segundos, el silencio estaba allí, no había línea no había sentido—

—Escucha, te prometo que nunca más la volví a ver, guardo esa foto porque a ella se le calló, pero... no es... es decir no... –Louis no sabía como proseguir a esto, Harry no le daba el pase a comprender—

—Harry, soy yo, el de la foto, soy yo. –decía, Louis. Harry le quitó la foto para guardarla—

—Que estás diciendo, Lou, vamos, es tarde y... –

—¡Que soy yo, joder! ¡Mira la foto, mírale los ojos a la 'chica'! ¡Son los míos! Fue una idea tonta de Michelle, ese día quería vestirnos de época medieval y yo accedí pero... soy yo, joder, ¡Harry! Eh sido yo, todo el tiempo... toda la vida...—

¡Espera! –exclamó, Harry haciendo girar a Louis sobre sus talones— ¿Puedo preguntarte algo? Prometo que... no es nada de lo que pueda incomodarte... –decía. Louis asintió con extrañeza y curiosidad— ¿tú nunca... tuviste el pelo rubio? –preguntó y Louis alzó una de sus cejas—

¿Rubio?, no... siempre lo he tenido chocolate y cuando nene era color caramelo. –respondía, Louis— ¿por qué la pregunta?

Oh, no, no, es que de repente se me vino a la mente una imagen... de... mi infancia y... te pareces a... –Harry no iba a decirle a su primo que lucía casi tan idéntico a la única chica que le había encantado en toda la vida, porque sabía que ofendería rotundamente al hombre que tenía a unos metros y porque también sabía que probablemente a estas alturas Louis, estaba dudando realmente si era tan 'hombre' como creía— A nadie, un... compañero... de... nada, nos estamos viendo...

Bien, nos vemos entonces. –Hizo Louis una reverencia con su rostro y luego entró a la casona cerrando la puerta—

Los ojos de Harry estaban sin signo aparente ante el recuerdo que batió sobre su cabeza, el de aquel día en que tentado iba a preguntar a Louis si alguna vez había tenido el pelo rubio y lucía algún vestido.

Miró la foto que tenía en la mano, allí estaba la "muchachita", con mejillas sonrojadas, cabello rubiesco, un dulce vestido de nena y unos ojos zafiros hermosos. Idénticos a los de Louis, no, idénticos no, eran los de Louis.

Harry alzó su mirada hacia la de Louis, ni siquiera podían creer que habían estado conectados desde siempre, no tenían idea como es que había sucedido, tal vez el destino había preparado todo esto o tal vez era cosa de tiempo para estar juntos, pero esa era la finalidad, que ellos se encontraran y se tomaran de la mano para nunca más soltarse.

—Ese día había sido el primer día en que había llegado a Tennesse, odiaba lo que estaba sucediendo, papá me decía que debía estar tranquilo ya que mamá estaría siempre al pendiente... pero... no, les escuché cuando hablaron por teléfono, papá le decía que yo la necesitaba y ella no quería saber de nosotros... –comentaba, Harry mientras miraba la foto en sus manos— Así que huí de casa sin saber direcciones y llegué al pantano, me entrometí en medio de las ramas... y allí tras escuchar la voz chillona de una 'nena' me asomé y fue cuando la vi... —Harry alzó sus verdes ojos para encontrarse con los de Louis— Cuando te vi. – Los ojos de Louis se encontraron con los de su amado— Siempre te he querido entonces... –los latidos del corazón del ojiazul comenzaron a explotar— Y siempre lo seguiré haciendo.

No más por decir, solo celebrar el destino, la vida o lo que fuera, sin más preámbulos y cuestionamientos se besaron con total amor.





—Tengo deseo de comer queso chanco... –decía, Robert mientras bebía de su té—

—¿Queso chancho? ¿Qué es eso? –preguntó, Louis extrañado mientras comía de su pan con mermelada de mora—

—Es como queso añejo pero más añejo y con una cosa secreta... –explicaba, Harry mientras masticaba grotescamente su pan. Ya era normal de ver y Louis ya no le odiaba por eso, es más, le amaba aún más— Voy a ir a conseguirlo luego... solo iré al pueblo toma una hora y media... y en la once lo compartimos con Louis ¿te parece, papá? –preguntó, Harry—

—Me parece, cachorro... –respondía, Robert—

—¿Irás ahora? –preguntó, Louis—

—Uh, si, para que no se haga muy tarde... –

—No hay problema, puedo quedarme con Robert, después de todo son las nueve, llegaré a las once donde la abuela, justo a esa hora despierto allá... –

—¡Pero qué flojillo eres, ojitos! –exclamaba, Robert con una carcajada acompañada por los dos muchachos—

—Es una princesa, no hace cosas campestres... –burló, Harry—

—¡No soy una princesa! –exclamaba, Louis— Además, si hago cosas, se quitar los huevos de las gallinas y andar a caballo –

—Muy del sur entonces... –le ayudaba, Robert—

—¡Exactamente! –articulaba, Louis risueño—

—Bueno, hombres sureños, iré a comprar ese queso chanco, regresaré pronto, así que... se portan como reyes. –pronunciaba, el ojiverde mientras se ponía de pie y besaba la frente de su padre, iba a besar la comisura de los labios de Louis pero éste le hizo un gesto para que respetaran la presencia de Robert. Harry rodó sus ojos y le besó la mejilla aunque muuuuy cerquita de los labios— ¡nos estamos viendo las caras! –finalizó para macharse—

—Harry es un buen muchacho ¿te lo he dicho? –decía, Robert mientras Louis levantaba la mesa—

—Unas cuatrocientas veces –respondía, Louis con una sonrisa—

—Es lo mejor que tengo... –agregaba, el mayor mientras se movía en su silla de ruedas y se ganaba junto a la ventana de la cocina— Me alegra que tenga la libertad de salir, disfrutar y ver a sus familiares, es lo que te alienta a seguir... –Louis movió sus ojos hacia donde su tío, sintió tristeza y luego recordó un leve "detalle"—

—Oye, tío, ¿Qué deseas? –le preguntó, Louis mientras se secaba sus manos en un mantel de cocina que había allí—

—¿Desear, desear? –

—Sí, es decir... ¿si tuvieras que elegir a alguien para dar un abrazo sin contar con los que ya ves...quién sería?—

—Oh bueno, eso sería sencillo, mi madre. –confesaba, Robert con una sonrisa genuina— No la veo hace más de diez años y la extraño, ella cocinaba el mejor pato cocido del mundo y las patas de pollo más sabrosas del universo... –

—¿Crees en los milagros? –preguntó, Louis con una sonrisa de oreja a oreja—

—Uh... no lo sé, tal vez. ¿A qué va todo el cuestionario, Louisin?—

—A que iré a buscar una cosa a la casona y regreso, ¿me esperas? –decía, mientras se quitaba el delantal—

—Sí, es decir... no demores... –pedía, Robert— me he acostumbrado a tu compañía ojitos. –

—Oh, vamos solo serán dos minutos, vengo enseguida, solo ¡espérame! –

Y sin más salió disparado de la casa, montó el caballo y partió rumbo a la casona, ahora era el momento, ahora era la oportunidad, Liss por fin vería a su hijo amado Robert.

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Muchhas gracias por los 18.7K de vistos y 3.5 de votos!!!!!!!!!! me hacen inmensamente feliz, por eso quiero premiarles con historias nuevas. Espero perdonen si demoro pero ya saben, mi cabeza funciona cada 5 min.

Anclas,

Macire.

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