Bien, es hora de poner a prueba a "mi doctorcito", como Yoongi le llama. Aunque estoy seguro de que yo saldré victorioso, es imposible que le guste, totalmente, tan solo imaginarlo es absurdo porque Taemin hyung es heterosexual.
Lo he visto, ese pelinegro siempre se la pasa de mujeriego con toda señorita que se le pase en frente, es por eso mismo que tengo las pruebas y evidencias suficientes para ganarle al motociclista.
Ah, por cierto, ha pasado el tiempo suficiente y el brazo de mi hyung ya ha mejorado, estoy tan feliz por él, siguió su tratamiento al pie de la letra (también fue gracias a mí, siempre tuve máximo cuidado con su brazo), afortunadamente esa etapa ya pasó.
Quedamos en un acuerdo: tendría algunas "citas" (si es que se le puede llamar así) con Taemin, para poder resolver nuestra duda principal. Pero con una condición, por supuesto. Nada de toques, no abrazos, no nada. Simple charla, nada más. No tengo problema con adaptarme a esa norma, después de todo, ¡sólo me gusta hacer todo eso con mi hyung!
Así que me tienes aquí, en la casa de cinco estrellas del pelinegro, quedamos en ver una película de un videojuego (que por cierto, nunca he probado) así que no le entiendo en nada, pero bueno, él me invitaría la cena y como negarse ante aquella propuesta.
Me encuentro sentado en el cómodo sofá libre de polvo o siquiera una arruga, todo en esta casa es tan organizado, limpio y sistemático que me siento nervioso hasta al moverme, por pánico a romper alguna decoración por accidente o desordenar cualquier cosa.
Mi compañero de universidad parece muy contento comiendo de su ramen instantáneo, cuida mucho su alimentación por mantener una figura saludable, y lo entiendo, después de todo se convertirá en doctor. Supongo que el motivo de su felicidad es esa: poder romper la dieta al menos una vez por semana.
—Jimin-ah, ¿te quedarás a dormir? —me cuestiona sin despegar su atención de la película.
¿Dormir? Oye, tranquilo viejo.
Aunque en sí, creo que el problema soy yo. No tiene nada de malo quedarte en una pijamada con uno de tus amigos, por supuesto que no, pero cuando eres homosexual, las cosas cambian un poco. En mi caso, no me importa en lo absoluto, no por ser gay voy a tirarme a cualquiera que se me presente. Pero tengo un chico, y lo respeto mucho. Es por eso que no me quedaré con Taemin.
—Hyung, no puedo. Tengo que volver a mi departamento —sonrío apenado —Yoongi vendrá por mí, ya sabes como es, no le gusta que ande solo por las calles a estas horas.
Observo como la expresión facial del chico a mi lado cambia totalmente, se desvanece, transformándose en una mueca algo decaída.
—Yoongi... ¿Ustedes son pareja? Puedes decirme, no le contaré a nadie —se da la vuelta para verme frente a frente, abandonando toda actividad.
La película se ha convertido en un sonido de fondo, un soundtrack de la situación. Ya ninguno de los dos está prestándole siquiera un poco de atención, ahora solo estamos él y yo. El ambiente se ha tornado algo pesado, serio, silencioso. Pero el silencio es muy ruidoso.
—No lo somos —niego con la cabeza constantes veces mientras bajo la mirada —¿Qué te hace pensar eso?
Sí, no me maten, pero tengo que negarlo hasta la muerte...o al menos hasta que Taemin se gradúe, no puedo permitir que me expulsen del voluntariado de los hospitales por ser homosexual. Así que el silencio será mi mejor arma por ahora. Le hice aquella pregunta por una razón, quiero saber que tan obvios somos.
—Me basta con ver la forma en la que te mira —ríe levemente —Cuando lo hace es como si viera todo el universo, su universo.
No puedo evitar sonrojarme ante esa confesión, sinceramente nunca le presté atención a la mirada que Yoongi me proporciona en ocasiones. Taemin siempre ha sido bastante honesto, eso significa que esta vez, dice la verdad. Lo cual hace que mi corazón se conmueva.
—¿En verdad? —una sonrisa se escapa de mis labios —No lo había notado.
—La forma en la que te protege de todo peligro, agregando el trato exclusivo que te tiene, creo que es muy obvio Jimin. Le gustas, demasiado.
—¡Pero qué dices! —no puedo evitar desviar la mirada, realmente está logrando que me sonroje al pensar en mi hyung.
—Eres muy afortunado, quisiera que alguien me viera así —su mirada se pierde en el infinito mientras deja salir un suspiro —De verdad tienes suerte de tener a Yoongi.
—Hyung, pronto tengo que irme y no hemos terminado la película, ya dejemos el tema —río algo apenado para después mejorar mi postura hacia el frente.
La película avanza en silencio por parte de nosotros dos, yo me dedico a comer, por cierto, está delicioso. Pasa media hora, lo que restaba para que finalizara. Es entonces cuando escucho el timbre sonar, no sabía que Taemin esperaba visitas.
—No sabía que esperabas visitas —comento mientras me coloco los zapatos junto con mi suéter, dispuesto a salir.
El mayor entre los dos se levanta sin decirme nada, se aproxima a la puerta para abrirla. Desde mi lugar no puedo ver quien es, así que me levanto del sofá un poco e intento buscar con la mirada curiosa de quien se trata.
—¿Yoongi? —cuestiona con sorpresa Taemin, a lo que yo reacciono de un brinco para acercarme lo mas rápido posible a la entrada.
Allí está, mi chico malo con aquella gabardina negra que me fascina, con sus manos dentro de sus bolsillos, puedo apreciar al instante su cotidiana loción, que invade mis fosas nasales casi al segundo.
—Disculpa por interrumpirlos —confiesa con una sonrisa —Ya es tarde y me preocupaba que Jimin no respondiera los mensajes, así que me atreví a buscarlo.
Chispas y más chispas.
Esta noche me castigarán, seguramente. No me di cuenta en qué momento mi celular se descargó, estaba tan entrado en comer que lo olvidé por completo.
—Adelante, pasa. El frío está terrible allá afuera —mi amigo se hace a un lado indicándole al pelinegro que ingrese.
—No es necesario —niega al instante con la cabeza —Solo venía por él —me señala con la mirada.
—Vamos Yoongi, no seas modesto —lo toma del brazo forzándolo a entrar.
—¡Yoongi hyung! —lo recibo con un abrazo inmediato rodeándolo, escondiéndome en su cuello.
No sé como llamarle a esto, pero cuando estoy separado de mi hyung por mucho tiempo, empiezo a extrañarlo sin medida, siento como si me arrebataran la propia fuerza.
Yoongi me abraza de igual forma, pero añade un beso en mi frente que me hace sonreír como idiota enamorado.
Es entonces cuando la voz de Taemin me hace recordar que no estamos solos.
—Yah, chicos, me hacen sentir solo cuando los veo —ríe bromeando al tiempo que nosotros nos separamos, al instante.
—¿Qué dices? Ni que fuéramos pareja —miro al suelo con una sonrisita, seguramente apenada.
—Sí, bueno... ¿Puedo pasar a tu baño? Me estoy aguantando desde hace tres cuadras —solicita el pelinegro sin pena alguna.
—Es por allí, al fondo y a la derecha —sonríe el dueño de la propiedad.
—¿Por qué siempre es al fondo y a la derecha? —Yoongi camina obedeciendo la indicación y sus pasos se escuchan mas lejanos cada vez.
—Déjalo, siempre es así —justifico arreglando mi cabello.
—Jiminnie, ¿puedo hacerte una pregunta? Necesito que me contestes con toda la sinceridad posible.
Bien, ¿qué acaba de suceder? El ambiente se ha tornado totalmente tenso entre estas cuatro paredes. El silencio abruma el lugar y no es cualquier silencio, es mi silencio. Cuando me hacen ese tipo de preguntas, siempre me terminan asustando.
—Por supuesto, hyung.
—¿Te gusta Yoongi?
Sus ojos me penetran con tanta intensidad que me hacen retroceder de mi posición sin darme cuenta, puedo sentir como si el tiempo pasara cada vez mas lento. La fuerza con la que desea saber la respuesta de aquella pregunta me asusta.
Jimin, esto es por el voluntariado y probablemente tu futuro trabajo.
—No me gusta Yoongi —digo a secas, no sin antes haber tragado saliva.
—¿En verdad? ¡Entonces me siento mejor! —camina hacia mí para abrazarme, sonríe de un motivo que desconozco —Ahora podré ir por Yoongi sin ningún problema.
KHÉ
¿¡QUÉ ACABA DE DECIR!?
"Ahora podré ir por Yoongi sin ningún problema..."
Esas palabras se repiten en mi cabeza en forma de bucle, seguramente me he congelado totalmente, no quiero ni pensar en como está mi rostro ahora mismo.
Pero vamos, eso que me dijo no es algo que captes a la primera.
Después de todo, uno de mis mejores amigos me ha confesado que irá tras mi chico.
No pasa mucho tiempo cuando escucho la palanca bajarse del inodoro, es cuando me despierto de ese cuadro de shock, puedo oír el sonido del agua saliendo del grifo.
Pocos segundos después, Yoongi ya se encuentra con nosotros dos, no tuve la oportunidad de responder algo o siquiera confesar la verdad, porque sí, no voy a permitir que Taemin se lastime, porque ya sé que mi chico malo lo rechazará.
—¿Estás bien, mocoso? Parece que viste un fantasma o algo así —el pelinegro saca su celular, para ver la hora, supongo, porque lo guarda al instante.
—Es que recordé que no hice mi tarea de anatomía —miento, se da cuenta porque frunce el ceño, me conoce bien —Yoongi hyung, vamos a casa.
Lo tomo del brazo dispuesto a tirar de él para acercarlo a mí, pero siento como Taemin nos separa, con una sonrisa se coloca al lado de mi hyung para abrazarlo, dejando reposar su mano sobre el hombro contrario.
—Pueden quedarse, no tengo problema, es decir... el tifón está bastante fuerte hoy.
NONONONONONONO. Para nada pienso dormir contigo y mi hyung en la misma habitación, no puedo permitirlo, ¡no a mi chico malo!
—No queremos darte molestias doctorcito —el pelinegro lo mira con una sonrisa ladina.
Yoongi, por favor para, todo el mundo se enamora de ti cuando realizas ese tipo de sonrisa, es como un encantamiento, caes con rendición total ante su merced.
—No son molestias Yoongi-ah —ríe apenado —Vamos, pueden dormir en mi cama, yo en el sofá.
—Bueno, si no te molesta que aplaudan en tu habitación, por mí está bien —Yoongi le guiña un ojo para después caminar hacia un pasillo, intentando buscar algo.
—¡Diablos, Yoongi! —exclamo, sintiendo como mis mejillas empiezan a arder por la vergüenza.
Taemin simplemente se echa a reír, lo cual no esperaba realmente, pensé que se encelaría como nunca pero quizá mi chico bromea tanto, que ya nada de lo que dice parece que es en serio.
—¿Ahora ves por qué me gusta? —me confiesa en bajito con una sonrisa, para después seguir al pelinegro en busca de su habitación.
Reacciono al instante para reincorporarme en el ambiente, me dedico enseguida a seguirlos para no perderles el paso, no quiero que estén solos en el mismo lugar, no quiero, tengo miedo, miedo de perder a mi chico malo.
Debería ser mas seguro de mí mismo y del amor que Yoongi me tiene, pero no, soy un manojo de nervios que se preocupa hasta de lo mas ridículo.
Yoongi se encuentra analizando la habitación con curiosidad, empieza a caminar a paso lento para observar con detalle cada objeto del lugar.
Se acerca a un mueble de madera blanca, donde se encuentran diversos cubos, esos de colores que se arman. Toma uno sin permiso alguno.
—No sabía que te gustaban estas cosas Taemin hyung —confieso acercándome al pelinegro para observar también el cubo.
—Sí, bueno... Es divertido cuando sabes como armarlos.
Yoongi me lo pasa y comienzo a desordenarlo a mi antojo, mientras sonrío, no sé armarlos pero sí se hacerlos un desastre.
Taemin grita al instante y me arrebata el cubo de las manos:
—¡No lo hagas Jimin!
—¿Por qué? Al final tu lo armarás de nuevo —me cruzo de brazos confundido.
—Es que no sé armarlos, por eso no quiero que se desordenen.
Yoongi comienza a estallar en carcajadas, ambos nos dirigimos hacia él para apreciar mejor como se muere de la risa, colocando sus manos sobre su vientre por el dolor que le causa.
—¿Tienes como diez cubos y no sabes armarlos?
—Son decoración y para que crean que soy un chico cool —mira al suelo, avergonzado —Ahora este se quedará desordenado por culpa de Jiminnie.
¿Yo que culpa? Solo tú te compras estas cosas sin saber usarlas, pero bueno, me guardo esa respuesta para mí mismo y únicamente dejo salir una risa de mis labios.
—Trae acá —Yoongi le arrebata el artefacto para después sumergirse en la actividad más intensa que jamás le he visto realizar: armar el cubo en menos de un minuto.
Sus manos se mueven con rapidez, sin darme tiempo para analizar lo que está sucediendo, solo puedo ver los cuadritos moverse de un lado a otro con frenesí, agregando la mirada intensa que se carga Yoongi ahora mismo, totalmente concentrado en su asunto, con los ojos bien abiertos.
—Aquí tienes niño bonito —le regresa el artefacto para después acostarse sobre la cómoda y azul cama que allí se encuentra.
—¡Wow! ¡No sabía eso de ti, hyung! —sonrío ampliamente para después acostarme sobre mi chico y abrazarlo con fuerza.
—Eso fue sorprendente Yoongi...
—En la secundaria tenía mucho tiempo libre, así que estas cosas forman parte de mi pasado oscuro.
—Pero es una habilidad asombrosa —confiesa Taemin aun impresionado, sentándose en la cama a nuestro lado.
—No tanto, cualquiera puede armarlo siempre y cuando siga una especie de patrón. Por eso me da gracia que tú no sepas hacerlo.
—¡Yah! ¡Yo tampoco sé hacerlo hyung! —me quejo formando un puchero en mis labios.
—Pero tú eres Jimin, es distinto —lleva una mano a mi cabeza para despeinarme —No hagas esa expresión, porque me dan ganas de comerte la boca.
Bien, nos quedamos totalmente congelados ante esas últimas palabras, al parecer el motociclista olvidó por completo que no estamos solos en la habitación, realmente no sé como arreglar esto, así que reacciono como primero se me ocurre.
—Ya deja tus homosexualidades, no te queda hyung —le guiño el ojo sin que Taemin se percate, indicándole que me siga el juego. Asiente levemente.
—Lo sé, solo me gustaría hacer que entres en gay panic pero nunca lo logro, que triste —simula estar llorando y yo no puedo evitar echarme a reír.
Escucho una tercera risa que me hace sentir seguridad, al parecer mi amigo nos creyó todo e incluso se le hizo gracioso, gracias Dios.
Es entonces cuando escucho el sonido de un patito de hule salir de mi teléfono, es mi tono de mensaje. Rápidamente lo saco de mi bolsillo derecho para desbloquearlo, observo el nombre del contacto:
Jungkook-ssi.
"Estoy en problemas Jimin-ssi, ven al departamento, ahora. ES URGENTE. "
Esa última palabra no me gusta para nada, nosotros acordamos que era la clave cuando realmente nos necesitáramos, así que seguramente es algo muy importante, pero no quiero irme, en todo caso nos iríamos juntos... ¿no es así? Porque no pienso dejar solo a mi hyung con mi otro hyung, para nada.
—Al parecer Jungkook me necesita, hyung, debemos irnos —me levanto de la cama y le extiendo mi mano al pelinegro, para ayudarle.
—Yoongi se ve muy cómodo en mi cama —ríe apenado —Si quieres ve por Jungkook y mientras que él se quede aquí, para que no de doble vuelta.
¿Estás loco?
No, está clarísimo que quieres que se queden solos. Pero no tiene culpa de nada, después de todo, no sabe que entre nosotros dos existe algo... Tendré que cooperar, chispas.
—Ese mocoso te da muchas molestias —Yoongi se da la vuelta en la cama dándome su espalda.
—No tardo hyung, lo prometo. Será rápido.
Salgo del departamento y tomo aire para empezar a correr hacia mi destino, necesito apurarme, no sé que pase entre ellos dos solos, ¡no quiero ni imaginarlo!
|•••|
No puedo negar que los celos se apoderan de mí cuando veo a cabellitos coloridos con ese mocoso de nariz grande, pero tampoco puedo quejarme, son buenos amigos y yo respeto eso.
Aunque me dan más celos de este doctorcito.
Cierro los ojos, manteniendo silencio, espero no quedarme dormido, pero es inevitable cuando me encuentro en una cama tan cómoda como ésta. De todos modos, Jimin tiene que llegar en cualquier momento, ¿no es así? Esperaré durmiendo por él, tampoco es que quiera mantener una conversación con el tal doctorcito éste.
—Yoongi hyung...
Ante ese sufijo, realmente no sé como reaccionar, abro mis ojos más de lo normal, entonces me doy la vuelta para quedar frente a frente con él. Me llevo una enorme y desagradable sorpresa al darme cuenta de que está acostado a mi lado. ¿En qué momento se subió a la cama? No sentí para nada su peso.
—¿Hyung? Niño, eres más grande que yo, ¿no?
—No lo sé —ríe —Nací en julio del noventa y tres.
—Yo en marzo de ese mismo año...
—¿Ves? Eres mi hyung.
—Lo veo —retrocedo un poco en la cama, estamos demasiado cerca y me incomoda.
—Dime algo sobre de ti —se acuesta boca arriba observando el techo con una sonrisa.
—Algo sobre ti.
—Vamos Yoongi, sabes a que me refiero, eso no me da gracia.
—No sé que decirte Taemin, tampoco es que mi vida fuese muy interesante.
—¿Cómo conociste a Jiminnie? Cuéntame sobre eso —se da la vuelta nuevamente para verme a los ojos.
—Tuve una accidente en mi moto y él me salvó de una hemorragia —sonrío inconscientemente al recordar ese momento.
—No me sorprende, Jimin es muy capaz en su carrera, siempre lo he admirado.
—Él te admira mucho, ¿sabes? Siempre se refiere a ti como su ejemplo a seguir...
—¿En verdad? Me enorgullece, aunque no soy tan inteligente como él piensa, sin duda Jimin puede superarme en cualquier momento —se apoya en su brazo derecho.
—Eso está más que claro. La única diferencia entre ustedes es la experiencia en cuanto a edad, pero no dudes de que Jimin es mejor que tú, al menos en medicina, sí —asiento mientras cierro los ojos.
Lo sé, eso fue bastante... ¿duro? Algunos podrían denominarlo así, pero para mí es honesto. Comparando su capacidad en su trabajo, mi chico de cabello rosa lo supera por mucho. Y no, no es precisamente porque sea más inteligente que Taemin, sino por la dedicación que le otorga a sus estudios.
Hay tanta gente lista en el mundo, pero no son capaces de desarrollar su inteligencia con la disciplina. A veces los que somos "idiotas" los superamos por eso, nuestra dedicación y entrega a lo que amamos hacer.
Tremendo monólogo, bah.
—Probablemente tengas razón —una débil sonrisa se asoma por sus labios y me desvía la mirada.
Excelente Min Yoongi, la has cagado.
—Taemin, no quería hacerte sentir mal —llevo mi mano a su cabeza para frotar suavemente, intentando reparar el daño ocasionado —Lo siento, no fue el mejor comentario.
Puedo observar como los ojos del contrario me miran fijamente, como si quisieran decirme algo a través de la vista, como si sus pupilas quisieran entrelazarse con las mías y de esta forma, mandarme el mensaje deseado.
Es entonces cuando aprecio un rubor en sus mejillas que me desconciertan por completo, tal reacción como respuesta, trae una consecuencia en mí, retiro mi mano de su cabeza pero su mirada sigue posicionada en la mía, totalmente sin palabras, sólo puedo percibir su respiración.
Está acercándose a mí, yo retrocedo de inmediato pero me choco con la pared en mi débil intento de huir, en menos tiempo del que me doy cuenta, Taemin se encuentra besándome.
Así es, estoy yo abriendo los ojos, sin mover ni un sólo músculo, y él besándome en silencio, cerrando sus ojos además de sus mejillas totalmente enrojecidas.
—Apenas me fui unos, ¿diez minutos? Si querían estar solos, deberían haberlo dicho.
Mierda y más mierda. Mi chico de cabello rosa vio todo, pero no me preocupa al cien porque seguramente vio mi reacción de shock y sin movimiento alguno, es decir, que no le correspondí el beso.
Taemin se separa al instante y cubre su boca con sus mano, bastante avergonzado sin saber qué responder. Creo que también se dio cuenta de que la cagó, al igual que yo. Me levanto de la cama y me acerco a Jimin, quien se mantiene cruzado de brazos en su posición, pero puedo observar como frunce el ceño aguantándose las ganas de llorar. Lo conozco bien.
—Jimin, estoy seguro de que viste todo. Quiero confiar en que sabes bien que no correspondí ese beso, quiero confiar en que confías en mí.
—Lo sé hyung, hablaremos de esto en casa, ¿está bien? —me toma de la mano para acercarme a él —Taemin, disculpa la interrupción pero realmente debemos irnos.
En menos tiempo del que me permite, ya nos encontramos fuera del departamento, ni siquiera pude despedirme, pero no es como si lo hubiese querido... Después de todo, sigo congelado por dentro, es decir: ¡Taemin me acabó de besar! ¿¡Acaso no le gustaba Jimin!?
Sinceramente no entiendo nada, mis pensamientos son todo un lío, me limito a seguir el paso de cabellitos coloridos, dejándome guiar por su caminar. Lo sigo detrás, aprieta mi mano fuertemente, como si sintiera que podría perderme en cualquier momento si me suelta.
Seguramente está asustado, aunque no debería, miles de veces le he dejado en claro que a él le pertenece mi corazón. Me gusta demasiado, lo amo, nadie podría ocupar su lugar, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ya nos encontramos fuera del departamento suyo, ingresa la clave con la mayor rapidez posible. Ambos entramos, él me suelta apenas lo hacemos y se lleva las manos a la cabeza para tirar de su cabello con frustración.
—Jimin, no lo besé, lo sabes bien, yo...
—¡Lo sé! Lo sé —repite, mirándome —Taemin me confesó que le gustas.
—¿Cómo es eso posible? El que le gusta eres tú, no yo —me cruzo de brazos.
—¡Yo tampoco sé! Todo el mundo está enamorado de ti, ahora Taemin y también Ho-
Jimin interrumpe su reclamo con un corte bastante notorio y sumamente extraño, iba a decir algo, pero se lo guardó... Taemin y... ¿quién más? ¿Acaso Jimin sabe algo que yo no?
—Dilo, Jimin. No lo escondas —me acerco a él para intentar acorralarlo con mi pesadez.
—N—No es nadie —desvía la mirada —Lo importante aquí es que tengo competencia.
—Habíamos quedado que no guardaríamos ningún secreto entre nosotros. ¿Me equivoco?
—No estoy rompiendo con el trato, porque ese secreto no es mío, no me pertenece.
Maldito Jimin, por eso a veces no me gusta que seas inteligente, porque siempre logras vencerme.
Decido apartarme para dejar de intimidarlo, me doy la vuelta para pensar un poco las cosas, ordenar el rompecabezas.
—Debes decirle a tu amigo lo que somos.
—Corro el riesgo de que me echen del voluntariado hyung...
—No lo creo, al parecer tu doctorcito es homosexual, y dudo mucho que en el voluntariado no lo sepan. Después de todo, te lo confesó sin ninguna pena y con seguridad. Está claro que se lo ha dicho a varias personas ya.
—Me odiará por mentirle —me confiesa, bajando la mirada, decaído.
—Bien, hagamos esto.
Me siento en el sofá, recargo mi espalda en la parte trasera del mueble mientras me acomodo bien en el lugar. Tomo del brazo a Jimin quien me mira confundido, sin pedirle algún permiso lo siento en mi regazo, a horcajadas. Se sonroja sin pasar un sólo minuto, lo sujeto de sus caderas para evitar que caiga.
—No le dirás nada a Taemin, pero si insiste conmigo... Le romperé el corazón de la peor manera para que deje ese asunto. ¿Estás de acuerdo?
Observo como asiente varias veces mientras lleva su manita a su boca, está tan nervioso por la posición en la que nos encontramos que prefiere no hablar, sólo asentir con la cabeza. Es sumamente adorable, y excitante también.
Llevo una de mis manos a su mentón, lentamente elevo mi cabeza para acercarme a los deliciosos y suaves labios del chico pelirrosa frente a mí. Cierra los ojos bastante titubeante, es entonces cuando atrapo la oportunidad para unirnos.
Puedo sentir sus brazos rodeando mi cuello, mi chico busca intensificarnos. Llevo mis manos a su cintura para ejercer presión en su piel con mis dedos sobre su ropa, esa delgada tela que nos separa de la gloria. Nuestros labios se acarician entre ellos con total libertad, lentitud y delicadeza.
Decido ir más allá de lo común, le otorgo una mordida suave a su labio inferior, puedo sentir su reacción positiva, pues parte de su lengua ya se ha introducido dentro de mi boca, la acaricio con la mía sin ir demasiado rápido.
Nuestros alientos se combinan, nuestras posiciones no ayudan mucho así que nuestras respiraciones empeoran con el paso del tiempo. Es como si todo se congelara, solo nosotros dos, dentro de estas paredes, disfrutando de nuestros labios de forma recíproca.
Toda la fiebre que siento en este momento disminuye como un apagón cuando Jimin se separa impulsivamente de mis labios para observarme.
—Hyung, nosotros...
—Mi brazo está bien amor, no te preocupes por eso —le sonrío para después acercarme nuevamente a sus labios y unirnos.
Pero mi emoción me es arrebatada cuando se aleja de mí, otra vez.
—Iré a Japón —dice sin más, su mirada cambia totalmente para tornarse en una bastante firme, seria, pero asustada.
—¿Qué dices? —río como una forma de escape —No estés bromeando conmigo, mocoso.
—Hyung, por eso estaba nervioso y preocupado hace rato. No era por Taemin...
—Explica todo, ahora.
—Envié una solicitud hace dos semestres para tomar un curso de medicina en Japón, en una de las mejores academias de allá. Nunca supe noticias sobre ese asunto, así que lo tomé como cancelado. Pero Jungkook me habló hace rato diciéndome que le llegó un correo, con la validación de mi solicitud. El pase es para dos personas, él está registrado junto conmigo y... Al parecer, el avión sale el sábado.
Bien, no puedo procesar todo lo que me está diciendo cabellitos coloridos, ¿eso significa que se irá? No me preocupa, sé que con calamardo estará bien, pero...
—¿Por cuánto tiempo?
—Aproximadamente un mes, hyung —evita a toda costa mi mirada.
—Bien, supongo que... Te deseo lo mejor, Jimin. Después de todo es para mejorar en tu carrera.
—No quiero que te preocupes por mí, ¿sí? Jungkook es mi amigo, somos amigos, no quiero que pienses otra cosa, por favor.
—Lo sé, confío en ustedes dos. Además, el narizón tiene a Taehyung...
—No sabes cuanto te voy a extrañar —puedo ver como sus ojos se tornan de un brillo peculiar.
—¿Crees que yo no, idiota? —le pellizco la mejilla para después abrazarlo con fuerza —Estar un mes sin ti será, probablemente lo más difícil que haya hecho nunca.
—H—Hyung...
Aquí es cuando mi Jimin comienza a derramar unas lágrimas, se aferra a mi pecho tal cual un cachorrito, me rodea con la misma intensidad que antes, como si jamás me volviese a ver... Pero no es una despedida, por supuesto. Es solo un mes, cuatro semanas, no es gran cosa.
¿Qué podría pasar?
. . .
• A veces las separaciones son buenas •
Disculpen por la tardanza, en serio. Acabo de salir de exámenes y ya les voy a traer capítulo cada semana, ¡porque el ff está cerca del final! Y una noticia más... ¡Se viene fanfic nuevo! Esperen por él, seguramente estará terminado a finales de este año. ¡GRACIAS POR SER PACIENTES Y DARME TANTO AMOR!