- ¡y que! ¿a mí no me saludas??! - interrumpió el ambiente la pelirroja, ahora con Marshall ahí se sentiría más cómoda.
- lo siento, hola preciosa, ¿Cómo estás? – Marshall se acerco a Flamin y la abrazo cálidamente.
Mientras la saludaba deposito su vista en aquella chica que había sido objeto de su deseo hace unos días, sin embargo, ahora su foco de interés había cambiado. Bonnibel se encontraba mirando a Marceline la cual estaba vanamente intentando peinar su cabello en una coleta alta.
- Oliver, vengo algo agitado ¿me darías un poco de agua? – Marshall se abanicaba con las manos, no vivía demasiado lejos, lo suficientemente cerca como para haber llegado caminando, pero no cambiaba el hecho del horrible calor que había ese día.
-c-claro, acompáñame a la cocina - seguido por Marshall salieron del campo visible, menos desde la posición en la que estaba parada la morena. Que en ese momento le dirigió una mirada picarona a Marshall. Lo que separaba la cocina del living era un marco, sin puerta ni cortina.
- yo saldré a fumar, ¿vienes Marceline? - se puso de pie Flamin y se dirigió a la puerta.
- no me molestes, no vez que batallo con este maldito pelo, pensare seriamente en cortarlo. - se sentó frustrada dejando caer los brazos a los lados.
El cabello de Marceline era realmente muy largo, este llegaba más abajo incluso de su cadera.
- Si qui.. -Flamin no alcanzo a terminar lo que iba a decir ya que se vio interrumpida por Bonnibel la cual además le robo las palabras.
- si quieres te ayudo a recogerlo -
- ¡me harías un gran favor! – le dio una sonrisa que provoco que la pelirrosa desviara la mirada
- perfecto - Flamin con algo de rabia azoto la puerta al salir.
Del ruido inesperado, Rain reacciono poniendo atención, estaba algo distraída releyendo la tablatura dada por Marceline y ahí vio una extraña y de alguna forma linda escena, Bonnibel muy concentrada intentando peinar el cabello de la morena y esta con los ojos cerrados y relajada dejándose hacer sentada en el suelo.
- "su cabello es realmente muy suave" – Bonnibel se detuvo un segundo, sorprendida de sus propios pensamientos.
- que pasa mi preciosa Arcoíris, te has quedado pasmada mirándome - le sonrió y quiso bromear con ella - no me diga que te has enamorado de mí y por ello me miras tan concentrada – sus ojos se posaron en Rain de una manera intensa a propósito esperando provocarle nerviosismo a la joven rubia.
- ¡q-que! yo este.. no,¡o sea sno! qué cosas dices Marceline - y como acto reflejo cubrio su cara con las manos en un intento por tapar su sonrojo, a Bonnibel no le pareció muy divertida la broma y con intención tironeo con algo de fuerza el cabello de la morena
- ¡auch! – se quejó con un mohín Marceline - no seas tan agresiva, esta me la cobro - y mirándola hacia arriba le guiño el ojo.
- estate quieta - y de un nuevo y suave tirón le enderezo la cabeza con el fin de que no viera su reacción ante el guiño y termino por fin de atar su cabello en una perfecta coleta alta.
- vaya que te ha quedado bien - se admiraba en el reflejo de su móvil - cuando Flamin lo hace siempre le queda alguna imperfección, y ahora... - se acercó a Rain la cual se distraía texteando en su teléfono- ¿qué tal luzco? – tomo el mentón de Arcoíris elevándolo para que esta le mirara de frente.
- este... yo yo... - se le trababan las palabras, Rain no tenía sentimientos románticos por la morena, pero su imponente belleza y personalidad dejarían tembloroso a cualquier ser.
- no tú, yo. No me digas que ahora te has enamorado más - se acercó más, las separaban unos cuantos centímetros, no planeaba besarla, su simple y "blanca" intención era ponerla nerviosa y ver esas divertidas expresiones, y habría seguido con su sonrisa burlona bromeando a la pequeña Rain de no ser por el impacto de una almohada en su nuca, ¿la responsable? Bonnibel.
- pero que... - la pelinegra se giró y se encontró con la pelirrosa algo asustada de lo que había hecho, aun con la mano en la posición que quedo después de lanzar la almohada del sofá.
- yo... s-solo fue un impulso – "¿por qué rayos hice eso?"
Marceline se agacho y recogió la almohada caminando hacia Bonnibel casi acechándola.
- "me va a golpear... me va a golpear" cerro con fuerza sus ojos esperando el impacto de un puño, pero este no llegaba y Rain miraba con temor la escena sin saber que hacer.
De pronto Marceline impacto la almohada contra la parte lateral de la cabeza de Bonnibel, sin embargo no de forma abrupta, de hecho fue con una intención de juego.
- ¡no empieces una guerra de almohadas que no puedas terminar! - riéndose retrocedió un paso y adopto una graciosa pose imitando a un ninja.
- ¡dios mío!... – Bonnibel comenzó a reír sonoramente para luego poner una mano en su pecho en señal de alivio - creí que...
-¿que te iba a golpear? -completo la morena
Rain soltó una risilla nerviosa y se relajó, odiaba la violencia y al temer que presenciaría una escena así se tenso.
- boba - Marceline se acercó nuevamente a la pelirrosa y le revolvió suavemente el cabello - bueno me voy a fumar, adiooos - se despidió cantarinamente y salió restándole importancia al pensamiento que cruzo su mente "casi pero casi por una milésima de segundo pensé que se había sentido celosa, que estupidez".
Al verse solas la princesa y Arcoíris solo se miraron y sonrieron quedamente, cuando algo involucraba a la azabache se podían esperar grandes sorpresas. De pronto empezaron a escuchar muchas risas desde la cocina, Bonnibel se asomó levemente y vio como Marshall estaba imitando algo que no pudo descifrar y Oliver reía de lo gracioso que lucía el mayor, fue una escena peculiar, desde que llego vio que el tal Oliver se comportaba raro y demasiado reservado, de hecho ni se lo podía imaginar con una sonrisa en su rostro ,sin embargo, ahí estaba, el jovial y atractivo chico sonriendo encantadoramente.
- uuumh - suspiro Rain
- ¿qué sucede Arcoíris?
- me siento algo rara sin Jake, sé qué hace nada que lo conozco, pero se siente mucho cuando no está junto a mí.
La pelirrosa sonrió ampliamente, la dulce y tierna Rain aun no notaba lo mucho que gustaba de su amigo.
- llámalo han de estar por volver y aprovecha de recordarle que yo no bebo.
Mientras. afuera Marceline le contaba a Flamin el episodio con la almohada y lucia el bien hecho peinado que le había hecho la pelirrosa, la receptora solo oía, sin embargo, con el ceño levemente fruncido, pasando inadvertido por la pelinegra.
- ¿Hola? - contesto Jake el móvil mientras caminada rumbo al auto junto a Sam.
-Ho-Hola Jake.
- ¡Rain! ¿sucedió algo? ¿Por qué llamas, anda todo bien? - paro en seco el chico de gafas.
-este... no yo em, solo quería saber cómo iba todo... si es que ya regresabas - tomo una leve pausa - ah y recordarte que a Bonnibel no le apetecía beber alcohol.
Jake respiro aliviado al entender - Claro, lo recordé y ya vamos de regreso, pronto estaré a tu lado.
Esto último provoco un lindo rubor en las anteriormente pálidas mejillas de Arcoíris y la princesa miraba encantada la linda escena.
-Te - te espero - y luego de eso corto el teléfono.
- tan linda... – Jake sonrió con cariño, guardo su móvil y saco las llaves para abrir el portamaletas y acomodar las bolsas - Bueno vámonos ya.
Ambos subieron y partieron, Jake tuvo un propósito desde que vio al chico, analizarlo... algo en el despertó la alarma de sus instintos tal como paso con Marceline, sin embargo, con ella paso algo curioso, no tuvo la capacidad de definirla ni encasillarla, simplemente no pudo si quiera clasificar su personalidad. Todo eso era parte de él, uno de sus mayores talentos era hacer perfectos perfiles de las personas, elemento fundamental en su futuro como Policía de investigaciones.
- Cuéntame Samuel, hace cuanto que eres novio de Oliver - cuestiono Jake mientras ajustaba levemente el espejo y ni siquiera lo miro a él, así actuando de forma relajada bajaría su guardia.
- ¿novio? por favor... como podría estar con alguien como él, solo lo hacemos cuando me da la gana, no tengo sentimientos románticos por él, ni creo que el los tenga por mi - contesto sin ningún tipo de temblor ni dubitación en su respuesta.
- "no miente" -oh ya veo ¿y al menos se llevan bien? - no perturbo su rostro por la respuesta, clave al intentar conocer a alguien es no hacerle ver que reprueba algo de lo revelado si no que todo lo contrario, hipócritamente apoyar su actuar o simplemente hacer como que no le importa y así no hacer que el receptor pase a la defensiva, escogió la segunda y continuo la conversación lo mejor que pudo.
- sí, todo va bien mientras se comporte y obedezca yo no enloqueceré - Sam soltaba esas tonterías con total normalidad mirando despreocupadamente por la ventana.
- ooh ¿a qué te refieres con enloquecer? - no demostró la inquietud que le producían esas palabras.
- Te lo pongo así, si se comporta yo no necesito castigarlo - hizo el gesto de aplastar una mano en puño contra la otra extendida.
-"es violento y no teme ocultarlo" - Jake comienzo a aparcar con un nudo en su garganta, se sentía algo acorralado, recién venia conociendo a Oliver, no es como si tuviera la obligación de intervenir.
Al bajarse le dio una escrutadora mirada y en su concentración no noto que Marceline se acercaba.
- al fin llegan, tengo una sed... - notó que Jake tenía un gesto extraño - también lo notaste
Esto saco a Jake de sus pensamientos.
- ¿el que?
- no sé exactamente aun, pero es tan claro ... él y Oliver mantienen una relación algo extraña - dejó al castaño pensando y se acercó a Sam a recoger las bolsas, Jake no sabia como, pero Marceline había notado las señales, se debatía entre si servía de algo confirmarle a la pelinegra lo que había descubierto, pero juzgando a simple vista, ella lo notaria por si misma.
- yo las llevo - dijo Sam al ver que la pelinegra le arrebato 2 de las 4 que eran en total
- no. - fue la corta y rotunda respuesta de la morena
Ya se encontraban todos dentro excepto Sam que iba al final, al ingresar reparo en aquella persona muy cerca de "su" Oliver y además de ser un completo extraño. Marshall saludo a Jake a la distancia y luego se quedó frente a frente con Sam, ambos de la misma altura y con la misma electricidad en la mirada, no se conocían para nada y aun así ya habían generado fricción, se miraban serios y se dieron un fuerte apreton de manos para nada amigable al saludarse
- Hola, mi nombre es Marshall y soy un espectador
- Aja... yo Samuel y... solo para que no hayan problemas o malos entendidos, él es mi pareja - señalo a Oliver y esbozo una linda sonrisa, pero nada más y nada menos que de puro cinismo.