Cerré la puerta y tras esta estaba ella, parada
-Verónica
-Hola- dijo esta en mis espaldas- Estas triste
-No- dije limpiando las cristalinas lágrimas que corrían por mi mejilla izquierda- No es nada
-Mientes
-No
-Te he dicho que no confíes en la gente ellas son malas
-No he confiado en nadie
-¿Segura?
-Totalmente- cerré los ojos y al abrirlos ella estaba frente a mi
-Amiga- me abrazo- ven hay algo que te alegrará
-¿Qué cosa?
-Te haré un lindo peinado- dijo levantando la muñeca que se había llevado aquel día, la cual me traía muchos recuerdos- Detenme mi muñeca
La sostuve mientras me sentaba en la orilla de mi cama, ella se subió a la cama y se sentó detrás de mi, y empezó a cepillar mi pelo, la muñeca era mi favorita, una muñeca de trapo de una cuartas de largo, peinada de dos colitas, su pelo negro ya un poco maltratado era semejante al mío, su vestido blanco ya un poco sucio seguía siendo hermoso, aunque estuviera un poco rasgado, su pequeña carita tierna me encantaba, ella estiro un poco mi cabello y me quejé
-Lo siento- dijo en ese tono que tanto la caracterizaba- Tu pelo es muy largo y suave, siempre lo dejas suelto
-Sí, siempre
-¿Te gusta Damon?- la curiosidad curiosidades en su voz era notable- Yo creo que es lindo
-Sí es lindo, pero no me gusta
-¿Segura?
-Mmm... si
-Dudaste- dijo feliz- Te gusta
-Bueno, solo un poco
Solía ser siempre así de agradable, aunque a veces perdía la cordura, ella era mi única amiga desde siempre... empezó a trenzar mi cabello con delicadeza
-Ya esta, solo falta algo- se intento levantar, pero por alguna razón no pudo se tomó la cabeza con la mano izquierda mientras la golpeaba con la otra mano empuñada, callendo todo su cuerpo sobre la cama mientras gritaba... - ¡Ayudame, ayudame!! ¡Por favor!
Lloraba, gritaba, se golpeaba, perdía su cordura poco a poco
-Shhhh.. tranquila- dije a su lado abrazandola - Todo esta en tu mente
Al instante se tranquilizo, y me abrazó
-Te quiero- dijo ella
-Y yo a ti...
Alguien abrió la puerta azotandola, la pequeña que hace unos instantes había desaparecido, dejándome ver una siluenta femenina en la puerta, era Michelle
-Gracias a Dios- dijo tratándose de tranquilizar,se hacerco y que me dio un fuerte abrazo- Nos preocupaste, tenía miedo
-Estoy bien, tranquila- dije sin entender del todo- ¿Por qué deberías tener miedo?
-No lo sé, No... sé
-Pensaste que fui con él- dije mirándola a los ojos- ¿No es así?
-Sí- dijo levantándose de la cama- Te peinaste
-Es que esta haciendo calor
-¿Calor?- Dijo caminando a la ventana, de la cual recorrió la cortina y se dio la vuelta para verme a la cara- Esta nevando
-Lo sé
Ella abrió la ventana, salió al balcón y grito -¡Alabado sea el alcohol!
-No dejas de estar loca
- Ni tu, sabes tal vez Damon no sea el mejor candidato, es raro, pero no es un mal chico, no seria tan mal cuñado
Reímos
-No me gusta... - Mientes pensé
-No te engañes sabes que si-
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Estaba acostada y preparada para dormir, ya llevaba una varios días sin dormir desde lo que ocurrió, solo dormía por las mañanas, llegando tarde a la escuela, o si el sueño me ganaba en la noche dormía solo 4 horas por día, apagué la luz y me quede dormida, las voces se habían vuelto recurrentes, empezaban como susurros, terminaban gritando, de ves en cuando tenia ataques de pánico sin saber el motivo, solo se que ocurren cada tres veces que oigo voces o cuando me asusto.
Se hizo de mañana, había dormido toda la noche sin despertar, me senté en la cama, el frío de la mañana se hacia presente, un portazo llamo mi atención era Michelle, el cielo se nublo, el ambiente era gris y frío, ella me dijo
-Alejate de él
-Pero ¿Quién es él?
-Alejate de él- su voz se distorsionó de inmediato salio del cuarto, caminando hacia atrás y al cerrar la puerta, detrás de ella estaba Verónica
-Alejate de él
-No en.. - ya no estaba ahí y de un momento a otro ella estaba detrás de mi
-Alejate de él
Al voltear mi cabeza atrás, ya no estaba ella, un poco tranquila mire al frente ella estaba sobre mi, sonriendo siniestramente
-Alejate de él
Me tapé los ojos, pues a cada segundo ella disminuía la instancia entre nosotras, esperé y no ocurrió nada, en el silencio de la habitación podía oír mi corazón palpitar fuertemente, acelerado al igual que mi respiración.
Retire mis manos de mi cara, todo estaba obscuro, estaba dentro de la bañera, la luz se prendió, parpadeante y blanca, miré el agua de la bañera, seguía con la pijama puesta, el agua se empezó a teñir roja, hasta que se hizo una revoltura de sangre con agua, giré lentamente hacia mi lado izquierdo, había un cuerpo, de una chica muerta, con la garganta desgarrada y derramando sangre por la cabeza, tenia los ojos abiertos, lo cual le daba un toque tétrico, uno mas aún, a tal sorpresa quise gritar pero no podía articular ninguna palabra, me levante despacio, sacando así un pie y luego el otro, pero algo me tomó de la muñeca, voltie lentamente hacia atrás asustada, el cadáver de la chica me había tomado el brazo, trate de quitar su mano sangrienta de mi muñeca, pero me fue imposible
-Alejate de el- dijo una débiles voz, era la chica - Alejate de...- su cabeza perdió la fuerza y callo al agua, soltandome así.
Caminé hacia atrás, temblorosa, mis rodillas se doblaban pero no me dejaría caer, lloraba, tal vez me daría un ataque de nervios o pánico, me pegué a la puerta, mire hacia el espejo y decía, con sangre escrito "Alejaté de el", tomé mi cabeza con ambas manos y me resbale por la puerta hasta llegar al piso llorando, mientras me repetía a mi misma en un tono nervioso y asustadizo " Esto no es cierto" Jale mi cabello desesperada y asustada, lo que me indicaba que el ataque el pánico estaba por llegar, gritaba desesperada mientras jalaba mi cabello, después de un rato quede ida viendo a la nada, susurros empezaron a sonar en mi cabeza, los cuales retumbaban con fuerza, me decían "Alejaté de él" mientras yo me balanceaba de adelante atrás.
Tapé mis oídos pues aquellos cortantes susurros se volvían mas fuertes, era escalofriantes y a la vez hirientes pero estos callaron, me recargue en la puerta aliviada y esta se abrió haciendo que mi torso cayera al piso de espaldas, me levante y observe todo, no estaba en mi habitación, miré de nuevo al baño, ahí estaba el cadáver frío y seco de esa pobre chica, la cual murió con una cara de terror.
Al mirar de nuevo al frente de mi, todo era diferente había sangre por todo el suelo, pareciese que la sangre era elemento fundamental de esta habituación al iguala que los cadáveres, manos ensangrentadas pintadas en el suelo y la pared, como si hubieran luchado por sus vidas y en el suelo junto a la cama estaba el cadáver de un chico, destripado, lo cual me dio un poco de asco, pero mucho más susto, varias armas al rededor, clavos, martillos, achas, navajas, tijeras, pero también había otro chico sentando al pie de la cama dándome la espalda y llorando.
-Soy un moustro- dijo este entre lágrimas -No debí hacerlo... Me odio
Este tomó un frasco de pastillas, vacío muchas en su mano y se las llevó a la boca, tratándolas todas, se estaba drogando, su tristeza era notable, lloraba desconsolado, se dio la vuelta y se dirigió hacia mi.
Me mostraba sus muñecas cortadas, sangrantes, con un toque de desesperanza, llorando, aparte de asesino suicida, no me dejaba ver su cara, hasta que lentamente la levanto, me sorprendí al ver que era Damon.
-Alejate de mi...
Retrocedí unos pasos hasta toparme con la puerta, giré mi cabeza, apretando los ojos fuertemente, con miedo, el cual miedo se había vuelto un gran amigo mío...
Abrí los ojos estaba acostada en mi cama, recién despertando, nada había pasado, giré mi cuerpo a la izquierda pero al girar ya no estaba en mi cuarto si no en el bosque, recostada sobre la blanca y fría nieve, que daba una apariencia esponjada.
Mire hacia al frente, gotas de sangre contrastaban con la blanca nieve, el rastro me guiaba a un charco de sangre, junto a una chica linda, de cabello largo hasta la cadera negro, buen cuerpo, herida con el uniforme y piel muy blanca, me estaba dando la espalda, así que me levanté y fui a verla, era... era yo.
Estaba muerta, yo... con la cara destruida y el cuello también, había unas tijeras a un lado, clavadas en la nieve, llenas de mi sangre, caminé hacia atrás, desconsolada, el estaba llorando, aun más fuerte que la otra vez, el camino hasta mi cuerpo sin vida, se sentó y tomó mi cuerpo, lo abrazó y mientras lloraba mi cabeza hacia atrás, lo cual me dio un poco de miedo, al parecer el no podía verme, me hacer que a mi cuerpo y toque mi cara.
Caminé hacia atrás a donde según yo estaba Ocaso, dejando atrás el llanto y dolor de Damon, además de mi cuerpo sin vida, no sabia ni siquiera donde estaba había un lago, congelado, donde podía ver mi reflejo, me miré, pero no era yo, mi moví un poco, pero mi recuerdo mío lo hizo, de la nada unas manos salieron de mi reflejo, así hasta llevar a todo el torso y me dijo "Alejate de él"
Desperté gritando, con la respiración agitada, me senté en la cama e insegura empecé a ver si estaban todas la extremidades de mi cuerpo, unas manos me abrazaron por los hombros, tratando de tranquilizarme.
-Shhhh, shhhh, tranquila... todo esta bien... no pasa nada
Desconcertada ví todo no estaba en mi cuarto, estaba en el cuarto que soñé, acostada en la cama, Damon estaba a mi lado tranquilizandome.
-Tengo miedo...
-Yo estas bien, tranquila
-¿Qué hago aquí?
-Te encontré en el bosque desmayada, cabeza hueca- dijo tierno - y sangrando de la cabeza.
Era cierto tenia un vendaje en la cabeza, un poco ya lleno de sangre, a pesar de ser la mañana y de estar dentro de su cuarto.
-Gracias
-No es nada
-¿Cómo me trajiste aquí?
-Por la ventana- dijo señalándola
Su cuarto era grandes el como el mío solo que el de el tenia un acomodo diferente, tenia varias fotos sobre su tocador, eran de una chica muy linda, blanca, cabello hondulado café, ojos verdes y grandes, labios delgados y rojos...
-¡Que hermosa!
-Si lo era- dijo triste- Murió
-Perdón no sabía
-No, no importa, amaba a mi madre
-¿Cuál era su nombre?
-Anny Styles
-¿Cómo - no me dejo acabar la frase
-¿Qué cómo murió? - asentí con la cabeza, mientras el bajaba la mirada, llena de dolor- se suicidó
-Lo siento
-Tranquila... Sé que estaba en algún llegar mejor
-¿Cómo cuál?
-No lo sé, tal vez el cielo, ella era católica
-Y ¿Tu no?
-No, dejé de hacerlo hace mucho
-¿Por qué?
El solo río y dijo - Sigues siendo muy curiosa-
El resto del día lo pase con él, era un lindo chico...aunque ese sueño me inquietaba...